¿Quién fue Sophie Scholl?

Sophia Magdalene Scholl, más conocida como Sophie Scholl (1921-1943) fue una activista pacifista, dirigente y una joven alemana que condujo a varios jóvenes estudiantes a unirse a su movimiento de Resistencia contra Hitler. Otros miembros eran veteranos de guerra que vivieron de primera mano todo lo cruel que podía llegar a ser el régimen al cual estaban sometidos, personas que vieron en persona todo lo que ocurría en el campo de concentración donde tenían a los judíos contra su voluntad. En 1942 cuando el nazismo estaba en su máximo apogeo, esta valiente cristiana y estudiante de biología y filosofía en la Universidad de Múnich creó junto a sus hermanos Hans y sus amigos un grupo antinazi llamado “La Rosa Blanca”. El grupo repartía panfletos de propaganda criticando las atrocidades cometidas por el régimen, contando con el apoyo de su profesor de filosofía.

       En la universidad su hermano, que también estudiaba ahí, le presento a sus amigos los cuales inmediatamente se llevaron extremadamente bien con ella, tanto que se volvieron todos, un grupo inseparable. Una amistad que dio frutos gracias a su gusto en común por los “artistas degenerados”, la filosofía y la escritura en general, donde más temprano que tarde descubrieron que poseían la misma ideología política. Juntos se reunieron con muchos artistas y escritores importantes para ese tiempo, como lo fue Theodor Haecker, un gran escritor y crítico del movimiento nazi en general, y Carl Muth que también fue un escritor. Ambos fueron de gran importancia en la vida y forma de pensar de Sophie Scholl, pues compartían las mismas bases cristianas. Tenía varias discusiones de cómo poder sobrellevar la terrible dictadura y cuál debe ser el deber moral de un individuo en esa situación, algo que marco el rumbo que ella misma le iba a dar a su vida.

       El verano de ese mismo año su padre fue llevado bajo arresto por haber hecho una dura crítica a Adolf Hitler y su forma aberrada de gobierno. La Rosa Blanca o como es su nombre original alemán “Weiße Rose“era un grupo de personas, todas con creencias cristianas y filosóficas, que se oponían pacíficamente pero activamente al gobierno de Adolf Hitler. Encontrar a personas tan fielmente devotas era algo extraño en la Alemania de ese tiempo. Aquí es donde ellos, la Rosa Blanca, diferían del resto de las personas.

        Antes de convertirse en una activista anti-nazista, Sophie se vio atrapada por la curiosidad debido a que en los alrededores del campus empezaron a aparecer folletos en contra del movimiento nazi y sus crímenes contra la humanidad e investigando y buscando quienes eran los responsables de esto se encontró con que su hermano era uno de los miembros que para ese entonces eran solo cinco personas. Hans intentó mantener a su hermana Sophie Scholl, lo más lejos que pudo de todos las actividades de la Rosa Blanca, pero desgraciadamente para él Sophie era una persona bastante insistente y terminó siendo una miembro honoraria del grupo, por lo menos al principio. Poco a poco Sophie Scholl fue tomando parte de actividades más importantes, como la repartición de los panfletos y los dibujos en las paredes contra los nazis, aprovechando sus dotes artísticos para la causa. También fue la responsable de atraer a Kurt Huber a la Rosa Blanca, quien fue un excelente profesor de la misma universidad, en donde repartía clases de musicología y Psicología, además fue un miembro extremadamente activo y responsable de mucho de los famosos panfletos.

      Pero tras haber sido perseguidos durante un año, fueron descubiertos por otro profesor de su universidad que los denunció a la Gestapo (policía secreta nazista) de la que era miembro. Antes de la sentenciada a la guillotina, Sophie les respondió diciendo que pronto ellos también serían juzgados y que “sus cabezas también caerán”, palabras que fueron casi una premonición. Tras haber confesado bajo tortura su horrible “crimen” ella y sus hermanos fueron decapitados mientras gritaban: ¡Viva la libertad! Sophie Scholl fue una mujer que dejó este mundo a muy temprana edad, específicamente con unos escasos 21 años, indudablemente dejó su grano de arena en la historia, no solo de Alemania sino del mundo entero por igual.

       Una de las cosas que destacaba a esta gran activista era su don con la palabra y la forma ridículamente simple con la que lograba convencerte. Ella siempre fue una habida pensadora y una lectora igual de apasionada, usó la filosofía, la teología y en general la literatura para formar su sistema de pensamiento y su conciencia crítica de la vida, no es de extrañar que alguien tan brillante no tuviera distinción especial en sus discursos que siempre lograban llegar a más de uno con una facilidad desbordante. Demostró ser infinitamente valiente en todo lo que se propuso hacer. Aunque siempre hubo alguien que parecía subestimarla por su corta edad y el hecho de ser mujer, cosas como: “eres muy joven y tienes toda una vida por delante como para desperdiciarla de esa forma”. A lo que ella llegó a contestar con mucha elocuencia que el chiste de la vida es que siempre estaba al borde de la muerte que se convirtió en una de sus frases más recordadas. Junto con otra que marcaría por siempre el hecho de que haya muerto defendiendo lo que creía fue: “Aquellos que viven por la paz y la libertad, morirán libres y en paz” esa frase fue una especie de bálsamo a la hora de su ejecución, un pensamiento que dio consuelo pues ella muy bien murió, pero murió como ella dijo en paz y libre al fin.

      Sin embargo, después de su ejecución, Scholl se convirtió en una de las mujeres jóvenes más emblemáticas de la Segunda Guerra Mundial al atreverse a combatir a un tirano desde su centro sin ser agresiva en ningún momento, lo que la llevó a ser una de las imágenes de determinación y esperanza en toda Alemania. Es considerada una héroe cuyo nombre está inscrito en el Walhalla de los alemanes ilustres y La Universidad de Múnich Ludwig Maximilian creó el Geschwister-Scholl-Institute (Instituto Hermanos Scholl) y un monumento dedicado a la Rosa Blanca justo en el suelo frente a la Universidad en su honor. También existe alrededor del mundo varias escuelas y calles con el nombre de Sophie Scholl. Sin olvidar que se ha representado la historia de Sophie Scholl y del grupo Rosa Blanca en el cine y en el teatro muchas veces las cuales se han vuelto una de las historias favoritas del pueblo alemán.

Aca algunas de sus celebres frases:

“¡No callaremos, somos su mala conciencia, la Rosa Blanca no los va dejar tranquilos!”

“Alguien, después de todo, tuvo que empezar. Lo que escribimos y dijimos es algo que muchos otros también creen. Ellos simplemente no se atreven a expresarlo como nosotros lo hicimos.”

“El único remedio para un corazón estéril es la oración, por pobre e inadecuada que sea”.

“¿Cómo podemos esperar que prevalezca la justicia cuando casi nadie se entregará indivisiblemente a una causa justa?”.

“Sé que la vida es una puerta a la eternidad y, sin embargo, mi corazón a menudo se pierde en pequeñas ansiedades. Olvida el gran camino a casa que se encuentra ante él”.

“Me aferraré a la cuerda que Dios me ha arrojado en Jesucristo, incluso si mis manos entumecidas ya no pueden sentirlo”.

“El hecho de que tantas cosas estén en conflicto no significa que nosotros mismos debamos estar divididos”.

“El fin del terror es preferible al terror sin fin”.

“Nunca estoy libre de la incertidumbre en la que vivimos estos días, que excluye cualquier plan despreocupado para el mañana y ensombrece todos los días por venir”.

“Compadezco a la gente que no puede encontrar la risa o, al menos, un poco de diversión en las pequeñas cosas del día”.

“Qué importa mi muerte si a través de nosotros miles de personas despiertan y comienzan a actuar” fueron las palabras de Sophie pocas horas antes de que ser asesinada. Solamente tenía 21 años.

“¿Quién de nosotros tiene alguna concepción de las dimensiones de la verguenza que caerá sobre nosotros y nuestros hijos cuando algún día caiga el velo de nuestros ojos y los crímenes más horribles…alcanzen la luz del día.” – Hans Scholl, hermano de Sophie Scholl.

“El verdadero daño es hecho por esos millones que quieren “sobrevivir”. El hombre honesto que solo quiere ser dejado en paz. Aquellos que no quieren que sus pequeñas vidas sean estorbadas por algo más grande que ellos mismos. Aquellos que no toman ningún bando y sin causas. Aquellos que no les gusta crear olas o enemigos. Aquellos que la libertad, honor, verdad y principios son solo literatura.”

“Levántate por lo que crees, aunque te tengas que levantar solo.”

Fuentes: