¿El Big Bang y Dios no son explicaciones opuestas?

“(El Big Bang)…es solo un mito que intenta decir cómo surgió el universo…” – “El Big Bang Nunca Ocurrió”, Discover 9, junio 1988, p.78, Hannes Alfvén, ganador de Premio Nobel en Física

               Todo cristiano cree que Dios es el Creador del cielo y la tierra. Sin embargo, no todo cristiano está de acuerdo con respecto a la edad del universo o de la forma que fue creada. Por ejemplo, aquellos cristianos que creen en el Big Bang son identificados como creacionistas progresistas o de Tierra Vieja (rechazan la evolución biológica y aceptan que Adán y Eva eran reales, pero no tienen problema con la evolución astronómica y geológica) y teístas evolutivos (creen que Dios no solo usó la evolución astronómica y geológica sino también la evolución biológica para crear seres vivos). Algunos teístas evolutivos como BioLogos de Francis Collins sostienen que no venimos de una pareja original porque según ellos Adán y Eva nunca existieron. Pero comparemos ambas teorías (Biblia y Big Bang) y veamos si son realmente compatibles como estos dos grupos cristianos sostienen.

        Dios o Nada. Creo que la primera gran diferencia que encontramos es que en la Biblia, la creación del universo empieza con Dios quien creó todo de la nada (creatio ex nihilo) y con el poder de Su Palabra (Génesis 1:1-5). En otras palabras, Dios habló y el mundo fue hecho (Salmo 33:6,9 y Hebreos 11:3) en seis días y hace miles de años (Vea Génesis 1 y Éxodo 20:9-11). De hecho, el famoso físico, Herbert Spencer, es reconocido por descubrir 5 fundamentales para la existencia (tiempo, fuerza, acción, espacio y materia) y resulta ser que Génesis 1:1 enlista esos cinco en en la primera gran verdad revelada en las Sagradas Escrituras: “En el principio [tiempo], creó [acción] Dios (Fuerza) los cielos [espacio] y la tierra [materia]” (Génesis 1:1).  He aquí la causa, Dios, y su efecto, el universo, la cual hizo con el poder de Su Palabra (Salmo 33:6,9 y Hebreos 11:3). Nada de Big Bang.

      ¿Y qué hay del Big Bang? La teoría de la Gran Explosión (Big Bang) no empieza con Dios sino que tiene diferentes explicaciones para su causa como la nada, el vacío cuántico o alguna otra razón materialista y así mismo es enseñado en los documentales, en las escuelas públicas y las universidades seculares de manera dogmatica y como una verdad absoluta que no puede ser cuestionada. De hecho, algunos cientificos como Roger Penrose de la academia o consenso científico actual sugieren que el Big Bang no fue el comienzo sino una etapa. ¿Por qué? Porque el Big Bang es una teoría naturalista (no sobrenaturalista) que no excluye a Dios pero tampoco lo incluye. No prueba que no hay un Dios pero tampoco demuestra su existencia, y así mismo lo explicó el padre del Big Bang, el científico y sacerdote católico, George Lemaitre, quien ni siquiera veía en su Teoría del Átomo Primordial (Big Bang) una intervención divina. Por tanto, ya de entrada esta teoría contradice Génesis 1:1 y el resto de la Biblia la cual le da todo el crédito a Dios por la creación del mundo. Mientras que el Big Bang no se lo da a nadie.

       Naturalismo vs sobrenaturalismo. El Big Bang es una teoría naturalista, no sobrenaturalista y esto lo tuvo que afirmar Lemaitre más de una vez porque al principio el consenso secular de la Academia de la Ciencia no quería aceptar este modelo no solo porque creían el universo era eterno y estático sino porque muchos de sus miembros eran agnósticos, panteístas y ateos (como el famoso astrónomo inglés, Sir Fred Hoyle), y pensaban que dicha teoría tenía implicaciones teológicas. Sin embargo, el mismo Lemaitre les dejó claro que su teoría no tenía nada que ver con Dios y que creía que no se debía mezclar las ideas científicas y las creencias religiosas sobre la creación. De hecho, esta es la razón que la gran mayoría de los teóricos del Big Bang y los cosmólogos más prominentes del Big Bang como George Gamow, Stephen Hawking, Paul Steinhardt y Alan Guth (inventor de la inflación cósmica) son ateos o agnósticos que no creen que Dios es necesario para para explicar el origen del universo y que el Big Bang tampoco exige su existencia. Por tanto, la teoría del Big Bang no es una teoría atea pero tampoco es una teoría teísta.

          Aunque actualmente, hay muchos apologistas y teólogos que tratan de mezclar el Big Bang con el Dios de la Biblia se debe recordar que el mismo Lemaitre hasta criticó al mismo papa de su tiempo (papa Pío XII) por querer hacer apologética con su teoría (en su famoso mensaje, “Un’Ora”) en 1951. Luego de haber reprendido al mismo papa, el papa Pío XII nunca volvió a mencionar la hipótesis del átomo primordial y no fue hasta que el filósofo William Lane Craig y el papa Francisco que se volvió a usar dicha teoría en su apologetica y teologia cosa que no sabemos si el mismo Lemaitre (ya fallecido) hubiese aprobado pues si bien Lemaitre era tan apasionado de la ciencia como de la religión, siempre fue contrario a mezclar estas dos disciplinas en un mismo proyecto (Godart and Heller, 171-172; CULTURECATOLIC.ORG y BBC NEWS).

       ¿Escondido o Visible? Pero no solo eso, según Lemaitre su teoría es “neutral” con respecto a temas filosóficos o teológicos y creía que Dios estaba “escondido” en su universo de la Gran Explosión (Big Bang). En cambio, la Biblia afirma que Dios no está escondido sino “claramente visible” y que por ende no hay excusa para ser ateo porque la creación es prueba milagrosa de que hay un Creador lo hayas visto o no (Vea Romanos 1:20; Salmo 19:1-4 y Hebreos 3:4). No solo eso, las afirmaciones de este cura también contradice la evidencia histórica de la religión judeocristiana ya que los grandes filósofos, científicos y apologistas cristianos como Justino Martir (Second Apology VII), Ireneo (Adversus naereses, Libro 1, ch 20), Agustín de Hipona (Confesiones, Libro XIII, ch 18:23,26), Tertuliano (Adversus Marcionem, Book II, ch 3), Sir Isaac Newton, Robert Boyle y Kepler siempre afirmaron que Dios creó dos libros verdaderos para que el ser humano pudiera conocerlo, el Libro de la Naturaleza (librum naturae) y el Libro de las Escrituras por lo que ubicaron el estudio de la ciencia en el estudio de la creación de Dios. Michael Faraday por ejemplo decía que, “El libro de la naturaleza que hemos de leer está escrito con el dedo de Dios” (Faraday, Prince Consort, Albert in the audience, Seeger 1983, p.101).

       Orden. Otra contradicción entre el Big Bang y la creación de Génesis es el orden particular de eventos entre ambos pues son muy diferentes y eso es algo que mucha gente no considera. Por ejemplo, según el Big Bang el sol apareció primero que la tierra lo cual es contrario a Génesis 1 la cual establece que Dios creó la tierra en el día primero y luego el sol y las estrellas en el día cuarto de la semana de la creación. Cuando Dios creó primero la tierra, estaba frío y oscuro, mientras que el Big Bang postula que el universo estaba extremadamente caliente y muy iluminado. Aca otros ejemplos:

a) Big Bang (La tierra original es una roca derretida) Vs. Biblia (La tierra original es un paraíso)

b) Big Bang (peces antes de los árboles) Vs. Biblia (árboles antes de los peces)

c) Big Bang (reptiles antes de las aves) Vs Biblia (aves antes de los reptiles)

d) Big Bang (El sol y las estrellas se formaron antes que la tierra) Vs Biblia (La tierra (día 1) se formó antes que el sol y las estrellas (día 4).

        Algunas personas han pensado erróneamente en alargar los días para tratar de arreglar este problema y así alinear la Biblia con una escala de tiempo secular pero no se puede porque el orden sigue siendo diferente. De hecho, el Big Bang no solo cuenta una historia del pasado sino también uno del futuro y en su modelo la idea es que el universo continuará expandiendose indefinidamente en la versión más común, hasta que eventualmente todo se enfriará y quedará sin energía utilizable para crear y mantener la vida y otros procesos. Como resultado, todo morirá a partir de ese momento. En término físicos, a esto lo llaman la máxima entropía o la muerte térmica del universo.

      Esto no solo es contradictorio ya que cede su calor sino que también es diferente a lo que enseña la Biblia de que en el futuro habrá una tierra y un cielo nuevo, restaurado y perfecto. Lo irónico es que muchos creacionistas progresivos y teístas evolutivos dicen aceptar el Big Bang pero cuando se trata del futuro u otras partes de esta teoría prefieren creer en lo que sostiene el creacionismo de tierra joven y no en lo que afirma el Big Bang. Sin embargo, uno no puede decir que cree en el Big Bang pero no en esta u otra parte del Big Bang porque entonces eso demostraría que realmente no cree en el Big Bang. Eso sería como decir que se puede creer en la Biblia pero no en la parte que habla del nacimiento virginal o la resurrección literal de Jesucristo. Sin olvidar que el Big Bang pone millones de años de enfermedades, sufrimiento y muerte antes de la Caída lo cual contradice una de las doctrinas fundamentales y básicas de la teología cristiana pues toda la Biblia enseña que la muerte vino como resultado del pecado del primer hombre (Adán) la cual afectó a toda la creación, incluyendo los animales (Vea Génesis 3:18-20 y Romanos 5:12-21; 8:22-39 y 1 Corintios 15:21). Por tanto, el orden entre ambas ideas no solo son diferentes sino opuestas por lo que el cristiano tiene que decidir en cuál va a creer.

         Tiempo. La escala de tiempo secular que lleva el Big Bang es de miles de millones de años para que el universo sea como es hoy. Mientras que de acuerdo a la escala de tiempo de la Biblia, Dios tardó solo seis días (Génesis 1 y Éxodo 20:9-11). No solo eso pero en ninguna parte de la Biblia dice que el universo tiene 13.6 mil millones de años. Quizás el creacionista progresivo diga que la Biblia tampoco diga que tiene 6,000 años. Sin embargo, si nos vamos a la historia tanto los antiguos judíos (como el historiador judío Flavio Josefo), los padres de la iglesia (como Agustín, Orígenes y Teófilo) y los padres de la reforma protestante (como Lutero, Calvino y Wesley) siempre creyeron que el mundo fue hecho en seis dias literales y hace miles y no millones o billones de años. ¿Cómo llegaban a estas calculaciones?  Usando las cronogenealogías bíblicas (Génesis 5; 10; 29:35; 38:29; Rut 4:18-22, Mateo 1:1-16 y Lucas 3:23-38). Hasta los grandes astrónomos cristianos, tales como Sir Isaac Newton y Johannes Kepler también llegaron a estas conclusiones sobre la edad del universo utilizando estos mismos métodos.

         Mediante esta combinación de historia, arqueología y cronogenealogía, se puede establecer que desde la creación hasta Abraham son aproximadamente 2000 años. De Abraham a Jesús son aproximadamente otros 2000 años, y de Jesús a la actualidad unos 2000 años. En total esto significa que la Tierra, y todo el universo creado, tiene aproximadamente 6000 años de antigüedad. Después de todo, esto siempre ha sido la posición histórica de la religión judeocristiana. Por tanto, ¿acaso la religión judeo-cristiana estuvo equivocada por más de 2,000 años y fue ahora que los teístas evolutivos y creacionistas progresivos descubrieron la verdad con relación a la edad de la Tierra?

           Tampoco tiene sentido que a Dios le haya tomado tanto tiempo para crear el universo o en expandir los cielos cuando tiene el poder de hacerlo en menos de un segundo. Jesús y sus apóstoles por ejemplo nunca sanaron “progresivamente” sino inmediantamente y estas curaciones milagrosas se hicieron al momento y no había necesidad de un prolongado período de terapia o recuperación (Mateo 8:3,13; 20:34; Marcos 5:29; Hechos 3:7-8 y 4:23). Lo mismo se puede decir de la creación milagrosa del universo. Recordemos que la creación es un milagro y todo milagro de Dios registrado en la Biblia fueron hechos al instante o en poco tiempo como el caso de la creación del mundo que fue terminada en seis dias como ejemplo o ilustración de que debemos trabajar para obtener nuestros alimentos pero que también debemos tener al menos un día libre para adorar a Dios y evitar la explotación laboral (Génesis 1; 2:1-2 y Exodo 20:8-11). Esta es la razón por la que Dios se tomó seis días para crear este principio y mandamiento. Si los 6 días de Génesis representaran millones de años entonces tendríamos una larga semana de trabajo lo cual no tendría sentido. Por tanto, el exagerado largo período de tiempo del Big Bang tampoco es compatible con el tiempo con que Dios o Jesús hacian milagros. Sin olvidar que Jesús mismo también dijo en Mateo 19:4 y Marcos 10:6 que la creación de Adán y Eva fue el principio de la creación lo cual contradice el orden de la evolución cósmica (Big Bang) pues separa el origen del universo por miles de millones de años antes de la aparición del hombre. ¿Acaso Jesús siendo el Creador del universo se equivocó (Juan 1:1-3 y Colosenses 1:16-17)?

           Para negar las palabras de Jesús, los creacionistas progresivos dicen que nosotros creemos que Adán y Eva no pudieron ser creados en el principio porque fueron creados en el día sexto lo cual no es el día primero o el principio de la creación. Sin embargo, hay tres tipos de problemas con este mal argumento. En primer lugar, con “creación” no nos referimos al primer día de la creación ni Jesús tampoco se refirió a eso sino al proceso de la creación la cual fue en seis días y donde Jesús dice que el hombre y la mujer ya estaban presente (día sexto). El apóstol Pablo confirma esto en Romanos 1:20 donde dice que nadie tiene excusa para negar esto porque han visto su poder en la naturaleza “desde la creación del mundo” lo cual no sería cierto si el mundo se hubiese creado hace billones de años antes de la aparición del hombre. Pero si el hombre y el mundo fueron creados en la primera semana entonces sí tuvo acceso a la creación desde el día sexto cuando el mundo todavía estaba siendo creada al final de esa semana pues después de la creación del hombre creó más animales y plantas en el huerto del Edén como prueba de que Dios fue Su Creador y lo cual explica el orden diferente entre Génesis 1 y 2. No miles de millones de años después. 

     Segundo, la primera semana cuenta como el principio ya que Jesús se está refiriendo a los primeros días de la creación y nosotros mismos usamos este tipo de expresión como cuando decimos por ejemplo, “A principios de los años 90” o “A principio de la segunda guerra mundial.”. Cuando alguien me pregunta cuándo yo nací de nuevo en Cristo sé que fueron entre los días 3 al 7 de marzo pero no me acuerdo el día exacto. Solo recuerdo que fue durante los primeros días de marzo por lo que siempre respondo diciendo que fue a principios de marzo. ¿Acaso eso está incorrecto? No. También puedo decir que el principio de mi vida fue en 1975. Eso es todo un año. Sin embargo, tampoco es incorrecto. Ahora si quiero ser más específico podria decir que el principio de mi vida fue en mayo del 1975 y eso seguiría siendo correcto aunque no te dé el día o la hora de mi nacimiento. Otro ejemplo es cuando me levanto. ¿Qué es lo que hago? Bueno me baño, me cepillo los dientes, antes de ir a trabajar verifico las notificaciones en mi computadora o teléfono y desayuno. Todo eso y sin importar el orden que lo hago, puede ser considerado como el principio de mi día. Por tanto, cuando Jesús dice que en el principio de la creación, refiriendose a la primera semana de la creación, Dios hizo a Adán y Eva, tampoco está incorrecto y sigue siendo en el principio.

         Por último, usar dicho argumento es autorefutarse ya que cuando Jesús dijo que Adán y Eva fueron creados en el principio de la creación estaba haciendo una afirmación cronológica. ¿Y cuándo fue eso? En el día sexto (Génesis 1:26-31). Por tanto, si ese día está separado del evento de la creación del universo por millones o billones de años como sostiene la creencia de la Tierra Vieja entonces eso no hubiese sido “en el principio” como dijo Jesús. Por tanto, ese mal argumento de los CTV o TE refuta su propia teoría la cual enseña que el origen del hombre está separado del principio de la creación del universo por millones o billones de años. Mientras que desde el punto de vista del creacionismo de Tierra Joven solamente está separado por cinco días. Por tanto, la reinterpretación que hace WLC y sus seguidores no puede estar correcta. A menos que crean que Jesús estaba equivocado lo cual sería poner en duda la omnisciencia de Dios y las palabras de un hombre por encima de las mismas Palabras de Dios.

        Además de eso, la duración de cometas, la velocidad a la que los campos magnéticos decaen, la población mundial, el encogimiento del sol, el alejamiento de la luna de la tierra, la disminución de la velocidad de la rotación de la tierra, la duración de C14 y su hallazgo en diamantes y fósiles también demuestran que el universo no puede tener millones o billones de años. Algunos cristianos dirán que “Pero La Biblia dice que para Dios un día es como mil años” (2 Pedro 3:8 y Salmo 90:4) y por ende los días en Génesis no son literales sino alegóricos.” Sin embargo, ambos pasajes no tienen nada que ver con la creación de Génesis y ambos dicen que un día es como mil años, no dice millones o billones. 2 Pedro 3:8 ni siquiera habla de la creación sino de la venida de Cristo y que Dios está fuera del tiempo. Nada que ver con una Tierra Vieja de millones de años.      

      Pero no solo eso, otro problema inconsistente que tienen los cristianos que creen en el Big Bang es que la Biblia dice que Dios creará los “cielos nuevos y [segunda] tierra nueva” en 2 Pedro 3:13; Isaías 65:17 y Apocalipsis 21:1 por lo que les preguntamos, ¿en cuánto tiempo creen que Dios creará estos cielos nuevos y tierra nueva en el futuro ya que creen que a Dios le tomó billones de años (creacionismo progresivo) para producir los primeros [presente] cielos y tierra que ahora existen? Y si creen que será en poco tiempo entonces ¿por qué el problema de aceptar que los originales también fueron creados en poco tiempo (seis dias) si eso es lo que también enseña la Biblia (Génesis 1 y Exodo 20:9-11)? Jesús mismo se refirió a esta clase de inconsistencia cuando dijo, “Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?” (Juan 3:12). Además, no tiene sentido que Dios se tarde tanto tiempo en crear el universo, principalmente cuando la misma Biblia dice que la creó para que fuese habitada y no deshabitada por miles de millones de años? (Vea Isaías 45:18). Por tanto, si simplemente aceptamos que Dios creó el universo en solo seis días entonces el resto de la historia fluye naturalmente pues el Dios que creó la humanidad no tendría problema causando milagrosamente el nacimiento virginal, la resurrección de Cristo y la restauración inmediata de la nueva tierra y cielo nuevo.      

         Si el Big Bang fuera científicamente correcto entonces no sería opuesta a la Biblia pues la verdadera ciencia se complementa con la Biblia porque Dios es el Autor de ambos Libros y Dios no se contradice. Por tanto, el Big Bang podrá ser compatible con el agnosticismo, el deísmo o algún otro falso dios pero no con el teísmo cristiano debido a que contradice la Palabra inspirada e inerrante de Dios. En conclusión, no resulta difícil entender por qué los ateos y agnósticos creen en el Big Bang. Si no se cree en la existencia de Dios, lógicamente hay que pensar que el universo se hizo a sí mismo mediante las solas leyes naturales. Lo que resulta más difícil de entender, es por qué el Big Bang, a pesar de sus numerosos inconvenientes técnicos, consiguió atraer tantos cristianos a sus filas que la defienden con tanto ardor cuando en realidad contradice la Biblia, la historia cristiana y la verdadera ciencia. A pesar de todo esto, algunos teólogos modernos tratan de armonizarlo con las Escrituras por medio de la eiségesis (proceso de interpretar un texto de tal manera que el lector introduce subjetivamente sus ideas personales y leyendo en el texto algo que no se encuentra allí). Sin embargo, tales errores no solo causan divisiones entre los mismos cristianos sino que también siembra duda en la Palabra escrita de Dios para el que entiende la diferencia entre ambas teorías.

http://www.cristianismoparaateos.com/index.php/2018/07/03/es-la-biblia-compatible-con-la-tierra-vieja/

Objeciones

“¿Pero no usó George Lamaitre pasajes como Isaías y Génesis para demostrar que el Big Bang se encuentra en la Biblia?”

         Algunos creacionistas progresistas como Hugh Ross, tratan de usar la Biblia para “demostrar” que enseña el Big Bang. Sin embargo, ademas de que las Sagradas Escrituras no habla de ningún Big Bang ya que dicha teoría fue propuesta siglos después de que ya se completara su canon, en los escritos de George Demaitre, “God’s First Three Declarations” (Dios Primeras Tres Declaraciones), el mismo Demaitre rechazó la idea de que las páginas de la Biblia enseñan alguna clase de ciencia (conocido como corcondismo), mencionando la carta del papa Leo XIII (Providentissimus Deus, 1893) y en contra del uso de la ciencia en la apologética (entrevista con The New York Times, 19 de febrero de 1933). Lamentablemente los primeros en creer esto fue Galileo Galilei y Sir Francis Bacon lo que hizo que se separara ambos campos (ciencia y religión) y el consenso o academia de las ciencias (antes gobernado por la iglesia) se volviera secular, uniformista, naturalista y materialista.

        De hecho, y desde el principio, Lamaitre nunca basó o formuló su teoría en la Biblia sino en la filosofía de Aristóteles y Tomás de Aquino y, uniendolo con las teorías cuántica y de la relatividad (fr. GAMOW, George, La creación del universo, Madrid, Espasa-Calpe, 1963.). Lemaître hasta habló de un pasado infinito del universo diciendo que no entraba en contradicción con su creencia de un Dios creador del mundo, ya que tanto Aristóteles como Aquino pensaban que un universo creado no necesita un comienzo en el tiempo (Tomás de Aquino, Sobre La Eternidad del Mundo, “De aeternitate mundi”). Obviamente esta posición filosófica no judeo-cristiana que sostiene que el universo (incluyendo el tiempo) es eterno es opuesto a la lógica, la ciencia moderna y la Biblia que enseña que el tiempo tuvo un comienzo pues es parte del universo y que el único que no tiene principio ni fin es el propio Dios (Génesis 1:1 y Hebreos 11:3). Como ya había demostrado Buenaventura, dicha idea también contradice la lógica en el sentido de que no puede existir el tiempo infinito debido a la imposibilidad de una serie infinito de eventos concretos y porque la ciencia moderna (el principio de la causalidad, la teoría general de la relatividad de Einstein, la expanción del universo, las leyes de la termodinámica, etc.) ya ha demostrado que el universo tuvo un comienzo absoluto tal como enseña Génesis 1:1. El tiempo simplemente no es eterno y tiene sus límites.

      Sin embargo, años después, el mismo Demaitre contradijo luego sus propias palabras contra el concordismo al tratar de justificar su teoría con pasajes como Isaías 45:15, Génesis 1:3 y 7-9. Pero el hecho de que un sacerdote católico como Lemaitre dijera que el Big Bang es compatible con la Biblia tampoco demuestra que lo sea. Para eso hay que ir a la fuente original para ver si es verdad. Por tanto, ¿enseña tales pasajes realmente el Big Bang? De ninguna manera, ninguno de los autores bíblicos, ni los antiguos judios, ni los padres de la iglesia y ni los padres de la Reforma Protestante relacionaron tales pasajes con una Gran Explosión (Lea por ejemplo Salmo 33:8-9). Al contrario, como ya se demostró, el Big Bang contradice el orden de la creación de todo el Génesis 1 y tampoco es compatible con las cronogenealogías bíblicas y las propias palabras de Jesús.

       En cuanto a Isaías 45:15 este versículo ni siquiera tiene que ver con el origen del universo sino que se refiere a que los judios estaban pasando por una situación donde no podían ver la razón de las acciones, los consejos y los planes de Dios sino solo podían confiar en Él. Por tanto, el mensaje aquí es que los tratos de Dios con la fe de su pueblo hebreo en su largo y doloroso exilio parecía estar oscuros, pero que en una futura manifestación gloriosa el Señor revelaría la naturaleza de sus designios, y dar a conocer sus propósitos (Isaías 8:17; 55:8-9; y Salmo 44:24 ). Nada que ver con el Big Bang de Lemaitre. Después de todo, el dios de Lemaitre estará “escondido” en su universo de la Gran Explosión (Big Bang) pero no el Dios de la Biblia pues Romanos 1:20 afirma que está “claramente visible”. Por tanto, no hay excusa para ser ateo porque la creación es prueba milagrosa de que hay un Creador lo hayas visto o no (Vea Romanos 1:20; Salmo 19:1-4 y Hebreos 3:4). Además, la idea de Lemaitre de que la ciencia es “neutral” con respecto a Dios también es inconsistente con las Escrituras (Proverbios 1:7; Mateo 12:30; Santiago 4:4 y Romanos 8:7). Esto nos hace pensar que si Lemaitre malinterpretaba la Biblia como un intento para apoyar su teoría entonces bien pudo haber malinterpreto la ciencia (estudio de la naturaleza) también como un intento para apoyar su teoría. Según los datos, eso parece ser el caso.

         Además, alguien que lea la Biblia objetivamente y siguiendo las reglas de la hermenéutica nunca llegaría a la conclusión de que en ella se enseña la macroevolución, el Big Bang o la idea de una tierra vieja de miles de millones de años. A menos que dicha persona ya este influenciado por tales teorías y quiera introducir subjetivamente dichas creencias en un texto que realmente no lo enseña. A esto se le conoce como eiségesis puesto que no está interpretando tales pasajes a la luz de la misma Biblia (principio de analogía de la fe y principal regla de la hermenéutica) sino a la luz de la “ciencia” secular. Por ejemplo, personas que hacen esto como Hugh Ross ya estaban convencidos de que hubo un Big Bang a priori antes de leer el Génesis por lo que ningún estudio en el hebreo lo condujo a rechazar la creación especial sino que parte de la presuposición de que Dios creó el mundo de esa manera.

“¿Pero acaso no hay evidencia científica a favor del Big Bang?”

Si hay algo que el Big Bang y la creación bíblica tienen en común es que ambas teorías nunca han sido observadas por el hombre. Por eso Dios le preguntó a Job “¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra?” y “¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes?” (Job 38:4,5). Lo mismo se puede decir del Big Bang. Como dice el astrofísico cristiano, el Dr. Jason Lisle, los proponentes y cosmólogos principales del Big Bang sugieren que el universo vino de la nada cuántica, sin embargo, esto nunca ha sido observado ni confirmado por ningún experimento.” Por tanto, si el Big Bang nunca ha sido observado entonces dicha teoría está fuera del campo del método científico y tampoco lo encontramos en la Biblia la cual es el mejor libro de historia que tenemos sobre el origen de nuestro universo. 

         Esto es algo que muchos científicos seculares también reconocen. Aquí unos ejemplos, “La astronomía nunca podrá ser una acérrima disciplina de la física porque el universo no ofrece ningún control experimental…La cosmología ni siquiera es astrofísica: todas las suposiciones principales en este campo no son verificables en el laboratorio, y los investigadores son muy cómodos con inventar lo desconocido para explicar lo desconocido.” (Richard Lieu, “ΔCDM Cosmology: How much suppression of credible evidence, and does the model really lead its competitors, using all evidence?” Arxiv, May 17, 2007). El famoso profesor de astronomía de la Universidad de Princeton, James Gunn, también opina lo mismo, “La cosmología puede parecer una ciencia, pero no es una ciencia” (James Gunn, astrofísico, co-fundador del Sloan survey yjugó un papel importante en el campo amplio del telescopio especial Hubble).

          El escritor de artículos de ciencia con Ph.D en física experimental de partículas, Adrian Cho, también afirmó que “Un principio básico de la ciencia es que puedes hacer experimentos repetibles, y no puedes hacer eso en cosmología.” (Adrian Cho, “COSMOLOGÍA: un enigma singular: ¿qué tan extraño es nuestro universo?”, Science, Vol.317, Iss.5846; 28 de septiembre de 2007, p.1850). Con razón el mismo cosmólogo, George Francis Rayner Ellis, quien a pesar de haber trabajado juntamente con Stephen Hawking en el desarrollo de papers del Big Bang admitió que dicha teoría se basa más en suposiciones filosóficas que científicas (George F. R. Ellis; Thinking Globally, Acting Universally; Scientific American 273 (4): 28,29, 1995). En otras palabras, y al Igual que la evolución, esto no se trata de ciencia vs religión, sino de buena ciencia vs mala ciencia. De igual modo, tampoco se trata de fe vs razón sino de fe racional vs fe irracional.

       Por tanto, las personas que presentan esta teoría del Big Bang como si fuera un hecho incuestionable se les debería de hacer la misma pregunta que Dios le hizo a Job: “¿Y usted estuvo ahí? ¿Usted vió eso? ¿Usted sabe que hubo una gran explosión hace billones de años? Porque si usted no estuvo ahí, ni el padre del Big Bang sino que solo lo creen entonces eso no es ciencia sino su creencia pues la ciencia es lo que se puede saber, lo que se puede observar” (Diccionario americano de Oxford (1982); Webster’s Dictionary). Obviamente el defensor del Big Bang dirá que nosotros tampoco estuvimos en el principio de la creación lo cual es cierto. Sin embargo, Dios sí estuvo ahí puesto que es el Creador eterno de todas las cosas y quien nos dejó un Libro presicamente para no dejarnos en la ignorancia con respecto al origen de la vida y el universo sino para enseñarnos la verdad sobre el pasado. Por tanto, nuestra fe está basada en la Palabra de Uno que es infalible y que siempre estuvo ahí mientras que la fe de los seguidores del Big Bang está puesta en las palabras de unos hombres falibles y quienes nunca estuvieron allí. He aquí la diferencia.   

      Algunos defensores del Big Bang dicen que aunque dicha teoría no será observable eso no debería ser un problema puesto que hay figuras históricas como Augusto Cesar que tampoco hemos visto. Por tanto, ¿acaso concluiremos que no existió? Además, dicen, “casi todas las prediciones de Lemaitre han sido confirmados por las observaciones en los últinos 80 años.” Sin embargo, el problema de este argumento es que cuando se habla de personas como Augusto Cesar, o de algo que ocurrió en el pasado se está hablando de historia y no de ciencia. Esa es otra razón por la que el Big Bang no trata de ciencia y si no está registrado en el mejor Libro de historia del mundo (La Biblia) sino que la contradice entonces no puede ser verdadero.

“Casi todos las prediciones de Lemaitre han sido confirmados por las observaciones en los últinos 80 años.”

De hecho, el modelo del Big Bang de hoy es muy diferente al modelo original (“huevo cósmico”) que Lemaitre tenía conceptualizado por lo que sus proponentes han tenido que ir corrigiéndola a través del tiempo con suposiciones arbitrarias para así acomodarla con las observaciones. Por ejemplo, se solía decir que la masa que explotó tenía unos pocos años luz de diámetro. Luego 275 millones de millas, luego 71 millones de millas y ahora dicen que nada explotó (una singularidad).

¿Pero no demuestran las observaciones de la expansión del universo, la radiación de fondo de microondas y la abundancia de los elementos que realmente hubo un Big Bang aunque no lo hayamos visto?        

Los creacionistas progresistas y teístas evolutivos como Hugh Ross creen que si hay una teoría de cómo funciona algo (como el Big Bang) y observamos las predicciones que sostiene esa teoría entonces eso demuestra que dicha teoría funciona y es correcta (Ross, Huellas de Dios). Sin embargo, la idea de que estas evidencias observacionales (como la expansión del universo, la radiación de fondo de microondas y la abundancia de los elementos) “prueban” el Big Bang es apelar a una falacia lógica llamada la afirmación del consecuente la cual consiste en suponer que afirmando el consecuente se “prueba” el antecedente cuando un evento puede ser producido por diferentes causas o razones. En términos coloquiales, esta falacia es cometida por quienes “confunden los caballos con la carretera”, o ignoran que “hay varias formas de matar un gato.” Aca un ejemplo:

  1. Teoría T predice la observación O;
  2. O es observada
  3. Por ende T es verdadero.

Para mostrar que esto no se sigue considere los siguiente:

1. Si llueve la calle estará mojada

2. La calle está mojada

3. Por lo tanto, tuvo que haber llovido

Sin embargo, esta conclusión no tiene que ser necesariamente cierta. Podría suceder que alguien la mojara con una manguera. Aca otro ejemplo:

  1. Si me como toda una pizza me sentiré lleno;
  2. Me siento lleno;
  3. Por ende me comí una pizza entera

        Sin embargo, uno puede sentirse lleno por diferentes razones, por ejemplo, comiendo mucho otros tipos de comida. De igual manera, muchos de la misma academia de la ciencia secular han propuesto otros modelos naturalistas para explicar también estas mismas observaciones en nuestro universo (George F. R. Ellis; Thinking Globally, Acting Universally; Scientific American 273 (4): 28,29, 1995). De hecho, no solo el Big Bang y otras teorías naturalistas hacen esta misma serie de evidencias observacionales (como la expansión del universo) sino que tales predicciones comprobadas también son compatibles con el modelo bíblico la cual enseña que Dios hizo primero los cielos y la tierra en el primer día (Génesis 1:1), después creó las estrellas en el dia cuarto y luego las extendió o expandió (Isaías 40:22; Job 26:7 y Salmo 104:2) lo que significa que veríamos un “Red Shift” (movimiento de alejamiento) en cada dirección y eso es presicamente lo que observamos con el telescopio de Edwin Hubble. Esto fue mucho antes que se propusiera el Big Bang y mucho antes de que los científicos empezaran a entender que el universo se está expandiendo o extendiéndose. Por tanto, si una idea es verdadera porque sus prediciones han sido científicamente observadas entonces siguiendo esa misma lógica el relato de la creación de Génesis debe ser literalmente cierta pues tales observaciones y predicciones también encajan con la Biblia.

        Lo mismo se puede aplicar para el relato del diluvio universal. Mucho antes de Darwin y mucho antes de que se popusiera una tierra vieja de millones de años el consenso o la academia de ciencias estaba compuesto en su mayoría por científicos cristianos y entre ellos había un grupo lllamado “cientificos geologicos” que predijeron que se encontraría millones de cosas muertas (fósiles) enterradas en las capas de las rocas puestas por el agua y los procesos catastróficos sobre la mayor parte de la tierra como resultado del diluvio universal que habla la Biblia. Y esto es exactamente lo que observamos. Otra observacion sería que si el diluvio universal realmente ocurrió entonces uno debería ver grandes cambios geológicos como esculpiendo cañones y asentando sedimentos en cantidades masivas alrededor del globo. Y esto es exactamente lo que vemos también. Crecientemente, geólogos, tanto evolucionistas como creacionistas, que han estado en el Gran Cañón, aceptan ahora, que el Cañón fue esculpido por una cantidad inmensa de agua, durante un pequeño período y no por millones de años. Así de nuevo, si una predicción u observación que idea propone demuestra que la idea debe se cierta entonces siguiendo esa misma lógica la creación de Génesis y el arca de Noé son verdaderas y de predicciones que se han cumplido está llena la Biblia.

        Pero el problema con el Big Bang no solo se debe a que no hace predicciones específicas como el fondo cósmico de microondas pues cualquier modelo del universo también la predice sino que también presenta otros problemas que no la hacen compatible con la verdadera ciencia como por ejemplo su problema con el horizonte (problema de tiempo de viaje de la luz) y el problema de la llanura (el universo está muy equilibrado y los cálculos son demasiado exactos como para ser causada accidentalmente como sostiene la teoría del Big Bang). Muchos llaman a esto el ajuste fino del universo. Otro problema es el monopolio magnético (falta de imánes teóricos en el universo). Algunos cristianos que son defensores del Big Bang tratan de resolver estos 3 problemas principales con la inflación como si eso fuera un dispositivo de rescate cuando el inventor de la inflación cósmica, Alan Guth, ni siquiera cree que Dios es necesario para explicar el origen del universo, ni que el Big Bang necesita o exige la existencia de Dios. Además, ni siquiera hay evidencia que apoye la inflación y aún si fuera cierta todavía tienen otro problema que es el número de bariones (hay más materia que antimateria). Por tanto, si el Big Bang fuera cierto habría una cantidad igual de ambos. Sin embargo, casi todo el universo es materia. Aca otros problemas científicos con el Big Bang:

¿Todo vino de la nada?

             Aunque los defensores del Big Bang tienen diferentes explicaciones (todas naturalistas) con respecto a qué había antes del Big Bang, la gran mayoría de los documentales, libros de textos y cosmólogos proponen que su punto inicial (singularidad) vino de la nada, una nada inestable parecido a un vacío (Prentice Hall General Science, p.61). Así también lo explicó el mismo padre del Big Bang, George Lamaitre, y otros cientificos que desarrolllaron dicha teoría. Lemaitre declaró que, «desde un punto de vista físico, todo sucedía como si el cero teórico fuera realmente un comienzo; averiguar si era verdaderamente un comienzo o más bien una creación, algo que empieza a partir de la nada, sería una cuestión filosófica que no podía ser resuelta por consideraciones físicas o astronómicas» (LAMBERT, Dominique, Un atome d’univers. La vie et l’oeuvre de Georges Lemaître, Bruselas, Ed. Lessius, 2000, p. 278.). El famoso cosmólogo, Alan Guth, quien ayudó a desarrollar la teoría de la Gran Explosión y quien elaboró la primera formulación de la teoría del universo inflacionario dijo que el Big Bang vino de un punto que evolucionó “literalmente de la nada.” (Scientific American, 1984, p.128). En 2002, la revista “Discovery” en artículo titulado “¿De dónde vino todo?” declaró que el universo “estalló de algo de absolutamente nada.”

        Sin embargo, esta idea de que todo vino de la nada es irónico puesto que los ateos encuentran absurdo que Alguien (Dios) creó el universo de la nada, pero no tienen problema en creer que la nada hizo el universo lo cual es más milagroso y requiere de más fe pues científica y filosóficamente eso es imposible pues de la nada, nada puede salir. Sin embargo, muchos antireligiosos insisten en esta idiotez al afirmar que los creyentes que la critican cometen la falacia de equívoco porque para los físicos como Stephen Hawking y Lawrence Krauss, la nada simplemente se refiere al vacío cuántico de donde salió el universo. Pero ¿cuál es el problema con esta creencia pseudocientífica? Aca tres razones:

  1. La palabra “nada” significa la ausencia total de algo por lo que es risible redefinir la palabra “nada” para que signifique algo físico.
  1. ¿”Los físicos”? Esto es falso puesto que no todos los físicos creen que el universo vino de la “nada”.
  1. Los cientificistas ateos como Lawrence Krauss y Stephen Hawking dicen que la causa del universo no es Dios sino la nada y que esa nada es el vacío cuántico. Sin embargo, decir que la naturaleza causó la naturaleza es un absurdo razonamiento circular. Además, esa “nada” que ellos se refieren o llaman (el vacío cuántico) no puede ser la causa del universo porque es parte del universo por lo que tuvo que haber tenido una causa. Esa causa no puede ser algo físico porque no había nada físico antes de la existencia del universo.

         De hecho, hasta el profesor ateo de la universidad de Columbia, experto en mecánica cuántica, el Dr. David Albert, dijo para la revista New York Times que lo que sostiene Krauss, Hawking y otros científicos ateos con respecto al vacío cuántico es un error y que simplemente es algo físico por lo que sus críticos religiosos y filosóficos están en lo correcto. La respuesta de Krauss hacia este otro ateo quien es experto en física fue simplemente llamarlo un “filósofo morón” lo cual no es un argumento sino un ataque ad hominem. Esta teoría de Stephen Hawking y Lawrence Krauss simplemente no tiene sentido y no explica el origen del universo por lo que está claro que estas personas no quieren admitir que una causa eterna, atemporal e inmaterial como Dios creó el universo sino que prefieren apelar al naturalismo de los huecos.

        De hecho, Krauss hasta pone en duda la causalidad lo cual es negar la ciencia ya que es uno de los fundamentos de la ciencia misma. Roger Penrose también ha criticado a Krauss y refutado esta creencia ridícula de un universo de la nada. También se le preguntó al popular físico-matemático-cosmólogo, George F. R. Ellis, que Lawrence Krauss afirmó en su libro “Un Universo De La Nada” que la física ya había resuelto el misterio de porque hay algo en lugar de nada y por tanto qué opinaba sobre eso a lo que el astrofísico británico respondió: “Por supuesto que no. Él presenta teorías especulativas no probadas de cómo las cosas llegaron a existir fuera de un complejo pre-existente de entidades, incluidos los principios variacionales, teoría cuántica de campos, grupos de simetría específicos, un vacío burbujeante, todos los componentes del modelo estándar de la física de partículas, y así sucesivamente.

        Él no explica de qué manera estas entidades podrían haber existido previamente la llegada a la existencia del universo, por qué deberían haber existido en absoluto, o por qué deberían haber tenido la forma que lo hicieron. Y él no da ningún proceso experimental u observacional mediante el cual pudiéramos probar estas vívidas especulaciones del supuesto mecanismo genera- universo. ¿Cómo en verdad puede usted probar lo que existía antes de que existiera el universo? No puedes. Por lo tanto, lo que él está presentando no es ciencia probada. Es una especulación filosófica, que, al parecer, cree que es tan convincente que no tiene que dar ninguna especificación de pruebas que confirman que es verdad. Bueno, no se puede obtener ninguna evidencia sobre lo que existía antes de que el espacio y tiempo llegaran a existir.” (George Ellis, en entrevista por John Horgan de la revista Scientific American). Sean Carroll, otro físico y cosmólogo también afirma lo mismo (Fuente: Joe Rogan Podcast, Minuto 18)

         Además, la idea de que el universo puede crearse asimismo es una contradicción absurda ya que lo que llama “nada” no es nada en absoluto sino algo físico (el vacío cuántico). Por tanto, Hawking solo estaba usando la ley de gravedad para negar a Dios mientras que otro científico más brillante que Hawking y el mejor de la historia humana, Sir Isaac Newton, la usó para demostrar la existencia de Dios. Obviamente Newton no se basa en el llamado “Dios de los huecos” o sea en huecos o desconocimientos científicos para creer en Dios sino en conocimientos científicos pues él fue el que descubrió la ley de la gravedad. Al descubrir esta ley física en ningún momento dijo que ya no necesitaba a Dios (como dijo Hawking). Al contrario, Newton se maravillaba de la forma que Dios la hizo funcionar.  Como explica el físico de la universidad de Cambridge, John Polkinghorne, “Al comprender que las leyes de la naturaleza deben estar ajustadas con extraordinaria precisión para que exista el mundo visible, surge con fuerza en nuestro interior la idea de que este no se originó por casualidad, sino con una finalidad

¿Azar o Diseñador Inteligente?

       La teoría del Big Bang también sostiene que ninguna inteligencia estuvo envuelta en el Big Bang sino que todo ocurrió de manera accidental. De hecho, Stephen Hawking (popular cosmólogo que trabajó en la teoría del Big Bang) admitió que el universo es un “gran diseño” con una “abrumadora impresión de orden”, pero nunca quiso aceptar que eso implicaba lógicamente un Diseñador inteligente sino que siempre sostuvo que todo apareció accidentalmente por el Big Bang y sin la necesidad de una intervención divina (El Gran Diseño, Stephen Hawking). Sin embargo, uno se pregunta, si el universo es un “gran diseño” entonces ¿quién la diseñó? Un diseño exige y demanda un Diseñador lo hayas visto o no. Su ajuste fino, increíble orden y extraordinaria complejidad demuestran que no pudo haber surgido por el azar y que tiene que haber una inteligencia detrás de nuestro gran universo.

Sin olvidar que la idea de que el universo se creó asimismo por medio del Big Bang contradice la primera ley de la termodinámica (conocida también como la Ley de la Conservación de la Masa y la Energía) la cual es un principio científico que plantea que la materia (o/y energia) no se crea ni se destruye. De hecho, esta ley es considerada como la más importante y básica de todas las leyes de la física. En cambio, esta ley fundamental que afirma que nada nuevo se está creando en el universo sino que solo existe la transformación de una materia ya existente es consistente con Génesis pues la creación de Dios de espacio y tiempo fueron terminados una vez por todas después de los seis días (Génesis 2:1-3, Hebreos 3:2; 4:3,10; Éxodo 20:11 y Salmo 33:9).

         Como dijo el ex ateo, Lee Strobel, “¿Demostrar que no hay necesidad de un Creador? ¿Cómo? ¿Diciendo que de la nada salió todo, que el caos produce información, que la inconsciencia produce conciencia, que el azar produce orden, que la materia muerta produce vida y que lo irracional produce razón? Estos saltos de fe son demasiados altos para yo lograrlo” por lo que la explicacion que ofrece el modelo biblico de la creación tiene más sentido y suena más razonable y creíble (Hebreos 1:10,11; Isaías 51:6 y Salmo 102).

¿Un Puntito?

       ¿Qué es el Big Bang? Varios libros de textos y documentales sobre el tema enseña que hace 13.8 billones de años (eso es mucho tiempo) toda la materia, tiempo y espacio del universo (esos son muchas cosas) se concentró dentro de una materia comprimida, una región muy caliente, más pequeña que el puntito de esta página (Prentice Hall General Science, p.61). De hecho, dicho punto inicial (llamado singularidad) era tan extremadamente diminuto que era más pequeño que el núcleo de un átomo la cual vino y explotó a su vez de la nada (Einstein de la nada; LAMBERT, Dominique, Un atome d’universo. La vie et l’oeuvre de Georges Lemaître, Bruselas, Ed. Lessius, 2000, p. 278, y El Universo de George Lemaitre, Eduardo Riaza Molina). George Lemaitre lo llamó “huevo cósmico” o la “teoría del átomo primigenio” y algunos hasta creen que algún día el universe volverá a comprimirse en un área pequeña y que ocurrirá otro Big Bang cada 80 a 100 mil millones de años. El famoso cosmólogo, Alan Guth, quien ayudó a desarrollar la teoría de la Gran Explosión y quien elaboró la primera formulación de la teoría del universo inflacionario dijo que el Big Bang vino de un punto que evolucionó “literalmente de la nada.”  (Scientific American, 1984, p.128). Pero, ¿cómo pudo ocurrir eso? ¿Todo vino de la nada?

          No solo la idea de que todo vino de la nada y por el azar suena irracional y anticientífica sino también la creencia de que toda la materia, el tiempo, la energía, y el espacio del universo estuvo comprimido dentro de un punto inicial (llamado singularidad) más pequeño que el punto de esta página y de la cual supuestamente brotó todo lo que existe hasta llegar al tamaño que tiene en la actualidad. La pregunta es ¿cómo pudo caber todo el universo entero en semejante puntito? ¿No violaría eso las leyes de la física? ¡Encuentro muy difícil entender cómo alguien (como los evolucionistas teístas) puede creer que nuestro entero y complejo universo vino de un puntito comprimido que a su vez vino de la nada!

          Lo irónico de esto es que los que creen en esta absurda idea se burlan del relato del arca de Noé diciendo que es imposible meter cada uno de los animales terrestes de cada género en un enorme barco sin saber muchas veces su tamaño y la cantidad de animales que se tuvo que introducir en ella pero a la misma vez aceptan sin ningún problema la idea de que toda la materia, energía y espacio del universo (incluyendo el tiempo) estuvo metido en un punto infinitamente pequeño y más pequeño que el punto de esta página. Más contradictorio e inconsistente no se puede ser (Vea Romanos 1:22). La otra pregunta sería cómo es posible que ese punto no está rodeado de espacio vacío sino que todo el espacio vacío está dentro de ese mismo punto inicial y cómo se puede tener espacio vacío en un punto lo cual no solo suena bastante extraño sino que viola también las leyes más básicas de la naturaleza. ¿Dónde estaba ese punto inicial (singularidad) si toda la materia, espacio y energia y tiempo estaba en ese punto? No suena eso contradictorio? No tienen respuestas. 

       Otros tratan de justificar esta absurda idea diciendo que la explosión de la singularidad (punto inicial) fue una explosión del espacio y no en el espacio pues no había un lugar exterior fuera del Big Bang por lo que no se estaba expandiendo a ningún lugar sino que el mismo espacio empezó a expandir a todo lugar. ¿Pero no suena esto como algo imaginario y peor que la magia? La idea de que dicho punto (lo cual es algo) puede estar en ningún lugar y en ningún tiempo (pues todo está dentro de ese mismo punto) contradice una rama de la física conocida como el continuo espacio-tiempo la cual sostiene que el tiempo, espacio y materia tienen que existir en el mismo instante porque si hay materia pero ningún espacio entonces ¿dónde lo pones? y si hay materia y espacio pero ningún tiempo entonces ¿cuándo lo pones? Simplemente no puedes tener espacio, materia y tiempo independientemente por lo que tienen que existir simultáneamente y la Biblia explica y responde mejor a esto en 10 simples palabras, “En el principio [tiempo] creó Dios los cielos [espacio] y la tierra [materia]” (Génesis 1:1).

El Movimiento Retrógrado

        Otro problema ilógico con esta teoría es que dicen que ese puntito inicial (singularidad) del Big Bang empezó a girar cada vez más rápido hasta que hubo un día que ese puntito estalló y se expandió como un globo (Prentice Hall General Science, 1992, p.69). Todas las piezas que salieron de esa explosión se convirtieron en el sol, las estrellas y los planetas como la tierra donde los químicos de la tierra forma la vida la cual luego evoluciono hasta llegar hasta nosotros.¿Pero es esto científico? Tampoco. De hecho, si un objeto giratorio (como un carrusel) se rompe en un entorno sin fricción entonces todos los fragmentos de ese objeto girarán en la misma dirección. A esto se le conoce como la ley física de conservación del momento angular (o momento cinético). Por tanto, si el universo comenzó como un remolino esquivo (punto giratorio) entonces ¿por qué algunos planetas (como Venus y Urano), galaxias y lunas no giran en el mismo sentido de rotación sino en dirección opuesta a los otros y por qué son tan diferentes del uno del otro si salieron del mismo Big Bang? En otras palabras, el mismo hecho de que giran al revés (conocido en términos científicos como el movimiento retrógrado o La retrogradación) es otra evidencia en contra del Big Bang.

¿Gran Explosión (Big Bang) o Gran Diseño (Big Design)?

         Según documentales, cosmólogos, libros de textos escolares y el mismo Lemaitre (padre del Big Bang), todo empezó a partir de una gran explosión del átomo primitivo, según la cual hace 5.000 millones de años existía un núcleo de materia hiperdensa e inestable que estalló con una tremenda furia de potencia y trascendencia inconcebibles y bajo la forma de una super-radiactividad: un “big bang” (La revista “Discovery”, ¿De dónde vino todo?” (2002), Prentice Hall General Science, p.61 y Scientific American, 1984, p.128).). Esta explosión se propagó durante mil millones de años y los astrónomos seculares dicen percibir sus efectos en los rayos cósmicos y las emisiones X.

      Algunos científicos como Robert Wilson y Arno Penzias creen que todavía se puede escuchar el ruido o eco térmico del nacimiento explosivo del cosmos de Lemaitre. De hecho, uno de los principales astrónomos exponentes de la teoría del Big Bang fue el científico ateo, George Gamow (1904-1968), quien apoyó esta teoría preanunciada por Lemaître desde el principio y propuso un modelo de explosión que explicaba la formación del helio en el universo. Gamow escribió muchos libros que al igual que Lemaitre planteaban que el universo se creó a partir de una gran explosión (Big Bang) primigenia.

       Sin embargo, esto también es difícil de creer puesto que nunca se ha observado una explosión crear algo tan complejo, sincronizado y ordenado (ajuste fino) como nuestro gran universo. Al contrario, lo que sí se ha observado es que las explosiones no crean sino que desordenan y destruyen lo existente. De hecho, la ecuación hubiese producido un agujero y no un universo. Además, ¿qué causó esta explosión? ¿De dónde vino la energía y la materia que causó esa supuesta explosión? No tienen respuesta alguna. Tienen incontables efectos sin causa. Algunos (como Stephen Hawkings en vida) responden a esto diciendo que lo que sucede es que antes del Big Bang, las leyes de la física no aplicaban. Sin embargo, ¿no suena eso como algo más milagroso que los milagros de la misma Biblia?

Después de todo, estos problemas con el Big Bang no son nada nuevo puesto que el modelo original tampoco encajaba realmente con las observaciones y sus proponentes la han ido cambiando con suposiciones arbitrariamente para así ajustarla con las observaciones. Pero como dice el científico Danny Faulkner, PhD en astronomía, “Respecto al Big Bang, las personas suelen aferrarse al paradigma prominente muchos después de que se desarrollaron muchos problemas.” En base a tantos problemas que presenta el Big Bang no debe sorprender a nadie que muchos de los mismos prominentes astrónomos del pasado como Sir Fred Hoyle, Hermann Bondi, Thomas Gold y Hannes Alfvén (ganador de Premio Nobel en Física) consideraron el Big Bang como una idea absurda. Aunque luego la teoría se volvió en la corriente principal en la astronomía todavía hay muchos de los mejores astrofísicos de la actualidad que no creen en el Big Bang (Cosmology Statement.org, Published in New Scientist, 22-28, 2004, p.20). También se hizo una película documental llamada “The Principle” donde se presenta varios eminentes científicos que implicita y explicitamente cuestionan la cosmología del Big Bang. Hasta el reconocido cosmólogo, George Francis Rayner Ellis, quien a pesar de haber trabajado junto a Stephen Hawking en el desarrollo de papers del Big Bang admite que dicha teoría se basa más en suposiciones filosóficas que científicas (George F. R. Ellis; Thinking Globally, Acting Universally; Scientific American 273 (4): 28,29, 1995).

        De hecho, muchos investigadores están tratando de proponer un nuevo modelo (un universo sin principio) que aplica términos de corrección cuántica a la cosmología del Big Bang (publicado en Physics Letter B). El paper de estos científicos, reconoce y enlista algunos datos (como la inexplicable singularidad, el problema de planitud, el problema de la pequeñez, el problema de la coincidencia cósmica y la existencia de materia y energía oscura) que refutan el concepto de la teoría de la Gran Explosión (Ali, A.F., and Das, S. 2015. Cosmology from quantum potential. Physics Letters B. Volume 741(4): 276–279. y Hebert, J. 2013. The Ever-Changing Big Bang Story. Acts & Facts. 42 (1): 14.). Otros científicos seculares de la LPPFusion y quienes no son creacionistas de Tierra Joven también admiten dudar de la veracidad del Big Bang por estas mismas razones (The Scientific Evidence Against The Big Bang, LPPFusion). Incluso la misma NASA y otras fuentes de ciencia reconocen que “Aunque la teoría del big bang es mayormente aceptada y parte integral de la física, es difícil probarlo con seguridad y deja muchas preguntas importantes sin respuesta.” 

         Debido a estos problemas es que muchos físicos de la Academia de la ciencia secular ahora están sugiriendo que el Big Bang no fue el comienzo de nuestro universo sino solo una etapa en la evolución cósmica lo cual tratan de explicar por medios de otras teorías como la Cosmología Cíclica Conforme (impulsada por el reconocido físico, Roger Penrose), el Big Bounce (Gran Rebote) y la Teoría de Inflación Eterna. Por tanto, si los teístas evolucionistas y los creacionistas progresistas como William Lane Craig dicen dejarse llevar por la corriente de la ciencia secular entonces nos preguntamos, ¿y si el consenso secular cambia de opinión y ahora dice que el Big Bang no fue el comienzo sino solo una etapa de un universo que siempre ha existido? ¿Qué van a hacer? ¿Lo van a aceptar puesto que eso es lo que ahora dice la “ciencia”? Y si su respuesta es “No”, entonces ¿no demuestra eso que en realidad no la siguen?  

        Es interesante saber que muchos de los mismos científicos seculares están dispuestos a sentarse con uno y admitir que no están seguros de que el Big Bang sea cierto puesto que la teoría presenta varios problemas sin resolver y varias preguntas importantes sin contestar. En cambio, muchos de los creacionistas progresivos quienes ni siquiera son científicos suelen ser más dogmáticos en el sentido de que se ofenderían si te atreves a cuestionar el Big Bang al punto que te tratarán como un “hereje” o una verguenza para el cristianismo. En fin, como hemos visto el Big Bang podrá ser compatible con el agnosticismo, el deísmo o algún otro falso dios pero no con el Dios de los cristianos debido a que contradice nuestra Biblia y la verdadera ciencia. En palabras, del más grande astrónomo de la historia humana y creacionista de Tierra Joven, Sir Isaac Newton, “Este bellísimo sistema compuesto por el sol, los planetas y los cometas no pudo menos que haber sido creado por consejo y dominio de un ente poderoso e inteligente… El Dios Supremo es un Ser eterno, infinito, absolutamente perfecto.” (Sir Isaac Newton, Philosophiæ Naturalis Principia Mathematica [Los Principios Matemáticos de la Filosofía Natural”, Daniel Adee, 1846, Book III, p.501], Daniel Adee, 1846, Book III, p.501). Para saber más de los problemas con el Big Bang recomendamos los libros de los científicos cristianos, “Refuting Compromise” del Dr. Jonathan Sarfati y “Big Bang or Big Design?” del Dr. Jason Lisle.

https://www.abc.es/ciencia/20150210/abci-investigadores-dicen-universo-tiene-201502101306.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F

https://www.nasa.gov/audience/foreducators/k-4/features/F_Big_Bang_Big_Prize.html

¿Pero no demuestran los años luz de las estrellas que vivimos en una Tierra Vieja de miles de millones de años? 

  Aunque muchos creacionistas progresistas niegan ser naturalistas siempre apelan a suposiciones naturalistas para defender su creencia en el Big Bang cuando esta es una teoría naturalista y olvidando que los milagros de Dios no están limitados por las leyes de la naturaleza que Él mismo creó. Hay otras diferentes explicaciones o interpretaciones con respecto al llamado “años luz”. Aca presentamos cuatro de ellas: Una es que lo que llaman “años luz” en realidad no representan años o tiempo sino distancias. La segunda es que tales predicciones comprobadas también son compatibles con el modelo bíblico la cual enseña que Dios hizo primero los cielos y la tierra en el primer día (Génesis 1:1), después creó las estrellas en el día cuarto y luego las extendió o expandió (Isaías 40:22; Job 26:7 y Salmo 104:2) lo que significa que veríamos un “Red Shift” (movimiento de alejamiento) en cada dirección y eso es presicamente lo que observamos con el telescopio de Edwin Hubble. Y esto fue mucho antes que se propusiera el Big Bang y mucho antes de que los científicos empezaran a entender que el universo se está expandiendo o extendiéndose. Por tanto, si una idea es verdadera porque sus prediciones han sido cientificamente observadas entonces siguiendo esa misma lógica el relato de la creación de Génesis debe ser literalmente cierta pues tales observaciones y predicciones también encajan con la Biblia.

La tercera explicación y que no implica lo sobrenatural es la llamada antigua convención de sincronía que es diferente a nuestra convención de sincronía moderna (idea de que dos relojes separados por la distancia cósmica están sincronizados). Esto significa que la luz no toma tiempo en absoluto para llegar desde las galaxias distantes a la tierra por lo que puede llegar instantáneamente y sin violar ninguna ley física ya que es consistente con lo descubierto y escrito por el mismo Albert Einstein sobre la relatividad básica, página 22. De hecho, muchos otros físicos que tampoco son creacionistas como el evolucionista Sarkar también enseñaron esto en un artículo que publicó en la literatura secular que usa la convención anisotrópica.

En otras palabras, no hay luz estelar distante si usted entiende de física. Por tanto, este método también encaja con la Biblia ya que Dios creó todo el universo y la luz era inmediatamente visible para la tierra en el cuarto día tan pronto como Dios creó las iluminarias. Algunos teístas evolutivos y creacionistas progresistas como Hugh Ross preguntan, “¿Pero cuando miramos el sol lo vemos como es ahora o como era hace ocho minutos? Sin embargo, eso sería como preguntar si una mesa tiene tres pies de largo o una yarda de largo. En otras palabras, la respuesta obvia es ambas pues depende de la unidad que usted elija para medir. Lo mismo con la luz estelar la cual depende de la convención de sincronía que se elija para medir su velocidad unidireccional pues el tiempo también es afectado por la gravedad, el movimiento y otras cosas y por ende no se puede medir objetivamente (Lea también la “Relatividad Especial sin Supuestos de Velocidad Unidireccionales” de John Winnie para más información sobre este tema).    

          Por último, otra respuesta para esta pregunta es que aun si el universo tuviera la apariencia de una tierra vieja aun así eso tampoco probaría que tiene millones o billones de años. ¿Por qué? Porque en el momento de la creación, Dios hizo tanto al hombre como al mundo en una edad madura. Por ejemplo, según el relato bíblico, Dios no creó a Adán y Eva en forma de bebés sino como personas adultas (Génesis 2:7,21-24) al igual que el resto de la creación como los árboles y sus frutos para que pudieran comer. En otras palabras, si pudieramos llevar a Adán a un médico en el mismo día que fue creado y le preguntaramos al médico que cuántos años cree que Adán tiene es probable que diga de 30 a 40 años. Sin embargo, solo tenía un día de creado. En otras palabras, Dios no creó un “bebé” Adán sino un hombre completamente maduro. Lo mismo se puede decir del universo. Dios creó el mundo maduro pero en seis días, no en millones o billones de años.

           “¿Pero no sería eso un engaño?” No porque en primer lugar, la creación del hombre y del universo fue un evento sobrenatural y los milagros de Dios no están limitados por las leyes de la naturaleza que Él mismo creó. Y segundo, porque nos dejó un Libro para que supieramos históricamente cómo y cuándo creó el universo (La Biblia). De hecho, otro ejemplo bíblico que es consistente con este milagro (o explicación) lo podemos ver cuando Jesús cambió el agua en vino en las bodas de Caná de Galilea (Juan 2:1-11). Ahora bien, sabemos que el proceso natural de fermentación de uvas toma tiempo (algunos dicen de 4 a 10 días). Sin embargo, Cristo lo hizo al instante pero con la apariencia y sabor de vino fermentado. Después de probarlo, el maestresala de la boda no sabía cómo y de dónde había venido el vino. Sin embargo, eso no significa que Jesús lo engañó sino que el maestresala se engañó asímismo pensando que el vino era viejo en vez de escuchar a los sirvientes que fueron testigos del milagro. De la misma manera, el que prefiere creer en teorías naturalistas y secularistas de hombres falibles que nunca estuvieron en el principio de la creación en vez de la Palabra infalible de Dios quien sí estuvo ahí porque fue su Creador no es engañado por Dios sino por él mismo. Al final es cuestión de escoger a quien vamos a creer ¿y acaso no sería más razonable preguntarle al que lo hizo? “Y estos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.” (Hechos 17:11).

¿Explosión o Expansión?

          Muchos ateos, teístas evolutivos y creacionistas progresivos acusan a los CTJ (YEC) de malrepresentar el Big Bang por la obvia razón de que la idea de que hubo un puntito (llamado singularidad) más pequeño que un átomo que estalló de manera rápida y violenta formando así todo el universo entero es absurdo. Sobretodo porque una explosión no crea orden y complejidad sino caos, desorden y destrucción de lo existente.  Por tanto, para que suene menos estúpido y más creíble tratan de redefinir dicha teoría diciendo que no fue una explosión sino una expansión.

          Pero esto es deshonesto por dos razones: Primero porque no solo el padre del mismo Big Bang, George Lamaitre y sus principales proponentes como Alan Guth y George Gamow propusieron desde el principio un modelo de explosión que planteaba que el universo se creó a partir de una gran explosión (Big Bang) primigenial sino que así mismo lo explica varios documentales “científicos” y libros de textos de escuelas públicas y universidades seculares (Prentice Hall General Science, p.61; Scientific American, 1984, p.128 y La revista “Discovery”, ¿De dónde vino todo?”, 2002). Por eso fue llamado (incluso por científicos ateos como Fred Hoyle) “The Big Bang Theory” que traducido al español es La Teoría de la Gran Explosión o Gran Estallido.

Y segundo, porque la palabra “explosión” es definido como una “expansión violenta y rápida”. Por tanto, aún si los ateos tratan de redefinir esta teoría como una “expansión violenta y rápida” todavía estan admitiendo que fue una explosión lo reconozcan o no (insst.es./-/que es una explosión-).  Otros tratan de justificar esta absurda idea diciendo que la explosión de la singularidad (punto inicial) fue una explosión del espacio y no en el espacio pues no había un lugar exterior fuera del Big Bang por lo que no se estaba expandiendo a ningun lugar sino que el mismo espacio empezó a expandir a todo lugar. ¿Pero no suena esto como algo imaginario y peor que la magia? La idea de que dicho punto (lo cual es algo) puede estar en ningún lugar y en ningún tiempo (pues todo está dentro de ese mismo punto) contradice una rama de la física conocida como el continuo espacio-tiempo la cual sostiene que el tiempo, espacio y materia tienen que existir en el mismo instante porque si hay materia pero ningún espacio entonces ¿dónde lo pones? y si hay materia y espacio pero ningun tiempo entonces ¿cuándo lo pones? Simplemente no puedes tener espacio, materia y tiempo independientemente por lo que tienen que existir simultáneamente y la Biblia explica y responde mejor a esto en 10 simples palabras, “En el principio [tiempo] creó Dios los cielos [espacio] y la tierra [materia]” (Génesis 1:1).

“El Big Bang es compatible con la Biblia porque enseña que el universo tuvo un comienzo tal como enseña la Biblia en Génesis 1:1”

         Algunas religiones paganas también cuentan un principio del mundo y sin embargo no las aceptamos porque contienen muchos elementos mitológicos que son diferentes y opuestos al libro de Génesis. Lo mismo se puede decir del Big Bang. Como hemos demostrado, la historia de la creación bíblica es diferente a la historia secular que propone el Big Bang.  El Big Bang ni siquiera empieza con Dios sino que tienen diferentes respuestas para su causa como la nada, la fluctuación cuántica o simplemente dicen que todavía no saben. Otros como Stephen Hawking, científico sobrevalorado tanto por ateos como por algunos creyentes, dijo que antes del Big Bang, la singularidad evolucionó de un estado natural que él llamó “sin fronteras” o “el continuo de espacio-tiempo” y que por ende Dios no es necesario para explicar el origen del universo (Vea su libro “El Gran Diseño). Así es enseñado en documentales, escuelas públicas y las universidades seculares. En cambio, la Biblia declara desde Génesis hasta Apocalipsis que la verdadera causa del universo es Dios (Vea por ejemplo Génesis 1:1; Juan 1:1-3; Jeremías 32:17; Hechos 17:24-28; Romanos 11:36; Colosenses 1:16,17; Salmo 33:6-9 y Apocalipsis 14:7). Nada sobrenatural. En otras palabras, el Big Bang no excluye pero tampoco incluye a Dios, no niega su existencia pero tampoco lo demuestra porque es un modelo naturalista y no teísta.       

         En segundo lugar, el argumento de la causalidad para Dios desde el principio del universo (creatio ex nihilo) no requiere del Big Bang.  Para eso tenemos la lógica sobre el infinito y la ciencia moderna (como las leyes de la termodinámica, la ley de causa y efecto y la teoría general de la relatividad de Einstein). Por tanto, la creación bíblica del universo no necesita del Big Bang para sobrevivir. Por último, dicho argumento apela a una falacia de evidencia incompleta puesto que ignora otras afirmaciones que hace dicha teoría las cuales contradicen la Biblia como el orden de la creación de Génesis y pone la muerte y el sufrimiento antes de la Caída por lo que presenta serios problemas teológicos.

        Después de todo, el mismo Lemaitre admitió que no sacó su modelo cosmológico de la Biblia sino gracias a su formación humanística, su adhesión a una filosofía realista con base en Aristóteles y Tomás de Aquino las cuales mezcló con las teorías cuántica y de la relatividad con los datos experimentales. De hecho, Lemaitre no tuvo inconveniente en plantear un universo con un pasado infinito y lo cual es opuesto a los que enseñan las Escrituras (Génesis 1:1) pues según su filosofía tomista también era “racional” pensar en un universo creado que no necesita un comienzo en el tiempo (Vea Tomás de Aquino, Sobre la Eternidad del Mundo, en latín “De aeternitate mundi”). Además tanto Buenaventura y Agustín de Hipona demostraron que esto no era posible según la lógica (imposibilidad de una serie de eventos del pasado). Mientras que la ciencia moderna (las leyes de la termodinámica, la relatividad de Einstein y el principio de la causalidad, etc). Por algo Pablo advirtió, “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.” (Colosenses 2:8). Que pena que tanto Aquino como Lemaitre no siguieron el consejo del apostol Pablo.

       Si somos honestos esta teoría fantasiosa basada en la imaginación no solo suena ilógico, sino que tampoco demuestra la existencia de Dios porque solo es una explicación natural, no sobrenatural y esta es una de las razones por las que un ateo no tiene ningún problema en aceptar esta teoría porque no tiene nada que ver con Dios. Aun si quisiéramos introducir una intervención divina dicha teoría no conduciría al teísmo sino al deísmo pues presenta a un dios que encendió la mecha del Big Bang (Gran Explosión) para luego sentarse y dejarlo en manos de las leyes de la naturaleza. Eso no suena como el Dios de la Biblia quien creó todo sobrenaturalmente y que todavía “sostiene todas las cosas con el poder de su palabra” (Hebreos 1:1-3). En fin, la eiségesis que hacen muchos teístas evolutivos y creacionistas progresistas como Hugh Ross en Génesis está motivado por su dogmatismo en el Big Bang. Pero como hemos demostrado no hay excusa para torcer las Escrituras para apoyar el Big Bang pues la historia de Dios es diferente a la historia del hombre y no tiene que ser cambiada para ser creída. 

¿Pero no prueba la expansión del universo el Big Bang?        

       En primer lugar, estamos de acuerdo de que el universo se está expandiendo pero eso NO significa que el universo explotó a la existencia hace billones de años (falacia non sequitur). Hay muchas cosas que se expanden físicamente (incluyendo nosostros) pero eso tampoco demuestra que explotamos a la existencia hace billones de años. En otras palabras, sólo porque algo es más grande ahora que en el pasado no implica que vino de un punto compromido hace billones de años. En realidad, lo que demuestra la expansión del universo es que la Biblia es verdadera pues hay como siete pasajes en ella donde dice que Dios “extiende los cielos como una cortina” (Isaías 40:22 y Salmo 104:2) y eso fue mucho antes que Lemaitre propusiera su teoría del Big Bang. Dios simplemente pudo haber creado el mundo en un estado de expansión, pero no a través de un exagerado período de tiempo y a través de una gran explosión sino con el poder de su palabra. 

           Segundo, no tiene sentido que a Dios le haya tomado tanto tiempo para crear el universo o en expandir los cielos cuando tiene el poder de hacerlo en menos de un segundo. Jesús y sus apóstoles por ejemplo nunca sanaron “progresivamente” sino inmediatamente y estas curaciones milagrosas se hicieron al momento y no había necesidad de un prolongado período de terapia o recuperación (Mateo 8:3,13; 20:34; Marcos 5:29; Hechos 3:7-8 y 4:23). Lo mismo se puede decir de la creación milagrosa del universo. Recordemos que la creación es un milagro y todo milagro de Dios registrado en la Biblia fueron hechos al instante o en poco tiempo como el caso de la creación del mundo que fue terminada en seis dias como ejemplo o ilustración de que debemos trabajar para obtener nuestros alimentos pero que también debemos tener al menos un día libre para adorar a Dios y evitar la explotación laboral (Génesis 1; 2:1-2 y Exodo 20:8-11). Esta es la razón por la que Dios se tomó seis días para crear este principio y mandamiento. Si los 6 días de Génesis representaran millones de años entonces tendríamos una larga semana de trabajo lo cual no tendría sentido. Por tanto, el exagerado largo período de tiempo del Big Bang tampoco es compatible con el tiempo con que Dios o Jesús hacian milagros.

          Así que, ¿cuál fue la causa de esta expansión y hace cuánto tiempo ha estado extendido? Respuesta: Dios la expandió desde hace 6,000 años (Job 9:8 y Jeremias 10:12). ¿Y cómo lo hizo? Con el poder de su palabra. “Porque él dijo, y fue hecho” (Salmo 33:9). De hecho, etimológicamente hablando, la palabra universo proviene del latín universus, y se compone de unus (uno) y versus (enunciado o conjunto de palabras). En otras palabras, solo hay un universo que fue creado “con la palabra de su poder” (Hebreos 1:1-3). 

          Por otro lado, aunque la misma Biblia parece hablar de la expansión del universo en ninguna parte de ella dice que fue por un Big Bang sino por el poder de la palabra de Dios quien habló y fue hecho (Salmo 33:6,9; Hebreos 11:3 y Génesis 1:3-5). Además de que asumir que la expansión del universo prueba el Big Bang es cometer la falacia de afirmación al consecuente puesto que existen otros modelos que también la predicen (incluyendo la Biblia). Sin olvidar que la edad de la escala de tiempo que propone la teoría del Big Bang para el universo de 4.5 billones de años tampoco tampoco compatible con las palabras de Jesús mismo también dijo en Mateo 19:4 y Marcos 10:6 que la creación de Adán y Eva fue el principio de la creación lo cual contradice el orden de la evolución cosmica (Big Bang) ¿Acaso Jesús se equivocó? Sin olvidar que según la Biblia, Dios tardó seis días en hacer el universo y hace solo unos miles de años según sus cronogenealogías (Vea Génesis 5-11 y Éxodo 20:9-11).

     “Es absurdo pensar que George Lemaitre formuló su teoría para excluir a Dios pues no solo fue un brillante científico sino un sacerdote católico”

        No decimos que la teoría del Big Bang fue inventada por un ateo. Sin embargo, la teoría de Lemaitre es uno naturalista pues trata de explicar el origen del universo sin Dios y el que haya sido propuesta por un sacerdote no convierte esa teoría en verdadera (falacia non sequitur). Históricamente, muchos líderes religiosos han cometido errores científicos. El caso de Galileo Galilei donde algunos sacerdotes y el mismo papa se opusieron al heliocentrismo de Galileo es un buen ejemplo de ello. Lo mismo con el Big Bang lo cual es inconsistente con la Biblia y la verdadera ciencia.

         Por cierto, el hecho de que Lemaitre también dijera que el Big Bang es compatible con la Biblia tampoco demuestra que lo sea. Para eso hay que ir a la fuente original para ver si es verdad. De hecho, y desde el principio, Lamaitre nunca basó o formuló su teoría en la Biblia sino en la filosofía de Aristóteles y Tomás de Aquino y, uniendolo con las teorías cuántica y de la relatividad (fr. GAMOW, George, La creación del universo, Madrid, Espasa-Calpe, 1963.). Lemaître hasta habló de un pasado infinito del universo diciendo que no entraba en contradicción con su creencia de un Dios creador del mundo, ya que tanto Aristóteles como Aquino pensaban que un universo creado no necesita un comienzo en el tiempo (Tomás de Aquino, Sobre La Eternidad del Mundo, “De aeternitate mundi”).

          Obviamente esta posición filosófica que viene de mitos paganos que creían que el universo (incluyendo el tiempo) era eterno es opuesto a las Escrituras pues Génesis 1:1 enseña que el tiempo lo cual es parte del universo tuvo un principio (Hebreos 11:3). Como ya había demostrado Buenaventura, dicha idea también contradice la lógica en el sentido de que no puede existir el tiempo infinito debido a la imposibilidad de una serie infinito de eventos concretos y porque la ciencia moderna (el principio de la causalidad, la teoría general de la relatividad de Einstein, la expanción del universo, las leyes de la termodinámica, etc.) ya ha demostrado que el universo tuvo un comienzo absoluto tal como enseña Génesis 1:1. El tiempo simplemente tiene sus límites. Por tanto, aquí la pregunta debería ser si dicha teoría es compatible con las Sagradas Escrituras la cual es nuestra autoridad final, no lo que dice un sacerdote, el papa o un pastor (Hechos 17:11; 2 Pedro 1:20 e Isaías 8:20).        

https://www.gotquestions.org/Espanol/creacionismo-progresivo.html

Y entonces ¿cuáles son esas evidencias que demuestran que la Tierra tiene miles y no billones de años? 

Bíblica e históricamente: las cronogenealogías bíblicas, las mismas palabras de Jesús (Mateo 19:4 y Marcos 10:6) y el método histórico de la religión judeo-cristiana. En cuanto a ciencia se refiere, esta la duración de cometas, la velocidad a la que los campos magnéticos decaen, la población mundial, el encogimiento del sol, el alejamiento de la luna de la tierra, la disminución de la velocidad de la rotación de la tierra, la duración de C14 y su hallazgo en diamantes y fósiles y otros hechos científicos demuestran que la Tierra tiene miles y no billones de años tal como enseña la Biblia, los antiguos judؙíos y los primeros cristianos. Aca una respuesta más larga y detallada sobre estas pruebas a favor del creacionismo de Tierra Joven:

  La Biblia nos enseña que debemos estudiar la naturaleza que Dios ha hecho (Salmos 19:1,2 y Job 12:8) pues de esta forma no solo veremos que el Dios de la Biblia es Su verdadero Creador (revelación general) sino que sus cronogenealogías son literalmente ciertas y científicamente correctas. Por ejemplo, el planeta Saturno tiene anillos alrededor, pero los anillos se están alejando cada vez más del planeta. No puede tener billones de años porque sino no estarían ahí. Ya hubiesen desaparecidos.

  La luna gira alrededor de la tierra, pero poco a poco se está alejando más y más de la tierra. Se está alejando lentamente de nosotros como unas 3 pulgadas cada año. Sin embargo, actualmente la luna está muy cerca a la tierra. Si la tierra tiene solo unos 6,000 años eso no sería ningún problema porque la luna estaría un poco más cerca. Pero si creemos que la tierra tiene tiene billones de años pues entonces tendríamos un problema serio porque la luna causa mareas. Mientras más cerca está la luna más alta son las mareas. Si creemos que la tierra tiene billones de años pues entonces en un billón de años la luna hubiese estado en la superficie de la tierra causando que los continentes quedarán totalmente sumergidos. Por lo tanto, no puede tener billones de años.

En el espacio hay polvo y cada vez que la luna gira alrededor de la tierra va acumulando más y más polvo. Por lo tanto, el polvo que hay en la luna se hace más y más hondo. Por eso antes de aterrizar en la luna los científicos pusieron unas patas bien largas a la nave especial para que no se hundiera en el polvo, porque creían que iba haber una capa de polvo de millas y millas sobre la luna. Sin embargo, cuando llegaron a la luna el polvo solo media como media pulgada de hondo. Ahora bien, la luna debió haber tenido más de mil pies de polvo si hubiese tenido billones de años. Pero, solo tenía media pulgada de polvo lo que prueba que la luna es joven y que no tiene billones de años.

Los cometas vuelan por el espacio y se cree que tiene la misma edad que el universo, pero siempre estánperdiendo su materia, eso es lo que hace la cola del cometa. No se puede seguir perdiendo y perdiendo. Va llegar un momento en que va terminar toda esa materia y va desaparecer. Es como si usted tuviese su cuenta de cheques y usted sigue gastando y gastando sin poner nada, va llegar un momento en que se le va acabar todo y no va tener nada. Lo mismo sucede con los cometas. Estudios cuidadosos indican que los cometas solo pueden durar como unos 10,000 años. Por lo tanto ¿por qué todavía hay cometas en el espacio? Porque el universo no tiene billones de años y los cometas ni siquiera tienen 10,000 años todavía.

  La tierra está rotando, pero cada vez está yendo más despacio por una milésima de un segundo. Por eso cada año o año y medio hay que añadirle un segundo al reloj porque la tierra está girando más lentamente lo que significa que antes giraba con más rápidez. Si la tierra tiene 6,000 años pues esto no representa ningún problema porque solo estaría yendo un poco más rápido antes, pero si la tierra tuviera billones de años pues entonces sí habría un problema porque entonces la tierra estaría girando a tremenda velocidad lo que haría que nuestros días y noches fueran muy rápidos. Los vientos estarían a 5,000 millas por hora y la tierra habría tenido forma de disco. No sólo eso, si la tierra tuviera billones de años, entonces la rotación presente sería cero. La conclusión obvia es que la tierra no tiene billones de años.

  “¿Pero no demuestra el Carbono 14, los fósiles y la arqueología prueban un creacionismo progresivo y edad vieja de la Tierra?

Al contrario, la duración de C14 y su hallazgo en diamantes y fósiles y otros hechos científicos demuestran que la Tierra tiene miles y no billones de años tal como enseña la Biblia, los antiguos judؙíos y los primeros cristianos. El C14 no dura ni siquiera 1 millón de años pues se descompone rápidamente y el mismo hecho de que lo puedes encontrar en fósiles y diamantes es otra fuerte indicación que la tierra ni siquiera se acerca a los miles de millones de años.

  Además, la persona que apela a este viejo argumento ya refutado está ignorando los errores en las mediciones de C14 y que los métodos radioactivos o la desintegración uranio plomo NO miden con verdad la edad, y que presentan muchos errores que los evolucionistas logran encubrir. Por ejemplo, por medio del Carbono 14 se examinó a un mamut y unas de sus partes salió que tenía 29,500 años mientras que otras de sus partes salió que tenía 44,000 años. ¡Del mismo animal! (Science vol.141,1963 p. 634-637). De hecho, cuando trajeron rocas de la Luna, todas dieron diferentes fechas e inexactas, lo que demuestra que las medidas del Carbono 14 no funciona porque no puede ser calibrado después de 3000 años. Por el hecho de que no existe otro elemento histórico de más edad con el que pueda ser calibrado.

  Para dar otros ejemplos están las rocas que fueron formadas durante y desde la erupción del Monte Santa Helena en 1980 las cuales fueron registradas 2.8 millones de años de edad.”. Obviamente eso es un error. También hubo “Una foca recien muerta fechada por el C14 que mostraba que había muerto hacia 1,300 años” (Diario Antartico, vol 6, septiembre -oct de 1971, p.211). Además de todo esto, está el problema del equilibrio o sea el radiocarbono todavía se está formando rápidamente lo que también significa que la tierra tiene menos de 30,000. El C12 y C14 en la atmósfera no siempre ha sido igual, y algunos dicen que el C12 ha aumentado como resultado a un diluvio universal (Para más info lea el libro “Miles, no Billones” de los científicos y apologistas cristianos, Donald B. DeYoung y Jason Lisle)

  Los métodos utilizados para datación radiométrica simplemente no son confiables puesto que están basados en suposiciones. Esta controversia y otras anomalias son admitidas por los mismos evolucionistas que la utilizan como Robert E. Lee quien dijo, “Los problemas del método de fechado con radiocarbono son innegablemente profundos y serios. A pesar de 35 años de refinamiento técnico y mejor comprensión, las suposiciones subyacentes han sido fuertemente desafiadas, y han surgido advertencias de que el radiocarbono podría encontrarse pronto en una situación de crisis. La continuación del uso de este método depende de un enfoque de ‘arreglarlo en el camino,’ permitiendo contaminación aquí, fraccionamiento allá, y calibración cuando sea posible.

  No debe sorprender, entonces, que la mitad de las fechas son rechazadas. Lo asombroso es, seguramente, que la mitad restante termina siendo aceptada. …No importa cuán ‘útil’ sea, el método de radiocarbono todavía no es capaz de dar resultados exactos y confiables. Existen inmensas discrepancias, la cronología es desigual y relativa, y las fechas aceptadas son realmente fechas seleccionadas” (Robert E. Lee, “Radiocarbono, Edades en Error”, Diario Antropológico de Canada, 1981, Vol. 19. No. 3, p.9, publicado en el Anthropological Journal of Canada). Las declaraciones directas del Dr. Libby, el mismo descubridor de la fechación por radioisótopos sobre este problema, también muestra que este simple hecho derrumba no solo el evolucionismo, sino también a la concepción de pre-historia (Tierra Vieja) como la conocemos.

  Así que, esto NO es un problema para los creacionistas sino para los evolucionistas o creacionistas progresistas pues tanto los creacionistas como los arqueólogos no consideran las fechas del C14 y de los demás métodos como absolutas debido a sus frecuentes anomalías. Los arqueólogos se apoyan más en métodos de datación que concuerdan con los registros históricos y los investigadores creacionistas han sugerido que las fechas de 35,000 a 45,000 años deberían ser nuevamente calibradas o corregidas apropiadamente a la fecha bíblica del diluvio para su utilidad. Si no hacen esto los errores van a continuar y como dice el geólogo, Andrew Snelling, “Ya se han refutado las 3 suposiciones subyacentes en la datación radioactivo, estos métodos no son fidedignos para calcular una edad de la tierra” (Andrew Snelling, Ph D en geología). Para más información sobre este tema recomendamos el libro del científico cristiano, el Dr. Vernon R. Cupps, llamado “Rethinking Radiometric Dating: Evidence for a Young Earth from a Nuclear Physicist”.

  Sin embargo, los defensores del método de fechado por carbono han recurrido a la “Dendrocronología” (conocida también como el fechado por anillos de árbol) para calibrar sus escalas de tiempo (esto es, para ajustarlas de manera que compensen las fluctuaciones de proporción entre el C-12 y C-14). Fechando un pedazo de madera por el método de carbono, el cual también ha sido fechado contando los anillos anuales de su árbol, los científicos pueden crear una tabla con la cual pueden convertir los cuestionables años del Carbono 14 en verdaderos años de calendario. Funciona de esta manera: Los científicos comienzan con un árbol vivo o un espécimen de madera muerta, el cual puede ser fechado con exactitud por algunos métodos confiables.

Luego buscan piezas de madera muerta que sean más antiguas que el espécimen con el cual comenzaron y cuyos patrones de anillos se superponen y coinciden con aquellos del primer espécimen (los anillos de un árbol pueden variar ampliamente en espesor debido a factores del medio ambiente y por ello producir un patrón con el cual podemos emparejar especímenes que crecieron en el mismo medio ambiente). Luego, los científicos buscan más pedazos de madera muerta que se superpongan y coincidan con el segundo espécimen y así sucesivamente. Finalmente, cuentan todos los anillos, usando los patrones de emparejamiento para conectar todas las piezas, y determinan la edad del pedazo más antiguo de madera. Esto se llama una “cronología larga.” Al fechar el pedazo más antiguo de madera usando el método de fechado por carbono y comparando las dos fechas, los científicos pueden hacer los ajustes de cálculo necesarios.

  Desafortunadamente, este método de calibrar el fechado por carbono usando el fechado por anillos de árbol también es defectuoso. El Dr. Walt Brown explica: “…son establecidas conexiones basadas en el juicio de un especialista de anillos de árbol. A veces, anillos ‘faltantes’ son añadidos. Técnicas estadísticas estándares podrían establecer qué tan bien encaja la docena de supuestas secuencias de anillos de árbol superpuestos. Sin embargo, especialistas en anillos de árboles han rehusado someter sus criterios a estas pruebas estadísticas y no suministran su data para que otros puedan hacerlas” (Walt Brown, In the Beginning, 2001, p. 246; énfasis en el original).

  Su negativa a someter su trabajo a cuidadoso escrutinio provoca una inquietud razonable, especialmente a la luz del aparente razonamiento en circulo empleado por los investigadores. “Especímenes de madera utilizados para ‘cronologías largas’ son fechados primero por radiocarbono. Si la fecha es suficientemente antigua (tal vez por una lectura errónea), los especialistas en anillos de árbol examinan el espesor del anillo buscando extender la ‘cronología larga.’ Esta cronología es entonces usada para asegurar al público que el fechado por radiocarbono ha sido calibrado por una secuencia continua de anillos de árbol. [Esta práctica es descrita también por Henry N. Michael y Elizabeth K. Ralph, “Quickee” 14C Dates, Radiocarbon, Vol. 23 No. 1, 1981, pp. 165-166].” (Brown, ibid, p. 246; Ver también Gerald E. Aardsma, “Myths Regarding Radiocarbon Dating,” Impact, No. 189, marzo 1989.). 

¿Pero sin el Carbono 14 tampoco podríamos demostrar que la Biblia es verdadera?

No, puesto que la Biblia ya cuenta con la historia, arqueología, profecías cumplidas, argumentos filosóficos y otras evidencias científicas que demuestran su veracidad. No hace falta el Carbono 14. Como decía el gran científico, Sir Isaac Newton, “Consideramos que las Escrituras de Dios son la más sublime filosofía. Encuentro más indicios de autenticidad en la Biblia que en cualquier historia profana.” Además, como ya se demostró, el uso del sistema del C14 es confiable solo cuando es menor de 3,000 años. Así que, creo que no habría problema en usarlos en los manuscritos antiguos de la Biblia como Daniel.

  Después de todo, cuando hablamos de la edad de la tierra hablamos de historia y cuando hablamos de historia estamos hablando del pasado la cual no se puede observar. Ninguno de nosotros estuvo ahí cuando el mundo fue creado sino solo Dios. Por tanto, si queremos saber la edad de la tierra habría que preguntarles al Creador del universo quien nos da la respuesta en su Palabra ¿o acaso creemos que el Dios omnisciente nos dejaría en la ignorancia sabiendo que iba ser un tema tan importante y discutido en nuestros tiempos? La realidad es que tanto la Biblia y la historia judeo-cristiana nos enseña que la Tierra tiene miles y no millones de años. La pregunta es, si le vamos a creer al Dios infalible que estuvo allí o en las palabras y opiniones de hombres falibles que no estuvieron ahi? Si somos lógicos y cristianos seguiremos mejor el consejo del apóstol Pedro que dijo, “ Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro,” (2 Pedro 1:19-21).

https://www.icr.org/article/11430/

“Pero sin el Big Bang no se puede usar el argumento cosmológico del Kalam y así lo demuestra William Lane Craig.”

        Esto no es cierto. Actualmente, el apologista y filósofo cristiano, William Lane Craig, es el defensor más prominente del Kalam sin embargo mucho antes de que la teoría del Big Bang fuera postulada ya habían teólogos como Buenaventura (1221-1274) y Tomás de Aquino (1225-1274) que usaron argumentos similares al Kalam al igual que varios filósofos árabes de la época medieval para responder a la vieja pregunta de “Si Dios creó el universo, entonces ¿quién creó a Dios?” (E.C. Copleston, A History of Medieval Philosophy, 1993, chapter 11). De hecho, antes de Craig otros apologistas y creacionistas de Tierra Joven como Kent Hovind también ya habían dado una respuesta similar a la pregunta de “¿De dónde vino Dios?” y la cual tiene más de 2 millones de visualizaciones en Youtube (Where did God come from? – Best answer). Todos ellos lo hicieron sin apelar al Big Bang.

        ¿Por qué? Porque las leyes de la termodinámica, la ley de causa y efecto, la teoría general de la relatividad de Einstein, la imposibilidad de una serie infinito de eventos concretos y otras evidencias demuestran que el universo require una causa porque tuvo un principio y que dicha causa es Dios ya que por definición es el Creador del tiempo pues es “el Alto y Sublime, el que habita en la eternidad” (Isaías 57:15). El filósofo cristiano, Agustín de Hipona también señaló esto y hasta el antiteísta escocés, David Hume, admitió que era una locura negar la causalidad puesto que es un principio fundamental tanto en el campo de la ciencia como el de la filosofía (D. Hume, carta a John Stuart, 1754). Por tanto, el Kalam no necesita para nada el Big Bang porque la lógica sobre el infinito y la ciencia moderna ya han provisto fuerte apoyo y suficiente evidencia para el argumento de Buenaventura la cual no depende de la teoría de la Gran Explosión. De hecho, aun si el argumento del Kalam requiriera del Big Bang para sobrevivir, el cristianismo no require del argumento del Kalam para sobrevivir. Por tanto, no hay excusa para torcer las Escrituras para apoyar el Big Bang.  

Pero la gran mayoría del consenso académico de la comunidad científica acepta el Big Bang por tanto si le damos importancia al consenso como deberíamos esto nos llevaría a dudar de la interpretación de una Tierra Joven.” 

        En primer lugar, este tipo de “argumento” apela a la falacia del consenso, la falacia de autoridad (argumentum ad verecundiam) y ad populum pues en la ciencia (al igual que en cualquier otro campo de conocimiento) la verdad tampoco es determinada por lo que opina la mayoría. Hasta la Biblia también nos enseña que la verdad no es democrática (Vea Mateo 7:13-14). En segundo lugar, ¿a cuál consenso te refieres? ¿La misma que primero dijo que la tierra tenía 75,000 años (siglo 17), luego dijo 100 millones de años (1899), después 1.64 billones (1907), y ahora 4.5 billones de años (2022)? La edad de la tierra según la opinión secular de este consenso ha ido cambiando a través del tiempo. En otras palabras, hoy te pueden decir que la tierra tiene 4.5 billones de años y mañana te pueden dar otra fecha distinta. Por tanto, la ciencia es solo un método que usan científicos que tienen diferentes creencias, interpretaciones y quienes no son infalibles y eso lo ha demostrado la misma historia de la ciencia. El caso de Copérnico y Galileo es un buen ejemplo.

       Por ejemplo, antes hubo consensos científicos que creían que sacando la sangre de un paciente se sacaba la enfermedad. Dicho tratamiento médico (ya abandonado por la ciencia moderna) causó que muriera el primer presidente de Estados Unidos, Jorge Washington. También se creyó por miles de años que si se suelta al mismo tiempo y desde la misma altura una roca grande y otra pequeña, la roca grande caía primero al suelo que una pequeña hasta que la teoría de caída libre de Galileo y la ley de gravedad de Newton demostraron que la velocidad de caída no depende de la masa de los cuerpos. De hecho, hay varios ejemplos en la historia donde un consenso académico o la mayoría de los científicos sostenían una creencia hasta que una persona (como en el caso de Galileo) se dio cuenta que estaban equivocados. Tales casos se les conoce como “revoluciones o descubrimientos  científicos”.

Tal fue el caso del gran astrónomo Galileo Galilei pues los primeros en oponerse a su idea heliocéntrica fueron sus propios colegas científicos porque creían en la teoría de Aristóteles/Ptolomeo. Luego los líderes religiosos del juicio de la Inquisición lo acusó de “herejía”. Sin embargo, luego se descubrió que Galileo dijo la verdad y todos ellos estaban equivocados. En palabras del mismo Galileo, “En la ciencia, la autoridad encarnada en la opinión de miles no vale una chispa de razón en un solo hombre.” Hoy en día nada ha cambiado, la historia se repite pues existe una neo-inquisición donde no solo los cientificos sino también muchos religiosos (incluyendo cristianos) también tratan de “herejes” a aquellos que se atreven a cuestionar el dogma de la evolucion, el Big Bang y la idea de una tierra vieja.

       El consenso de hoy no es muy diferente, principalmente cuando está muy politizado y no se debate en la Academia de Ciencia o en el salón de clases sino que se enseña de manera dogmática y sin cuestionamientos. El que ha visto el video documental de Ben Stein títulado “Expulsado: No se permite la inteligencia” o “IndoctriNation” de Joaquín Fernández sabe que cualquier cientifico, profesor o estudiante que se atreva a cuestionar la evolución de Darwin es ridiculizado, discriminado y hasta despedido. Muchos científicos altamente calificados tales como Guillermo Gonzalez y Nancy Bryson fueron expulsados de sus trabajos solo por ser creacionistas. La razón de esto es porque los administradores (en su mayoría ateos, agnósticos, deístas y teístas evolutivos) que tienen el control de los ámbitos académicos modernos no les gusta la idea de la creación porque choca con sus creencias materialistas o ideologías políticas. El apologista cristiano, doctor en Matemáticas de la Universidad de Oxford y asociado a Filosofía de la Ciencia, John Lennox, también habla sobre este lado oscuro de la academia en sus libros.

Como dice el cientifico, Dr. Phillip Skell, “La comunidad académica es increíblemente intolerante con las personas que no pagan lealtad a las ideas darwinistas, y no dudan en sacar así a una persona de la comunidad, despedirla y hacer la vida generalmente miserable para esa persona. Incluso un desprecio tan leve del punto de vista darwiniano se considera tan peligroso entre muchos de los biólogos evolutivos que una persona así se aleja de la profesión.” (Dr. Philip Skell, miembro de la Academia Nacional de Ciencia en EEUU). Otro profesor evolucionista que admite esto es Richard Lewontin quien armó un gran escándalo cuando declaró: “Para poder pertenecer a la academia científica, nos obligan a creer en la evolución, y aquel que se oponga es sacado de la Academia científica” (Richard Lewontin, “Billions and Billions of Demons”, Crítica de Libros del New York Times, 9 de enero de 1997, pág. 28 y Enseñando la Evolución, páginas 22-25). Hasta un inmunologo de la Kansas State University , el Dr. Scott Todd, dijo que “Aun si toda la información apuntara a un diseñador inteligente, tal hipótesis es excluída de la ciencia porque no es naturalista” (Dr. Scott Todd, revista Nature 410 (6752): 423, 30 de septiembre de 1999).

Todo esto confirma las palabras del profesor evolucionista, Richard Lewontin, de que hoy en día la teoría de la evolución es muy aceptada por la comunidad científica no porque es verdadera ciencia sino porque como admite Lewontin, “No se permite un pie divino, en las Academias científicas.” Científicos evolucionistas como Karl Ludwig von Bertalanffy, Paul Lemoine y muchos otros también reconocen este problema en el consenso o academia de ciencia. Obviamente este tipo de actitud intolerante NO ayuda al progreso y la libertad en la ciencia y la tecnología. Lamentablemente, algunos cristianos también muestran este mismo tipo de actitud intolerante. Tanto ateos y teístas evolutivo o creacionistas progresivos critican a los creacionistas de Tierra Joven por no estar de acuerdo con el mito de la evolución o la idea de millones de años. Hasta hay que tener mucho cuidado de tocar este tema pues estas falsas ideas son tratados como si fueran el libro 67 (o 74 si eres católico) de la Biblia por los adoctrinados de estas teorías. 

De hecho, muchos físicos de la Academia de la ciencia secular ahora están admitiendo que el Big Bang presenta muchos problemas sin resolver y varias preguntas importantes sin contestar por lo que ahora están sugiriendo que el Big Bang no fue el comienzo de nuestro universo sino solo una etapa en la evolución cósmica lo cual tratan de explicar por medios de otras teorías como la Cosmología Cíclica Conforme (impulsada por el reconocido físico, Roger Penrose), el Big Bounce y la Teoría de Inflación Eterna. Por tanto, si los teístas evolucionistas y los creacionistas progresistas como William Lane Craig dicen dejarse llevar por la corriente de la ciencia secular entonces nos preguntamos, ¿y si el consenso secular cambia de opinión y ahora dice que el Big Bang no fue el comienzo sino solo una etapa de un universo que siempre ha existido? ¿Qué van a hacer? ¿Lo van a aceptar puesto que eso es lo que ahora dice la “ciencia”? Y si su respuesta es “No”, entonces ¿no demuestra eso que al igual que nosotros no creen todo lo que dice el consenso secular y que en realidad no la siguen?

Sin olvidar que también podríamos usar ese mismo argumento pero con un consenso diferente donde los cientícos son creacionistas de tierra joven como Georgia Pardom, Nathaniel Jeanson, Jason Lisle, Jonathan Sarfati y Raymond Damadia (inventor del MRI). De hecho, antes el consenso cientifico la cual estaba controlada por cristianos decía que la causa del universo fue sobrenatural y que la tierra tenía miles de años. Ahora el consenso cientifico actual está controlada por creyentes y no creyentes (como ateos y agnósticos) que dicen que la causa del universo no fue sobrenatural sino natural y que la tierra tiene billones de años. Ambos consensos no pueden estar correctos ya que se contradicen. Por tanto, ¿Cuál de los dos consensos está correcto? Además, no tiene sentido que un cristiano use el consenso de la academia de la ciencia actual como una fuente confiable y de autoridad pues dicho grupo también niega todos los milagros de la Biblia como la resurrección literal de Cristo y el teísmo evolutivo diciendo que eso es mezclar dogma con ciencia lo cual es inaceptable para ellos. Por tanto, ¿Lo aceptarías? Después de todo, lo dice el consenso de la “ciencia”. Jesús mismo se refirió a esta clase de inconsistencia cuando dijo, “Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?” (Juan 3:12).          

   La ciencia simplemente no es democrática, ni perfecta sino solo un método que los científicos usan y quienes tienen diferentes creencias, presuposiciones e interpretaciones con respecto a la naturaleza. Además, si un cristiano quiere apelar a un consenso entonces ¿no sería mejor y más razonable apelar a uno que es cristiano como el de los Padres de la Iglesia o el Magisterio de la Iglesia (sensus fides) que uno secular? Ni los antiguos judíos, ni padres de la iglesia y ni los padres de la Reforma protestante creían en la evolución de las especies, ni en una vieja tierra de millones de años a pesar de que estas ideas ya eran conocidas en su tiempo (Lea Libro Bhagavad Gita Hindu; Encyclopedia of Reptiles and Amphibians 1986, p.4; Early Greek Philosophy, 1987, p.72; 1st Tablet of the Enama Elish; Joyce Puglia. The Origin of Life: A History of Ancient Greek Theories; Lucretius. On The Nature of Things. Libro V y fragmentos de las obras del filósofo griego Anaximandro). 

     ¿Por qué un cristiano iría a un consenso secular en busqueda de la verdad cuando dicho consenso ni siquiera cree en los milagros de la Biblia como el nacimiento virginal de Jesucristo y su resurrección? Eso no tiene sentido. Pero no solo eso, ¿y para cuándo la Biblia? ¿Acaso un “paper” es más infalible que la misma Palabra escrita de Dios? ¿Desde cuándo los cristianos ponen un “paper” de un grupo secular compuesto por algunos ateos, agnósticos y deistas por encima de la Palabra de Dios? Como cristianos debemos recordar que no es en un consenso o un grupo selectivo de personas que debemos poner nuestra fe sino en la Palabra de Dios la cual es Su propio intérprete y nuestra autoridad final pues poner teorías de hombres falibles por encima de la Palabra infalible de Dios es desobedecer las mismas Escrituras (Hechos 17:11; 2 Pedro 1:20 e Isaías 8:20). Después de todo, nadie estuvo ahí cuando se creó el universo, excepto su Creador, por lo que sólo Dios (el mejor experto) sabe la edad correcta y cómo fue creada la vida y el universo.

Además el relato de la creación de Génesis no se interpreta a la luz de lo que dice la “ciencia” secular sino a la luz de la misma Biblia (principio de analogía de la fe y principal regla de la hermenéutica). En fin, a través de la historia el cristianismo y la verdad siempre ha sido representado por un grupo minoritario. Por tanto, “Cada vez que te encuentres del lado de la mayoría, es momento de hacer una pausa y reflexionar” (Mark Twain).

“Pero es que la Biblia no es un libro científico y mucho menos Génesis”

Es muy común escuchar a teístas evolutivos y creacionistas progresistas (no solo a los ateos) decir que la Biblia no es un libro de ciencia y que por ende deberíamos buscar información sobre la edad de la tierra y los orígenes de la humanidad en las teorías naturalistas de la comunidad científica secular (organización que no cristiana) mientras retienen la teología que dice cómo ser salvos de nuestros pecados. Sin embargo, aunque la Biblia no se escribió como libro científico pues su tema central es Jesucristo y la salvación espiritual del hombre, cuando alude a asuntos de verdadera ciencia es exacta y manifiesta un conocimiento que no estaba disponible a los seres humanos del tiempo en que se escribió. Por ejemplo, la Biblia enseña que el universo tuvo un comienzo (Génesis 1:1), que las estrellas del cielo son innumerables (Génesis 22:17 y Jeremías 33:22), el ciclo del agua (Job 36:27-28; Eclesiastés 1:7; Jeremías 10:13 y Amos 9:6), la ley de la biogénesis (Génesis 1:11,12, 21,25), la rotación de la tierra (Lucas 17:24,34-36), las leyes de la termodinámicas (Génesis 2:1-3 y Romanos 8:20-22), la expansión del universo (Isaías 40:22 y Salmo 104:2) y muchos más.

De esto se dieron cuenta muchos de los grandes científicos de la historia como Sir Herschel quien declaró que, “Pareciera que todos los descubrimientos realizados por la humanidad tuvieron como único fin confirmar cada vez de manera más rotunda la veracidad de todo lo que contiene las Sagradas Escrituras” (Sir John Herschel, matemático, inventor y astrónomo inglés, hijo del astrónomo William Herschel). Lo mismo se puede decir de la historia. Aunque la Biblia tampoco es un libro de historia contiene personas, lugares y eventos del pasado que son históricamente reales y de los cuales pueden ser colocados en un mapa o línea de tiempo. De hecho, la Biblia es tan exacta que los primeros arqueólogos decían llevar una Biblia en una malo y una pala en la otra. Una y otra vez, aparecen evidencias de ciudades antiguas, grupos de personas, y eventos exactamente donde la Biblia dice que estuvieron. Por ejemplo, en cierta ocasión los escépticos se burlaron de la Biblia porque hablaba de los hititas. Sin embargo, cuando las ruinas de los hititas fue descubierta se reveló que realmente existieron y que rivalizaban con Egipto en términos de cuán poderosos eran en el mundo antiguo. Los documentos del Nuevo Testamento también son históricamente confiables (como la destrucción de Jerusalén la cual fue profetizada por Jesús, su ministerio terrenal, muerte y resurrección). Por tanto, la Biblia no solo habla de asuntos teológicos y filosóficos sino también de historia y de ciencia y cuando lo hace es literalmente cierta.

No crees en el Big Bang porque no la entiendes

     Esta vieja confiable de acusar al cristiano bíblico de no entender la evolución o el Big Bang si no la acepta no solo es un ad hominem sino una falacia non sequitur (no se sigue) pues ese ataque personal es tan falaz como decir que tu incapacidad de entender la ciencia no significa que Dios lo hizo. En otras palabras, el hecho de que comprendas o ignores sobre el tema no significa que dicha idea sea un hecho científico. Tanto los astrofísicos creacionistas como Jason Lisle, Jonathan Sarfati y Danny Faulkner como los mismos proponentes principales del Big Bang la entienden (como el mismo George F. R. Ellis) y afirman que se trata más de una supocisión filosófica que científica (George F. R. Ellis; Thinking Globally, Acting Universally; Scientific American 273 (4): 28,29, 1995). Entender simplemente no equivale a creer o aceptar así como entender el cristianismo o el ateísmo tampoco implica aceptar tales conceptos. De hecho, muchas veces resulta al revés. Quieren ayudarte a entender el Big Bang o la macroevolución para que creas en estas falsas ideas cuando ni ellos mismos las entienden.

Pero el gran científico, Isaac Newton, creía en una Tierra Vieja de millones de años por ende debe ser verdad. 

         Creacionistas progresivos como Hugh Ross citan a Sir Isaac Newton (considerado por muchos como el mejor astrónomo de la historia humana) como “prueba” de que el relato de la creación debe ser interpretado como millones de años y no miles de años. Sin embargo, hay dos clases de problemas con este argumento. En primera es una apelación a la autoridad y segundo en la misma carta de Newton dice que no estaba dispuesto a defender nada de lo que escribió en esa carta. Además, Sir Isaac Newton quien no solo fue un gran científico sino también filósofo, teólogo e historiador, creía en el Argumento del Diseño y calculó la edad de la tierra con las cronogenealogías bíblicas diciendo que tenía miles y no millones o billones de años (Vea Principia Mathematica, 1687 y Chronology of Ancient Kingdoms, 1728). Hasta el teísta evolucionista y youtuber anticreacionista de Tierra Joven, Michael Jones (InspiringPhilosophy) admite esto en su video, “Los Orígenes del Creacionismo Joven”.

https://www.youtube.com/c/INGGENORG/search?query=Big%20Bang

 Si no crees en una tierra vieja entonces ¿estas diciendo que tampoco crees en la teoría del Big Bang?

        No lo creo porque en primer lugar la teoría del Big Bang no es compatible con la Biblia la cual es nuestra autoridad final como cristianos. Segundo porque tampoco es consistente con lo que creían los antiguos judíos y los primeros cristianos con respecto al origen del universo a través de la historia y por último porque tampoco es verdadera ciencia. De hecho, cuando hablamos de algo que pasó en el pasado no estamos hablando de ciencia sino de historia y no hay un documento más confiable y verdadero sobre la historia de nuestro universo que el libro de Génesis la cual por cierto no habla de ningún Big Bang (2 Pedro 1:19-21 y Hechos 17:11). Al contrario, la contradice.

“Génesis 1-11 es mito-historia y fue escrita solo para la cultura antigua”

Génesis fue escrita para toda persona en cualquier lugar y en cualquier tiempo. ¿Por qué? Porque la verdad de Dios no cambia y porque el Señor no quizo que Su pueblo fuera influenciado por las falsas ideas de las naciones paganas. Al contrario, quería enseñarles la verdad sobre el pasado (Douglas Petrovich, Identifying Nimrod of Genesis 10 with Sargon of Akkad by Exegetical and Archeological Means, 274). De hecho, el propósito del libro de Génesis era precisamente para contrarrestar los mitos con la historia real por lo que no tiene sentido refutar un mito con otro mito. Además, los mismos apóstoles negaron estar influenciados por mitos (2 Pedro 1:16; Tito 1:14; 1 Timoteo 1:4,7 y 2 Timoteo 4:4) y afirmaron que Génesis era historia real (Mateo 19:4-6; Lucas 17:26-27; Romanos 5:12-19 y 1 Timoteo 2:13-14).

Después de todo, uno de los reporteros investigadores de temas científicos más famosos del mundo es Ian Wilson quien dijo a la comunidad científica mundial que se tomaría unos 10 años para probar que arqueológicamente la Biblia estaba llena de historietas provenientes de “civilizaciones más antiguas que los hebreos”. Tiempo después, Ian Wilson publicó su libro y no le quedó otra alternativa que titularlo: ¡“La Biblia ES historia”! donde admitió que sus hallazgos le mostraron que no existe libro alguno en los anales de la historia que esté por encima de la integridad y la exactitud histórica y arqueológica de la Biblia. Lo mismo ha demostrado Josh McDowell en sus libros como “Evidencia que exige un veredicto” (Evidence That Demands a Verdict: Life-Changing Truth for a Skeptical World).

“¿Eres creacionista de Tierra Joven? ¡Eso es como creer que la tierra es plana o en el geocentrismo! Por tanto, de seguro eres un geocentrista, terraplanista y antivacunas.”

         No solo esto es una forma de ad hominem, falacia de hombre de paja o una apelación al ridículo sino una falacia de irrelevancia conocida en la lógica como arenque rojo (red herring) la cual consiste en una maniobra de distracción para introducir una información que no tiene nada que ver con el tema de discusión puesto que el tema en cuestión es sobre la edad de la tierra, no la forma de la tierra, ni su movimiento o localización. Esta típica falacia que cometen tanto ateos como teistas evolutivos y creacionistas progresistas se conoce también como la falacia de la pista falsa, “desviar la atención”, “seguir la zanahoria” o e “ignoratio elenchi” (ignorar la refutación).   

        Además esto de comparar o llamar “terraplanistas” a creacionistas bíblicos (como hizo Hugh Ross con Kent Hovind y Jason Lisle en sus debates) tampoco es nada nuevo. Históricamente eran los fanáticos agnósticos y ateos militantes como Antoine-Jean Letronne y Washington Irving (1830) los que llamaban o comparaban a los cristianos de ser terraplanistas para promover la mentira de que la Iglesia estaba en contra de la ciencia. Pero ahora tenemos creacionistas progresistas (OEC) y teístas evolutivos repitiendo y usando esta misma vieja falacia de hombre de paja contra otros cristianos.

          Lo irónico de esta falsa acusación es que tales personas ignoran que tanto los judíos antiguos (como el reconocido historiado judio, Flavio Josefo), los padres de la iglesia (como Orígenes y Agustín de Hipona), los padres de la Reforma Protestante (como Lutero, Calvino y Wesley) y hasta los padres de la ciencia moderna (como Newton, Bacon y Kepler) no solo creían que la tierra es redonda sino que también tiene miles y no millones o billones de años (Vea Principia Mathematica, 1687 y Chronology of Ancient Kingdoms, 1728). De hecho, el filósofo cristiano y el mismo padre del método científico, Sir Francis Bacon (1561-1626), escribió en su principal obra, Novum Organum (1620), “Pero, en primer lugar, el número de edades es singularmente reducido; pues de esos veinticinco siglos que encierran aproximadamente toda la historia.” Si hacemos los cálculos encontraremos que al igual que Newton (1642-1727) y Kepler (1571-1630), Sir Francis Bacon también fue un creacionista de Tierra Joven que según sus propios escritos también creía en una creación de 6 días literales (Bacon, F, Advancement of Learning, Enciclopedia Britannica, 1952, p.27, publicado en Great Books of the Western World, Hutchins, R.M., No 30). 

            Mientras que la mayoría de las personas que componen La Sociedad de Tierra Plana (La Flat Earth Society, también conocida como International Flat Earth Society e International Flat Earth Research Society) creen que la tierra tiene miles de millones de años. Pero no solo eso. La falacia también asume que no creer que la tierra tiene miles de millones de años es como no creer que la tierra es redonda. Esto es apelar a una falsa analogía no solo porque la edad de la tierra no tiene nada que ver con la forma de la tierra (son dos temas diferentes) sino porque se puede observar desde el espacio que la tierra es esférica mientras que no se puede observar el pasado para saber la edad de la tierra.

          Como explica el astrofísico y apologista cristiano, el Dr. Jason Lisle, “Si quieres saber algo que ocurrió en el pasado usted no va a un laboratorio para hacer experimentos sino que abres un libro de historia.” Esto no significa que la ciencia no sirve para especular o que no nos ayuda a tener una idea sobre el pasado pues nosotros también usamos la ciencia para apoyar nuestra postura (como la duración de cometas, la velocidad a la que los campos magnéticos decaen, la población mundial, el encogimiento del sol, el alejamiento de la luna de la tierra, la disminución de la velocidad de la rotación de la tierra, la duración de C14 y su hallazgo en diamantes y fósiles, etc.) sino que es más confiable responder una pregunta de historia con un libro de historia como la Biblia (y sus calculaciones cronogenealogicas) la cual no es solo un libro teológico sino también histórico. Por eso el apóstol Pedro nos dice que, “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro.” (2 Pedro 1:19).

“Los ateos se llevan mejor con los creacionistas de tierra vieja y los teístas evolutivos que con los creacionistas de tierra joven.”

       ¿Y? Eso no significa que tienen la razón (falacia non sequitur). Durante el juicio de Poncio Pilato, el pueblo mostró que se llevaron mejor con Barrabás que con el mismo Jesús al punto que prefirieron que se soltara al criminal y que se le diera pena de muerte a nuestro Salvador siendo inocente (Mateo 27). ¿Significa eso que Jesús estuvo equivocado y que no estaba diciendo la verdad puesto que Barrabás no solo fue más querido sino hasta elegido por el pueblo por encima de Jesús? No.

        De hecho, si un cristiano conservador y un cristiano progre van a una marcha feminista ¿cuál de los dos cristianos tú crees que le va caer mejor a las feministas? El progre. ¿Por qué? No porque sea cristiano sino porque apoya el progresismo. Lo mismo con los ateos. Si un cristiano de tierra joven y un cristiano evolucionista o de tierra vieja van una conferencia de ateos, ¿cuál de los dos tú crees que le va caer mejor a los ateos? El teísta evolutivo o el CTV (OEC). De nuevo, no porque sean cristianos sino porque apoyan la evolución o la idea de una tierra vieja. En otras palabras, se alegran de ver a personas que profesan ser cristianos pero que a la misma vez apoyan pecados o creencias que van en contra de la misma Biblia la cual odian. Por algo Jesús dijo, “Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, porque de la misma manera trataban sus padres a los falsos profetas.” (Lucas 6:26; Isaías 30:10; Jeremías 5:31; Miqueas 2:11; Santiago 4:4; 1 Juan 4:5,6; Juan 7:7 y 15:19).

“Los creacionistas de tierra joven son dogmáticos porque llaman “herejes” a los que no creen que la tierra tiene miles sino miles de millones de años.”

         Si somos dogmáticos porque no creemos y criticamos las falsas ideas del creacionismo de tierra vieja entonces siguiendo esa misma lógica ellos también son dogmáticos porque tampoco creen y hacen críticas contra el creacionismo de tierra joven. En otras palabras, nos recuerdan las palabras del viejo G.K. Chesterton, quien decía “Sólo conozco dos tipos de personas: los dogmáticos que saben que lo son y los dogmáticos que no saben que lo son”. Por otro lado, algunos CTV y TE no nos llamaran “herejes” pero bien que nos tratan como si lo fueramos. El popular youtuber y teísta evolutivo, Michael Jones (IP), hasta hizo un video pseudo histórico diciendo que el creacionismo de tierra joven surgió en una secta de la llamada falsa profetiza Elena White. Otros no nos llamaran “herejes” o “sectarios” pero usan otros sobrenombres peyorativos como “retrógrado”, “primitivo”, “fundas”, “fanático religioso”, “radicales” y otros ad hominems. Por tanto, dicho “argumento” apela a una hipocresía monumental.

Los CTJ (YEC) son unos King James Only”

         Recuerdo que durante el debate entre Kent Hovind (CTJ) y Michael Jones (CTV), Jones presentó este argumento durante la conversación sobre la edad de la Tierra. ¿Cuál fue el problema con este argumento de IP? Que apela a una falacia de irrelevancia conocida en la lógica como arenque rojo (red herring) la cual consiste en una maniobra de distracción para introducir una información que no tiene nada que ver con el tema de discusión puesto que muchos creacionistas de Tierra Joven incluyendo los miembros de la organización de Respuestas en Génesis (AnswersinGenesis) usan versiones modernas de la Biblia. Algunos creacionistas de tierra joven como James White y Jeff Durbin hasta han escrito libros criticando a los KJO. Por tanto, que la Biblia King James sea una traducción perfecta o no eso es irrelevante al tema de la edad de la tierra. Esta típica falacia que cometen tanto ateos como teistas evolutivos y creacionistas progresistas se conoce también como la falacia de la pista falsa, “desviar la atención”, “seguir la zanahoria” o e “ignoratio elenchi” (ignorar la refutación).   

       En fin, el Big Bang no es compatible con la Biblia, ni con la verdadera ciencia sino que como admite muchos de los cientificos de la misma Academia de ciencias como George Ellis es solo una supocisión filosófica y naturalista o “(El Big Bang)…es solo un mito que intenta decir cómo surgió el universo…” (“El Big Bang Nunca Ocurrió”, Discover 9, junio 1988, p.78, Hannes Alfvén, ganador de Premio Nobel en Física).

Fuentes:

  1. El Libro de las Respuestas de Ham, Sarfati y Weland
  2. Creation Series Seminar – Complete Set (2007) CSE del Dr. Kent Hovind
  3. Is Genesis History? – (video documental del Dr. Del Tackett)
  4. La Teoría Fantástica (DVD) o cómo se creó el mito de la evolución una poderosa película documental en español de 92 minutos
  5. Thousands, Not Billions de Donald B DeYoung 
  6. Genesis: Paradise Lost-3D (Video documental)
  7. The Privileged Planet (DVD)
  8. Big Bang or Big Design? de Ken Ham, Danny Faulkner y Jason Lisle
  9. Evolution’s Achilles’ Heels de Gary BatesRobert CarterPh.D (DVD)
  10. Understanding Genesis: How to Analyze, Interpret, and Defend Scripture de Jason Lisle
  11. “Refuting Compromise: A Biblical and Scientific Refutation of “Progressive Creationism” (Billions of Years) As Popularized by Astronomer Hugh Ross” de Jonathan Sarfati
  12. Rethinking Radiometric Dating: Evidence for a Young Earth from a Nuclear Physicist de Dr. Vernon R. Cupps
  13. A Question of Origins de Eternal Productions

Recomendamos la página respuestasengenesis o https://answersingenesis.org/es/

8 thoughts on “¿Es el Big Bang compatible con la Biblia?”
  1. Oye Sherlock ,algún día nos hablaras de quien es la “Ramera de babilonia” que menciona San Juan en el libro de apocalipsis?

    1. Hola amigo, gracias por escribir, vi el video y dice que los dias en Genesis no representan dias literales y otros errores. Pero aca el problema,en Génesis 1 encontramos que cuando un número, y la frase “la tarde y la mañana” son usados para cada uno de los seis días de la creación (Génesis 1:5, 8, 13, 19, 23, 31) entonces tenemos lo que se conoce como una relación semántica. Por tanto, según requiere las reglas de gramática y el lenguaje de comunicación se trata de un día literal de 24 horas y no millones de años. Las palabras, “tarde y mañana” siendo palabras normales nos ayudan a entender el significado de que la palabra día también se refiere a un día normal. En otras palabras, Dios mismo define esta palabra literalmente y esta misma fórmula es usada para los demás días. ¿Pero en el dia 7 no se menciona la frase “mañana y tarde” no prueba eso que los dias son largos periodos de tiempo? En primera dicho argumento apela al argumento del silencio y ya quedo demostrado que las palabra “día” en su contexto de Génesis indica un día normal de 24 horas. No hay nada en Génesis que indique que esta misma fórmula haya cambiado en el séptimo día.

      Entonces ¿por qué no aparece la frase en esos versículos para el séptimo día? Simple, el séptimo día fue un día especial y así mismo lo explica Dios cuando escribió los 10 mandamientos diciendo que el sábado judío es decir el sabbath sería un día santo y por eso lo bendijo, saludos.

      1. Yo si creo que los dias 4,5,6,7 fueron dias de 24 horas pero se te olvida un detalle en el dia 1,2,3 no habia sido creado el sol entonces talvez esos si pudiero ser largos periodos de tiempos que solo dios conoce,los dias de 24 horas se cuentan en el tiempo que la tierra gira alrededor del sol

      2. Yo me referia mas en el orden en el que se creo el universo, que compara el muchacho con los relatos científicos que son prácticamente los mismos.

        El tiempo no lo se con certeza, creo que Dios creo la tierra en 6 dias, pero ambien creo que hemos estado mas de 6 mil años en esta roca.

        Gracias por opinar de mi postura de manera amable, clara y para nada grosera. no como otras paginas que no quiero mencionar…

  2. Oye Sherlock ,yo creo que Lemaitre le dijo a los sacerdotes y a la iglesia que no hicieran apologia del big bang porque los academicos ateos pensarian que era una argumento religiosos disfrazado de ciencia(aunque ellos usan argumentos naturalistas disfrazados de ciencia) y posteriormente gente agarro la teoria de lemaitre y la modifico con el disfraz del uniformismo y el naturalismo ,como Hawking por ejemplo.

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