La Importancia filosófica y política del Voto Cristiano

“Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra; Mas cuando domina el impío, el pueblo gime” – Proverbios 29:2

Bueno acabo de votar y quería hablarles sobre este derecho desde una perspectiva cristiana. Para empezar, ¿qué tiene que ver la política con la filosofía? Mucha. Tanto Aristóteles, Platón, Sócrates, Agustín de Hipona, Cicerón, Thomas Hobbes, John Locke y otros grandes filósofos hablaron sobre la importancia de la filosofía política. De hecho, Sócrates fue un revolucionario político que habló mucho sobre la democracia y toda la filosofía de Platón desemboca en la teoría política pues hasta pensaba que el poder debería estar en manos de sabios filósofos (Lea por ejemplo sus clásicos diálogos en “La República”). Por tanto, la política también debería ser un tema importante para el filósofo cristiano porque solo de esa manera podemos ejercer correctamente este derecho como ciudadano americano, así como el apóstol Pablo también puso en práctica sus derechos cuando era ciudadano romano (Vea Hechos 16:37-39; 21:39; 22:25-29 y 25:10-11).

Así como no debemos separar la apologética del evangelio tampoco deberíamos separar nuestra política de Cristo pues la idea es usar este derecho para promover la paz, la vida piadosa y el Evangelio para un mundo mejor (vea 1 Timoteo 2:1-3). Votar nos sirve como una gran oportunidad de poder hacer la diferencia siendo la luz y la sal de esta tierra. Por tanto, a la hora de votar lo primero que siempre debemos hacer es dar gracias a Dios de que podemos votar para influenciar en nuestro gobierno ya que históricamente siempre hemos sido perseguidos por dictadores, emperadores y reyes tiranos a quienes les hubiese gustado quitarnos este regalo y gran bendición de Dios (Santiago 1:17). Dicho esto, porque ¿cómo debería ser nuestro voto cristiano?

1. Muchos políticos corruptos quieren restringir los derechos parentales, religiosos, y de conciencia por lo que deberíamos votar por un líder que esté dispuesto a proteger nuestra libertad de culto, libertad de expresión y vida piadosa (1 Timoteo 2:1-3).

2. Muchos políticos progresistas buscan destruir la familia tradicional y la civilización occidental, promover el aborto hasta el nacimiento, la ideología anticientífica de género, el socialismo, el marxismo cultural, el “cambio de sexo” en niños, el feminismo y ambientalismo radical, la legalización de la prostitución, las drogas como la marihuana y normalizar la pedofilia. Todo esto deja claro que solo velan por sus propios intereses y no las del pueblo. Por tanto, debemos votar por un líder que este dispuesto a proteger el inocente y castigar el mal y que promueva la justicia y no la maldad (Vea 1 Pedro 2:14 y Romanos 13)

¿Cómo responder a los resultados?

Primeramente, orando por un buen líder y una elección justa. Segundo, recordando que nuestra meta principal no es la libertad personal sino darle gloria a Dios en todo lo que hacemos y la Gran Comisión. No busque peleas ni se preocupe pues Dios siempre está en control (Daniel 2:20-21; 4:17). Obviamente el futuro de nuestro país será afectado por estas elecciones pero no el futuro de la Iglesia o el reino de Dios.

Por tanto, quien quiera que gane, nunca olvidemos que aunque podemos ser políticamente activistas eso será solo algo temporal ya que algún día todos nuestros líderes serán reemplazados por Uno perfecto y quien reinará por toda la eternidad, Jesucristo, nuestro Salvador (Apocalipsis 2:9-11 y 11:15). Por eso, el filósofo cristiano Agustín de Hipona, en su gran obra, “La Ciudad de Dios”, le dio más importancia y valor a su mensaje espiritual que político. El cristianismo, según Agustín, se debe referir a la ciudad mística y divina de Jerusalén, la nueva Jerusalén, y no tanto a la ciudad terrenal.  

En fin, tenemos la esperanza de que todos saldrán a votar de manera cristiana pues todavía están a tiempo de hacerlo y si no vota porque cree que el cristianismo y la política no se mezclan o porque no le gusta ninguno de los dos partidos entonces no se queje cuando gente anticristiana lo gobiernen, saludos.