El Ateísmo conduce al nihilismo

“Sin Dios el hombre no podría establecer un punto de referencia para definirse a si mismo. La filosofía del siglo XX manifiesta el caos de hombre buscando comprenderse a si mismo como una criatura con dignidad, cuando en realidad no tiene un punto de referencia para esa dignidad.” – R.C. Sproul“Si Dios no existe, todo está permitido; y si todo está permitido la vida es imposible” –  Fiodor Dostoievsky, novelista ruso y considerado uno de los más grandes escritores de Occidente y de toda la literatura universal

     Aunque el filósofo ateo, Karl Marx, era racista, para el marxista cultural de la nueva izquierda, “BlackLivesMatter” (la vida negra importa).  Mientras que para los cristianos conservadores, "AllLivesMatter" (toda vida importa). Pero ¿y qué hay de los ateos? Algunos bromean diciendo que los ateos nihilistas también deberían levantar un movimiento con su propio lema afirmando que "NoLifeMatters" (Ninguna vida importa) pero que como todo lo demás también verían dicha causa de manera insignificante.

Esta situación actual me recuerda también uno de mis argumentos favoritos a favor de la existencia de Dios y presentada de la siguiente manera:

1 Si Dios no existe, la vida no tiene significado, ni propósito supremo

2. La vida tiene significado y propósito supremo

3. Por tanto, Dios existe

        En otras palabras, la muerte del afroamericano, George Floyd, en manos de la brutalidad policial fue algo cruel y horrible. Pero solo desde la perspectiva cristiana se puede decir eso pues desde el punto de vista ateo solo el fuerte sobrevive y no hay tal cosa como bueno o malo. De hecho, muchos ateos y agnósticos amoralistas que son más honestos y consistentes con su postura admiten que no creer en Dios conduce al nihilismo. Por ejemplo, el popular biólogo evolutivo, escritor agnóstico y admirado por muchos ateos, Richard Dawkins, declara que en el universo "no hay diseño ni propósito, ni existe el bien ni el mal sino nada más que despiadada indiferencia ciega.” (Richard Dawkins,River Out of Eden: A Darwinian View of Life,1995).

         El profesor ateo, historiador de la ciencia y de la biología evolutiva, el Dr. William B. Provine, también afirmó que, "No existen dioses, ni propósitos, ni fuerzas con objetivos definidos de ninguna clase. No existe base esencial para la ética, ni significado fundamental para la vida, como tampoco libre albedrío para los humanos." Este es el verdadero significado del ateísmo. Sin embargo, esto no es nada nuevo pues esta consistencia entre el ateísmo y el nihilismo también fue admitido por filósofos ateos y agnósticos como Sartre, Nietzsche, Camus y otros existencialistas. En su obra, “La Náusea”, el filósofo ateo, escritor y marxista, Jean-Paul Sartre, afirma que la existencia de todos los entes es absurda, pues carece de sentido y de necesidad (La Náusea, pp.145-146) y que “No hay nada, nada, absolutamente ninguna razón para existir” (Sartre, Náusea, p.162). Para Sartre, la vida humana simplemente es absurda y no tiene razón alguna o causa explicativa que justifique su existencia y por ello produce náusea (La Náusea, p.179).

        Para el filósofo ateo, Nietzsche, la vida es un sinsentido y por eso también creía, que “Con respecto a la vida, los hombres más sabios de todas las edades han juzgado por igual, no tiene valor” (El Ocaso De Los Idolos/Twilight of the Idols, II, I) y que “Para vivir es sufrir, para sobrevivir es encontrar algun significado en el sufrimiento” (Nietzsche, Grief and the Quest for Meaning / Dolor y la Búsqueda de Significado). Es más, cuando un ateo usa la frase de Nietzsche, “Dios ha muerto”, habría que preguntarle ¿a qué se refiere? Pues lo que Nietzsche quiso decir es que el ateísmo, ya sea práctico o teórico, conduce al nihilismo, es decir, que la vida y la moral no tienen válidez. 

           Si a esto se refieren entonces estamos de acuerdo pues dicha frase no significa que Dios no existe la cual Nietzsche nunca se molestó es demostrar sino que como explica el filósofo y apologista cristiano, el Dr. William Lane Craig, “Los hombres no comprendieron realmente las consecuencias de lo que habían hecho al matar a Dios. Pero Nietzsche predijo que algún día la gente comprendería las implicaciones de su ateísmo y que este descubrimiento introduciría una edad de nihilismo; es decir, la destrucción de todo significado y valor en la vida.” Por tanto, creemos que Nietzsche estaba correcto al pensar que si Dios está muerto entonces el nihilismo es verdadero (Vea La gaya ciencia, V, af.357). De hecho, la idea central del pensamiento de Nietzsche es que si Dios ha muerto entonces no hay verdad, ni fundamento, ni sentido, ni moral, ni libertad, ni razón. Solo hay nihilismo. Por tanto, para Nietzsche, el hombre fuerte (o superhombre) necesita dar sentido a su vida creando valores relativos y ocupando el lugar de Dios.

        Para el filósofo agnóstico y periodista francés, Albert Camus, la vida es tan absurda que es conocido como el filósofo del absurdo. Camus rechazó el marxismo, pero desilucionado tras el divorcio con su mujer, el abandono del Partido Comunista, y la tragedia de la Segunda Guerra Mundial hizo que buscara un sentido para la vida. Pero solo halló lo que otros filósofos han encontrado, que sin Dios la vida es una vida irracional que no tiene absolutamente ningún sentido y que el universo es totalmente indiferente a nuestras preguntas existenciales. De modo que la cuestión del sentido se convirtió en el sentido de Camus, a tal punto que lo lleva en 1942 a afirmar: “No hay mas que un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio. La cuestión de si vale o no la pena vivir es la pregunta fundamental de la filosofía.”

        De ahí que en su famoso artículo “La Crisis del Hombre”, Camus escriba, “Si no se cree en nada, si nada tiene sentido y si en ninguna parte se puede descubrir valor alguno, entonces todo está permitido y nada tiene importancia. Entonces no hay nada bueno ni malo, y Hitler no tenia razón ni sinrazón… Si nada es verdadero o falso, nada bueno o malo, si el único valor es la habilidad, sólo puede adoptarse una norma: la de llegar a ser el más hábil, es decir, el más fuerte. En este caso, ya no se divide el mundo en justos e injustos, sino en señores y esclavos. El que domina tiene razón”. El gran escritor ruso, León Tolstói, también afirmaba que el ateísmo no puede proveer ningún sentido a la vida porque dicho pensamiento desemboca en el nihilismo y que la única forma de vivir con propósito y sentido es sometiendo la propia voluntad a la voluntad de Dios.

     Así que, ni los mismos profetas de los ateos estarían de acuerdo con muchos ateos modernos pues todos admitieron que sin Dios la vida no tiene valor. Tanto filósofos creyentes como no creyentes siempre han estado de acuerdo de que si el materialismo es cierto entonces solo somos una bolsa de carne andante y el producto de un azar evolutivo que llegó aquí por accidente sin valor, ni moral, ni dignidad ni propósito. En otras palabras, no somos nadie especial. Después de todo, ¿no es eso lo que sostienen muchos ateos de hoy? Entonces ¿por qué no actúan como tal? Este es el problema con muchos ateos, no solo sostienen esta postura pesimista de la vida sino que tampoco actúan como tal.  Al contrario, quieren afirmar la incoherencia del ateísmo sin vivir conforme a lo que ello implica. Afirmando verdades y morales de manera objetiva que solo tienen sentido en el cristianismo. Como dice el matemático, teólogo y filósofo cristiano, William A. Dembsk, “El ateo está engañado cada vez que emite un juicio moral, que actúa como si tuviera una referencia objetiva, cuando su filosofía, de hecho se opone a ella.”

      Pero ¿por qué muchos ateos viven en negación a lo que su propia creencia conduce? Porque la realidad es que todos estamos creados a imagen de un Dios moral y porque sabemos en nuestra conciencia que así como existe una moral objetiva también existe un Legislador o dador de esa ley natural (Romanos 1:18-20). Por tanto, nadie niega que hay ateos que son moralmente mejores que algunos creyentes sino que simplemente decimos que no tienen fundamento o base para su moral y por ende no tiene sentido que se jacten de creerse más buenos que los creyentes ya que como diría el mismo Sartre, “nadie es ni bueno ni malo, nadie es héroe ni cobarde.” 

       No se puede ser ateo y querer vivir según el cristianismo. Solo tenemos dignidad, respeto y valor intrínseca (no instrumental) sin importar nuestro género o color de piel porque todos estamos creados a imagen de un Dios moral (imago dei). Por otro lado, no es sorpresa que aquellos ateos y agnósticos que aceptan esta realidad terminan muchas veces acudiendo al suicidio como una salida válida para esta situación de angustia existencial pues sólo el cristianismo ofrece un existencialismo satisfactorio. Por alguna razón los ateos y agnósticos tienen la tasa más alta en suicidios, inmoralidades y genocidios en masa. Basta con mencionar a dictadores ateos como Stalin, Mao y Pol Pot quienes entendieron esto y lo pusieron en práctica. Mientras que según estudios, los cristianos tienen los niveles más altos de felicidad y son menos propensos a padecer depresión y a cometer suicidios. En otras palabras, las ideas tienen consecuencias.

       Como explica el filósofo cristiano, Paul Copan, “Si los seres humanos son simplemente un producto de la evolución natural, entonces no tenemos fundamentos para tener obligaciones morales o dignidad humana. Esto podría disminuir fácilmente nuestra motivación moral. El asesino en serie, predador sexual y caníbal ateo, Jeffrey Dahmer, reconoció la seriedad de este asunto cuando dijo: "Si todo sucede naturalmente, ¿cuál es la necesidad de un Dios? ¿Puedo establecer mis propias reglas? ¿A quién pertenezco? Me pertenezco a mí mismo" (Paul Copan  teólogo cristiano, filósofo analítico, apologista y autor). En un mundo naturalista salimos de la nada y nos espera la nada.

        El apologista cristiano, Ravi Zacharias, también coincide con esto cuando declaró que “Si la vida surgió por accidente la consecuencia indeludible, ante todo lo demás, es que no puede haber un significado ni un propósito para la existencia. Esta consecuencia es el talón de Aquiles de la creencia atea. Porque las personas en particular, y las culturas en general, anhelan un significado en la vida. Pero si esta es producto del azar, resulta que hemos escalado peldaños de la evolución solo para encontrar que arriba no hay nada.” (Ravi Zacharias, El Fin de la razón).     Por otro lado, el slogan, “Black Lives Matter” es una buena idea pero su movimiento progresista es opuesta al cristianismo y como cristianos tenemos que volver a nuestro fundamento que está en la Biblia. Dicha organización ha mostrado que ni siquiera le importa la vida negra, blanca, azul (policías) o hispana sino solo el poder político. Es difícil encontrar a alguien que no condene el crímen que cometieron los policías corruptos de George Floyd pero ¿acaso somos nosotros moralmente mejores? Si hemos robado, mentido, blasfemado o mirado con lujuria alguna vez en nuestra vida entonces tampoco somos buenas personas y como dijo Jesús, “No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.” (Lucas 13:3).

        En fin, ¿importa la vida negra para los cristianos? Por supuesto y debería, pero no apoyamos la organización BLM por su ideología marxista, anticristiana y liberal como tampoco el ateísmo ya que conduce al nihilismo y la perdición eterna. Este punto de vista humanista colocaría al ser humano en un lugar angustiante, pues si nada de lo que hace va a sobrevivir a su corto tiempo en el mundo, y no es el fruto de una causa trascendente, de un amor que perdona, muy bien se podria decir, con el sabio y rey Salomón, que todo bajo el sol es “Vanidad de vanidades” y por eso concluye que, “ El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre”(Eclesiastés 12:13).

Objeción

“Pero para mi la vida sí tiene sentido”

          El ateo podrá creer que la vida tiene significado y vivir moralmente y con propósito pero sigue contradiciendo su propia postura. Además, para ti la vida tendrá valor pero para otros como Hitler o Stalin no por tanto como ateo no puedes decir que ellos están mal porque no tienes esa autoridad sino que es solo tu subjetividad moral contra la de ellos. Solo si Dios existe hay moral objetiva, propósito y significado en la vida. Si no hay Dios entonces la vida es absurda lo cual fue reconocido por filósofos existencialistas como Sartre y Nietzsche. No hay estándar objetivo fuera de nosotros a menos que Dios exista.

         En su libro "Dios no está muerto" , Rice Broocks afirma "El mundo occidental está sufriendo el contragolpe del sin sentido del ateísmo y la incredulidad. El suicidio está incrementando. El abuso de drogas, especialmente la versión respetable del abuso de las drogas prescritas, está ahogando la vida de una generación que se está automedicando desesperadamente, con la esperanza de no ahogarse en el dolor emocional. Esto no es de sorprenderse. Cuando le dicen a la gente que Dios no existe, que sólo son animales que han evolucionado de formas más bajas y son producto de la casualidad, se les ofrece poca esperanza de extraer de esa filosofía cualquier tipo de significado" (pp. 123-124). La Biblia dice que la vida debajo del sol es vanidad y aflicción de espíritu (Eclesiastés 2:17), Eclesiastés 3 enumera 28 actividades humanas (14 positivas edificar y reír y 14 negativas como derribar y llorar) y si a 14-14=0. El saldo es cero, por eso Salomón concluye que el sentido de la vida es temer a Dios y guardar sus mandamientos, por que eso es TODO (Eclesiastés 12:13). Jesús dice que la vida eterna es conocer al único Dios verdadero y a Su Hijo, Jesucristo (Juan 17:3). En otras palabras, “Si Dios no existe, todo está permitido; y si todo está permitido la vida es imposible" (Fiodor Dostoievsky, novelista ruso y considerado uno de los más grandes escritores de Occidente y de toda la literatura universal).

En fin, el ateísmo es la muerte de la esperanza, el suicidio del alma.