¿JEFTÉ MATÓ A SU HIJA? (Jueces 11:30-39)

Los que sacrificaban a los seres humanos eran adoradores de Moloc, dios de los amonitas (1 Reyes 11:7) y Jefté nunca es acusado de ser adorador de Moloc. Además, si hubiera sido adorador de Moloc, Dios no lo habría escogido para pelear las batallas de Israel (ni mucho menos contra los amonitas mismos). Jueces 11:33.

1• EL VOTO (Jueces 11:30, 31):

“Y Jefté hizo voto a Yahweh, diciendo: Si entregares a los amonitas en mis manos, cualquiera que saliere de las puertas de mi casa a recibirme, cuando regrese victorioso de los amonitas, será de Yahweh, y lo ofreceré en holocausto.” (Versión Valera 1960).

Y Jefté hizo un voto al SEÑOR, y dijo: Si en verdad entregas en mis manos a los hijos de Amón, sucederá que cualquiera que salga de las puertas de mi casa a recibirme cuando yo vuelva en paz de los hijos de Amón, será del SEÑOR, o lo ofreceré como holocausto”. (La Biblia de las Américas).

OJO: La palabra traducida “y” se traduce “o” en Éxodo 21:17 en la Versión Valera 1960; es decir, los traductores de esta versión reconocen que esta palabra se puede traducir “o”. Este punto de gramática es importantísimo en este estudio porque el voto dice que si sale persona a recibirlo, será dedicada al Señor en servicio perpetuo, “o” si es animal, será ofrecido en holocausto.

2• JEFTÉ ERA HOMBRE FIEL A DIOS Y JAMÁS HABRÍA OFRECIDO SACRIFICIO HUMANO:

Al leer lo que la Biblia dice acerca de este hombre noble es imposible creer que él haría un voto de ofrecer un sacrificio humano al Señor, cosa que fue enfáticamente prohibida por la ley de Moisés. Levítico 18:21, “Y no des hijo tuyo para ofrecerlo por fuego a Moloc; no contamines así el nombre de tu Dios. Yo Yahweh”. Lev. 18:29, “cualquiera que hiciere alguna de todas estas abominaciones … serán cortadas de entre su pueblo”. Lev. 20:2, “Cualquier varón de los hijos de Israel, o de los extranjeros que moran en Israel, que ofreciere alguno de sus hijos a Moloc, de seguro morirá; el pueblo de la tierra lo apedreará”.

Jefté era hombre fiel. Cuando los ancianos de Galaad querían traer a Jefté del exilio para pelear contra los amonitas, Jefté expresó mucha confianza en Yahweh (“y Yahweh los entregare delante de mí”, Jueces 11:9). Entonces trajeron a Jefté de Tob le hicieron su caudillo y “Jefté habló todas sus palabras delante de Yahweh en Mizpa” (Jueces 11:11). Dice el v. 29, “Y el Espíritu de Yahweh vino sobre Jefté”.
Sería en extremo absurdo afirmar que el Espíritu del Señor ayudaría a este hombre fiel y valiente para vencer a los amonitas sabiendo que iba a cometer la abominación de ofrecer un sacrificio humano que era la religión del dios Moloc.

Véanse también 1 Reyes 11:7, “Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón”. ¿Quién puede creer que Dios ayudaría a Jefté a vencer a los amonitas que practicaban la abominación de ofrecer a sus hijos en sacrificio a Moloc, y luego aceptar el sacrificio humano ofrecido por Jefté? ¿Por qué castigar a los amonitas si este gran siervo de Dios iba a practicar la misma abominación?
Acaz (2 Crónicas 28:3) y Manasés (2 Reyes 21:6) practicaron esta abominación y fueron condenados severamente, pero no hay texto alguno que condene a Jefté. Más bien, él está en la lista de los más fieles en Hebreos 11 (v. 32).

3• LA HUMILDE Y PIADOSA HIJA DE JEFTÉ:

Ella era “su hija única; no tenía fuera de ella hijo ni hija”, Jueces 11:34.

Jueces 11:36= “Entonces ella le dijo: Padre mío, has dado tu palabra al Señor; haz conmigo conforme a lo que has dicho, ya que el Señor te ha vengado de tus enemigos, los hijos de Amón.”

La hija de Jefté no expresó ni una sola queja. No dijo, “Pero no es justo. ¿Por qué me estás castigando?” Estaba muy agradecida con Dios por la victoria de su padre sobre los amonitas. Ella hizo una sola petición: “Déjame por dos meses que vaya y descienda por los montes, y llore mi virginidad, yo y mis compañeras”. ¿Qué lamentaba? ¿Su muerte? No lamentaba su muerte sino su virginidad. Si hubiera estado bajo sentencia de muerte, ¿por qué lamentar su virginidad?
No lamentaba el morir como virgen. Más bien, lamentaba el vivir perpetuamente como virgen. Nunca tendría familia propia (recuerde el caso de Ana, 1 Sam. 1). Y puesto que Jefté “no tenía fuera de ella hijo ni hija”, él no tendría descendientes.

Ahora bien, ¿Por qué en los montes? Por ser muy modesta buscaba la soledad con sus compañeras.
El lamentar su virginidad tenía relación específica con el voto. Jefté cumplió el voto. ¿Cómo? Lea el v. 39 con cuidado: “Pasados los dos meses volvió a su padre, quien hizo de ella conforme al voto que había hecho. Y ELLA NUNCA CONOCIÓ VARÓN”.

4• JEFTÉ CUMPLIÓ SU VOTO:

¿Dice el texto que Jefté hizo de ella conforme al voto y la mató? NO, sino que “hizo conforme al voto que había hecho y ¿qué? “ella nunca conoció varón”. Esta frase no informa de su virginidad (hecho ya conocido), sino que explica el significado del voto. Jefté cumplió el voto – ella nunca conoció varón.
Jefté cumplió su voto ¿cómo? ¿de qué manera? La respuesta: por el hecho de que “ella nunca conoció varón”; es decir, por medio de dedicar ella su virginidad al Señor.

El voto decía que cualquiera que salga de la casa a recibirme “será del Señor”. Entonces después de lamentar su virginidad en los montes por dos meses con sus compañeras, siendo “del Señor” (v. 31) es razonable concluir que ella entró en el tabernáculo para servir al Señor (1 Samuel 2:22; Lucas 2:36-38).
Entonces siendo “del Señor” su vida sería como “holocausto”, ofrecida totalmente al Señor.

Créditos: Alexander Vivian.

http://forobiblico.blogspot.com/2008/10/sacrific-jeft-literalmenta-su-hija.html