¿Hubo Muerte Animal antes de la Caída?       

               Algunos teístas evolutivos y creacionistas de tierra vieja como Ben Stanhope, Micheal Jones (alias InspiringPhilosophy) y el filósofo cristiano, William Lane Craig de Fe Razonable creen que hubo muerte animal antes de la caída. Esta creencia difiere con la interpretación tradicional, clásica y conservadora de que la muerte en general fue resultado del pecado original o rebelión del hombre. Sin embargo, Craig trata de justificar su creencia diciendo que, "La idea de que no hubo muerte o sufrimiento de los animales antes de la Caída es, creo, un mito del creacionismo joven. No hay sugerencia en Génesis de que la muerte animal sea el resultado de la Caída, simplemente no está ahí....Así que me parece irónico que tantos creacionistas de la tierra joven crean que la muerte animal es el resultado de la caída del hombre en el pecado cuando esto no se enseña en la Biblia en absoluto. Este es uno de esos casos claros en los que, creo, la gente está leyendo cosas encima el texto en lugar derivarlas del texto; están leyendo entre líneas....No hay razón para pensar que no hubo muerte animal antes de la caída del hombre en el pecado…. no hay nada en la Biblia que indique que no hubo muerte animal, que esta fue la consecuencia de la Caída del hombre. Eso simplemente no aparece entre las consecuencias de la Caída.” (La Cosmovisión Cristiana, cuarta parte, Dios y la religión, editado por Jairo Izquierdo y Raúl Jaramillo de Fe Razonable, pp.27-28 y video de Fe Razonable en Español, youtube, “Si Dios vio la creación como buena, ¿por qué los animales se matan entre sí?”).    
            Craig falla de varias maneras con su respuesta. En primera creer que la muerte animal fue resultado del pecado de Adán no es un mito de creacionistas de tierra joven, sino que esto siempre ha sido la posición de la religión judeocristiana por más de 2,000 años. ¿Acaso todos estuvieron equivocados y ahora Craig encontró el verdadero significado del texto? De hecho, la postura de Craig no solo es rechazado por creacionistas de tierra joven sino también por muchos creacionistas de tierra vieja. Segundo, comete la falacia del argumento del silencio la cual podría usarse también en su contra ya que en ninguna parte de Génesis dice que hubo muerte animal antes de la Caída.   
         Al contrario, es después de la Caída que encontramos el primer registro de muerte animal, cuando Dios cubrió a Adán y a Eva con delantales de pieles para reemplazar la cubierta de hojas de higuera que ellos asumieron que cubriría su desnudez. “Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.” (Génesis 3:21). Aparentemente Abel imitó algo como esto cuando sacrificó de su ganado (porciones gordas) en Génesis 4:4, como lo hizo Noé después del diluvio en Génesis 8:20 y luego los israelitas lo hicieron también, ofrendando corderos, palomas, etc. Pero además de esta falacia, Craig también ignora que el mismo Génesis 1:29-31 indica que en el plan original el hombre y el resto de los animales eran vegetarianos y que así será también en el futuro cuando Dios crea cielos nuevos y tierra nueva.     
             En cuanto a las maldiciones de la Caída, Génesis 3:14-19 indica que los resultados o consecuencias no solo incluyeron la muerte espiritual y física de Adán, sino que también afectó el resto de la creación como a las plantas y el reino animal debido a la jefatura federal que tenía Adán sobre la tierra. De hecho, al maldecir a la serpiente Dios no solo está pronunciando una sentencia de castigo al diablo que la usó (Vea Juan 8:44; 2 Corintios 11:3; Apocalipsis 1:9; 20:2 y Ezequiel 28:13-17) sino también al animal al condenarla a andar sobre su pecho y es muy probable que algunos de los demás animales también sufrieron algún tipo de cambio anatómico (como mecanismos de defensa) por causa de la Caída. Esto queda apoyado con Romanos 8:22 la cual afirma que "toda la creación" se vio afectada con el pecado original de Adán y la cual incluiría también el reino animal.  
               De hecho, este tipo de juicio también lo vemos en el diluvio universal la cual vemos cómo los animales también murieron por causa de la maldad exagerada del hombre. Una buena analogía para esto es cuando un pueblo elige un mal presidente. Eso afectará a todo el país porque dicho presidente tiene autoridad o dominio sobre el pueblo en ese momento y así lo ha ordenado Dios como una forma de juicio. Lo mismo con Adán y el resto de la creación que Dios le encargó bajo su dominio (Génesis 1:26 y Salmo 8). Además, la maldición de este animal también tiene sentido a la luz de Génesis 9:5 y Éxodo 21:28-29 donde Dios exige el castigo a un animal que mate a un ser humano. Mientras que en Marcos 5:1-20 y Lucas 8:26-39 vemos que el hato de cerdos los cuales fueron poseídos por demonios se precipitaron por un despeñadero al lago, y todos murieron ahogados. Aunque los animales no tienen culpa moral ni espiritual, Dios demanda su muerte o sufrimiento por alguna consecuencia o acto que no fuera de su agrado (Levítico 20:15-16). Por tanto, Dios no solo pronunca una sentencia de castigo contra Satanás quien tentó a Eva por medio de la serpiente sino al mismo animal también.   
             Craig también dijo, “No sé si eso [depredación] era lo que Dios tenía en mente cuando dijo que todo era bueno pero en los Proverbios dice que Dios le da a los leoncillos su presa lo cual encaja con la ciencia moderna (video de Fe Razonable en Español, youtube, “Si Dios vio la creación como buena, ¿por qué los animales se matan entre sí?)” En primer lugar, tal pasaje no se encuentra en los Proverbios sino en los Salmos 17:12 y 104:21 lo que demuestra lo poco que Craig lee su Biblia. Segundo, tales Salmos que citan algunos creacionistas progresistas y teístas evolutivos sobre los leones que comen a su presa tiene que ver con la Providencia de Dios y no con la Creación de Dios pues los verbos que usan están en tiempo presente y no en tiempo pasado o futuro. Por tanto, tales pasajes no tienen nada que ver con el relato de la creación original de Génesis (pre-caída) sino que son post-caída puesto que el mismo Génesis 1:29 al 31 indica que en el principio tanto el hombre como todos los animales eran vegetarianos (lo cual incluiría a los leones) y así también será en el futuro cuando Dios crea cielos nuevos y tierra nueva (Isaías 11:6-7-9 y 65:25).      
           Fue después del diluvio que Dios les dio permiso para comer carne en Génesis 9:1-3 pero en el principio no fue así. Todo cambió por causa del pecado. Es por eso que Pablo describe la creación presente como alguien que “gime” (Romanos 8:22). Sin embargo, Dios ha prometido arreglar la tierra como estaba en el huerto del Edén y luego hará cielos nuevos y tierra nueva donde no habrá más sufrimiento y donde los llamados animales salvajes volverán a ser vegetarianos. Como está escrito, “Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostara; el becerro y el león y la bestia domestica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echaran juntas; y el león como el buey comerá paja.” (Isaías 11:6-7-9 y 65:25). Por tanto, asumir la doctrina filosófica del uniformismo (todo ha sido siempre igual) es contrario a las Sagradas Escrituras (Vea 2 Pedro 3:3-6).     
            Además de que tampoco tiene sentido que un Dios bueno y de amor ponga Adán y Eva en un lugar peligroso donde podían ser matados por un animal salvaje. Ni nosotros mismos haríamos tal cosa con nuestros propios hijos por lo que dicha idea no solo es incompatible con la naturaleza benigna de Dios, sino que también es incompatible con Su Palabra (Génesis 1:31). Por tanto, la muerte nunca fue parte de la creación original, ni lo será en la nueva y futura creación del cielo nuevo y tierra nueva (Vea Isaías 11:6-9; 65:25 y Apocalipsis 21:4). La muerte es una triste realidad en nuestro mundo presente y una de las razones por las que algunos odian a Dios porque lo consideran responsable por la pérdida de un ser querido (o una mascota). Lamentablemente algunos cristianos asumen que la muerte siempre ha sido parte de nuestra naturaleza, parte de la creación original de Dios y como hasta algo “bueno”. Sin embargo, la Biblia nos enseña que la muerte ya sea física, espiritual, humana o animal es una consecuencia de la desobediencia del hombre. No es culpa de Dios quien por cierto promete arreglarlo como era en el principio (Isaías 11:6-9).    
            Otros citan Génesis 1:26-28 como “prueba” de que hubo muerte animal antes de la Caída. Sin embargo, Génesis 1:26-28 no menciona nada de muerte de personas o animales y no hay forma de que una persona lea objetivamente este pasaje y llegue a esa conclusión pues no hay nada en ella que sugiera que el mundo estaba lleno de violencia y depredación. A menos que estas personas ya estén partiendo de la presuposición de que hubo muerte antes de la Caída y quieren forzar subjetivamente dicha idea en el texto. A eso se le llama eiségesis. En segundo lugar, ¿sojuzgar (kavash) qué? El mismo texto indica que se refiere a la tierra, no a personas o animales. De hecho, si buscamos en un diccionario veremos que la palabra “sojuzgar” también puede referirse a cultivar la tierra lo cual es consistente con Génesis 2:5,15-17 y 3:23 donde enseña que el trabajo que Dios le dio a Adán era labrar la tierra (Harris, Laird; Theological Wordbook of the Old Testament).   
         Pero como respuesta estos teístas evolutivos dicen que en el hebreo “sojuzgar” (kavash) y “señorear” (radah) significa matar, violar, invadir, esclavizar y conquistar militarmente. Sin embargo, hay varios tipos de problemas con este tipo de reinterpretación. Primero, ¿a quién Adán y Eva iba a conquistar militarmente si cuando se les dio este mandamiento eran las únicas dos personas en el planeta? Todavía no habían naciones para conquistar. Por tanto, ¿a quiénes iban a gobernar a la fuerza? Segundo y bíblicamente hablando, la palabra “sojuzgar” o “señorear” solo significan dominar o gobernar y por eso algunas versiones de la Biblia la traducen de esa manera. El verbo griego usado en el Antiguo Testamento griego (LXX) de la Septuaginta tampoco implica la misma noción violenta que ven estos teístas evolutivos en el hebreo. Obviamente uno puede gobernar de manera violenta y cruel como hacen los dictadores o de manera justa, compasiva y piadosa como hizo el rey Salomón y como hará el Señor cuando venga en su reino (1 Reyes 4:24-26 y Salmo 72:8-14). Así también lo indica los editores de la “New English Translation Bible” y la gran mayoría de los diccionarios y comentarios bíblicos.   
           La pregunta es ¿cuál de los dos tiene más sentido aplicar en Génesis 1:26-28? y eso se determina según el contexto.  Estas palabras no pueden referirse de manera negativa porque el mismo capítulo dice que todo “era bueno en gran manera” (v. 31) antes que entrara el pecado al mundo lo cual en el hebreo no solo quiere decir que todo funcionaba bien sino que también se refiere a que todo era moralmente bueno y por eso Dios estaba complacido y satisfecho con su propia creación (Kyle M. Yates, Genesis, in The Wycliffe Bible Comentary, Edited by Charles F. Pfeiffer and Everett F. Harrison, Chicago, Moody Press, 1962, p.4). En otras palabras, la creación original reflejaba el carácter y la benignidad del mismo Dios que lo creó (Vea 1 Crónicas 16:34 y Salmo 34:8).    
       Además, ¿qué es bueno? La muerte no puede ser algo bueno porque Dios mismo le advierte al hombre en Génesis 2:17 que si desobedece su castigo será la muerte y en 1 Corintios 15 dice que la muerte es un enemigo que será destruido. De hecho, la razón por la cual no habrá más muerte en el futuro cuando estemos en el cielo nuevo y tierra nueva es porque la muerte es parte de la maldición de la Caída (Apocalipsis 21:4 y 22:3). No solo eso, ¿acaso Dios mandaría al hombre a gobernar por medio de la violación, asesinatos, la esclavitud y la explotación de la tierra? No, ya que eso contradice el mismo capítulo (Génesis 1:31) y la misma naturaleza de Dios quien es el Supremo Bien (Summum bonum). Matar, violar y explotar no son actos buenos. Además de que ese no es el tipo de rey o líder que Dios desearía tener gobernando sobre Su propia creación (Vea Ezequiel 34:4 y Salmo 72:8-14).   
             Por tanto, es más lógico y consistente pensar que la manera que Dios mandó a Adán a dominar la tierra era de manera justa, compasiva, benevolente, productiva y para beneficio de la futura humanidad que iba descender del mismo Adán (Hechos 17:26). Después de todo, Dios también se preocupa por los animales y no los creó para que sufrieran. Eso es consecuencia de nuestro pecado y su propia Palabra nos manda a cuidarlos, no a maltratarlos o torturarlos (Vea Proverbios 12:10). No somos reyes supremos en la tierra, Jesús es el Rey, nosotros solo somos los mayordomos y como buenos mayordomos tenemos la responsabilidad de gobernar, no a nuestra manera sino de la manera correcta y según la Ley divina la cual está por encima de cualquier rey humano (Vea Levítico 25:43, 46, 53; Isaías 11:1-9 y Romanos 13:1-5). ¿No es ese el mismo tipo de señorío que esperaríamos de Adán como cabeza o representante de Dios en la tierra?    
            Además, en los siguientes versículos (Génesis 1:29-30) enseña que antes de la Caída tanto el hombre y todos los animales eran herbívoros lo cual eliminaría la posibilidad de matar animales para alimentación o vestimenta. Por alguna razón, cuando Adán y Eva pecaron no se hicieron túnicas de pieles para cubrir su desnudez sino hojas de higuera. La idea de cubrirse con pieles de animales ni siquiera se les cruzó por la mente lo que da entender que NUNCA habían matado o visto NINGUNA muerte animal. De hecho, fue Dios mismo el que mató el primer animal pues el vestir a Adán y Eva con pieles de túnicas implica que un animal tuvo que morir lo cual tipificaba o representaba a su vez el futuro sacrificio que haría Jesucristo en la cruz como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Génesis 3:7-21; Juan 1:29; Hebreos 9.22; Juan 1:29; Gálatas 3:27 y Filipenses 3:21). Ese es la primera vez en la Biblia que se habla de la muerte de un animal y fue después de la caída. No antes. De hecho, tampoco habrá muerte en el cielo nuevo y en la tierra nueva pues todo será como en el principio (Vea Isaías 11:6-9; 65:25 y Apocalipsis 21:4).    
            Resumiendo, no se puede tomar una palabra o frase que tiene múltiples significados y simplemente elegir una que más te guste y luego usarlo para reinterpretar un verso muy claro que realmente no puede significar más de lo que dice.  Simplemente es falaz asumir que el mundo original que Dios creó era igual al mundo actual que vivimos donde hay muerte, hambre, guerras, enfermedades y depredación. A menos que crean en la doctrina filosófica del uniformismo lo cual es contrario a las Escrituras (Vea 2 Pedro 3:3-6). En fin, la muerte es una triste realidad en nuestro mundo presente y una de las razones por las que algunos odian a Dios porque lo consideran responsable por la pérdida de un ser querido (o una mascota). Lamentablemente algunos cristianos asumen que la muerte siempre ha sido parte de nuestra naturaleza, parte de la creación original de Dios y como hasta algo “bueno”. Sin embargo, la Biblia nos enseña que la muerte ya sea física, espiritual, humana o animal es una consecuencia de la desobediencia del hombre. No es culpa de Dios quien por cierto promete arreglarlo como era en el principio (Isaías 11:6-9).   

OBJECIONES:

“Entonces ¿por qué Génesis 4:4 enseña que Abel era pastor si la vegetación era el único alimento permitido? Si Abel mantenía rebaños entonces ¿no demuestra eso que consumir carne ya era practicado por los antediluvianos?”

       El error de este tipo de pregunta es que asume que los animales solo sirven para comer y cuando el versículo ni siquiera dice que Abel comía sus ovejas. En otras palabras, especulan y deducen falazmente esto de la siguiente forma, “Todo el que tenga un rebaño come carne. Abel tenía un rebaño. Por tanto, Abel comía carne.” El problema está en la primera premisa lo que hace que la conclusión sea falsa. De hecho, actualmente hay pastores y agricultores de ovejas como Nick y Sarah Miller que son veganos (Meet the Vegetarian Sheep Farmers, The Independent).   
         Otro ejemplo lo tenemos del mismo padre de Abel, Adán fue mandado a cuidar, proteger, dominar y usar a los animales en Génesis 1:26-28 por lo que es posible que Adán también tenía su rebaño o ganado y que de él aprendió Abel. Sin embargo, en los siguientes versículos indican que Adán era vegetariano (v.29-30) por lo que de seguro Abel siguió la misma dieta de alimentación de su padre pues no fue hasta Génesis 9:3 donde se describe el cambio de alimentación del hombre.   
       ¿Y entonces por qué Abel tenía ovejas? Pues por las mismas razones que Adán, su padre, tenía animales siendo vegetariano. En otras palabras, los animales no solo sirven para saber deliciosos. Algunos como los bueyes sirven para arar los campos, los caballos sirven para el transporte o los perros como guardianes o mascotas, etc. De hecho, el mismo pasaje muestra que Abel los usaba para sacrificio a Dios, siguiendo el ejemplo que Dios había puesto con respecto a la provisión de una cubierta de pieles para Adán y Eva (Vea también Hebreos 11:4). Otras razones obvias eran porque proporcionan lana o su piel para la ropa (algunas cabras también tienen el pelo largo), leche, mantequilla y queso. Bueno, al menos la leche, ya que el método de fermentación podría no estar establecido todavía. Además, pueden ayudar a limpiar la tierra, ya que están comiendo hierba, antes de que la humanidad pueda plantar cualquier cosa. Incluso si todos los animales vivieran en paz entre ellos las ovejas deben quitarse el pelo cada año por lo que requieren cuidados continuos o sufrirían y morirían.  
       Por tanto, el caso de Abel y su rebaño simplemente sirve para demostrar que Dios le dio el derecho a los humanos de usar a los animales para su beneficio. Pero esto no significa que también comía de la carne de los animales que cuidaba o usaba para su trabajo puesto que Dios todavía no le había dado permiso al hombre de alimentarse de ellos (Génesis 9:3).  

¿Y qué hay de Noé? En Génesis 9:3,4 no hay ninguna primera autorización a ingerir alimentos de carne pues ya los consumían sino a comerlos sin su sangre. De hecho, creo que Noé y su familia se comieron algunos animales limpios mientras estaban en el Arca.”

       Es cierto que Dios da instrucciones de qué tipo de carne podía comer y sin sangre en Génesis 9, sin embargo esto no asume que ya comían carne previamente. El que Noé supiera la diferencia entre animales limpios e impuros antes de subir al Arca tampoco implica que comía carne (Génesis 7:2-3). Asumir tales cosas sería apelar a otro argumento deductivo inválido (non sequitur). Además, el mismo pasaje indica que Dios le puso miedo a los animales en ese momento. Por tanto, ¿por qué Dios pondría el temor a la humanidad en los animales si ya el hombre comía animales? Eso no tendría sentido. Al contrario, este temor parece indicar que la relación que tenía el hombre con los animales era diferente y que el hombre no los veía como alimentos. A pesar de esto, el teísta evolutivo, Ben Stanhope, trata de negar esto mezclando diferentes versículos de la Biblia como Génesis 9:3,4 con Deuteronomio 2:25 las cuales no tienen nada que ver la una con la otra.   
      El mismo hecho de que Noé tenía diferentes clases de animales dentro del Arca sin comerse unos a otros también demuestra que todos los animales (y las personas) eran originalmente vegetarianos antes y durante el Diluvio (Génesis 1:29-30 y 9:1-3). Por tanto, Noé no tuvo que preocuparse en mantener a los leones alejados de las ovejas porque nadie comía carne. En Génesis 1:29-30 nos muestra que en el huerto del Edén y antes del Diluvio universal los animales y la gente eran todos herbívoros. Después del Diluvio fue que las cosas empezaron a cambiar y tanto las personas como los animales empezaron a ser carnívoros (Génesis 9:1-3).   

“Pero Craig dijo, “Y científicamente hablando, sería inevitable que antes de la caída del hombre, durante los seis días anteriores a la caída del hombre, incluso tomados literalmente, los microorganismos y los insectos estarían muriendo. No hay razón para pensar que no hubo muerte animal antes de la caída del hombre en el pecado…. Eso simplemente no aparece entre las consecuencias de la Caída.” (La Cosmovisión Cristiana, cuarta parte, Dios y la religión, editado por Jairo Izquierdo y Raúl Jaramillo de Fe Razonable, pp.27-28 y video de Fe Razonable en Español, youtube, “Si Dios vio la creación como buena, ¿por qué los animales se matan entre sí?”). Además, “Las plantas mueren y las bacterias en nuestro cuerpo también. De hecho, si Juan 12:14 dice que las semillas mueren y Adán comió de la vegetación en Génesis 1:29 entonces ¿acaso no demuestra eso que hubo muerte antes de la Caída? Después de todo, ¿acaso Adán no pudo pararse encima de una hormiga y haberla matado?”  

         En la Biblia las plantas no están “vivas” (nephesh chayyah) en el mismo sentido que los humanos y los animales. Por eso la expresión “aliento de espíritu de vida en sus narices” (hayya) solamente se usa para describir personas o animales (Vea Génesis 2:7, 19; 6:15 y 7:15, 22) por lo que esta clasificación bíblica eliminaría a las plantas y los insectos como las hormigas ya que no respiran en sus narices sino a través de los poros de sus pieles.    
         Por tanto, “Las plantas nunca son el tema de  חָיָה ” (Gerleman 1997, p. 414) ni están “…vivos en el Hebreo bíblico o en la segunda literatura del Templo Judío…” (Kennard 2008, p.169), lo cual es importante notar ya que la muerte de plantas es un argumento usado por aquellos que creen en la muerte antes de la Caída. En otras palabras, cuando comes una manzana no estás matando la manzana. Además, es el aliento de vida lo que separa a los humanos y animales de las plantas porque la sangre es la señal de vida (Vea Génesis 4:10; 9:4-6; Levítico 17:11,14; 2 Samuel 1:9 y 1 Reyes 17:21-22). De hecho, la referencia de comer animales sin su sangre porque en su sangre está la vida obviamente se refiere a animales vertebrados según la lista de la dieta hebrea, no a los animales invertebrados (insectos) pues no sangran igual que los seres humanos o los animales vertebrados sino que tienen en su organismo un líquido circulatorio (anaranjado, verdoso o incluso incolora) llamado hemalinfa.    
         Esto también explica por qué Dios rechazó la ofrenda de vegetación de Caín y aceptó el sacrificio animal de Abel pues la plantas o frutos no son una buena representación de la vida que ofrecería Cristo por nosotros en el sentido bíblico (Génesis 4). La ley del talión de “vida por vida” también se aplicaba a los animales como los osos, lobos o leones que matara a algún ser humano, no a los animales invertebrados (insectos) o plantas venenosas pues no tienen vida en el sentido bíblico (Génesis 9:4).    
         En cuanto a Juan 12:24 donde dice que las semillas “mueren” se refiere cuando producen frutos, no en el sentido de que tienen consciencia de vida como las personas o los animales. Nosotros también usamos ese tipo de expresiones a cosas que no tienen vida como cuando decimos que la batería del carro está muerta refiriéndonos a que está descargada. Lo mismo hace la Biblia con las semillas.  

Otros dicen que el tipo de muerte que se habla en Génesis 2:17 y en las epístolas paulinas como Romanos 5:12 se refieren solamente a la muerte espiritual pero no la muerte física del hombre ni de los animales.

                Sin embargo, Génesis 3:14-19 demuestra claramente que después de comer del fruto prohibido hubo unos cambios físicos no solo en la anatomía del hombre y la mujer lo cual da entender que dejaron de ser inmortales como resultado de la Caída sino también en el animal (serpiente) que Satanás usó para tentar a Eva. Después de todo, no fue la única criatura que sufrió un cambio anatómico por causa de la Caída sino que Génesis 3:14-19 y Romanos 8:18-23 indican que la muerte fue ambas (física y espiritual) y que la caída de Adán no solo afectó a los humanos sino también el resto de la creación lo cual incluye el reino animal. Lo anterior también explica por qué Jesús murió físicamente por nosotros para que nuestro cuerpo físico también fuera redimido (Vea Romanos 8:23 y 1 Corintios 15:42-58). Por tanto, la muerte que produjo el pecado original fue tanto espiritual y física. Así también lo explican los escritores de la Patrística (historia eclesiástica de los Primeros Apologistas y Padres de la Iglesia), los teólogos medievales (con la posible excepción de Tomas de Aquino), los Fundadores de la Reforma Protestante y así afirman la mayoría de los comentaristas bíblicos.   
            Adán y el resto de la creación no murieron físicamente al instante cuando el hombre pecó, pero sí empezaron a morir gradualmente ese mismo día. En otras palabras, el resultado en los seres vivos fue el deterioro biológico. Por tanto, la muerte física nunca fue parte de la creación original sino después de la Caída.    
            Alguien podrá decir, "Pero ¿por qué la maldición de que la serpiente andará sobre su pecho si eso es lo que siempre ha hecho? ¿No demuestra eso que dicho pasaje es mitológico o poético?" El primer error con este argumento es que apela a una posición filosófica conocida como uniformismo (todo siempre ha sido igual) lo cual es contrario a las Escrituras (2 Pedro 3:3-7) y a la misma ciencia la cual demuestra que el mundo cambia. Segundo, el estilo literario de Génesis no está escrito en forma mitológica o poética como los Salmos sino como una narración histórica como Éxodo, Levítico y Deuteronomio. Por tanto, una mejor pregunta sería ¿cómo era la apariencia original de serpiente de Génesis 3 antes de la Caída? La respuesta es que posiblemente tenía patas pero que como resultado de la maldición de la Caída cambió de forma física para estar en esa posición inferior.     
          Sobre la frase "polvo comerás todos los días de tu vida" no se refiere al alimento que iba ingerir para su sustento sino al resultado natural y desagradable de caminar sobre su pecho (compare Miqueas 7:16-17 con Isaías 49:3). Algunos se preguntarán, pero ¿por qué un animal tiene que pagar por los errores del hombre o por haber sido usado por el maligno para causar la Caída lo cual incluye la muerte física humana? La respuesta es debido a su jefatura federal. Una buena analogía para esto es cuando un pueblo elige un mal presidente. Eso afectará a todo el país porque dicho presidente tiene autoridad o dominio sobre el pueblo en ese momento y así lo ha ordenado Dios como una forma de juicio. Lo mismo con Adán y el resto de la creación que Dios le encargó bajo su dominio (Génesis 1:26 y Salmo 8).      
                 De hecho, este tipo de juicio también lo vemos en el diluvio universal la cual vemos cómo los animales también murieron por causa de la maldad exagerada del hombre. La maldición de este animal también tiene sentido a la luz de Génesis 9:5 y Éxodo 21:28-29 donde Dios exige el castigo a un animal que mate a un ser humano. Mientras que en Marcos 5:1-20 y Lucas 8:26-39 vemos que el hato de cerdos los cuales fueron poseídos por demonios se precipitó por un despeñadero al lago, y todos murieron ahogados. Aunque los animales no tienen culpa moral ni espiritual, Dios demanda su muerte por alguna consecuencia o acto que no fuera de su agrado (Levítico 20:15-16). Por tanto, Dios no solo pronuncia una sentencia de castigo contra Satanás quien tentó a Eva por medio de la serpiente sino al mismo animal también.      

              “Pero solo el hombre podía comer del árbol de la vida para poder vivir para siempre. No los animales. Por tanto, como los animales no tenían acceso a ese árbol ¿acaso no demuestra eso que hubo muerte animal antes de la Caída? Después de todo, los animales no son eternos y pudieron haber muerto por algún accidente.”

         Tampoco, pues si el Dios Todopoderoso tenía el poder de preservar la ropa de los israelitas de desgastarse por más de 40 años de caminar al igual que a los tres hebreos de incluso a oler a humo del horno de fuego entonces es lógico pensar que este mismo Dios pudo hacer estas cosas tanto con el hombre, los animales y el resto de la creación las cuales “sostiene todas las cosas con el poder de su palabra” (Hebreos 1:1-3). Dios es el que da la inmortalidad y el que tiene el poder para diseñar un ser humano o un animal para vivir para siempre. Además, solo el hombre tenía acceso al árbol porque dicho árbol fue diseñado para recordarle que la vida eterna viene de Dios y que el hombre depende de Él para vivir para siempre. En otras palabras, la inmortalidad de Adán dependía de su obediencia en comer de este árbol durante el periodo de prueba. Esto es respaldado en Apocalipsis 2:7; 22:2,14.    
      Además, dicha creencia de los creacionistas de Tierra Vieja o teístas evolutivos contradice la misma teología cristiana pues Génesis 3:14-19 y Romanos 8:18-23 enseña claramente que la caída de Adán no solo afectó a los humanos sino también el resto de la creación la cual incluye el reino animal. Por tanto, la muerte animal vino después del pecado del hombre, no antes. Nuestro amoroso Creador que cuida de las aves y los lirios simplemente no llamaría “bueno en gran manera” el sufrimiento y la muerte de animales (Proverbios 12:10, Mateo 6:26 y Génesis 1:31) ¿o acaso es “bueno en gran manera” que animales sufran y se maten unos a otros? Eso no tendría sentido puesto que no es compatible con la naturaleza de Dios y Su propia Palabra. 

Pero ¿acaso los dientes afilados en muchos animales no demuestran que son carnívoros por naturaleza?”

          No pues el que un animal tenga dientes grandes y afilados no es prueba de que dicho animal fuera carnívoro. Hay muchos animales en la actualidad con dientes afilados que básicamente son vegetarianos. Por ejemplo,  el panda gigante come bambús, las ardillas y algunos murciélagos se alimentan de diversas frutas y algunos osos también. De hecho, según el “Senckenberg Research Institute and Natural History Museum”, los osos de las cavernas (Ursus spelaeus) eran exclusivamente vegetarianos. Ni siquiera comían pescado (The Science Daily News, 23 de agosto de 2016). También se ha demostrado que los animales “carnivoros” (como los leones, lobos, etc) pueden vivir bajo una dieta vegetariana como fue el caso de los leones Little Tyke y Lea los cuales no comían carne. La dentadura simplemente no determina siempre la dieta de los animales. Por tanto, la mera presencia de dientes afilados no nos dice cómo se comportaba un animal o necesariamente qué alimentos comía, simplemente nos relatan la clase de dientes que tenía (para la extracción de alimentos, etc.).    
         Antes del pecado, Dios describió el mundo como: “bueno de gran manera” (Génesis 1:31). Algunas personas no pueden aceptar este concepto de la armonía perfecta por causa de la cadena alimenticia que observan en el mundo actual pues interpretan todo bajo la presuposición filosófica del uniformismo. Pero no se puede mirar la condición del mundo que está bajo la maldición del pecado, la muerte resultante y la lucha, para rechazar el relato histórico de Génesis. Todo ha cambiado por causa del pecado. Es por eso que Pablo describe que la creación presente como alguien que “gime” (Romanos 8:22). Sin embargo, Dios ha prometido arreglar la tierra como estaba en el huerto del Edén y luego hará cielos nuevos y tierra nueva donde no habrá más sufrimiento y donde los llamados animales salvajes volverán a ser vegetarianos. “Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostara; el becerro y el león y la bestia domestica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echaran juntas; y el león como el buey comerá paja.” (Isaías 11:6-7).   
         En fin, muchos teístas evolutivos y creacionistas progresivos apelan a una falsa erudición y en teorías naturalistas pues esta vieja creencia (enseñada primeramente por teólogos liberales y modernistas de la Alta Crítica) de que hubo muerte antes de la Caída simplemente no tiene sustento bíblico, ni lógico y contradecir la Biblia no ayuda a la verdadera defensa de la fe cristiana. Al contrario, causa división entre los mismos cristianos y siembra duda y confusión en vez de confianza en la Palabra escrita de Dios. Como dijo el biólogo evolucionista, Thomas Huxley, “Está claro que la doctrina de la evolución es directamente antagonista a la creación … la evolución, si se acepta de manera coherente, hace imposible creer en la Biblia.”, saludos.