Es increíble ver lo bajo que caen los fanáticos ateos al usar la imagen de un niño para decir que Dios no lo ama por sus impedimentos físicos. Sin embargo, cualquiera que sabe un poco de teología cristiana sabe que esto es falso pues tanto Jesús y los apóstoles sanaron a personas ciegas, cojas, jorobadas, amputadas y con otros tipos de discapacidades lo que demuestra que no discriminaban.

De hecho, Jesús mismo contó una parábola donde mostraba que los defectos físicos de una persona no lo excluye de la salvación de Dios (Vea Lucas 14:15-24). También es sabido que hay muchas organizaciones humanitarias fundadas por cristianos que ayudan a gente (niños y adultos) con impedimentos físicos. En cambio, aun no escucho de ateos militantes que funden grupos humanitarios que ayuden a estos necesitados. Es más, son muchos los antireligiosos hipócritas que muestran desprecio hacia aquellos que tienen deformaciones corporales ya que apoyan el aborto si los bebés presentan alguna enfermedad mental o física antes de nacer.

Ahora bien, entonces ¿a qué se refiere Levítico 21:18-21? En primer lugar esto era una ley judía ceremonial que no tiene nada que ver con la iglesia y que se refería al sacerdocio de Aarón y su descendencia de la tribu de Levi (Levítico 21:1 y Exodo 28:1-3). La razón por la cual estos judíos tenían que estar en perfectas condiciones (incluyendo espiritualmente) era por los tipos de trabajo que tenían que hacer en el santuario (templo) lo cual resultaría difícil para un discapacitado y porque como grupo anticipaban o representaban a nuestro Sumo Sacerdote Jesucristo quien fue perfecto en todo (Hebreos 7:24-27). Pero como ya hemos demostrado eso no significa que Dios rechaza a los discapacitados y minusválidos (falacia non sequitur).

Además, los sacerdotes con discapacidades todavía eran sacerdotes que podían ser empleados en otros oficios junto al santuario y como no tenían culpa de sus defectos podían vivir y comer del altar como los demás sacerdotes, incluso de las cosas más santas como los panes de la proposición, de los sacrificios por el pecado y desde luego de las ofrendas de paz (Levitico 21:22-23). Los israelitas también fueron amonestados a que mostraran amabilidad a los sordos y ciegos (Levítico 19:14; Deuteronomio 27:18) y que los que ministraran a los débiles e indefensos serian bendecidos (Salmo 41:1). Por tanto, no eran rechazados o marginados sino que recibían todo lo que necesitaban por mandato divino.

Sin olvidar que ahora que el Sumo Sacerdote perfecto ha venido a morir por nosotros, ya no hay necesidad de los sacerdotes físicamente perfectos que figuraban la venida del Sumo Sacerdote porque Dios nos ve perfectos en Cristo y todos somos real sacerdocio (1 Pedro 2:9; Apocalipsis 1:6 y 5:10). Por tanto, cualquier cristiano (con o sin defectos físicos) puede ofrecer a Dios sacrificios espirituales y hasta ejercer el ministerio en una iglesia. Los únicos que no pueden servir en el liderazgo de una iglesia son aquellos que más bien tienen discapacidades espirituales (pecados) como los ateos (Vea Apocalipsis 3:17).

En conclusión, Dios que es rico en misericordia abrió las puertas de su reino para que todo aquel que en el crea no se pierda (Juan 3:16) por lo que la especulación de que Dios no valora o ama a las personas con defectos físicos o mentales o los minusválidos es falso. La imagen anticristiana es simplemente una errónea interpretación del amor imparcial y la compasión de Dios, saludos.

http://ag.org/top/beliefs/position_papers/Spanish_Position_Papers/08_Discapacitados.pdf