Anabaptistas (evangélicos) Vs. Católicos, luteranos y calvinistas

              Católicos: Los papas católicos como Inocencio III (1215) llegaron casi a aniquilar por completo muchas comunidades cristianas como los Valdenses y otros anabaptistas quienes eran pacifistas a través de inquicisiones (tribunal establecido por el catolicismo romano para combatir la "herejía"). Hasta hubo una cruzaba contra los albigenses (1209 y 1244) donde tanto hombres, mujeres y niños fueron matados solo por pensar teológicamente diferente (Philip Limborch, The History of the Inquisition (Historia Inquisitionis, 1692), 1.57. London, 1731). 

              De hecho, la iglesia católica había decretado en el concilio francés reunido en Tolosa el año 1229 no solo una respuesta para combatir a los valdenses y albigenses a través de la inquisición sino también para prohibir la posesión o la lectura de una Biblia valdense diciendo “Prohibimos asimismo que no se permita a los laicos tener los libros del Antiguo y Nuevo Testamento…; no tengan los libros mencionados traducidos en romance…” (Canon XIV; José Llamas, O.S.A., tomo VLL. Pp. 12-13). La misma aparición de estos decretos y documentos prohibidos no solo en Francia sino en otras partes de Europa implican lógicamente no solo la existencia de grupos cristianos antes de que Martin Lutero naciera sino también la existencia de traducciones de la Biblia en la lengua vulgar y a través de los siglos.       

         Hasta el cardenal católico, Stanislaus Hosius (1504-1579), uno de los más eruditos católicos de su tiempo y presidente del Concilio de Trento, admite en su obra, "Apud Opera" pp.112 y 113, lo siguiente: Si la verdad de una religión pudiera ser juzgada por la prontitud y alegría que un hombre, de cualquiera secta, muestra en el sufrimiento, entonces la opinión y persuasión de ninguna secta puede ser más verdadera y segura que la de los anabaptistas (Bautistas) toda vez que no ha habido ningún pueblo durante estos 1,200 años pasados que haya sido más generalmente castigado y que haya sufrido con más alegría y firmeza, y aun se ha ofrecido para sufrir las más crueles persecuciones.” (Hosius, Letters, Apud Opera, Pages 112-113; Hosius, Works of the Heresatics of our Times, Libro. I. 431. Ed. 1584 y Orchard, La Historia de los Bautistas).   

   Calvinistas: Hasta el pastor reformado y gran traductor de la Biblia del Oso (conocido ahora como la Antigua Biblia Reina Valera y la más usada por los cristianos hispanos), Casiodoro de Reina, admitió que su fascinación por el calvinismo se volvió de pronto una decepción por las acciones violentas de Juan Calvino y de sus seguidores por haber rostizado al español, el aragonés Miguel Servet hasta las cenizas en la hoguera y por perseguir brutalmente a los anabaptistas. Según el mismo Casiodoro no podía contener sus lágrimas ante aquellos pensamientos y recuerdos pues la muerte de su compatriota “golpeaba sus entrañas” y porque “Al mismo tiempo, calvinistas y luteranos se unían para denostar, y en ocasiones perseguir, a los anabaptistas.” (Casiodoro de Reina, Libertad y tolerancia en la Europa del siglo XVI, Centro de Estudios Andaluces, págs. 30, 84-85).   

      De hecho, hubo la respuesta inmediata a esas muertes fueron los libros de Sebastián de Castellio “De haereticis an sint persequendi” y “Contra libellum Calvini”, que corrió manuscrito de mano en mano en los meses siguientes de 1554. En estos textos de Castellio defendía con argumentos bíblicos, morales y filosóficos la libertad de conciencia y acusaba al pastor francés, Juan Calvino, de ser como un inquisidor católico que combatió a Servet con las armas en vez de la pluma. (Casiodoro de Reina, Libertad y tolerancia en la Europa del siglo XVI, Centro de Estudios Andaluces, págs. 90). Algunos calvinistas niegan estas verdades de que Juan Calvino mató a Miguel de Servet. Sin embargo, la realidad es que Calvino no solo mandó a matarlo (como admite Casiodoro de Reina) sino que hasta planeó su muerte. Aca las evidencias históricas de este hecho, que se encuentra en la misma carta de Calvino que le envió a su amigo William Farel el 13 de febrero de 1546 diciendo: "Servet me escribió recientemente con una presumida arrogancia, e incluyó a su carta un largo volumen de sus delirantes fantasías, que a mi parecer son algo desconcertantes e insólitas. Él se encargaría de venir aquí, si yo estuviese de acuerdo. Pero yo no estoy dispuesto a dar mi palabra para su seguridad, porque si él viniese, de ninguna manera le permitiré partir vivo, de tal modo que emplearé toda mi autoridad para este provecho." 
        Luteranos: Los escritos de Lutero sobre la Guerra de los Campesinos están llenos de expresiones de odio y fanatismo pues cuando fue criticado en sus últimos años por incitar a los señores regionales a una matanza violenta y despiadada (más de 100.000 campesinos), Lutero respondió en un tono desafiante: “Fui yo, Martín Lutero, quien mató a todos los campesinos en la insurrección, ya que fui yo quien ordenó que los mataran. Toda su sangre está sobre mis hombros. Pero yo la eché sobre nuestro Señor Dios quien me mandó hablar de esa manera.” (Martín Lutero, Werke, edición de Erlangen, Tomo 59, p. 284.). De hecho, el mismo Consejo de la Federación Luterana Mundial (FLM) pidió perdón por esta masacre de más de 130,000 campesinos. 
              ¿Por qué este lado oscuro de Lutero? Porque la vida y obra de Lutero fue similar en muchos aspectos a la de otros grandes reformistas que comenzaron bien, clamando: “De vuelta a la Biblia,” pero quienes pronto se dieron cuenta que mucho más que la opinión religiosa estaba en juego en una reforma radical en donde tenían a Jesús como Salvador, pero no como el Señor de sus vidas. El resultado fue que un sistema de indulgencias católicas fue abolido sólo para ser sustituido por otro, la sola fide. De hecho, un famoso teólogo moderno y mártir luterano que luchó contra el nazismo de Hitler en Alemania, Dietrich Bonhoeffer, escribió acerca de este resultado lamentable describiendo esta “indulgencia protestante” para pecar por el nombre de “gracia barata” (Bonhoeffer, Dietrich: The Cost of Discipleship (“El costo del discipulado”), pp. 37–38, 47). 
               Estas palabras tan alarmantes no son las de un adversario de Lutero, sino que son la confesión sincera de un famoso teólogo y héroe luterano moderno que vio el colapso de semejante protestantismo vacío durante la Alemania nazi, donde muchos de los miembros de su Iglesia apostataron para seguir a un dictador moderno anticristiano, demostrando que el cristianismo alemán era sólo superficial. Los anabaptistas como Menno Simons (un antiguo líder anabaptista), contemporáneos de Lutero, inmediatamente se percataron del falso cristianismo de los lideres de la Reforma y observaron con tristeza el deterioro moral general que produjo entre la gente común (The Complete Works of Menno Simons, “Obras completas de Menno Simons”, p. 251, 283). 
         Resumiendo, no hay peor herejía que matar a alguien que está creado a imagen y semejanza de Dios solo por una diferencia teológica. Como dice un dicho, "Hereje es el que prende el fuego (como hizo la ICAR con los valdenses y otros anabaptistas) no el que se quema lo cual es compatible con las palabras de Cristo (Juan 16:2) y otra evidencia más de que la ICAR no puede ser la verdadera iglesia de Cristo. Aun si nuestros antepasados Bautistas o evangélicos eran herejes de verdad (lo cual no eran) eso no justifica o excusa matar a una persona por profesar un credo religioso diferente. Como decía el pastor y traductor de la gran Biblia (la más usada por los cristianos hispanos), Casiodoro de Reina, “La auténtica, la principal, la imperdonable “herejía” era la ausencia de la caridad cristiana con el prójimo…no se matan hombres para matar ideas. Las ideas se defienden con argumentos y escritos, con palabras. No hay espacio para las armas ni para la autoridad del magisterio.” (p. 85). En fin, mi querido hermano evangélico, que los reformados protestantes no te engañen, siempre hubo cristianos evangélicos antes del catolicismo, el luteranismo y el calvinismo las cuales históricamente ni siquera representan moralmente ni doctrinalmente a la verdadera iglesia de Jesucristo.

 Fuentes:

 ¿Qué Amor es este? de Dave Hunt

https://paginadeteologiapentecostalarminiana.files.wordpress.com/2019/10/hunt-dave.-c2bfque-amor-es-este.-una-poderosa-refutacic3b3n-al-calvinismo.pdf

La Promesa del Alfarero de Leighton Flowers

El Calvinismo, nadie se atreve a llamarlo herejía. Bob Kirkland

Confrontando el Calvinismo. Dr Peter James Putney

La fusión del nuevo Calvinismo con el marxismo cultural de Guillermo de Lama.

Castellio Contra Calvino de Stefan Zweig

Escogidos en Cristo de Ernesto Trenchard y José Maria Martinez

https://paginadeteologiapentecostalarminiana.files.wordpress.com/2019/03/ernesto-trenchard-escogidos-en-cristo-1.pdf

The Foundation of Augustinian-Calvinism del Dr. Ken Wilson

The Extent of the Atonement por el Dr. David Allen

The Other Side of Calvinism de Laurence M. Vance

Why I am Not a Calvinist de Jerry L. Walls y Joseph R. Dougell

Why We Are Not Reformed Baptists (letgodbetrue.com)

Jesse Morrell, “Was Augustine A Gnostic Heretic? Did He Corrupt The Church With Gnostic Doctrine? Did The Early Church Agree With Pelagius?” (biblicaltruthresources). This article is an excerpt from his book, The Natural Ability of Man: A Study on Free Will & Human Nature

Deconstructing Calvinism por Hutson Smelley

The Great Rift, Why Calvinism is Such a Big Issue por Jeff Amsbaugh

Bible Truth on Calvinism por el Dr. Gerald Fielder

Predestined For Hell? No! y Hiper-Calvinism: A False Doctrine por el Dr. John Rice

El Origen Oculto del Calvinismo de Alexander Ortega Pereira

Calvin’s Desperation: How John Calvin’s Unbiblical Divine Determinism Destroys the Credibility of Christian Faith por Phil Bair

Beyond The Fundamentals de Kevin Thompson y Sosteriology 101 de Leighton Flowers en Youtube