¿Es Génesis 3 una fábula?

               Los antiguos y modernos teólogos liberales de la Alta Crítica no son los únicos que tratan de escapar de la evidencia lingüística y teológica de Génesis 3 sino otros como el filósofo cristiano, William Lane Craig y sus seguidores como Jairo Izquierdo y Raúl Jaramillo de Fe “Razonable” en Español. Ellos afirman que solo se trata de una fábula como las de Esopo, el Principito de Antoine de Saint-Exupéry o Rafael Pombo ya que en las fábulas es donde hablan los animales. En entrevista con el antiprotestante Santiago Alarcón y Raúl Jaramillo, Craig dijo que, "Adán y Eva fueron reales pero los detalles de esa historia de Génesis como los árboles, y la serpiente no eran reales sino parte del lenguaje mitológico y figurativo porque se describe a una deidad de manera corporal lo cual parece a las fábulas de Esopo con animales que hablan ...." (¿Cómo entender la Caída de Adán y Eva? video de Fe Razonable en Youtube y La Cosmovisión Cristiana, cuarta parte, Dios y la religión, editado por Jairo Izquierdo y Raúl Jaramillo de Fe “Razonable”, pp.26-27).    
                Por tanto, según Craig como en Génesis 3 se presenta una serpiente hablando entonces no debe ser tomado literalmente sino como un ejemplo “fantástico”, "fabuloso", “extraordinario” y “palpablemente falso” (William Lane Craig, En Búsqueda del Adán Histórico, p. 106.). Sin embargo, un caso semejante sucede con el asna de Balaam en el libro de Números 22:21-32. ¿También es fábula? Incluso nos sorprende que al igual que los nuevos ateos militantes, Craig también use expresiones en tono de burla y arrogancia para describir los eventos de los primeros capítulos de Génesis tales como “la costilla flotante”, "árboles mágicos", “creado de una arcilla” o “la serpiente parlante”. 

              Es obvio que los animales como las serpientes y los burros no hablan y que las fábulas solo son lecciones importantes propuestas por los autores. Sin embargo, ¿acaso no podría ser la primera una explicación milagrosa (como el caso del asna de Balaam) y Génesis 3 una historia real ya que no encontramos una moraleja sino la horrible y espantosa realidad de que somos pecadores en nuestro primer representante Adán y personalmente? Cuando se le confronta a Craig con el burro que habló en Números 22 (el burro de Balaam) y se le pregunta si también sería entonces un elemento fantástico, fabuloso y mitológico según su reinterpretación responde diciendo que Dios fue responsable por el último y no del primero como si eso eliminara el elemento milagroso de un animal hablando (p.107).
       Además, entre las fábulas y Génesis 3 existe una diferencia abismal. Por ejemplo, la fábula del lobo y el cordero del fabulista griego Esopo trata de enseñarnos una lección moral (moraleja). Sin embargo, en el relato de Génesis 3 no vemos que el autor allí pretenda enseñarnos ninguna moraleja. Por el contrario, la rebelión en contra de Dios no es ninguna lección moral y nadie tomaría en serio los incidentes de una fábula pues sabemos que no existen porque son pura imaginación. En cambio, no podemos hacer lo mismo con Génesis 3 porque las cosas que allí ocurrieron como el pecado en el mundo, la muerte y el sufrimiento al cual precipitó al hombre por su desobediencia contra Dios debe ser tomado en serio, con rigor histórico y como una realidad. En otras palabras, a través de este capítulo Dios nos está diciendo lo que pasó al principio de la historia humana.      

              Después de todo, para el apóstol Pablo, la serpiente era un ser real objetivo y en su carta a los Romanos identifica a dicha serpiente con “Satanás” quien estuvo desde el principio en la tentación de Eva (así como trató de hacer lo mismo con Jesús en el desierto) lo cual muestra su primera manifestación en las Escrituras (Génesis 3; Romanos 16:20 y Juan 8:44). También tenemos la seguridad de que el apóstol se está refiriendo al incidente de la tentación lo cual queda confirmado en 2 Corintios 11:3 y Juan el apóstol testifica que aquella misma serpiente es “La serpiente Antigua, que se llama diablo” lo cual nos hace recordar a aquel que en el pasado estuvo en el Edén y que empleó a la serpiente como instrumento para provocar la Caída del hombre (Apocalipsis 12:9 y Ezequiel 28:13-17).  

            En otras palabras, la serpiente fue un animal real usado por Satanás (Apocalipsis 20:2). Todo esto nos permite llegar a la conclusión de que en el pasado el Edén fue un lugar real y que por ende no se trata de un mito, una fábula o alegoría (1 Timoteo 4:7; 2 Timoteo 4:4 y 2 Pedro 1:16). Hasta el mismo Craig admite que el autor de Génesis entendió que los días en Génesis 1 son días normales de 24 horas (“El Adán Histórico: Una exploración bíblica y científica”, pp.109-110) y que tanto Jesús y sus apóstoles como Pablo tomaron Génesis 1-11 literalmente y como historia real lo cual incluiría la serpiente antigua que Satanás usó sobrenaturalmente (La Cosmovisión Cristiana, cuarta parte, Dios y la religión, editado por Jairo Izquierdo y Raúl Jaramillo de Fe Razonable, pp. 26-27). 

           Sin olvidar que esta reinterpretación de Craig no convence a la mayoría de los cristianos ya sean creacionistas de tierra vieja o de tierra joven. Pero no solo eso, se debe recordar que el Antiguo Testamento (incluyendo Génesis) vino y fue escrito en el idioma de los judíos quienes nunca interpretaron o entendieron tales textos hebreos de esa manera (Romanos 3:1-2 y 9:1-4). Al contrario, en la tradición judía, antes y durante la era Romana, podemos ver que siempre entendieron la creación de Génesis 1-11 literalmente. Así lo demuestra los escritos del Segundo Templo las cuales incluyen el Talmud, El Libro de Tobit (250-175 a.C.), el Libro de Sabiduría de Salomón 1:13-15; 2:23-24 y el Libro de Eclesiástico o Eclesiástico 17:1-5 y 33:10 (195-175 a.C.) las cuales se encuentran también en la Vulgata Latina de Jerónimo. Lo mismo informa el reconocido historiador judío-romano del siglo 1, Flavio Josefo (Jerusalén, c. 37-Roma, c. 100) al principio de los 15 libros de sus Antigüedades judías. Esto también se puede ver en el calendario hebreo y otras obras antiguas de los judíos. De hecho, esta es la razón por la que los judíos dividieron sus escritos en tres grupos: históricos, poéticos y proféticos. Génesis lo incluyeron entre los escritos históricos. O sea, aceptaron el relato de la creación y el Diluvio universal de Noé como histórico. No como un mito o una fábula como sostienen los teólogos modernos y liberales.     

            Tampoco encontramos esta teoría mítica o fabulosa de que Génesis 1-11 es mito o fábula en los escritores de La Patrística (historia eclesiástica de los Primeros Apologistas y Padres de la Iglesia) quienes siempre mantuvieron un punto de vista de unidad unánime sobre la edad de la tierra joven y la creación especial de Adán y Eva. Lo mismo se puede decir de la época medieval donde los historiadores y teólogos cristianos como Beda el Venerable, Anselmo de Canterbury, Tomás de Aquino y luego con los Fundadores de la Reforma Protestante con Martin Lutero, Juan Calvino, William Tyndale, Erasmo de Róterdam, Casiodoro de Reina, entre muchos otros. Por tanto, ¿acaso la religión judeocristiana estuvo equivocada por más de 2,000 años y ahora fue que encontramos la interpretación correcta de tales pasajes?    

             De hecho, a diferencia de los antiguos judíos, los Padres de la Iglesia y los Fundadores de la Reforma Protestante, los primeros que empezaron a negar la historicidad real de Génesis 1-11 fueron los ateos, agnósticos, deístas y teólogos liberales y modernistas de la Alta Crítica. Por tanto, ¿qué hacen algunos cristianos tomando su información de las cabras (gente no cristiana) en vez de las ovejas (gente cristiana)? ¿No es eso beber de la fuente equivocada? Además, la narración de Génesis 1-11 está escrita en forma histórica (igual que Deuteronomio o Reyes) y no de manera poética (como los Salmos). Por algo los mismos judíos clasificaron el libro de Génesis entre los libros históricos y no entre los poéticos. Además, cuando se le pregunta a Craig que por qué reinterpreta tales pasajes de manera distinta a la tradicional, clásica y conservadora simplemente responde con un “Son increíbles, creo” lo que muestra que su propia interpretación privada (eiségesis) es solo una mera opinión subjetiva que no se basa en las reglas de la hermenéutica. 

             Además, dicha reinterpretación personal también ataca la naturaleza de Dios quien no miente ni es Dios de confusión (Números 23:18; 1 Corintios 14:33 y Hebreos 6:18). Por ejemplo, si nuestros pequeños hijos preescolares nos preguntaran, "¿De dónde vienen los bebés?" Como buenos padres cristianos no les contaríamos una fábula o el mito de que las cigüeñas traen los bebés, sino que trataríamos de darles una respuesta básica como “Los bebés crecen en la barriga de la mamá y luego salen por su vagina”. Lo mismo hace nuestro Padre celestial, o sea, Dios no nos va a decir que el primer hombre fue creado del polvo de la tierra y separado de los animales si eso no es verdad y cuando en realidad fue todo lo contrario, es decir, que evolucionó a partir de los animales porque todos tienen un mismo ancestro común. 

            Aún si fuéramos a suponer que Génesis 1-11 es una fábula o mitológico, uno se podría preguntar, si eso es así entonces por qué los autores del Nuevo Testamento tampoco notaron el cambio de mito a historia en Génesis pues las genealogías en Lucas 3:23-38 y los primeros nueve capítulos de 1 Crónicas se mueven perfectamente de la gente en Génesis 1-11 y 12-50. No solo eso, los “héroes en el salón de la fama” de Hebreos 11 empiezan desde Abel, Enoc y Noé y no hay indicación o señal de que ellos (o las cosas que hicieron) eran menos históricos que las otras personas quienes son de ejemplo para nosotros. Craig no da razones para este cambio, pero la respuesta es obvia, los mismos apóstoles negaron estar influenciados por mitos y fábulas (2 Pedro 1:16; Tito 1:14; 1 Timoteo 1:4,7 y 2 Timoteo 4:4) y afirmaron que Génesis era historia real (Mateo 19:4-6; Lucas 17:26-27; Romanos 5:12-19 y 1 Timoteo 2:13-14). En fin, los eventos que Dios nos cuenta en Génesis 1-11 no pueden ser mito-historia hebrea o fábulas como Las Fábulas de Esopo no solo porque eso no tendría sentido sino porque la Biblia afirma todo lo contrario diciendo, “no prestando atención a mitos judaicos y a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.” (Tito 1:14), que "nosotros no seguimos mitos inventados" y "Mas las fábulas profanas y de viejas desecha" (1 Timoteo 4:7; 2 Timoteo 4:4 y 2 Pedro 1:16). 
 
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