Los Dos Adanes

“Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.” – 1 Corintios 15:22

           Hay mucho paralelismo entre Adán y Jesús. ¿Cómo cuáles? Empecemos con Génesis 2:8 donde dice que la humanidad apareció geográficamente en el Medio Oriente (no en África) de donde por cierto vino Jesucristo, llamado el postrer Adán (Ezequiel 43:2; Mateo 2:2; 24:27 y Hechos 17:24-27). ¿Y cómo son la gente del Medio Oriente? Tienen piel color marrón. Esto para estar sustentado con la Ciencia con respecto al color de piel o melanina pues los genes de la piel vienen en dos pares de cada progenitora como las letras del alfabeto (Aa y Bb). A y B mayúscula representan mucha cantidad de melanina en la piel y a y b minúscula representan poca cantidad.
             En otras palabras, los negros solo pueden producir más personas de piel negra y los blancos solo pueden producir más personas de piel clara por lo que Adán y Eva tuvieron que haber sido personas de piel café para poder codificar todos los diferentes colores de piel para las personas que vemos en la tierra hoy en día. Por tanto, Adán y Eva no eran personas blancas como los europeos y tampoco negros como los africanos sino con matiz café como la mayoría de los habitantes del Medio Oriente. Como explica el Dr. Tommy Mitchell, “En base a nuestro entendimiento de heredar el tono de piel pues sospechamos fuertemente que Adán y Eva eran de un tono de piel medio café. Esto daría el rango más amplio de tonos de piel en sus hijos, desde muy claros a muy oscuros” (Respuestas en Génesis, ¿Cuántas razas creó Dios? por el Dr. Tommy Mitchell).
           De hecho, siendo el mismo Jesús un judío del Medio Oriente y un tipo de Adán es muy posible que tuviera el mismo tono de piel de Adán y Eva, es decir, marrón. No blanco ni negro. Sin olvidar que también es posible que la edad en que Jesús murió (33 años) haya sido la misma edad en la que Adán aparentaba tener cuando fue creado especial y directamente por Dios en su edad adulta la cual es la misma edad que a su vez todos tendremos en el cielo puesto que 1 Juan 3:2 dice que “seremos semejantes a él” (Vea 1 Corintios 15:49). Históricamente, esto también lo creía otros famosos teólogos y filósofos cristianos del pasado como Agustín de Hipona en su obra, Ciudad de Dios, y Tomás de Aquino en su Credo Apostólico, “La Resurrección de la Carne”.
             De hecho, dicho paralelismo de los dos Adanes (llamado así por comentaristas y teólogos) nos recuerda otra razón por la que pensamos que el Paraíso se encontraba en lo que ahora se conoce como Israel es porque el árbol de la cruz en donde Cristo fue crucificado para dar a toda la humanidad el fruto de vida eterna nos recuerda el árbol que aparece en Génesis y del que tanto Adán como Eva tomaron de su fruto causando la muerte eterna para toda la humanidad (Deuteronomio 21:22-23, Gálatas 3:13 y Juan 8:21-30). En otras palabras, así como “el primer hombre Adán” es un tipo de “el postrer Adán” (Cristo) en que el primero [Adán] introdujo el pecado al mundo, a la par que, a través del último [Cristo] un sistema de justicia fue hecho disponible para la humanidad, el árbol del huerto del Edén también es un tipo del árbol de la cruz en que el primer [árbol del conocimiento] fue instrumento y medio de la separación divina, a la par que, a través del último [árbol de la cruz] fue un instrumento y medio de la reconciliación divina (Romanos 5:14-19 y 1 Corintios 15:22,45 y 55). 
                 Por tanto, está equiparación entre tipo y antitipo favorece notablemente la conclusión de que el árbol de la caída de Adán se encontraba en el mismo lugar donde estaba el árbol de la cruz de Cristo, es decir, en Jerusalén (capital de Israel). Apocalipsis 21-22 también parece confirmar esto al llamar a la ciudad celestial que tiene el árbol de vida, la “nueva Jerusalén” la cual descenderá del cielo a la tierra y muy probablemente en la misma localidad de Jerusalén debido al nombre que tiene la ciudad y porque como dijimos es posible que era ahí donde estaba el paraíso en el principio.  Quizás esta es la razón que el árbol del conocimiento parece haber dejado de existir pues el único árbol que permanece en pie en el futuro paraíso celestial es el árbol de la vida la cual es el único que vemos en Apocalipsis 22:2. Algunos teólogos medievales como el monje Lambertus hasta han pensado que el origen de la madera del árbol de la cruz viene de la misma madera del árbol del conocimiento (la cual quizás Dios preservó de manera sobrenatural) para darle un significado más profundo y que quizás fue hecha por José o Jesús ya que ambos eran carpinteros. Por tanto, también es posible que el árbol de la cruz y el árbol de la Caída son el mismo árbol que la humanidad recibió tanto la muerte como la vida (Sobre el origen de la madera de la cruz en el árbol del conocimiento).
                De hecho, según arqueólogos a cinco metros del monte Calvario (Gólgota, en hebreo) que se encuentra dentro de la Ciudad Vieja de Jerusalén y justo al final de Vía Dolorosa está la llamada "Cueva de Adán". El Gólgota es como un montículo de piedra roturada, pelada, seco, pedregoso, árido, sin vegetación de ninguna clase y cuyo aspecto era el de una calavera. Además de eso también era un lugar de ejecución y por ende abundaba en calaveras. De ahí el nombre latino de Calvario, el Monte de las Calaveras como lo llamaba Jerónimo a causa de las muchas que allí había por ser cementerio de los ajusticiados o “la Calavera” (Mateo 27:33; Marcos 15:22 y Lucas 23:33) y quizás porque allí también ocurrió la Caída de Adán la cual produjo la muerte para toda la humanidad.
               El mismo hecho de que dicho lugar es una buena descripción simbólica de la Caída y que allí se encuentra la cueva o tumba de Adán parece confirmar esta teoría. Sin olvidar que los primeros Padres de la iglesia como Orígenes y otras antiguas tradiciones también atribuyeron el Gólgota como el sitio donde estaba enterrado el cráneo de Adán (Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003), o a los muchos cráneos esparcidos de los criminales que habí­an sido ejecutados allí­ (Jerónimo).  Además, creo que también es razonable pensar que algunas de las culturas antiguas incluyendo los judíos no olvidaron un lugar histórico tan importante donde empezó la Caída del hombre.
               Hay otros paralelismos entre Adán y Jesús como el hecho de que ambos son asociados con la jardinería (Génesis 2:8,15; 3:8; Mateo 26:36; Lucas 22:39,44; Juan 18:1 y 20:15). De hecho, en el Gólgota había un huerto y en éste un sepulcro nuevo, que José de Arimatea habí­a excavado en la roca, en el que fue sepultado Jesús (Mateo 27:59 y Marcos 15:45-46). Juan también sitúa el sepulcro de Cristo en un huerto o jardí­n (Juan 19:41) y Jerusalén estaba llena de jardines (o más exactamente de huertos) en los tiempos de Jesús. Todo esto nos recuerda el Huerto del Edén donde vivía, servía y custodiaba el primer hombre llamado Adán.

       Otras similitudes y diferencias entre Adán y Jesús es que ambos tuvieron autoridad sobre toda la creación pero Adán lo perdió y Jesús lo recuperó. Adán fue tentado y cayó en pecado pero Jesús fue tentado y pasó la prueba (Hebreos 4:15). Adán (no Eva) fue la causa de que toda la humanidad quedara infectada con el pecado (1 Timoteo 2:14) mientras que Jesús le dio a toda la humanidad la oportunidad de ser perdonados (Romanos 5:12 y 15). Adán fue desobediente lo cual condujo a la condenación. Pero Jesús fue obediente lo cual condujo a la justificación (Juan 10:10). Muchos murieron por el pecado de Adán pero muchos vivirán por la gracia de Cristo. En fin, después del Edén, ¿a quién nos parecemos y a dónde estás tú? Pues Dios ve a cada persona en Adán o en Cristo. "Porque como por la desobediencia de un solo hombre muchos fueron constituidos pecadores, así también, por la obediencia de uno muchos serán constituidos justos." (Romanos 5:19).