SEXO, DROGAS Y REGGAETÓN

“El regguetón fue el ruido que destruyó el arte, prostituyó la música y volvió vulgar la poesía”

             Se dice que los jóvenes de cada época han tenido siempre su música de preferencia musical. Entre las décadas de los 50 y 70 el rock’n roll era la favorita de ellos. Hoy es el reggaetón. El reggaetón es una mezcla de rap, hip hop, dancehall y reggae en español con ritmos tropicales como la salsa, el merengue, la bachata, la bomba y la plena puertorriqueña. El género, oriundo de Puerto Rico, se ha convertido en el género predominante en la industria del disco y en un fenómeno global. Según los reportes de fin de año publicados por la revista Billboard, el resultado ha sido una audiencia eufórica, primeros lugares y aumento en las ventas. Son tantos los dividendos que produce el reggaetón que ya no es un secreto que Don Omar, Héctor y Tito, Tego Calderón y Daddy Yankee se encaminan a convertirse en millonarios, afirmado por sus representantes y disqueros.
             Numerosos jóvenes reciben el bombardeo de estas canciones y videos en las que se exaltan gráficamente el machismo, el homicidio, el desafío a la autoridad y las normas de la sociedad, la promoción del abuso de drogas y de las bebidas alcohólicas, el suicidio como una “alternativa” o “solución”, el culto al sexo y la lujuria, enfocando regularmente en la mujer como fuente y objeto de placer. Los resultados son una generación violenta y obsesionada con la perversión sexual. El famoso baile del Perreo” está cautivando a mucha juventud que no se da cuenta que detrás de todo este libertinaje sexual lo que hay es enfermedades de transmisión sexual, depresión y muerte. Parece que hemos olvidado que como personas fuimos creados a la imagen de Dios y superior a los animales que no entienden sobre el verdadero amor (Génesis 1:27). De hecho, los seguidores de este nuevo género musical llaman a las jóvenes con el nombre de girlas, gatas, perras y yales. Mientras que los intérpretes sólo las dejan cantar la parte sexy en temas de reggaetón. Pero la Biblia prohíbe esta inflexión y sonido provocativa de la voz (Proverbios 7:2-5). Es más, en Isaías 23:15, Dios nos dice que existe la “canción como de ramera”.              
             Sin embargo, el problema es que las mujeres de este género no solo cantan como rameras, sino que también se visten como rameras (Proverbios 7:10-11), pues sus ídolos del reggaetón les sugieren por medio de sus canciones y videos que para que puedan tener admiradores deben estar “suelta como gavete” (atrevida, que hace lo que sea) y vestir con minifaldas, pantalones bien cortos, ropa apretada al cuerpo, (o lo menos posible). Lo peor de todo es que algunas dicen ser "cristianas" olvidándose que la Biblia habla en contra de la mujer “con atavio de ramera” (Proverbios 7:10,11). Una hija del Rey debe vestirse como una dama digna de respeto y según los criterios del Señor quien dice en 1ra Timoteo 2:9: “Asimismo, que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia”.
             El reggaetón parece una infección, que se riega, una plaga mortal que se está convirtiendo en un verdadero cáncer que carcome y poco a poco destruye los valores morales y espirituales que con tanto amor nos esforzamos a sembrar en nuestros hijos. La fiebre se expandió, incluso, a artistas de otros géneros como la colombiana Shakira, quien se impuso en la radio latina con el tema La tortura y quien grabo junto al español Alejandro Sanz un video de La tortura que dejó a muchos boquiabiertos por su carga de sensualidad corporal, característica primordial en el baile del reggaetón. Un baile que no es muy diferente al de la hija de Herodías quien con sus sensuales movimientos logro que su baile despertara los deseos impuros de Herodes a tal extremo que el baile le costo la cabeza a Juan el Bautista (Mateo 14:1-12). También el ritmo contagió a veteranos interpretes de salsa, merengue, pop y rhythm & blues, entre ellos Víctor Manuelle, Pilar Montenegro, Millie Quezada, Thalía  y Ricky Martin.
              Desde la óptica de la musicología, el rap y reggaetón no se deben considerar música porque, en su esencia, carecen de los elementos básicos de una obra musical como lo es la melodía y la armonía, señalo el etnomusicólogo y profesor universitario Emanuel Dufrasne. "Esto raya en las fronteras de lo que es música y poesía. Los textos son suma­mente vulgares y hasta mal concebidos desde el punto de vista técnico y poético, con rimas que no riman de ninguna ma­nera y, en algunos casos, mala poesía. Es una modalidad muy callejera de lo que antes llamábamos poesía soleada. Los que lo cultivan deberían estudiar español para mejorar el producto a la hora de entonar sonetos y décimas", sentenció Dugrasne. De acuerdo con 1 Corintios 14:40 nos dice que hagamos todo en orden y decentemente. Una música que es sensual como el rock o reggaetón no es decente (empezando desde la vestimenta). Una música desordenada es una música que esta fuera de balance. Ejemplo de ello es el reggaetón.
             La "tiraera" (insultos que se dedican entre raperos en las canciones) deja ver como entre los mismos exponentes del reggaetón hay roces, celos y controversias. Wisin se lanzó contra Don Omar, el intérprete de Pobre Diabla ha hecho lo propio con Baby Rasta; Daddy Yankee contra Nicky Jam, Tego contra Héctor (El Bambino) y Eddy Dee y El Guasa-Guasa contra Lito y Polaco. Las mujeres y los mismos reggaetoneros no se quedan atrás. Ivy Queen también se lanzó contra Calle 13 y Shakira mientras que el tal Miguelito se lanzó contra Daddy Yankee. La Caballota, así la llaman, sintió incomodidad cuando Shakira obtuvo un premio Juventud por La tortura, mientras ella estuvo nominada con un álbum totalmente en reggaeton y no recibió el galardón. La Biblia dice: “…busque la paz, y siguela” (1ra Pedro 3:11). Pero esto es lo menos que hacen estos artistas. Se provocan unos a otros, provocan la fanaticada, temen por lo que pueda suceder, pero el amor al dinero que es la raíz de todos los males es la fuerza mayor que los motiva.
            Para colmo muchos de estos reggaetoneros se quejan diciendo que no son respetados como profesionales debido a los prejuicios existentes y que por eso nunca van a tomar a uno de ellos como un ejecutivo porque siempre lo van a ver como el atorrante que se encuentra en las esquinas y lo que hace es vender drogas y fumar marihuana. Y ahora digo yo: ésta es la imagen que desde un principio ellos reflejaron en el mundo. Además, profesionales ¿de qué? Pues no saben cantar, ni componer, ni vestir, ni hablar correctamente. La mayor parte de las carátulas dejan ver el estilo de vida de los raperos. ¿Nunca se han fijado en la apariencia de muchos raperos en los álbumes y en las portadas de los casetes?  Aparecen con pantallas y llenos de tatuajes en sus cuerpos. No sonríen. No parecen felices. Algunos hasta parecen como si quisieran matar a alguien. 
           Pero más importante aun, ¿qué piensa Dios de la apariencia externa de los exponentes del reggaetón? “Siete cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma: los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente,” (Proverbios 6:16-17). “Altivez de ojos, y orgullo de corazón, y pensamiento de impíos, son pecado. El hombre impío endurece su rostro;”(Proverbios 21:4,29; Jeremías 5:3). En Isaías 3:9 nos dice: “La apariencia de sus rostros testifica contra ellos; porque como Sodoma publican su pecado, no lo disimulan. ¡Ay del alma de ellos! Porque amontonaron mal para sí”.¡Que diferentes son comparados con los verdaderos adoradores del Señor quienes cantan con una gran sonrisa y con un rostro resplandeciente con la gloria de Dios! Después de todo, la buena música fue hecha para manifestar el gozo y la alegría del cristiano en todo tiempo (Salmo 81:1,2; 95:1; 100 e Isaías 51:11). De hecho, si en las letras del ritmo del reggaetón hablan de violencia, se­xo, drogas, odio, infidelidad, y alcohol, de manera muy explíci­ta, los intérpretes del género no se quedan atrás, y viven situa­ciones que reflejan la realidad de lo que cantan. En una investigación de la revista secular Mira (2005), encontraron que muchos de los músicos que iniciaron este género terminaron en la cárcel por consumo de drogas, como el mismo ganador del Premio Grammy, Vico C, o por narcotráfico, como el caso de Tempo (uno de los productores más importantes de este género).      

         Al rapero Polaco, que hace dúo con Lito, lo ficharon por posesión de droga; el cantante TNT (que actúa en la película de Daddy Yankee Talento de Barrio), estuvo preso seis años por conspiración para la distribución de narcóticos; Julio Voltio fue detenido por poseer un arma ilegal en su vehículo; Tego Calderón también estuvo tras las rejas y le impusieron un veto en República Dominicana, porque las autoridades consideraban que en su show incitaba al consumo de marihuana. Nicky Jam fue absuelto de un caso por tentativa de ase­sinato. Mientras que a Don Ornar lo arrestaron por pose­sión de sustancias controladas y violación a la ley de armas, así como las condenas que cumplen los raperos Tempo y Mexicano también han afectado, sin duda, la reputación de este contagioso “beat” que tiene “perreando” a casi toda una generación de niños y jóvenes que, según coincidieron varios estudiosos de la musicología y la conducta humana, se expone peligrosamente a los valores trastocados de una subcultura que glorifica la droga y aplaude a los delincuentes.
             En Republica Dominicana, la entidad gubernamental que regula la difusión de música en los medios electrónicos informó que de un total de 24 temas de diferentes géneros, censuró diez canciones de reggaetón durante el 2004 y el 2005 por “atentar contra la moral y las buenas costumbres.” En Isabela, Puerto Rico, la Asamblea Municipal expresó oposición a la venta y difusión de esta música por ser clasificada como dañina y perjudicial a los jóvenes por sus temas desagradables.Morality in Media y el Superintendente de la Policía han tenido que combatirla y la han considerado como “música pornográfica”. El tribunal en cierta ocasión fallo a su favor. Muchos medios de comunicación la han criticado de incitar al sexo y al crimen. Confinados de una Institución Penal en Puerto Rico aconsejaron a los jóvenes a decirles que NO al Underground.
        Padres, ¿conoce usted la música y los videos que ven y escuchan sus hijos? A ellos no le gustarán que se les supervisen, pero a la larga te lo agradecerán. Muchos padres que han perdido a sus hijos, ya sea porque estén en las drogas, en una cárcel o quizás muertos, habrán deseado haber tenido una voz de alerta y prevenido a sus hijos de lo que hoy lamentan. Pero todavía hay tiempo de evitar muchas cosas, de restaurar otras y de sanar heridas. No ignores esta voz de alerta, pues es por el bien de tu hijo y tu hogar. Defiendan a sus hijos y no permitan que aquellos que tienen mentes corruptas inciten a nuestros niños y jóvenes al mal, a través de su mal intencionada música (Proverbios 11:14; Salmo 1:1-3). La psicóloga clínica, doctora Griselle Rodríguez, alertó que uno de los problemas con esta música son “…los nenes señalando con gestos desafiantes como si tuvieran pistolas en sus manos mientras desconocen que esto se origina de las pandillas de Estados Unidos. Esto llegó para quedarse y lo que resta es salvaguardar cómo se puede manejar en la familia porque a los jóvenes hay que perseguirlos de cerca, con un 'gardeo' total, porque los adolescentes asumen conductas de alto riesgo" (Nuevo Día, domingo, 10 de octubre de 2004, Azota el reggaetón).
             A ella le gusta la gasolina, del cantante Daddy Yankee, encendió la mecha para que el reggaetón se impusiera como el ritmo tropical de mayor explosión musical según The Wall Street Journal. Son muchos los niños que la cantan como un estribillo, pero los adolescentes le darán el significado que tiene: me gusta la gasolina porque me gusta tener sexo, explicó también la sicóloga Rodríguez.  La Biblia condena la fornicación, esto es la práctica de sexo fuera del matrimonio. En 1ra Corintios 6:13 dice: “El cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo”. A ti joven, te invito a renunciar y desechar cualquier material que tenga relación con esta música, ya sea casete, CD, videos, DVD, posters, etc. Colecciona un nuevo repertorio de musical cristiana cuyo sonido y letra exalte a Dios y los valores morales y espirituales que nos ayudan a forjar un mejor futuro (Colosenses 3:16; Filipenses 4:8). Selecciona amistades que te ayuden a lograr este objetivo (Proverbios 13:20; 22:24,25; 24:1,2; Efesios 5:6-11; 1 Corintios 15: 33). 

      Resumiendo, el reggaetón (o reggaetonto) no es música sino un ruido que contiene un constante ritmo repetitivo por lo que ni siquiera se necesita talento para tocar este tipo de "música". Sus cantantes tampoco cantan sino que hablan o gritan y su lírica (mensaje) contiene poco o nada de poesía sino puros insultos y de la peor clase, principalmente en contra de la mujer. Lamentablemente la nueva generación idiota en que vivimos lo acepta. Como dijo un empresario llamado Félix Cabrera, quien reunió a las principales figuras del género en un concierto multitudinario en el Madison Square Garden de Nueva York dijo: “Lo cierto es que ahora mismo no hay quien se resista al reggaeton”. Sin embargo, todavía queda un remanente que no han doblado sus rodillas a esta idolatría musical del reggaetón. Ciertamente estamos viviendo como en los días de Daniel cuando el rey Nabucodonosor levantó una estatua de oro y al son de toda clase de música todo el mundo se arrodilló, excepto Sadrac, Mesac y Abednego, tres jóvenes quienes sabían distinguir lo santo de lo profano y que ni la ignorancia ni la ceguera se apoderaron de ellos porque no se dejaron envenenar sus almas (Daniel 3). 

          Así son pocos los que escogen la santidad y a estar dispuestos a pagar un precio por su fidelidad a Dios que ser manipulados cínicamente por una “generación contumaz y rebelde” (Salmo 78:8). Recordemos que al igual que en cualquier área de nuestra vida, lo importante no es ir con la mayoría (Éxodo 23:2,3; 2 Pedro 2:1-3), sino “comprobando lo que es agradable al Señor” (Efesios 5:10). Atrévete a ser diferente para que no te lleve la corriente. “De modo que si alguno esta en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17). Eso incluye tu música hermano. En fin, como dice un refrán, "Dile NO al reggaetón o serás un reggaeTONTO"