¿”Creo en Dios pero no en la iglesia”?

          Ademas de apelar a un falso dilema, la vieja expresión “Creo en Dios pero no en la Iglesia” de esta chica y la cual se volvió viral es una contradicción puesto que fue Dios mismo (Jesús) el que fundó Su propia iglesia para nosotros ser edificados, congregarnos y alcanzar salvación con su mensaje evangelؙístico (Vea Mateo16:18;  Marcos 1:17; Juan 21:17; Efesios 4:11,12; Hebreos 10:24-25; 11:21-26; 1 Corintios 5:17 y Hechos 13:1-4). Hasta el apóstol Pablo dijo, “Maridos, amad á vuestras mujeres, así como Cristo amó á la iglesia, y se entregó á sí mismo por ella.” (Efesios 5:25). Por tanto, la Iglesia se ama y se defiende no porque es perfecta en sí misma, sino porque DIOS mismo, en Su gracia, la escogió, y la amó y Su amor nos redime de nuestra naturaleza caída. Después de todo, creer en la existencia de Dios no es suficiente para alcanzar la vida eterna.

            De hecho, en la Biblia muchos de los enemigos de Dios (como los fariseos, escribas y saduceos) también creían en Dios pero no en la Iglesia. Por otro lado, entendemos que hay varias iglesias con tantos malos frutos que conviene alejarnos de sus lobos disfrazados de ovejas y que la calidad de la relación que una persona tenga con Dios, no se determina por la frecuencia con que asiste a una iglesia. Como ya advertía Carlos Spurgeon, “Habrá un día en que en las iglesias, en vez de haber un pastor pastoreando las ovejas, lo que habrá sera un payaso entreteniendo las cabras”. Sin embargo, creer que toda iglesia es mala es cometer una falacia de generalización apresurada. Así que, aquí les presentamos unas buenas razones de porqué se debería creer en ambas: 

1. Si crees en Dios entonces ¿por qué no creer en una buena iglesia que predica la Palabra de Dios, aplicándola a nuestras vidas y compartiéndola con otros? El deseo de Dios es edificarnos en Cristo, y Su método en esta época involucra a la iglesia local.

2. Si no eres salva puedes tener la oportunidad de escuchar en ella palabras de vida eterna y crecer espiritualmente. Como dice Sylvester Stallone: «La iglesia es el gimnasio del alma.»

3. Dios conoce las intenciones de nuestros corazones por lo que habría que ver cuál es el verdadero motivo detrás de las palabras de esta chica. Juzgando por su apariencia en la foto parece que la hizo como una confesión pública y abierta de su odio a la Iglesia por su mensaje de santidad. Quizás porque sabe que en la iglesia hay reglas que sugieren vestirse decentemente con pudor y modestia para no ser de tropiezo y por eso prefiere excusarse con dicha frase (1 Timoteo 2:9 y 1 Pedro 3:3-4). Sin embargo, Dios no se impresiona con una persona simplemente porque va a todas las reuniones, ni cómo se vista puesto que la ropa no salva sino solo Cristo quien luego cambia nuestra forma de vestir (Hechos 4:12 y Hechos 16:31). Por tanto y en palabras del pastor Enior Josué , “Te ánimo que vengas a la Iglesia: así como eres, te recibiremos, te amaremos, y aunque imperfectamente (pues solo Cristo es el hombre perfecto), te mostraremos un mejor camino que los que encontrarás en el mundo, que prometiendo “Libertad”, al final, solo destruirán tu alma y se aprovecharán de tu cuerpo.”

     4 . Según estudios publicado por la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS, por sus siglas en inglés) del Reino Unido han revelado que las personas que asisten a una iglesia tienen niveles más altos de felicidad y autoestima. Las Investigadores de la London School of Economics (LSE) y el Centro Médico de la Universidad Erasmus en los Países Bajos, también muestran que la iglesia parece desempeñar un papel social muy importante para mantener a raya la depresión. Como si fuera poco, Bruce Headey, profesor asociado de la Universidad de Melbourne, Australia, también ha investigado durante 25 años el nivel de felicidad y descubrió que las personas que acudían a la iglesia se mantenían en forma, evitaban el estrés excesivo por su carrera y tenían parejas emocionalmente estables. En Harvard, una de las universidades más prestigiosas del mundo, el curso con más popularidad y éxito también ha realizado estudios donde demuestran que ir a la Iglesia alarga la vida.

5. En tiempos de necesidad, los hermanos caritativos de la iglesia pueden ayudarte tanto espiritual como materialmente.

6. El “Creo en DIOS pero no creo en la Iglesia” es al hecho de que la Iglesia comete errores, y por lo tanto, no es digna de nuestra confianza. Pero si ese es el argumento de esta amiga entonces tenemos noticias para ella: la Iglesia consiste de personas como ella, es decir, de pecadores por naturaleza. Por tanto, no se preocupe pues siempre hay un lugar para una más. Además, en todos lados hay hipócritas y la iglesia no es un museo de santos sino un hospital de pecadores. 

         Pero es obvio que la frase de la chica es solo una excusa para permanecer alejada de Dios pues nadie va a la iglesia porque se cree perfecto. Al contrario, si lo fuéramos no habría necesidad de ir pues cuando vamos a la iglesia confesamos públicamente que no lo somos y que necesitamos ayuda espiritual. Sin olvidar que “Una cosa es ser parte de la iglesia y otra es estar en la iglesia. Es evidente que no todas las personas que están en la iglesia son la iglesia; el cuervo come donde se alimenta la paloma y la cizaña crece con el trigo.” (John Huss y Mateo 13:24-52). Como dice Charles Spurgeon, “La existencia de hipócritas no prueba la no existencia de verdaderos cristianos”.

          En fin, no debemos confundir venir a la Iglesia con venir a Jesús, son dos cosas separadas.  Sin embargo, quien dice amar la Cabeza (que es Cristo), y odiar el Cuerpo (que es la Iglesia), es un mentiroso y falso hermano. Porque, como dijo el apóstol Juan: “Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a DIOS a quien no ha visto? Si alguno dice: Yo amo a DIOS, y aborrece a su hermano, es mentiroso” (1 Juan 4:20). La chica simplemente me recuerda la parábola de la gran cena la cual ilustra cómo muchos usan diferentes excusas para vivir como si existieran cosas más importantes que reunirnos con los creyentes en torno a la Palabra de Jesús con la cual Dios nos quiere bendecir (Lucas 14:18-20). En otras palabras, la indiferencia hacia la iglesia o el no querer asistir de manera voluntaria, puede indicar un problema en la salud espiritual de alguien. Pero solo experimentando la gracia de Dios en nuestras vidas es que entonces sentiremos el deseo de acercarnos a la iglesia pues como decía David, “Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos… Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.” (Salmo 84:10-12; 122:1 y 133:1).

2 thoughts on “¿”Creo en Dios pero no en la iglesia”?”
  1. Asi es la teologia liberal ,seria interesante que escribieras una publicacion criticando a la teologia liberal ,bendiciones!

  2. Estuve en una iglesia muchos años, puedo decir que mi vida cambio y conocí a Dios. Luego experimente cosas muy desagradables, como que los secretos que confesaba a lideres se los contaban entre ellos, el juicio que recibí por un trastorno de ansiedad que tuve (mucha gente me dejo de hablar por eso), sin contar el elitismo de muchas mujeres y grupos sociales que se arman en la iglesia (excluyendo a los demás) y el proselitismo hacia ciertos partidos políticos de mi pais. Por mucho tiempo ignore esas cosas, pero ya no quiero hacerlo mas. Sigo viendo las reuniones de forma virtual, creo que todos somos imperfectos como dice el articulo y que la “mirada debe esta puesta en Jesús”, pero ¿Por que me debo aguantar en un lugar en el que no me siento bien?.
    Saludos

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