¿El Antiguo Testamento ya no importa?

“Hubo un tiempo en que los predicadores se paraban en el púlpito y rugían: “La Biblia dice…”. Después decían: “La iglesia dice…”. Ahora la mayoría rascándose la cabeza dice: “A mi me pare-ce…” ¿Qué le sucedió a la autoridad bíblica?” – Adrian Rogers, pastor estadounidense, autor y presidente de la convención bautista del sur

        Muchos cristianos creen que el Antiguo Testamento (incluyendo el libro de Génesis) ya no es importante. Para el cristiano que lee su Biblia esto es algo raro pues sabe que el Génesis es un libro importante porque es el fundamento de nuestra teología. Es ahí donde se nos cuenta la historia sobre el origen de la vida y el universo lo cual es importante porque esto afecta y determina la manera que pensamos, vivimos y vemos a Dios y el mundo. De hecho, me sorprende cuando algunos jóvenes teístas me dicen que no están realmente interesados en Génesis sino solo en la resurrección de Cristo o en el argumento del Kalam para decir que el universo tuvo un comienzo cuando es en Génesis que aprendemos y obtenemos esa gran verdad. Antes del concepto metafísico del primer motor inmóvil descrito por Aristóteles o el argumento cosmológico del Kalam de William Lane Craig ya Génesis enseñaba que el universo tuvo una causa y que esa causa es un ser atemporal, inmaterial y fuera del espacio llamado Dios (Génesis 1:1).

Además, el Génesis fue escrito con el propósito no solo de contarnos la verdadera historia del universo sino también para demostrar que los mitos paganos eran falsos. Pero no solo eso, Génesis también nos habla del primer matrimonio la cual enseña que es entre un hombre y una mujer, que solo hay dos géneros, el origen de los idiomas, el pecado original, la primera promesa del Mesías prometido y la razón por la que Cristo murió por nosotros (Vea 1 Corintios 15:1-4, 21-22,45). En otras palabras, las respuestas a nuestras preguntas filosóficas más importantes como “¿Por qué estamos aquٟí? ¿De dónde venimos? y ¿Por qué hay maldad y sufrimiento en el mundo?” la encontramos en el primer libro de la Biblia. Hasta Jesús mismo citó varias veces el Génesis lo que demuestra que era importante para él. ¿No se supone que sigamos su ejemplo? De hecho, estas son algunas de las razones por la que el Génesis es uno de los libros más atacados y odiados de la Biblia.

“Pero La Biblia no nos dio el cristianismo y los primeros cristianos ni siquiera tenían la Biblia que tenenos ahora.”

       En su libro, “Irresistible”, el pastor Andy Stanley, dice que es hora de desenganchar el cristianismo del Antiguo Testamento y que la Biblia ni siquiera nos dio el cristianismo. De hecho, tanto Stanley como algunos apologistas evidencialistas creen que ni siquiera deberíamos decir, “La Biblia dice” sino solo predicar el evangelio de Cristo. ¿Pero tiene esto sentido biblicamente? No, pues si dices que Jesus resucitó es porque la Biblia lo dice. De ahí es que obtenemos ese mensaje. Como explicó el pastor y apologista, Jeff Durdin, en el debate de “Unbelievable?” con Stanley, “La única forma de llegar ahí es diciendo, “LA BIBLIA DICE que Jesús se levantó de entre los muertos” porque es como sabemos que Cristo resucitó pues el testigo bíblico da ese testimonio de que Jesús resucitó. Stanley argumenta diciendo que la Biblia no dice eso sino David, Juan, Pablo y otros. Pero como dice Durbin, “¿Y dónde está todo eso? En la Biblia.” Pero Andy sigue argumentando diciendo que ni Jesús ni los apóstoles decían, “La Biblia dice” sino “Moíses dijo” o mencionaban otras personas. Por tanto, [y según Stanley] ¿por qué no hacer lo mismo nosotros si esa es la manera más efectiva?”

        Sin embargo, Stanley ignora primeramente que la Biblia todavía no estaba completa para el tiempo de Jesús y durante la vida de algunos de los apóstoles y que todavía no habían sido recopilados en un solo Libro (La Biblia). Y segundo, no es incorrecto decir “La Biblia dice” porque después de todo, “Toda la Escritura [no solo las partes en el Nuevo Testamento donde hablan de la resurrección de Cristo] es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” (2 Timoteo 3:16-17). Así que, si alguien pregunta ¿por qué no citar solamente las personas? podemos voltear la misma pregunta diciendo ¿y por qué no citar la Biblia también la cual contiene las citas de esas personas? O si preguntan ¿por qué no mejor citar fuentes externas en vez de la Biblia? podríamos también preguntar ¿y por qué no citar la Biblia también si está basada en los manuscritos históricos más confiables y antiguos donde se habla de la resurrección de Cristo?  

      En otras palabras, no solo las palabras de Pablo con respecto a la resurrección de Jesús importan sino también el resto de la Biblia. De hecho, Pedro se refiere tanto a las escrituras de Pablo como las del Antiguo Testamento igual de importantes y válidos al equipararlos en 2 Pedro 3:15-16. Ademas, si queremos cambiar el mundo tenenos que hacerlo de la misma manera que los apóstoles lo hicieron ¿y cómo lo hicieron? Apelando a la autoridad final de la Palabra del Dios Viviente como base de nuestra teología cristiana. Hasta el mismo Pedro dijo que aunque tenenos testigos oculares para la gloriosa resurrección de Cristo en 2 Pedro 1:16-19 tenemos algo más seguro que es la palabra profética, es decir, La Biblia.

“Pero estamos en el Nuevo Pacto y no en el Viejo”

      Por supuesto, sin embargo, Efesios 2:11 es claro cuando dice que nosotros los gentiles eramos extraños a los viejos pactos [en plural] de la promesa y que eramos ajenos a la ciudadanía de Israel, pero que ahora Dios nos ha acercado ¿a qué? A la ciudadania de Israel, a los pactos en plural de la promesa y no solo al pacto Abrahámico sino también a las bendiciones que Dios dio a Moíses, a las bendiciones del pacto davídico, y la promesa del mundo entero (no solo la tierra de Israel). En otras palabras, en Cristo hemos sido traídos a las bendiciones de todos esos pactos. Además, las promesas sobre la venida del Mesías no solo tenían que ver con el perdón y la salvación y tampoco eran solo para los judios sino para el mundo (Vea por ejemplo Jeremías 31:31, Deuteronomio 4; Isaías 2 y Ezequiel 36). La justicia, la llenura y el poder del Espíritu Santo y otras bendiciones que menciona el Antiguo Testamento también nos incluye a nosotros por lo que también son importantes.

        Obviamente ya no seguimos las leyes ceremoniales del Antiguo Pacto pero sí sus leyes morales. Jesús hasta se basó en Levítico para resumir los 10 Mandamientos en amar a Dios y a nuestro prójimo por lo que no se puede desconectar ambos testamentos pues la ley apuntaba todo el tiempo a ese propósito. Después de todo, Jesús mismo dijo “No penséis que he venido para abolir la ley o los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir.” (Mateo 5:17). De hecho, si decimos que los 10 Mandamientos son irrelevantes y obsoletos nos ponemos en desacuerdo con los apóstoles pues después de la resurreccion de Cristo asumieron la continuidad de esa ley dentro del Nuevo Pacto (Vea Hechos 25:11; 1 Timoteo 5:19; 1 Corintios 5:8; 9:8 y Efesios 6:1,2). Así que, tengamos cuidado en no crear una disyunción entre los dos testamentos pues ambos son una revelación unificadora y esa es la manera que históricamente la iglesia siempre lo ha visto. Como decía el gran teólogo y filósofo cristiano, Agustín de Hipona, “Novum in Vetere latet, Vetus in Novo patet” (el Nuevo Testamento está escondido en el Antiguo, mientras que el Antiguo se hace manifiesto en el Nuevo) con referencia a la relación entre el Antiguo y Nuevo Testamento de la Biblia.

¿“Cuando hablamos con un inconverso no le hablamos de Biblia sino solo de Cristo. Por tanto, Jesús primero, la Biblia segundo.”?

        Pero si la Biblia tiene poder y es verdaderamente inspirada entonces ¿por qué no citarla, predicarla y apoyarnos en ella? De hecho, este es una de las preocupaciones principales que tenenos de esta metodología apologética pues enseña a muchos cristianos (principalmente jóvenes) a tener miedo de decir lo que Dios dice. Obviamente, cuando hablamos con un inconverso le hablamos de la fe en Cristo y el arrepentimiento de sus pecados para vida eterna pero tampoco nos olvidamos, ni descartamos o echamos a un lado el Antiguo Testamento y el resto de la Biblia ya que son la base de nuestra proclamación. No basamos nuestro cristianismo sobre una posición neutral o por lo que alguien dijo en la historia sobre la resurrección de Jesucristo sino en un testimonio mucho más fuerte y mejor que es la Palabra del Dios Viviente. Después de todo, la resurrección en sí no fue solo un evento milagroso en la historia sino que es un evento histórico que está conectado con las promesas y las profecías del Antiguo Testamento de que el Mesías iba a levantarse de los muertos lo cual le da significado y contexto.

         De hecho, después de su resurrección, Jesús mismo reprendió a sus discípulos en camino a Emáus y quienes lo estaban viendo vivo después de su muerte ¿y por que los corrige? Por no creer en todo lo que los profetas y Moíses habian dicho acerca de él.”, es decir, en la revelación previa de Dios, y en 1 Corintios 15 donde Pablo dice que si Jesús no resucitó entonces vana sería nuestra fe cita el Salmo 110:1 lo que demuestra que no deberíamos crear una disyunción entre ambos testamentos. El mismo apóstol Pablo afirma esto cuando después de su conversión fue directamente a la sinagoga y discutió con los judios demostrando que Jesús es el Mesías en Hechos 9 ¿y cómo hizo esto? Tomando como base la escritura judia. No diciendo, “¡Oigan, vi a Jesús vivo de entre los muertos, créanme!” sino que fue allí y discutió sobre la base de la Palabra de Dios. Así que, si queremos cambiar el mundo tenenos que hacerlo de la misma manera que los apóstoles lo hicieron ¿y como lo hicieron? Apelando a la Biblia como nuestra autoridad final y como fundamento de nuestra teología cristiana (2 Pedro 1:16-19).

          Por otro lado, es importante recordar que usar argumentos para demostrar la resurrección de Cristo no garantiza que la persona lo va aceptar. Un buen ejemplo de esto fue cuando el Dr. William Lane Craig quien es un brillante filósofo cristiano habló sobre las evidencias históricas de la resurrección de Cristo con otro hombre brillante, el conservador judío, Ben Shapiro. Pero al final de toda la argumentación lógica y consistente de Craig la respuesta de Shapiro fue que lo encontraba poco interesante. Este tipo de respuesta demuestra lo que la Biblia dice sobre alguien como Ben Shapiro en Romanos 1 de que la gente no acepta el cristianismo por falta de evidencias sino por razones de rebeldía. El problema no es que no tenenos suficiente evidencia, luz o información sino que simplemente no quieren aceptar la verdad y prefieren mejor suprimirla “porque aman más la tinieblas que la luz porque sus obras eran malas” (Juan 3:19). Esto no significa que no debemos usar tales argumentos sino entender que la incredulidad de muchos no se debe a razones intelectuales sino morales (Salmo 14:1-3).

          De hecho, pueden ver un milagro como la resurrección y aun así tampoco aceptarían el cristianismo porque el problema no está en la mente sino en el corazón. Por eso Lucas 16:31 dice, “Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.” En otras palabras, tienen la Biblia la cual es la revelación completa y verdadera de Dios pero si no quieren creer en la Biblia entonces tampoco van a creer en milagros como la resurrección literal de Cristo. Aunque se lo demuestres con evidencias históricas y argumentos lógicos como lo hizo Craig con Shapiro, o Santiago Alarcón de Rincón Apologético con el deísta Emanuel Danan o la “atea” DamaG.

       De hecho, cuando Dios prueba los profetas en cuanto a señales y prodigios se refiere a si aun tales milagros fueran verdaderos tienen que ser examinados a la luz de las Sagradas Escrituras porque hasta Satanás y los falsos profetas también pueden hacer actos sobrenaturales. ¿Qué significa esto? Significa que la previa revelación de Dios mismo es el estándar, el punto de prueba y que si un evento milagroso no es consistente con la verdad bíblica entonces no puede venir de Dios porque Dios no se contradice.

¿Por qué estamos aquí?

          De hecho, hay una pregunta filosófica que el ser humano siempre se ha preguntado a través de todas las edades que dice ¿por qué estamos aquí? ¿Cuál es el propósito de nuestra existencia? Muchos cristianos dirán que para ser salvos y ganar almas para Cristo. Sin embargo, ese no es el único propósito sino parte de ella. La razón principal es para la gloria de Dios o “para su placer” (Vea Apocalipsis 4:11 Reina Valera Gómez) y ¿cómo podemos saber la forma de agradarle? Por medio de la Biblia, “y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” (2 Timoteo 3:16-17).

   En fin, la Biblia sí nos dio el cristianismo y el Antiguo Testamento sí importa, saludos.

5 thoughts on “¿El Antiguo Testamento ya no importa?”
  1. Oye Sherlock ,seria interesante que dieras tu opinión de Limud ,una empresa liberal de critica bíblica se le pasa atacando el cristianismo y la Biblia diciendo que son mitos y leyendas .

  2. Oye brother ,existen algunas controversias en torno a Eusebio de Cesarea y Constantino ,segun los ateos ,el cristianismo fue un invento del siglo 4 ,tienes alguna respuesta a esa afirmacion? por cierto ,feliz semana santa hermano ,que Jesucristo te ilumine y que Dios te bendiga!

  3. Hola Sherlock, planeas hacer un artículo sobre el islam? Seria interesante verlo ya que se piensa que esa religión es lo mismo que el cristianismo y catolicismo pero no estoy seguro de esa afirmación

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