¿Estar en contra de la legalización del aborto no es una cuestión religiosa sino de razón y ciencia?

“Si algo tengo claro como mujer es que no somos quienes para decidir quién vive y quién muere.” – Joanne Rodriguez Veve, senadora electa del partido Proyecto Dignidad de Puerto Rico

¿Ciencia o religión? ¿Razón o religión? Nuestra respuesta es ¿por qué no ambas? Algunos ateos o agnósticos suelen decir, “Soy pro-vida y no religioso. El argumento más fuerte de los pro-abortistas siempre tiene que ver contra la religión, no se atreven a meterse con la ciencia porque saben que en ese punto están perdidos” Sin embargo, como cristianos pro-vidas no tenemos que caer en esta misma falacia de falso dilema que hacen los pro-abortistas o pro-vidas ateos. Al contrario, al igual que en nuestra apologética no deberíamos separar el Evangelio de Cristo del tema del aborto. Primero porque sin Dios no hay fundamento para condenar moralmente el aborto y porque la ciencia no tiene nada que ver con la ética. De hecho, quizás eso explica porque muchos pro-abortistas son gente antireligiosa pues en el fondo saben que sin Dios todo está permitido, incluyendo el aborto. Segundo, como cristianos no estamos interesados solamente en la salvación física del niño no nato que va ser abortado sino también y sobretodo en la salvación espiritual de la madre y su familia.

Entendemos que hay personas no cristianas (incluyendo ateos) que son provida y otros que dejaron de apoyar el aborto primero y luego se convirtieron al cristianismo. Sin embargo, también hay muchos testimonios de personas que se convirtieron al cristianismo primero y luego dejaron de apoyar el aborto. ¿Por qué? Porque cuando un pro-abortista se arrepiente de sus pecados y recibe a Cristo como su Salvador y Señor personal ocurre un cambio de vida e inmediatamente no solo deja de apoyar el aborto sino la ideología de género, el feminismo radical y todo lo llamado progresismo que va en contra de nuestros valores y principios cristianos.

En otras palabras y como está escrito, “los que aborrecen a Dios aman la muerte” (como el aborto o la eutanasia) (Vea Proverbios 8:36). De hecho, esto explica porque muchos pro-abortistas atacan tanto a los cristianos, blasfeman contra Dios, vandalizan una iglesia al final de sus marchas y dicen que mejor hubiese sido si María hubiese abortado a su hijo Jesucristo o simulando un aborto con muñecos y sangre falsa. Es como el efecto dominó o reacción en cadena, si odias a Dios vas amar la muerte pero si amas a Dios vas a amar la vida. Por tanto, ¿por qué es importante hablar de religión cuando se trata de aborto?  

Porque muchas de estas mujeres no son tontas y tampoco victimas pues saben lo que están haciendo, como dice Abby Johnson, exdirectora de una clínica de aborto de “Planned Parenthood”, saben que están matando un bebe y no les importa. De hecho, esta realidad explica muchas cosas, como el porqué estas feministas radicales evaden tener debates públicos con gente conservadora, el porqué nos censuran y el porqué no aceptan argumentos científicos y racionales contra el aborto. En otras palabras, usted puede ser un Agustín Laje o un Ben Shapiro y ganarles fácilmente un debate, pero eso no los va cambiar de opinión ni al sistema político del país la cual sigue de mal en peor apoyando el aborto hasta el nacimiento, rechazando leyes que protejan al bebe que sobreviva un aborto y matando más que todas las guerras juntas.  

Por eso necesitamos hablar el lenguaje bíblico de que el aborto es homicidio (pecado), que el matar a un niño inocente esta mal porque esta creado a imagen de Dios pero que hay esperanza y perdón en Jesucristo y que estamos dispuestos a ayudarles con sus hijos si deciden tenerlos. No echar a un lado la Biblia pues solo el Evangelio de Cristo puede cambiar sus vidas, sus mentes y sus corazones de piedras en corazones nuevos (2 Corintios 5:17). Como decía el apóstol Pablo, “y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.” (1 Corintios 2:4,5). Si de verdad queremos levantar una sociedad caida, secular y hostil para que piense correctamente (como hizo Jonas en Ninive) tenemos que hablarles del arrepentimiento y la fe en Cristo para salvación.

Objeciones

No es necesario hablar de Cristo o la Biblia pues con ciencia es suficiente y hay hasta ateos que son provida. 

En primer lugar, nos alegramos de que haya personas que reconozcan el valor humano pero hay dos problemas con este tipo de creencia. La primera es que una atea puede afirmar que esta a favor de la vida y que el aborto es malo pero otra atea puede responder diciendo, “¿Pero por qué matar bebés es malo? ¿En qué te basas para decir eso? ¿Por qué hay que estar a favor de la vida? Tú crees que abortar es malo, pero yo creo que es bueno y tengo razones para ellos”. A esto conduce el relativismo del ateísmo, a que la moral sea subjetiva y cambiante de acuerdo con su conveniencia, egoísmo, interés y gusto.  Lo cual es diferente si tenemos un estándar o autoridad final para medir lo que es realmente malo o bueno, y ese estándar es Dios y sus mandamientos. Por tanto, un ateo que condena objetivamente el aborto contradice su propia postura ya que sin Dios todo esta permitido.

Segundo, no usar la Biblia para convencer a la gente de la realidad del aborto tampoco tiene sentido pues nuestro propio testimonio es prueba de que la salvación conduce a un cambio de vida que solo Dios puede hacer. De hecho, esto nos recuerda el primer debate que tuvo el apologista cristiano Santiago Alarcón con el deísta Emanuel Danann sobre la resurrección de Cristo y quien decía que aunque no es cristiano es provida. Sin embargo, aunque defender la vida humana es algo bueno eso no garantiza la salvación de nadie “pues la salvación no es por obras para que nadie se gloríe” sino en el arrepentimiento y la fe en Jesucristo (Hechos 20:21 y Efesios 2:8-10). Por tanto, sea pro-vida o pro-aborto si la persona no conoce a Cristo es nuestro deber cumplir con el mandato de la Gran Comisión.

Entendemos que hay cristianos que tienen miedo de “ofender” y ser tildados de “fanáticos religiosos” si hablan de Dios pero tenemos que recordar que la misión de la iglesia es ser cristocéntrica para que la gente sea salva y transformada. No hacerlo es desobediencia. Por tanto, el asunto del aborto no se resuelve con unirte a un partido político en particular, ni siendo de derecha o izquierda, conservador o liberal o demócrata o republicano y mucho menos echando la Biblia a un lado sino con la Gran Comisión de convertir pecadores en santos con el evangelio de Cristo y enseñándoles a todas las naciones a ¿qué? “a que guarden todas estas cosas que os he mandado.” (Mateo 28:18-20). Esta es la respuesta que nos da la Biblia para este problema. La ciencia y la razón simplemente confirman lo que ya la Biblia declaraba de que la vida comienza en la concepción (Salmo 139:16).

Por tanto, se puede refutar al pro-abortista anticristiano tanto con la ciencia como con la religión cristiana, aca el pastor y apologista, Jeff Durbin, nos da un buen ejemplo. 

¿Pero no es la madre que aborta una víctima también?

Es difícil creer que una madre que aborta su bebé no sabe lo que esta haciendo debido a que muchas han admitido saber que llevan una vida humana en su vientre y que están dispuestas a matarla. De hecho, ya hace mucho tiempo atrás, el genio biólogo, inventor, matemático y filósofo, Leonardo da Vinci (1511), mostró este conocimiento de anatomía en sus dibujos embriológicos cuando no existían ecografías, ni scanner, ni ultrasonidos (Vea su conocido Esquema del Hombre).

Hoy en día la ciencia y la tecnología ecográfica ha avanzado tanto que se puede escuchar los latidos de corazón y observar en detalle los rasgos del bebé con la calidad de una tomografía. Por tanto, no hay excusa para ser pro-abortista. De hecho, no hay que ser científico, médico o un intelectual para saber que hay vida humana en el vientre de la madre pues eso se deduce cuando se siente y se observa a la criatura alimentándose, moviéndose, creciendo y porque los seres humanos solo producen seres humanos. Saber que el aborto es homicidio es simple lógica y sentido común.

Como dijo una popular feminista, “Siempre he admitido francamente que el aborto es homicidio, la exterminación del menos poderoso por el más poderoso.” (Camille Paglia, profesora y escritora feminista). Por tanto, tengamos cuidado en decir que la mujer es sólo una víctima y que el aborto no es asesinato ya que siguiendo esa lógica entonces no hay razón para legislar en contra el aborto si no es un crimen y tampoco evangelizar a la madres que abortan si es inocente o víctima y no culpable de un homicidio (pecado).

En fin, que el aborto es un asesinato y que solo en el Cristianismo tenemos base para condenarlo moralmente. Por tanto, recordemos que nuestro ministerio debe ser cristo céntrica y que no debemos mostrarnos indiferentes y tolerantes a esta clase de injusticia pues el asunto del aborto es un asunto del evangelio la cual debe ser predicado con amor, humildad y paciencia. No con neutralidades, saludos

2 thoughts on “¿El aborto no es una cuestión religiosa?”
  1. Muy buen artículo, eso del “aborto post—natal” me recuerda al libro : El dador de recuerdos, ahí le dicen liberación, pero es igual.

  2. Buenos días, ¿podrías hacer un articulo sobre esa cosa que le cambia el genero a las fotos?, varios “cristianos” han estado usándola últimamente.

Comments are closed.