La Idiotización de la Sociedad

“Estamos ante una generación de gente emocional y débil. Todo debe ser suavizado, porque es ofensivo... incluida la verdad”
     Para quienes hemos visto la película "Idiocracia" ya no sabemos si se trata de comedia o un documental que predijo el futuro. Sin olvidar que también se está cumpliendo lo que vaticinaron dos grandes novelistas como Orwell y Huxley, sobre un futuro remanente oscuro, en "1984" y "El mundo feliz" pues los jóvenes mileniales de hoy no toleran críticas y se ofenden fácilmente por cualquier cosa. Según el Pew Research, a pesar de estar mucho más preparados y con más títulos son la generación que menos valora la libertad de expresión. Por estas razones se les ha llamado la generación de los hipersensibles, copitos de nieve o la generación de idiotas que hablaba Albert Einstein.
    En tan solo el 2020 (año de contradicciones), la imagen y el nombre del syrup "Tía Jamima", las habicuelas GOYA, la animación infantil de Paw Patrol, el Himno Nacional de Estados Unidos, las estatuas viejas y la imagen del "Jesús" blanco, rubio y de ojos azules han ofendido grandemente a la llamada nueva izquierda, mientras que el tráfico sexual de niños por políticos liberales y celebridades de Hollywood no parece ofenderles tanto. De hecho, hubo un tiempo donde el presidente era honrado, la policía respetada, los nuevos nacidos atesorados y los veteranos reverenciados. Pero ahora, vivimos en una sociedad posmoderna en la que los homosexuales nos hablan de moral, los transgéneros sobre biología, los que matan bebés sobre derechos humanos y los socialistas de economía.
    Según Claire Fox, directora del Instituto de Ideas en el Reino Unido y autora del libro "I Find That Offensive!", muchos en esta generación tampoco pueden lidiar con puntos de vista distintos a los suyos, y no toleran las críticas a pesar de que sean válidas. “Reaccionan agresivamente porque creen que tienen derecho a hacerlo y además exigen disculpas si llegan a sentirse ofendidos”, afirma la autora. Esta conducta quizás se exacerba porque buscan luchar por el respeto a la individualidad, a la aceptación de las diferencias, y en ese contexto las críticas pueden percibirse como una agresión a la libertad. “Esto los hace hipersensibles a cualquier observación sobre sus comportamientos y muestra una exigencia a veces exagerada de recibir un trato de igual a igual”, dice la psicóloga María Elena López. 
  Así que, Nietzsche tenía razón cuando dijo que "Dios ha muerto", no en el sentido de que Dios no existe sino como explica el filósofo y apologista cristiano, el Dr. William Lane Craig, "Los hombres no comprendieron realmente las consecuencias de lo que habían hecho al matar a Dios. Pero Nietzsche predijo que algún día la gente comprendería las implicaciones de su ateísmo y que este descubrimiento introduciría una edad de nihilismo; es decir, la destrucción de todo significado y valor en la vida." Esto es precisamente lo que observamos hoy en día. Una nueva generación llena de ansiedad, depresión, indiferencia religiosa, censuradora e intolerante al debate. Quizás se debe a que muchos de estos jóvenes que pagan mucho dinero para estudiar en una universidad secular están siendo adoctrinados por el marxismo cultural. 
    Por tal razón, las dos Guerras Mundiales aterradoras que tuvimos, todo lo que simbolizaban Auschwitz y los gulags, el genocidio en Bosnia y tantas otras atrocidades, nos ha demostrado el verdadero precio que la humanidad ha tenido que pagar por el intento de hacerla vivir totalmente de espaldas a Dios. En otras palabras, el filósofo comunista Karl Marx estaba muy equivocado, no es la religión el opio de los pueblos sino su propio ateísmo militante y de estado el cual ha causado más miseria, pobreza y muerte que todas las religiones juntas y en menos tiempo. En cambio, “El cristianismo y nada más ha sido el fundamento a la libertad de conciencia, derechos humanos y la democracia.” – Jurgen Habermas, filósofo ateo alemán, A Time of Transitions
    El economista, historiador y teórico político,  Murray N. Rothbard, también afirmaba que “Todo lo bueno de la civilización occidental, desde la libertad individual hasta las artes se lo debemos al cristianismo.” Sin embargo, los decenios de insistencia en el secularismo, en la teoría naturalista de la evolución y el movimiento de "autorealización" han terminado por desalojar casi del todo la idea de tomar en cuenta a nuestro Creador en nuestras vidas. Esto ha afectado para mal a incontables millones de personas, principalmente jóvenes milleniales cuya indiferencia religiosa hace que el mundo parezca ir a la deriva. Como también profetizó, el gran científico, Albert Einstein, "Temo el día en el que la tecnología sobrepase a la humanidad, y el mundo tenga una generación de idiotas".
      Por tanto, ya sabemos que nada mejora con el tiempo y que "los hombres malos e impostores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados." (2 Timoteo 3:1-13). En otras palabras, no estamos evolucionando sino involucionando. Sin embargo, eso no significa que nos vamos a quedar de brazos cruzados, callados, sin hacer nada y esperar a que Cristo venga para que entonces mejore las cosas pues Jesús mismo dijo que somos la sal de la tierra y la luz del mundo. ¿Cómo hacemos esto? Predicando el evangelio para salvación y defendiendo nuestros valores cristianos, eso incluye en la política pues como dijo el primer y gran presidente de EEUU, Jorge Washington, "No se puede gobernar correctamente sin Dios y la Biblia" y eso lo ha demostrado la misma historia. 
           "La gente simplemente está imbuida hasta tal extremo en el sistema establecido que es incapaz de concebir alternativas a los criterios impuestos por el poder. Para conseguirlo, el poder se vale del entrenimiento vacío, con el objetivo de abotagar nuestra sensibilidad social, y acostumbrarnos a ver la vulgaridad y la estupidez como las cosas más normales del mundo, incapacitándonos para poder alcanzar una conciencia crítica de la realidad... No obstante, si queremos revertir tal situación de enajenamiento a que estamos sometidos, solo queda como siempre la lucha, solo nos queda contraponer otros valores diametralmente opuestos a los del espectaculo vacío, para que surja una nueva sociedad" (Fernando Navarro, La Haine, revista Al Margen #102, Valencia). 

“Estamos viviendo en medio de la generación idiotas e imbéciles que se cree original y funciona porque se creen especiales y revolucionarios” – Agustín Laje

https://es.theepochtimes.com/nuestro-coficiente-intelectual-esta-bajando-decada-tras-decada_345632.html?fbclid=IwAR1-9kAEV-rrBPlC-PJdNjPXUj42wqP8gTaw_cWb2OXnpf9RNBuKfYZ_V9I