¿Fue Pedro el primer Papa?

“No reconocemos a ningún ser humano como la cabeza de la Iglesia; solo Cristo es el Rey y la cabeza de la Iglesia.” – Martyn Lloyd-Jones

        Pedro no fue ni es nada de lo que la Iglesia Católica pretende que él es. Ni tampoco es algo que el papa pretende ser. Veremos la verdad de esto en las siguientes declaraciones. Comparemos a Pedro con los papas y veremos concretamente que Pedro no fue papa.

1. Pedro no es la ROCA, ni el fundamento de la Iglesia sino Cristo mismo. En ninguna parte de la Biblia dice que Pedro fue papa y mucho menos en Roma pues “el apóstol de los gentiles” fue Pablo (Romanos 11:13), en tanto que el ministerio de Pedro fue encaminado hacia el evangelismo de la “circuncisión”, es decir a los judíos (Gálatas 2:7-9). Sin embargo, el romanista cree que dicho pasaje en Mateo 16:18 dice: “Tú eres Pedro, y sobre ti, Pedro, edificaré mi iglesia.” y que por tanto, Pedro sería la roca sobre la que se edificaría la Iglesia. Sin embargo, hay varios problemas con esta mala interpretación. El primero es que alguien que leyera el evangelio de Mateo en griego, el idioma original del Nuevo Testamento no llegaría a la conclusión inmediata de que Pedro era la roca. Aunque el nombre Pedro significa pedazo de roca (Petros en el diccionario de Strong) o simplemente piedra (como se afirma en Juan 1:42 de la misma Biblia católica de Jerusalén). Jesús no dijo “Tú eres Pedro (Petros), y sobre esta roca (Petros) edificaré mi iglesia.” Lo que Jesús dijo fue: “Tú eres Pedro (Petros), y sobre esta roca (Petra) edificaré mi iglesia.” La palabra que Jesús escogió para referirse a ROCA es PETRA, que se refiere a un sustantivo femenino que significa MASA DE ROCA. Esta misma palabra griega (petra) la podemos encontrar en Mateo 7:24-25, Marcos 15:46, Lucas 6:48, 1°Corintios 10:4 y 1°Pedro 2:8. Mientras que la palabra que Jesús escogió para referirse a Pedro es PETROS, que es de género masculino y significa “canto rodado” o piedra suelta. Por tanto, lo que Jesús le dijo a Pedro podría traducirse: “Tú eres una Piedra, y sobre este Fundamento Sólido o MASA DE ROCA edificaré mi Iglesia” (Nuevo Testamento Interlineal Griego-Español). El contexto de Mateo 16:13-18 no es acerca de Pedro sino acerca de Jesús. En otras palabras: el Señor Jesús como “el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Mateo. 16:16) sería la roca sólida sobre la cual descansaría la fe cristiana. Comparalo con 1 Corintios 10:4.

De hecho, el mismo Pedro nunca se identificó asimismo como la Roca de Mateo 16:18 sino que identifica a Cristo como la Roca o la piedra angular y todos los demás creyentes (incluyendose asímismo) como piedras o pedazos de esa misma Roca que es Cristo Jesús. Por lo cual también dice la Escritura: “He aquí, pongo en Sión la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; el que crea en él, no será avergonzado”. Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso. En cambio, para los que no creen: “La piedra que los edificadores desecharon ha venido a ser la cabeza del ángulo” (1 Pedro 2:4-8). Esto concuerda y es consistente con otras partes de la Biblia como Isaías 28:16 donde dice, “Por eso, Jehová, el Señor, dice así: “He aquí que yo he puesto en Sión por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable…” (Isaías 28:16). “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo…” (1° Corintios 3:11 y Lucas 6:46-49).             

También es llamativo, sin embargo, que la supuesta “entrega” de la Iglesia a Pedro esté solo mencionada (y para ser sinceros, en forma poco clara) en el evangelio según Mateo. Es muy extraño que “tan importante acontecimiento” no sea nombrado por los evangelistas MARCOS y LUCAS. Porque si bien describen el momento en que se desarrolla dicha conversación, ninguno de los dos (ni Marcos ni Lucas) registran la tan supuesta “entrega” a Pedro de la Iglesia de Cristo. (Para tener en cuenta). En fin, hemos mostrado y demostrado que dicho pasaje en Mateo 16:18 no sustenta la idea de que Cristo fundó Su iglesia sobre Pedro, sino mas bien, sobre la revelación de fe de Pedro, o sea, sobre CRISTO, EL HIJO DE DIOS VIVO.

2. Pedro no fue el único a quien se le mandó a apacentar las ovejas de Cristo. Sin embargo, el “Apacienta mis corderos…” es otro texto que recurrentemente es citado y que se encuentra en Juan 21:15-17, donde Jesús, en 3 oportunidades, le pide al apóstol Pedro que apaciente Su rebaño. El catolicismo romano entiende con este pedido un claro mandato de Cristo a Pedro para que “se haga cargo” de la Iglesia. Pero… ¿qué pasaría si esta misma misión la tuvieran cada uno de los discípulos que en la iglesia han recibido dones (Efesios 4:11-12) por parte del Espíritu Santo para la obra del ministerio y la edificación del cuerpo de Cristo (la iglesia (ekklesía) – el rebaño)? Por ejemplo, podemos ver lo que acabo de mencionar de boca del apóstol Pablo en su discurso de despedida en Mileto, ante los ancianos de la iglesia. “Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro. Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios. Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.” (Hechos 20:25-28). También es interesante leer Hebreos 13:17.

          Además, las palabras de Cristo a Pedro en Juan 21:15-17 (“Alimenta mis corderos…mis ovejas”), no le dieron una autoridad única en su género. Al contrario, Pedro mismo aplicó dicho mandamiento a todos los ancianos (1 Pedro 5:2) y como ya vimos lo mismo hizo Pablo (Hechos 20:28).

3. Pedro, como Pablo, enseña que Cristo es la Cabeza de la iglesia y su único legislador (Hechos 4:11 y Efesios 1:22). La cabeza de la iglesia primitiva apostólica nunca fue Pedro, ni Juan el Bautista, ni Santiago sino el Señor Jesucristo pues nadie puede poner otro fundamento que el que ya está puesto Jesucristo (1 Corintios 3:11). Sin embargo, el papa pretende ser cabeza de la iglesia y aun el legislador de ella.

4. Pedro no fue el único a quien le fue dado las llaves de atar y desatar. Sin embargo, para el católico esta promesa en Mateo 16:19 solo fue dada a Pedro y sus sucesores. ¿Pero qué nos enseñó Jesús? Jesucristo dijo que la autoridad de las llaves y de atar y desatar no era solo para Pedro sino para todos sus discípulos y creyentes (Mateo 18:18-20). Por tanto, está claro que esta declaración hecha a Pedro sobre las llaves de atar y desatar, así como de remitir o retener pecados fueron dadas a todos los apóstoles, como se ve en Juan 20:23, y a toda la Iglesia Cristiana primitiva, como se ve en Mateo 18:18. Así que, la autoridad especial que ha sido reclamada por los papas de la Iglesia Católica como alegados sucesores de Pedro JAMÁS fue ejercida por Pedro.

5. La lista oficial de papas de Roma está llena de contradicciones y la razón es porque Pedro ni siquiera nunca estuvo en Roma. Al contrario, fue apóstol de los judíos mientras que Pablo fue el apóstol de los gentiles. Tales pretensiones son falsos desde el punto de vista bíblico, histórico y religioso. Veamos algunas pruebas que demuestran que Pedro no estaba en Roma gobernando la Iglesia entre las fechas 42 a 67 después de Cristo; y esto romperá la famosa sucesión que la Iglesia Romana pretende tener:

a. Pedro estaba en Jerusalén en el año 51. Prueba de esto es que Pablo fue convertido en el año 37, 14 años después fue a Jerusalén y Pedro estaba allí (Gálatas 2:1,7 y Hechos 15).

b. Pedro escribió en el año 58, sin duda desde Babilonia de los Caldeos (1 Pedro 5:13). El orden mencionado en 1 Pedro 1:1 indica que estaba en Babilonia y no en Roma pues empieza con los lugares próximos a Babilonia. Pero si hubiera estado en Roma habría empezado con los lugares más cercanos a Roma. Sin embargo, algunos católicos insisten en decir que el saludo de Pedro desde “la iglesia en Babilonia” en 1 Pedro 5:13 se refiere a Roma. El problema para ellos es que cuando Pablo les escribe a los creyentes de Roma, no menciona a Pedro entre todos los saludos que envía, algo raro si Pedro era pastor de aquella iglesia. Por tanto lo más seguro es que esta “iglesia en Babilonia” se refiere a la Babilonia Caldea sobre el Éufrates y no la Roma imperial ya que “Marcos” se debe haber convertido por medio del ministerio de Pedro en Jerusalén (Hechos 12:12). ¡Cuan improbable es que se diese en una salutación amistosa, el titulo enigmático de Roma usado en la profecía (Apocalipsis 17:5)!  Además el orden mencionado en 1 Pedro 1:1 indica que estaba en Babilonia de los Caldeos y no en Roma. El empieza con los lugares próximos a Babilonia; pero si hubiera estado en Roma habría empezado con los lugares más cercanos a Roma. Babilonia era el centro desde donde salió la dispersión asiática a la que Pedro escribe. Filón (Legat.ad Caium, sec.36), y Josefo (Antigüedades 15:2,2;23:12) nos informan de que Babilonia tenía muchísimos judíos en los tiempos apostólicos (Mientras que los de Roma eran comparativamente pocos, como 8,000; Josefo, 17:11) de modo que dicha ciudad naturalmente seria visitada por el apóstol de la circuncisión.

c. Si Pedro estuvo en Roma gobernando la Iglesia en el año 59 D. C., como pretenden los romanistas, entonces no hubiera necesidad de que Pablo escribiera su carta a la Iglesia que estaba en Roma; y si Pedro hubiera estado allí la carta de Pablo habría sido un insulto a la dignidad de Pedro como “papa”, puesto que Pablo, ni aun lo mencionó en tal epístola todo indica que Pedro no estaba en Roma.

d. Pablo dice en Romanos 1:11 que desea ir a Roma para impartir dones espirituales a los hermanos, y confirmarlos en la fe. Esto hubiera sido gran desprecio para Pedro si él hubiera estado allí, porque sabemos que Pedro era capaz de hacer esta misma clase de trabajo. Esto también indica que Pedro no estaba en Roma en ese tiempo.

e. Pablo dice en Romanos 15:20 que su plan de predicar el Evangelio era predicarlo donde no hubiera sido predicado. Esto excluye la predicación anterior y la presencia de Pedro en Roma como gobernante de la Iglesia, durante el tiempo que Pablo estuvo en Roma.

f. Pablo llegó a Roma en el año 62 D.C., de donde mucha gente fue a encontrarlo, y no hay nada que indique que Pedro estaba allí (Hechos 28:15). Pablo estuvo allí varios años, y ni aun menciona el nombre de Pedro. La cortesía demandaba de Pablo más respeto para Pedro si este hubiese estado en Roma; y si Pedro hubiera sido papa como pretenden los católicos tal negligencia hubiera sido una burla para Pedro como papa.

g. Pablo, en su Epístola a Filemón escrita en Roma, en los versículos 23 y 24 menciona varios nombres de obreros tales como Epafras, Marcos, Aristarco, Demas y Lucas; pero no menciona a Pedro, y si Pedro hubiera estado allí, siendo tan prominente, Pablo lo habría mencionado.

h. Pablo en su última epístola a Timoteo, escrita en Roma, dice que todos le habían abandonado, con excepción de Lucas. Si Pedro hubiera estado allí no habría abandonado a Pablo, (2 Timoteo 4:11-16).

i. Pablo, en su epístola a los Romanos, capítulo 16, envía saludos a 27 personas que conoció en Roma, las menciona por nombre, y no se encuentra el de Pedro entre los de ellas. Es seguro que, si Pedro hubiera estado allí, Pablo habría mencionado su nombre primeramente.

j. Pedro dice que su trabajo entre los judíos esparcidos lo hizo en Ponto, en Galacia, en Capadocia, en Asia, y en Bitinia; pero no mencionó a Roma como parte de su campo.      

           Por tanto, no hay ninguna indicación en la Biblia que Pedro estaba en Roma en cualquier tiempo. Además durante los primeros siglos de la era cristiana, la sede de la iglesia madre fue Jerusalén, y no Roma, y el pastor de la iglesia de Jerusalén era Jacobo, y no Pedro (Gálatas 2:9,12).

Sin embargo, los católicos tratan de usar la Patrística para tratar de “probar” que Pedro fue papa en Roma. Algunos dicen que Dionisio de Corinto (en Eusebio, Hist. Ecles.,2:25) asevera en una epístola a los Romanos que Pablo y Pedro juntos fundaron la Iglesia Romana, así como también la de Corinto, y que ambos sufrieron el martirio en Roma en la misma ocasión. Sin embargo, Clemente de Roma (escritor del primer siglo), compañero de Pablo, quien estuvo en Roma, como pastor de la iglesia allí, y que quizás del mismo tiempo de la muerte del Apóstol Juan en Éfeso, está en su contra (1 Epístola ad Corintios, sec. 2:5) pues menciona a Pablo y a Pedro, pero hace que sea una circunstancia distintiva de Pablo el que él predicara tanto en oriente como en occidente, infiriendo que Pedro, por su parte, nunca estuvo en occidente. En 2 Pedro 1-14 él dice: “en breve tengo que dejar mi tabernáculo”, significando que su martirio estaba cerca; sin embargo, no hace alusión alguna a Roma ni a intención alguna suya de visitarla. La carta que escribió Clemente fue una contestación a una carta escrita para la iglesia de Corinto, motivada por una contención que había entre algunos presbíteros o pastores a quienes la iglesia había excluido. Esta historia se encuentra en los escritos de los Padres Ante-Nicenos. Clemente no contestó como un papa, sino como un humilde pastor de una humilde iglesia y en el nombre de esta, como una evidencia del gobierno democrático de la iglesia.

          Clemente empezó su carta como sigue: "La iglesia de Dios que está en Roma a la iglesia de Dios que está en Corinto." Él escribió en el nombre de la iglesia de Roma y no en su propio nombre y dirigió la carta a la iglesia y no a su prelado u obispo. Ni la iglesia de Roma ni Clemente atentaron dictar leyes a esta iglesia, igualmente independiente. Esta no fue una carta de autoridad sino de consejo. En el mismo capítulo de esta carta podemos ver que toda la iglesia tenía parte en escoger sus pastores, y, además, según esta carta, todos deben sujetarse a la mayoría de la iglesia. ¿Como debía hacerse esto? ¿Quién debería escoger a los sucesores? ¿Roma o sus obispos habían tenido un sínodo o conferencia? No, la iglesia, la congregación local de creyentes bautizados debían elegir sus propios ministros. En otra parte de esta carta encontramos una exhortación a la iglesia para que tratasen con sus ministros que ellos habían excluido, para restituirlos, reconociendo por esto que solo la iglesia tenía poder y derecho de hacerlo así. Esta era precisamente la instrucción apostólica. Tal era la práctica y el uso de la iglesia de Roma en esta memorable carta. Era iglesia apostólica, por lo tanto, permaneció en las instrucciones y costumbres apostólicas. Los Bautistas tienen actualmente este mismo uso y la misma forma de gobierno.          
          No solo eso, Eusebio de Cesárea, nunca menciona a Pedro como obispo de Roma. Simplemente dice que Pedro vino a Roma "al final de sus días" y que fue crucificado allí. Eusebio (Chron. Ann.3) también asevera el episcopado de Pedro en Antioquia; pero su declaración de que Pedro fundara aquella iglesia contradice Hechos 11:19-22. La Iglesia, durante el tiempo de Justino, fue compuesta de creyentes bautizados, y no había más de dos clases de oficiales en la Iglesia, y estos eran Pastores y Diáconos ("Ante-Nicene Fathers," Vol. I, Pág. 186). Nada de papas. En Las Apologías escritas a Marco Aurelio y en el Diálogo con Trifo tenemos la teología de este gran hombre y en ninguna manera podemos clasificarle como católico pues según sus escritos, no hay una sombra alguna de las doctrinas católicas, ni intimación que había papa en aquel tiempo, mas bien sus enseñanzas condenan las doctrinas de los católicos. Mientras que Ambrosio (Ep.33, Ed. Paris pag.1022) relata que Pedro, no mucho antes de su muerte, persuadido por las solicitaciones de sus hermanos cristianos a que se salvara, huía de Roma, cuando el Señor le sale al encuentro, y preguntándole: “¿Señor, a dónde vas?” recibido la respuesta: “Voy a ser crucificado de nuevo”. Con esto, volvió Pedro y gozosamente fue al martirio. Muchos de los detalles son palpablemente falsos; si el todo es falso o no, es dudoso, cuando se considera la tendencia de reconcentrar en Roma los eventos de interés. Lo único en que los “santos padres” estaban de acuerdo era en que no estaban de acuerdo en nada. A través de la historia los llamados “padres” de la Iglesia discreparon de los “santos padres” que les precedieron. 
            Pero ¿y qué hay de la lista oficial de papas que publicó el Vaticano? El Vaticano obviamente comienza arbitrariamente su lista con Pedro y continuando hasta el presente. Sin embargo, ha habido varias de dichas listas que aparentemente se consideraban exactas en un tiempo pero que posteriormente se modificaron, y ahora se contradicen unas a otras. Las listas más antiguas vienen de Liber Pontificalis (Libro de Papas), que supuestamente fueron compiladas bajo el papa Hormisdas (514-523), sin embargo, aun la Enciclopedia Católica arroja dudas sobre su autenticidad, y la mayoría de los eruditos actuales concuerdan en que es una mezcla de hecho y ficción. Quienes fueron realmente los obispos de Roma no puede saberse con certeza a esta fecha tan avanzada. De hecho, la lista de papas de Roma no coincide con las listas de Ireneo y Eusebio de Cesárea, al agregar arbitrariamente a Pedro como el “primer papa”, las cuentas no le salen a Roma. Las Constituciones Apostólicas nos dicen que Lino fue ordenado primero como obispo de Roma por Pablo, pero Clemente después de la muerte de Lino pone a Pedro en segundo lugar, ¡Ups! Eusebio no dijo que Pedro fue el primer papa sino Lino y cuando habla de los “sucesores de Pedro” está pensando en Pedro como fundador, no como obispo de Roma (Chron. Ann.3). También asevera el episcopado de Pedro en Antioquia; pero su declaración de que Pedro fundara aquella iglesia contradice Hechos 11:19-22. Además, Ireneo, obispo de Lyons (178-200), proveyó una lista de los primeros 12 obispos de Roma. De nuevo, Lino fue el primero y el nombre de Pedro ni siquiera aparece en esa lista.

            Aun la Nueva Enciclopedia Católica, publicada por la Universidad Católica de América, reconoce este hecho: “Pero debe admitirse francamente que el prejuicio o las deficiencias en las fuentes de origen hacen que sea imposible determinar en ciertos casos si es que los reclamantes eran papas o antipapas” (New Catholic Encyclopedia, Catholic University of America, 1967), tomo 1, p. 632, s.v. “Antipopes”). Por último, no hay registros o pruebas históricas de que había papas antes del siglo IV. Solamente había obispos (pastores) en todas las iglesias. No había papas monárquicos sino solamente obispos y diáconos en todas las iglesias las cuales eran independientes, autónomas y congregacionalistas. Esto está confirmado por Tertuliano, el más antiguo padre latino y otros (Padres Ante nicenos, Vol.3). La simple verdad es que la Iglesia Católica Romana misma, con todos sus archivos, no puede verificar una lista exacta y completa de los papas. Por tanto, la alegada "línea ininterrumpida de sucesión hasta Pedro" es mera ficción. Cualquiera que dedica tiempo con la seria intención de verificar su exactitud llegará a la conclusión de que la Iglesia ha inventado una lista oficial de papas a fin de justificar el papado y sus pretensiones. Además, al obispo de Roma no se lo considero como papa de la Iglesia universal hasta unos mil años después de Pentecostés.
          De hecho, el Vaticano también clamaba poseer los huesos de “San Pedro”. Desafortunadamente algo un tanto vergonzoso ha ocurrido en los años recientes. La tumba del apóstol Pedro fue descubierta en Jerusalén, en el monasterio franciscano llamado “Dominus Flevit” (Peter’s Tomb Recently Discovered in Jerusalem, p.3 por F. Paul Peterson) ¡Cuán difícil guardar el secreto! Sin olvidar que el Vaticano también afirmaba tener los clavos de la cruz, la esponja que fue puesta en la boca de Cristo, la corona de espinas, la copa de la última cena, muestras del cabello de la virgen María (algunos trigueños, otros rubios, otros rojos e incluso negros), su anillo matrimonial, ropas del bebé Jesús, las herramientas de carpintería de José ¡y hasta huesos del asno en que el Señor hizo su entrada en Jerusalén! Sin duda alguna que la mayoría de estas “reliquias sagradas” han sido demostradas como fraudes. Algunos de los huesos, que en una época se afirmaba que era de los santos y mártires, por ejemplo, han sido descubiertos como huesos de animales. En España, una catedral pretendía poseer parte de un ala del ángel Gabriel cuando visitó a María. Al ser examinada, ¡se supo que no era más que una gran pluma de avestruz!
       La realidad es que el APOSTOL a los NO JUDIOS por excelencia lo fue PABLO pues aunque aparentemente Pedro tomó el sitio más sobresaliente dentro del apostolado en un principio, Pablo, años más tarde, es quien parece haber tenido el ministerio más notorio. Como escritor del Nuevo Testamento, por ejemplo, Pablo escribió 100 capítulos con 2,325 versículos, mientras que Pedro solo escribió 8 capítulos con 166 versos. De modo que el ministerio de Pablo tuvo un alcance superior al de Pedro. Fue Pablo “el apóstol de los gentiles” (Romanos 11:13), en tanto que el ministerio de Pedro fue encaminado hacia el evangelismo de la “circuncisión”, es decir a los judíos (Gálatas 2:7-9). Este solo hecho es prueba suficiente de que Pedro no fue Obispo de Roma, como se enseña a los católicos, porque Roma era una ciudad gentil. Además, Pablo no se consideraba inferior a él pues pudo decir: “En nada he sido menor que los sumos apóstoles, aunque soy nada” (2 Corintios 11:5). Pero si Pedro hubiese sido el pontífice supremo, el papa, entonces, ciertamente, Pablo hubiera sido algo menor que Pedro.

6. Pedro era anciano, o pastor, entre los ancianos, y no sobre ellos. De hecho,exhortó a los ancianos a no tener señorío sobre las herencias del Señor, sino que sean ejemplo para la grey (1 Pedro 5:1-5). Es llamativo como el mismo apóstol Pedro (supuestamente siendo Papa) se coloca en igualdad de condiciones con el resto de los ancianos de la iglesia. Además, critica el señorío sobre el rebaño (típico de la Curia Vaticana). Y como si fuera poco, recomienda sujeción a los ancianos y sumisión recíproca unos a otros (Curiosamente no menciona “sujeción al Primado de la Iglesia”).

          Hechos 15:12-13 también nos dice "Entonces toda la multitud calló, y oyeron a Bernabé y a Pablo, que contaban cuán grandes señales y maravillas había hecho Dios por medio de ellos entre los gentiles. Y cuando ellos callaron, Jacobo respondió diciendo: Varones hermanos, oídme..." ¿Quién fue el que llevó la voz cantante y anunció las decisiones finales en el concilio de Jerusalén (Hechos 15) ¿Pedro? No. Jacobo. Pero no solo eso, el versículo 23 dice, "Los apóstoles y los ancianos y los hermanos, a los hermanos de entre los gentiles que están en Antioquía, en Siria y en Cilicia, salud…" (Hechos 15:23). Esta carta que se envió por medio de Pablo y Bernabé a Antioquía, resultado del Concilio de Jerusalén, ¿por quién fue suscripta? ¿Por el "Papa"? NO. Por los apóstoles, ancianos y hermanos. Por tanto, ¿Dónde esta el supuesto papado de Pedro en las Sagradas Escrituras? En ninguna parte.

         7. Pedro no era infalible. ¿Permitiría un Papa ser reprendido en público? Según el catolicismo romano no porque no solo es su líder religioso sino también infalible. Sin embargo, la Biblia dice, “Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos. Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?” (Gálatas 2:11-14). ¡¡Que tremenda insubordinación por parte de Pablo ante el supuesto Papa!! Al decir Pablo… “…arrastrado por la hipocresía de ellos…” ¿alcanza también a Pedro? ¿Podría Pablo decirle hipócrita al Papa? De haber sido realmente Pedro el primer Papa, el apóstol Pablo hubiera sido inmediatamente excomulgado. ¿Se imagina usted a un Cardenal diciéndole hipócrita en público al Papa Francisco?

       No solo eso, las siguientes palabras, de los labios de Pedro, negaron el corazón mismo del evangelio cristiano, declarando que Cristo no necesitaba ir a la cruz: "Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto [la muerte en la cruz] te acontezca" (Mateo 16:22). Pero el Señor le respondió: "¡Quítate de delante de mí, Satanás!"(v. 23). Aquí estaba la declaración ex cátedra inicial de Pedro a toda la iglesia (que está registrada en La Biblia) sobre fe y moral (trata del medio de salvación), y esto no era infalibilidad, sino herejía. En el capítulo siguiente, Pedro comete otro grave error, con otro pronunciamiento hereje. Coloca a Cristo en el mismo nivel con Moisés y Elías: "Señor... si quieres hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías" (Mateo 17:4). Esta vez es Dios mismo que desde el cielo reprende al "nuevo Papa" diciendo "Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a Él oíd" (v. 5). Más tarde, temiendo por su vida, Pedro niega con juramento y maldiciones que conocía a Cristo. De nuevo una declaración sobre "fe y moral", a toda la iglesia, al negar a Cristo mismo. Por tanto, son precisamente estos y otros errores del apóstol Pedro (quien no era papa) lo que prueba que no era infalible, ni que los dirigentes de la iglesia primitiva trataban a Pedro como si fuera la cabeza infalible del mundo cristiano.
        Algunos católicos dicen que, si aceptamos que 1 y 2 Pedro son INFALIBLES, entonces estamos ACEPTANDO que AL MENOS, el PRIMER papa FUE INFALIBLE, no porque él SEA INFALIBLE sino porque EL ESPIRITU SANTO habló por medio de él. Sin embargo, la Palabra de Dios es infalible porque “no fue en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo.” (2 Pedro 1:21). Es decir, hombres FALIBLES (como Pedro) escribieron la Palabra INFALIBLE de Dios. En cuanto a los papas de la Iglesia Católica de Roma el hecho es que ni en doctrina, ni en práctica, han sido los papas infalibles.
         “Está claro que esta naturaleza antibíblica del cargo papal le da al hombre un poder aun mayor que el de un tirano político. Y tanto la oportunidad como la tentación de abusarlo se aumenta inmensurablemente cuando el hombre se considera infalible, algo que ningún gobernante civil se atrevería a reclamar hoy. Para poder ver el efecto devastador de atribuir semejante autoridad suprema a un mero hombre, solo se necesita observar la reacción servil de los que tienen la fortuna suficiente de conocer al Papa en persona, de estrecharle la mano, tocarlo, arrodillarse ante él y besar su anillo o pies. Puede observarse el desbordante entusiasmo de las decenas de miles de personas que se reúnen cuando el Papa hace acto de presencia personal. En el servil reconocimiento de la infalibilidad hay una identificación indeseable de los fieles católicos romanos con el poder papal. Es una identificación que engendra, aún entre los miembros comunes de la Iglesia, un orgullo enceguecedor y destructor de pertenecer a "la Iglesia más antigua y grande... la única verdadera, fuera de la cual no hay salvación". Dicho engrandecimiento hace a los católicos devotos a ser insensibles a lo que de otra forma serían los evidentes fracasos en su Iglesia la cual los mantiene en su poder. (Dave Hunt, "A Woman Rides the Beast", Harvest House Publisher - 1994).4.   

          8. Pedro no es el apóstol más nombrado en las Escrituras sino Pablo. A pesar de que el católico considera a Pedro como el apóstol más importante es interesante saber queel hecho que el apóstol PABLO es nombrado más veces en las Escrituras, a pesar de haber comenzado su ministerio mucho más tarde que el apóstol Pedro. Si buscamos mediante la concordancia el nombre Pedro y el nombre Pablo, sorprendentemente obtendremos estos resultados:

PEDRO: RV1960=163 veces; RV1995=164 veces; DHH=195 veces

PABLO: RV1960=165 veces; RV1995=165 veces; DHH=220 veces

        También podemos obtener un interesante perfil si consideramos la presencia literaria que forma parte del Canon Neotestamentario, Cantidad de Cartas y Epístolas escritas, que son Escritura:

PEDRO: 2: 1° Pedro, 2° Pedro.

PABLO: 13: Romanos, 1°Corintios, 2°Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1°Tesalonicenses, 2°Tesalonicenses, 1°Timoteo, 2°Timoteo, Tito, Filemón.

            En otras palabras, como escritor del Nuevo Testamento, Pablo escribió 100 capítulos con 2,325 versículos, mientras que Pedro solo escribió 8 capítulos con 166 versos. De modo que el ministerio de Pablo tuvo un alcance superior al de Pedro. Por tanto, aunque Pedro tomó el sitio más sobresaliente dentro del apostolado en un principio, Pablo, años más tarde, es quien parece haber tenido el ministerio más notorio.

        9. Pedro no es nombrado SIEMPRE en primer lugar. Otro argumento muchas veces escuchado, es el valor “revelador” que posee el hecho de que Pedro sea nombrado primero, cuando se menciona a los apóstoles. Inclusive este recurso es utilizado en el mismo Catecismo católico N° 552 (“En el colegio de los doce Simón Pedro ocupa el primer lugar (Cf. Mc 3,16; 9,2; Lc 24,34; 1Co 15,5…”).

       Sin embargo, en Gálatas 2:7 dice, "Antes por el contrario, como vieron que me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión (pues el que actuó en Pedro para el apostolado de la circuncisión, actuó también en mí para con los gentiles), y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión." (Gálatas 2:7-9). Aquí no solo Pedro es nombrado en segundo lugar, sino que Pablo lo reconoce en igual nivel que a Jacobo y a Juan. Si bien importantes (considerados "columnas"), a los 3 en igualdad. En cambio, el papa pretende tener señorío sobre todos los ancianos, sobre la grey y sobre todo lo temporal y espiritual.

10. Pedro no tenía una jerarquía mayor que los demás. Según la iglesia de Roma había tres pilares o jerarquías en la Iglesia nuevo-testamentaria: el papado de Pedro, Juan y Santiago y luego Pablo quien tuvo que ir al Concilio en Jerusalén (Hechos 15 y Gálatas 2) para buscar la aprobación del resto de la iglesia con respecto a su apostolado, y esta aprobación le fue dada. Sabiendo entonces que Pablo tenía que someterse organizacionalmente a estos tres pilares ordenó obispos, y entre estos obispos están Timoteo en Éfeso y Tito en Creta quienes ordenaron presbíteros (del griego prebuteros que significa ancianos) lo cual es otro nombre que se le da los sacerdotes en el día de hoy. Por tanto y según el catolicismo, Pablo tenía una jerarquía mayor que los obispos (como los Cardenales hoy en día).

          Sin embargo, la palabra griega presbuteros (presbyterous) se traduce “anciano” en el Nuevo Testamento, o “presbiteros”, como la misma Biblia Torres Amat lo hace en 1 Pedro 5:1 en donde el apóstol Pedro se considera a sí mismo presbítero (anciano) junto con todos los demás; pero nunca se traduce como sacerdote, ya que para la palabra “sacerdote” existe otra palabra griega, la cual es “iereis” (iereis). El Nuevo Testamento en ningún pasaje enseña que a los líderes de la iglesia se les llamaría sacerdotes sino apóstoles (apostolous), pastores (poimenas), obispos (episcopous) y ancianos (presbuterous), pero nunca sacerdotes. En cuanto al Gobierno de la Iglesia, las Escrituras no enseñan que Cristo haya ordenado a un hombre por encima de todos. Al contrario, enseñó a sus discípulos la igualdad y que ninguno de ellos debía hacerse grande sobre los demás. Por tanto, la autonomía de la iglesia local (congregacional) era la forma de gobierno para las Iglesias bíblicas y lo sigue siendo en iglesias como las Bautistas independientes y fundamentalistas (Apocalipsis 1:11-13 y 20). Por cierto, Hechos 15 es un buen ejemplo para ilustrar esta verdad – note la secuencia:

1. La iglesia local de Jerusalén tuvo una reunión para aclarar la disputa de la salvación y la Ley de Moisés.

2. Los apóstoles y pastores tuvieron una sesión en privada

3. Pero es la iglesia (los miembros de la iglesia local) la que hace la decisión (Hechos 15:7,12,22,25).

4. La iglesia también elige a sus propios oficiales. En Hechos 6.1-7, muestra que hubo una necesidad de asistentes, y así fue que eligieron a sus diáconos (Hechos 6.5).

5. Hechos 13:1-4 muestra que la iglesia local de Antioquia, bajo la dirección del Espíritu Santo, comisionó y apoyó a los misioneros y estos misioneros informaron a la iglesia sobre el progreso de su obra cuando regresaron (Hechos 14.26,27).

6. La iglesia también tuvo la autoridad final en cuanto a disciplinar a creyentes que yerran en los principios cristianos (Mateo 18.15-17). Ni una junta de obispos ni nadie, sino solo la iglesia local misma es la que tiene esta autoridad final (1 Corintios 5.1-5; y 2 Tesalonicenses 3.14-15).

      En otras palabras, cada iglesia local era y es INDEPENDIENTE y SOBERANA en sí misma. Los Bautistas siempre han creído que esta es la clase de gobierno que la Biblia enseña. De hecho, Tomas Jefferson, principal autor de la Constitución de los Estados Unidos de Norte América fue un admirador de los bautistas, considerando sus congregaciones como ejemplos perfectos de democracia. Frecuentemente varias iglesias Bautistas tienen confraternidad para programas mutuos, pero se mantienen independientes. Además, Pablo no se consideraba inferior a él pues pudo decir: “En nada he sido menor que los sumos apóstoles, aunque soy nada” (2 Corintios 11:5). Pero si Pedro hubiese sido el pontífice supremo, el papa, entonces, ciertamente, Pablo hubiera sido algo menor que Pedro.           

11. Pedro era casado. El hecho de que Pedro era casado no armoniza con la posición católica romana de que el Papa debe ser soltero. Las Escrituras nos dicen que la suegra de Pedro fue sanada de una fiebre (Marcos 1:30 y Mateo 8:14). Naturalmente que Pedro no podía tener suegra, si no tuviera esposa.           Sin embargo, los católicos tratan de explicar esta discrepancia diciendo que Pedro cesó de vivir con su esposa o que su esposa había muerto (cosa que no dice la Biblia). Pero la Biblia indica claramente que Pedro no había abandonado a su esposa, ni que tampoco era viudo pues veinticinco años después el apóstol Pablo menciona que los diferentes apóstoles tenían esposas, incluyendo Cefas (1 Corintios 9:5). Cefas era el nombre en arameo de Pedro (Juan 1:42). ¡Qué negras están muchas páginas de la historia católica por causa de tal prohibición que arruina moral y espiritualmente a los sacerdotes y papas! 13.

12. Pedro no permitía que un hombre se le arrodillara a sus pies (Hechos 10: 25-26).

      Los católicos no solo adoran objetos sagrados sino HOMBRES también como el Papa de Roma. Sin embargo, Pedro no permitía que un hombre se le arrodillara a sus pies (Hechos 10: 25-26). Esto difiere mucho de lo que hubiera hecho y dicho un papa pues no solo se complacen en que los hombres se le arrodillen, sino que muchos hasta han demandado que besen sus pies o anillo cuando le visiten. Cristo nunca demandó tal humillación de sus seguidores.

13. Pedro nunca se vistió como papa ni porto corona alguna. Las glorias y los poderes que los papas han disfrutado no están ni siquiera remotamente relacionadas con la vida de pureza y pobreza de Pedro. Este pescador-apóstol dijo: “Plata y oro no tengo” (Hechos 3:6). Que Cristo haya transferido a Pedro semejante pompa y lujo y al estilo pagano (como los faraones del Antiguo Egipto), que ninguno de ellos conoció, es algo verdaderamente absurdo y blasfemo (Mateo 7:15, 20; Marcos 12:38 y 1 Pedro 3:3). Ni siquiera Pedro usaba una corona como hace el papa y la única corona que usó Jesús en la tierra fue una de espinas. De hecho, el mismo Pedro explicó que el pueblo de Dios no debía usar coronas en esta vida, pero “cuando apareciese el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria” (1 Pedro 5:4). Hasta entonces, no hemos de portar corona alguna. Y dado que Cristo no ha regresado, la corona que el papa usa no ha sido puesta sobre él por Cristo.

Algunos católicos dicen que eso fue solo en el principio de la era cristiana pero que no es malo que el papa ahora viva de esa forma, principalmente porque todo lo que tiene es regalado y algunos (como sus carros lujosos) son subastados y luego donados". En primer lugar, recibiendo propiedades o dinero ajeno cualquiera dona o hace subasta para luego presumir una falsa "generosidad". Segundo, no todo lo que tiene el papa ha sido regalado. De hecho, la mayoría de lo que hay en el Vaticano ha sido gracias a los diezmos obligatorios (cobros) que le hacían a los pobres campesinos y a los reyes durante la época del feudalismo, las confiscaciones (o robo) de propiedad que le hacian a los "herejes" que persiguieron durante siglos por medio de la inquisición o cruzadas, las indulgencias (perdones de pecados a cambio de dinero), etc. Si enseñas que con indulgencias (o bulas papales) y otras superticiones religiosas puedes sacar las almas de los seres queridos de un lugar de tortura imaginario llamada "purgatorio" a millones de tus seguidores es obvio que te va sobrar el dinero hasta para "donar". Como dijo un historiador, "La pobreza de este mundo es la riqueza de esta iglesia". 

Tercero, muchas iglesias cristianas (no católicas) también ayudan a gente necesitada. De hecho, la mayoría de las donaciones en el mundo para obras caritativas vienen de países protestantes como Estados Unidos lugar donde muchos católicos, principalmente hispanos, tratan de entran legalmente o ilegalmente en busca de una mejor calidad de vida pues las católicas son las más pobres. Cuarto, que una "iglesia" llena de riqueza haga actos de caridad no demuestra que es la verdadera iglesia (falacia non sequitur). Al contrario, Pedro mismo condenó dicho pensamiento al decir "Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero." (Hechos 8:20).

Además, jactarse de ayudar más que lo demás no es de cristianos pues Jesús mismo dijo que "Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha" (Vea Mateo 6:3) y porque la salvación "no es por obras para que nadie se gloríe" (Efesios 2:8-10). Hasta la gente rica que no es cristiana también hace grandes donaciones mas sin embargo eso no los va salvar (Salmos 49:7-8). Sin olvidar que el pescador-apóstol Pedro nunca recibió cosas lujosas para luego subastarlos y donarlos sino que dijo, "No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo" (Hechos 3:6) como tampoco lo vemos sentado en un trono, con vestiduras pomposas, gente cargandolo, con muchos sirvientes y hasta guardaespaldas (ni Jesús, ni sus discípulos que fueron duramente perseguidos andaron con guardaespaldas), besándole su anillo o pies, arrodillandose ante él y viviendo en un lujoso y enorme edificio como "jefe de estado" (Vea Mateo 20:28; Juan 18:36; Lucas 20:46-47; 1 Pedro 3:3 y Marcos 12:38). 

Algunos católicos tratan de defender la bona vita de su papa diciendo que David y Salomón también vivieron como ricos. Sin embargo, ninguno de los dos eran papas y el pescador-apóstol Pedro quien supuestamente lo fue nunca vivió de esa manera. Al contrario, el mismo Pedro dijo "y no como teniendo señorío sobre la heredad de Dios, sino siendo ejemplos de la grey" (1 Pedro 5:3). Además, no decimos que el dinero es malo pero conseguirlo a través de confiscaciones terrenales por medio de las inquisiciones, obligando a diezmar y sin dejar que la gente practique libremente otra religión que no los explotara laboralmente como hizo la iglesia de Roma durante el feudalismo y el chantaje religioso (como las indulgencias) sí son pecados (1 Timoteo 6:10). Después de todo, si esos son sus "votos de pobreza" ¿cómo serán sus "votos de castidad"? En cambio, Jesús advirtió, "Guardaos de los escribas, que gustan de andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas; que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones; estos recibirán mayor condenación." En fin, la falsa "humildad" de estos hipócritas es el más grande y el más altanero de los orgullosos. 

14. Pedro enseñó que todos los creyentes forman un sacerdocio real (1 Pedro 2:5,9).

Pero el papa ha creado una casta sacerdotal que pretende estar sobre los laicos; y en la misa tal casta pretende ofrecer a Cristo en sacrificio tal como fue ofrecido en la crucifixión en el Calvario. En la misa el verdugo es un sacerdote o el papa.

15. Pedro rehusó recibir dinero de Simón el mago que quiso comprar los dones espirituales que el apóstol tenía (Hechos 8:20). El papa vende su religión; tanto por el bautismo, tanto por la confirmación, tanto por la misa, tanto por las indulgencias, etc., etc.

16. Pedro dijo a Simón el mago que orara a Dios para que obtuviera el perdón de pecados (Hechos 8:22). El papa estableció la confesión auricular, y pretende que los sacerdotes tienen poder para perdonar pecados. “¿Quién puede perdonar pecados sino solo Dios?”

17. Pedro enseña que somos salvos solo por medio del arrepentimiento y la fe en Cristo (Hechos 4:12; 15:9-12). El papa enseña que la salvación es por medio de ceremonias, ritos y buenas obras.

18. A Pedro nunca se le llamó “papa” lo cual significa padre. Al contrario, la palabra Papa (Padre) es el mismo título que Cristo nos dijo que no se aplicara a ningún líder espiritual porque “Padre” es un título divino que en el sentido religioso le pertenece a Dios (Mateo 23:4-10). Sin embargo, aunque Cristo nos pidió que “no llaméis a nadie padre”, actualmente los sacerdotes y el papa del romanismo insisten en usar este título. En ninguna parte de la Biblia indica que papa (padre) y obispo son sinónimos como afirman algunos romanistas.

19. Pedro respetaba las leyes civiles de inmigración de todo país (Romanos 13). El papa critica los muros de Estados Unidos lo cual no tiene sentido pues el mismo Vaticano donde vive el papa tiene grandes muros y tiene el mismo fin que la de USA y otros paises, es decir, evitar que personas que no conocemos entren ilegalmente a nuestro país.  De hecho, el Cielo también tiene sus muros pues cuenta con un estricto proceso de evaluación de antecedentes mientras que el Infierno es uno sin fronteras.

20. Pedro nunca clamó ser el representante de Dios o de Cristo en la tierra. Al contrario, Jesús sí predijo un “vicario” en el sentido de un “substituto” para Su presencia física aquí en la tierra. Sin embargo, este “Vicario de Cristo” no es un sacerdote, sumo sacerdote, obispo o Papa. El único “Vicario de Cristo” bíblico es el Espíritu Santo. Juan 14:26 dice, “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, ÉL os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.” Juan 14:16-18 proclama, “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre; el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.” El Espíritu Santo es el “substituto” de Cristo en la tierra. El Espíritu Santo es nuestro Consolador, Maestro (Juan 14:26), y guía hacia toda la verdad (Juan 16:13).Sin embargo, la Iglesia Católica, el vicario (de la palabra latina vicarius, que significa “en lugar de”) es el representante de un oficial de alto rango, con toda la misma autoridad y poder que tiene el oficial. Al afirmar que el Papa es el “vicario de Cristo”, la Iglesia Católica rechaza la suficiencia y supremacía del sacerdocio de Cristo, y le otorga a Papa, facultades que Cristo Mismo declara que pertenecerían al Espíritu Santo. Es por lo tanto una blasfemia el atribuir al Papa el título de “vicario de Cristo.”

        En resumen, Pedro murió y ni cuenta se dio de que la iglesia católica romana lo hizo papa. ¿Por qué? Porque Pedro nunca actuó como papa. Nunca vistió como papa, nunca hablo como papa, nunca escribió como papa, y el pueblo jamás se dirigió a él como tal. De todas formas, sí creo que la Biblia habla de la “iglesia” católica romana pero no en Mateo 16:18 sino en Apocalipsis 18:4. Por tanto, ¡quedan notificados!