Crítica constructiva a nuestra amiga católica Mamela Fiallo
          Admiro la inteligencia de la activista conservadora, profesora universitaria y columnista católica, Mamela Fiallo Flor. Sin embargo, Mamela es tan católica que en su video documental, “Historia del Femenismo” en Youtube, parece culpar a los protestantes estadounidenses en especial a las puritanas por el auge progresista en nuestra civilización occidental (supongo que por algún sentimentalismo antiprotestante). ¿Pero es esto cierto? Veamos algunos desacuerdos entre Mamela y este servidor Bautista:         
            Hace unos días debatimos por escrito donde le dejé dicho que alegrarse de que haya pro-LGBT+ que son próvidas es como alegrarse de que haya ateos que también lo son. En otras palabras, es bueno que esta gente se oponga contra el aborto, pero ¿según cuál estándar? La ciencia o la razón no determinan la moral sino el Dios de la Biblia el cual también condena el ateísmo y la LGBT+ (Vea Romanos 1:20-32). Por tanto, es importante recordar que ser provida no es suficiente para ser salvo y que tampoco es consistente con el ateísmo o la ideología de género sino con el cristianismo pues "Sin Dios todo está permitido" (Fiodor Dostoievsky ). El no creer en Dios conduce al nihilismo y esta es la razón por la que muchos anticristianos que vandalizan iglesias son proabortistas y del lobby gay.  Pero es posible que Mamela defiende esto porque sabe que muchos sacerdotes católicos son homosexuales.      
        El feminismo radical tampoco empezó con los protestantes puritanas. La tesis del feminismo liberal e igualitario comenzó a difundirse con la deísta Mary Wollstonecrafht (1759-1797) durante los hechos de la Revolución francesa. La falsa analogía que hace Mamela en su video donde compara a las puritanas protestantes del sufragio femenino en Estados Unidos del 1848 con el feminismo moderno tampoco tiene sentido puesto que históricamente tales puritanos eran muy conservadores que honraban el matrimonio tradicional y la vida. Además, el feminismo radical ha dominado más en países católicos (como Argentina, España y México) que en las naciones protestantes. De hecho, son los protestantes y evangélicos estadounidenses los que más dinero y resistencia han aportado para los movimientos conservadores. En realidad, todo cambió cuando los cristianos en general no quisieron envolverse más en la política y dejaron que el estado secular se hiciera cargo de la academia en vez de la iglesia. 
             Además, el sufragismo de la primera ola del feminismo que critica Mamela no fue del todo negativo, sino que ayudó a la mujer a conseguir el derecho al voto, el acceso a la ciudadanía, a la participación política y a la inclusión en el sistema educativo que, hasta entonces, había estado reservada solo para los hombres. Así que, si Mamela disfruta de todos estos beneficios entonces que le dé gracias al protestantismo. De hecho, en 1795, la asistencia de mujeres a las asambleas políticas ni siquiera estaba permitida. Otra razón por la que la comparación de Mamela no es válido es porque la declaración redactada de Seneca Falls de estas mujeres cristianas las cuales muchas eran activistas del abolicionismo de la esclavitud, estuvo basado en la declaración de Independencia de Estados Unidos la cual establece que “todos los seres humanos son creados iguales; que están dotados por el Creador de ciertos derechos inalienables, entre los que figuran la vida, la libertad y la persecución de la felicidad.” 

            Obviamente esta afirmación tiene su fundamento en la Biblia la cual es el libro más odiado por las feministas de nuestros tiempos pues sabemos que realmente no están interesadas en la igualdad sino en privilegios. Sabemos que el movimiento del feminismo moderno no es en realidad promujer. En cambio, las feministas de la primera ola sí lucharon contra las restricciones económicas como la prohibición de tener propiedades, de dedicarse a la actividad comercial y hasta importantes políticos como Abraham Lincoln y Frederick Douglass apoyaron la causa de estas mujeres. Por tanto, si estudiamos objetivamente su historia y libre de prejuicios veremos que estas “feministas” cristianas no tenían nada en común con el feminismo de hoy día. Al contrario, hicieron más por la mujer que la misma Mamela Fiallo.
        Como reconocen los católicos politólogos y activistas pro-vida, Agustín Laje y Nicolás Márquez, en su popular libro, El Libro Negro de La Nueva Izquierda, “En efecto, el feminismo radical, sobre el cual aquí concentramos nuestras críticas, nada tiene que ver con otros feminismos que la historia ha registrado y que nosotros, lejos de criticarlos, creemos que representaron progresos sociales importantes y necesarios….Por ello la primera ola del feminismo, de carácter liberal, también conocida como “sufragismo”, se caracterizó fundamentalmente por el acento puesto en la igualdad ante la ley, reivindicando derechos cívicos y políticos para el sexo femenino lo cual, lejos de representar un mal social, fue un gran aporte en favor de la Justicia” (El Libro Negro de La Nueva Izquierda, Agustín Laje y Nicolás Márquez; p.49, 54). Por tanto, ¿es realmente historia o pseudohistoria lo que cuenta Mamela Fiallo en su video de la primera ola del feminismo?
        La queja o disgusto de Mamela va más porque tales mujeres también lucharon para que el estado limitara o prohibiera el consumo total del alcohol a través del movimiento de la Templanza. Aunque la razón de esta abstinencia no solo era para ayudar a los que estaban adictos al alcohol con consejería cristiana, vivienda, comida y para proteger la familia de los efectos negativos en la salud, para Mamela fue incorrecto y un culto al estado porque prohibiría a su vez el vino alcohólico que se usa en la misa católica lo cual para ella es más importante. Por cierto, así como las feministas ponen su ideología por encima de la ciencia, los católicos como Mamela ponen su religión (eucaristía) por encima de la ciencia al decir que los elementos de la misa se convierten literalmente (en vez de simbólicamente) en la carne y sangre de Cristo cuando en realidad siguen teniendo forma de pan y vino. También es inconsistente juzgar a las feministas de promover daños a la salud con la obesidad o los vellos faciales cuando ella misma defiende el consumo de bebidas alcohólicas lo cual según estudios científicos hace más daño. De hecho, el alcohol es una de las causas principales de enfermedades, trastornos y muertes.
             La opinión de que si Jesús convirtió el agua en vino fermentado o no fermentado y que, si tomar alcohol es bueno o malo es debatible entre los mismos cristianos, pero la realidad es que Mamela ignora que la razón por la que estas mujeres estuvieron en contra de su legalización no solo se debía por razones científicas o religiosas (Proverbios 23:29-32 y Habacuc 2:15) sino porque durante ese tiempo los hombres estaban bebiendo demasiado causando así diferentes tipos de problemas familiares. Estos problemas no comenzaron a disminuir sino hasta el 1850. Tenga en mente que durante ese tiempo la ley no proveía ningún tipo de recurso para que las mujeres pudieran defenderse de un marido borracho y abusivo que muchas veces dejaba la familia sin dinero.  
           Por cierto, no solo habían puritanas en el movimiento de la Templanza sino creyentes de otras denominaciones (como católicos, metodistas, calvinistas, los nativos americanos, The Washingtonian y hasta budistas en Sri Lanka) que también se unieron al movimiento porque también estaban siendo afectados de manera social y económicamente. Otro dato es que el movimiento no solo se llevó a cabo en Estados Unidos sino también en otros países como Australia, India, CanadáIrlanda y Nueva Zelanda. En Irlanda el movimiento de la templanza fue empezada e influenciada por líderes católicos y protestantes tales como "The Knights of Father Mathew" y el sacerdote Theobald Mathew. De hecho, antes de este movimiento ya habían hombres haciendo el llamado a la templanza contra el alcohol. Por ejemplo, después de la revolución americana, el Dr. Benjamin Rush, hizo el llamado a varias iglesias para predicar el mensaje de la templanza debido a sus investigaciones médicas pero fue ignorado hasta el 1820. 
         Por tanto, los orígenes del movimiento se remontan mucho antes de tales puritanas y asumir que el consumo de alcohol fue prohibido o reducido solo porque una puritana fue víctima de maltrato por su marido borracho es deshonesto y falaz pues no fue la única razón. Después de todo, aunque estas mujeres tomaron acción para resolver sus agravios nunca estuvieron interesadas en alterar sus roles sexuales tradicionales (Sochen, June, 1973; Movers and Shakers: American Women Thinkers and Activists 1900-1970. New York: Quadrangle/New York Times Book Co. pp. 65–66ISBN 978-0812903607). Sin olvidar que el movimiento también mostró otra gran diferencia entre las primeras feministas quienes se oponían al consumo al alcohol y las feministas actuales quienes beben tanto que uno de sus lemas favoritos es, “Sola y borracha quiero llegar a casa.” 
           Además, Mamela también ignora o apela a una doble moral puesto que su propia religión también ha usado el estado para promover sus creencias y de la peor manera. Basta con leer un libro de historia para saber cómo la ICAR perseguía otros cristianos por "herejes" hasta la muerte como los grupos anabaptistas de los cuales muchos terminaron completamente aniquilados debido a que eran pacifistas y otros se defendieron en vano contra los soldados de la iglesia imperial. Fue precisamente por esta razón que los grandes padres de la nación estadounidense establecieron la separación de iglesia y estado (ley que prohíbe que un país tenga una religión oficial).  Mamela también se molesta y considera hasta blasfemo que tales puritanas usaran la imagen de Juana de Arco como uno de los símbolos o logos de su movimiento olvidando que su propia iglesia mandó a quemar a Juana de Arco en la hoguera por bruja para luego beatificarla como santa. ¿No demuestra tales acciones que sus papas no son nada de infalibles?                
         Otro argumento que hace Mamela contra el movimiento de la Templanza es que al igual que las feministas modernas sus mujeres tenían mala conducta. Obviamente y como en toda religión, no todas las mujeres en este movimiento eran buenas cristianas (como Elizabeth Cady Stanton quien vivía resentida contra la iglesia y Carrie Nation quien vandalizó tabernas). Pero lo mismo se puede decir de las reinas católicas como Isabel de Castilla (la cual admira Mamela) quien con la ayuda del fanático dominico y sangriento general del “Santo” Oficio, Tomás de Torquemada, expulsó, torturó y asesinó a miles de judíos, musulmanes y otros cristianos no católicos a través de la inquisición española o la reina católica María Tudor (conocida también como "Bloody Mary") por perseguir brutalmente a los protestantes ingleses. Por tanto, mirar la paja que hay en el ojo de tu hermana protestante cuando hay una viga en el ojo de las mujeres de tu propia iglesia es caer en una hipocresía monumental.              
        De hecho, muchos grandes hombres de Dios como John Knox hasta se arriesgaron a ser quemados en la hoguera por estas reinas al criticar este tipo de feminismo religioso y el régimen monstruoso de estas mujeres la cual no consideraba como un símbolo de empoderamiento sino de pecado. No solo porque fueron sangrientas en su forma de gobernar sino porque usurpaban una posición que no les correspondían por lo que el feminismo parece no haber empezado históricamente con las puritanas como asume Mamela (Vea Isaías 3:12). Por tanto, no mencionar o ignorar de mala fe estos hechos no es hacer buena historia del feminismo. Después de todo, la Biblia nunca habla de reinas sino de reyes (como David o Salomón) lo cual parece indicar que al igual que el líder de una iglesia y familia es un rol que solo le corresponde al hombre (Deuteronomio 17:14-20 y 2 Samuel 7:12-16). Israel por ejemplo solo tuvo un monarca mujer, la reina Atalía y fue porque ella usurpó el trono, asesinaba a sus rivales, y le dedicó su reino a los dioses paganos (2 Reyes 11).            
            La acusación que hacen algunos apologistas católicos contra esta primera ola diciendo que era "racista" tampoco tiene sentido por varias razones: En primer lugar, es posible que hubo mujeres racistas pero juzgar a todo un colectivo por unos pocos es cometer una falacia de culpabilidad por asociación y de generalización apresurada, principalmente cuando muchas de estas mujeres cristianas eran activistas del abolicionismo de la esclavitud racial y hasta Abraham Lincoln quien abolió la esclavitud en Estados Unidos las apoyaba. Segundo, la declaración redactada de Seneca Falls estaba basado en la declaración de Independencia de Estados Unidos la cual establece que “todos los seres humanos son creados iguales; que están dotados por el Creador de ciertos derechos inalienables, entre los que figuran la vida, la libertad y la persecución de la felicidad” lo cual incluye a los negros. Tercero, muchos grupos minoritarios, incluyendo indígenas y famosos activistas negros como Frederick Douglass, Mary Church Terrell, Harriet Tubman y Sojourner Truth se habían unido al movimiento lo cual de nuevo no tendría sentido si era “racista”. Por cierto, en Indiana, los líderes del “Tren Subterráneo”, que era un sistema para ayudar a los esclavos fugitivos a escapar a Canadá, eran Bautistas y evangélicos. De hecho, uno de los miembros del movimiento fue Harriet Tubman quien fue una ex-esclava afroamericana y valiente cristiana que condujo varias misiones del Tren Subterráneo para ayudar escapar a varios esclavos de sus crueles amos. Hasta fue galardonada con honores militares por su servicio en la Guerra Civil. 

        Ciertamente los Bautistas (junto con los metodistas) invirtieron tanto tiempo y dinero en ministerios para gente negra que cualquier otro grupo que crecieron entre la gente de color en los Estados Unidos hasta la revuelta de Nat Turner. Por último, la esclavitud racial siempre fue algo muy común, incluyendo en las tierras católicas del Nuevo Mundo (siglo XV y XVI) donde Carlos V y Fernando el Católico dieron el permiso de usar al negro africano para reemplazar a los indígenas y al indio rebelde como mano de obra. Por supuesto, no sería correcto decir que los europeos católicos o protestantes introdujeron la esclavitud racial pues ya existía en todas partes y en formas más brutales. La diferencia está en que fueron los cristianos protestantes y Bautistas (como Abraham Lincoln y William Wilberforce) los que la abolieron basándose en principios bíblicos, no los católicos romanos.          
         Además, no entendemos el disgusto de apologistas católicos como Mamela y Dante Urbina contra nuestra gran nación. Estados Unidos no es un país perfecto, pero si es tan malo como asumen estos antiprotestantes entonces ¿por qué millones de hispanos católicos siguen entrando ya sea legal o ilegalmente como cuando arriesgan sus propias vidas cruzando la frontera en búsqueda de libertad y una mejor calidad de vida en nuestro país fundada por protestantes? De hecho, según estudios como la Pew Research y la prensa internacional son los estadounidenses evangélicos y protestantes los que más resistencia, votos, apoyo y dinero aportan a grupos y organizaciones conservadores. Sin embargo, en la actualidad nuestra gran nación de Estados Unidos que fue fundada por grandes cristianos protestantes y bautistas está siendo destruida lentamente por un católico (presidente Joe Biden) quien apoya el aborto hasta el nacimiento y el matrimonio igualitario y que sin embargo ni el mismo papa quiere excomulgar. De hecho, ni siquiera vemos a la ciudad del Vaticano haciendo nada por nuestra batalla cultural. 

             Al contrario, el papa Francisco quien es el máximo líder de la iglesia católica romana es un liberal que ha destituido obispos conservadores como el obispo de Arecibo, Puerto Rico, el Mons. Daniel Fernández Torres, y nombrado Cardenal al afroamericano Mons. Wilton Gregorya quien es pro-LGTBQ. También recibió en el Palacio Apostólico, a James Martin quien es conocido como el "apóstol" del movimiento de la LGTBQ. En otras palabras, es un papa de izquierda que de derecha. Como admite el mismo católico, Agustín Laje, "El Papa dice en entrevista que “Cuba tiene una historia grande” (refiriéndose así, cariñosamente, a la dictadura castrista), que tiene una “relación humana” con Castro y que se siente “muy cercano”. Acto siguiente, se queja de que lo llamen “comunista”. y que “El papa va a Canadá a “pedir perdón” y arrodillarse al establishment de Trudeau, ... Amigo del globalismo, amigo de dictaduras. Basta de encubrimientos y mentiras: Eso es lo que es." Por tanto, esta falta de objetividad que hacen estos activistas católicos parece estar más basado en un prejuicio contra el protestantismo que en la evidencia histórica.
          Otro error doctrinal de Mamela y otros activistas conservadores como Santiago Alarcón y Pablo Muñoz es que creen que parte del problema o la razón del auge del feminismo se debe al rechazo protestante hacia la Virgen María la cual ellos idolatran (Feminismo y Cristianismo ¿Compatibles? Debate en Youtube, 30:00). Mamela se va tan lejos en decir que “La iglesia católica es la única variante del cristianismo o religión que dignifica a la mujer a tal nivel que considera que Dios tuvo madre”. En primer lugar, si Mamela se refiere aquí al título espurio de "Madre de Dios" entonces ignora que algunos protestantes creen en lo mismo y que aquellos que creemos que María fue madre de Jesucristo hombre pero no madre de su deidad ya que como Dios, Jesús siempre ha existido no significa que despreciamos a María ni a la mujer en general (Hebreos 7:3). Sin embargo, el problema con esta extrabíblica y antibíblica afirmación es que el catolicismo no dignifica la mujer a través de María sino que la endiosa lo cual ni la misma verdadera María ni Jesús aceptaría (Vea Lucas 11:27-28). 

            De hecho, es interesante ver como muchos hombres católicos se comportan como si fueran un aliade o la católica como una feminazi cuando uno se expresa en desacuerdo con este tipo de marianismo al punto que se ponen verbalmente agresivos y nos acusan de odiar a María (una mujer) así como las feministas nos acusan de ser misóginos o machistas solo porque no ponemos a una mujer (en este caso a María) por encima del hombre y mucho menos por encima de Dios (1 Timoteo 2:5). Algunos católicos quizás nieguen esto sin embargo la mayoría de sus altares, cultos y rezos en el rosario son dedicados más a María que al mismo Padre celestial. Así que, después de todo, parece ser que el marianismo y el feminismo tienen mucho en común. Un católico podrá estar en contra del aborto pero a la misma cree que si un bebé muere sin ser bautizado en agua por su iglesia no tiene derecho a entrar en el reino de los cielos sino que van al infierno o al limbo lo cual es peor.

        Crítican a los progres porque quieren depender de papa estado pero a la misma vez ellos quieren que todos dependamos de su mamita iglesia de la cual sostienen que fuera de ella no hay salvación. Mamela crítica la inmoralidad de las feministas que salen a la calle con los senos al aire pero no tiene problema alguno con que su amiga, activista y modelo católica, Lu Lourdes Palavecino, haga contenido desnuda y para adultos. Se quejan de la neo-inquisición del progresismo cuando durante siglos ellos hicieron lo mismo contra los anabaptistas y protestantes con censuras y persecuciones. 

          Se indignan cuando las feministas se muestran apáticas e indiferentes con el número de muertes ocasionados por el aborto cuando a muchos de ellos tampoco les interesa saber el número de muertes (incluyendo mujeres y niños) causados por la inquisición católica o pero aun lo niegan (como hacen igualmente las activistas feministas). Critican la inmoralidad del Lobby LGTBQ+ pero se hacen de la vista larga cuando salen noticias informando que muchos de sus sacerdotes son igual de gays y su papa un encubridor de pederastas. ¿No es todo eso una hipocresía monumental? En otras palabras, parece que la cura que ofrece Mamela resulta ser peor que la misma enfermedad. 

          En cambio, nosotros creemos que el progresismo simplemente no se combate con la idolatría sino leyendo, creyendo y obedeciendo las Santas Escrituras (2 Timoteo 3:16–17). Solo Jesucristo (no la Virgen María) puede salvar y cambiar los corazones de las feministas, proabortistas e idolatras. Quizás esto también explica porque el progresismo ha dominado más en los países católicos (como España, Argentina y México) los cuales no han podido frenar o resistir el progresismo. Al contrario, cada vez se hunden más en ella. Por tanto, con tanta idolatría para este Mito guadalupano, no es sorpresa que México está como está pues sin Cristo no podemos hacer nada y menos si en su lugar ponen a un ídolo pagano disfrazado de cristianismo que Dios aborrece y que solo conducirá a México de mal en peor. 
          La iglesia católica ni siquiera está ayudando en nuestra batalla cultural pues su líder supremo (el papa Francisco) es tan progresista que hasta ha destituido a varios obispos que son conservadores y puesto en posiciones de liderazgo a otros que son de corte izquierdista. Hasta el mismo Agustín Laje quien se identifica como un “católico light” lo ha criticado por eso. ¿Qué espera Mamela en hacer lo mismo? La razón es obvia. Su fanatismo religioso no se lo permite. De hecho, en su intento de estar a la moda con cualquier filosofía popular y de turno, ha hecho a la iglesia de Roma a aceptar el mito de la evolución. ¿Cuál es el problema con esto y qué tiene que ver esto con el progresismo? Que la evolución niega la existencia del Adán y Eva históricos lo cual no solo es antibíblico, sino que nos deja sin fundamento para la doctrina del matrimonio tradicional y la igualdad y dignidad de hombres y mujeres ante Dios. Muchos ateos militantes y progresistas anticristianos saben esto por lo que no es sorpresa verlos contentos de que muchos cristianos anden ahora rechazando estas verdades las cuales son fundamentales para nuestra teología cristiana.

           Por último, Mamela también compara a las puritanas protestantes de la primera ola con las feministas modernas diciendo que son igual de horribles en su aspecto físico y para eso enseña algunas fotos para burlarse de ellas. Sin embargo, este tipo de argumento no es solo absurdo sino falaz. Entendemos que Mamela se considera una joven atractiva y lo es, pero su belleza no tiene nada que ver con la verdad. Muchas famosas modelos o actrices de Hollywood también son muy hermosas, pero eso no significa que tienen a Dios en sus vidas. Por eso la Biblia dice que “no juzguemos según las apariencias” y que “Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, esa será alabada.” (Juan 7:24 y Proverbios 31:30). De hecho, hay feministas (aunque muy pocas) que son más hermosas que Mamela Fiallo, ¿demuestra eso que su idelogía es correcta? En otras palabras, se puede encontrar mujeres bonitas y feas en ambas religiones (católicas y protestantes) pero eso no tiene nada que ver con la verdad de Dios.
         En fin, los Bautistas y protestantes hacen mal en dar donaciones o apoyar ministerios de apologistas católicos (como Mamela Fiallo, Santiago Alarcón, Pablo Muñoz y Dante Urbina) quienes tienen en su agenda no solo la lucha contra el progresismo sino hacer proselitismo y promover el catolicismo romano como la única iglesia verdadera. Sin embargo, ni el feminismo ni el marianismo es la solución contra el machismo. Lo mejor hubiera sido volverse al Dios de la Biblia para entender mejor en qué consiste el pecado del hombre contra la mujer, y así en Cristo vencer este gran mal. Si nuestros amigos católicos realmente quieren honrar a María entonces qué mejor manera que obedecer el único mandato que ella nos dejó, “Haced todo lo que Él os dijere” (Juan 2:5), y Jesús dijo, “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” (Juan 14:6). En otras palabras, solo Jesús es la respuesta al pecado del aborto, la ideología de género y el feminismo de nuestros días, saludos.