Acepta a Cristo hoy, mañana puede ser tarde

El existencialista francés y ganador de Premio Nobel de Literatura, Albert Camus, fue un agnóstico que admiraba mucho a filósofos cristianos como Agustin y Pascal. Aunque escribió en contra de Dios y vivió en indiferencia religiosa se dice que al final de sus días, Camus trató de acercarse a Dios al visitar la iglesia metodista del pastor Howard Mumma donde hasta le pidió el bautismo. De hecho, cuando Camus publicó “La Caída” en 1956, muchos pensaron que el famoso filósofo existencialista estaba a punto de convertirse al cristianismo y porque seguía visitando la iglesia de Mumma sentandose al final con gafas de sol y a veces se iba antes de terminar el servicio, sin saludar a la salida (Vea “El Existencialista Hastiado: Conversaciones con Albert Camus”).

Pero el pastor le dijo a Camus que tendría que estar dispuesto a confirmar su fe primero antes de ser bautizado tal como enseña la Biblia (Marcos 16:16). Camus decidió tomar su tiempo para pensarlo y unos meses después falleció en un accidente cuando el automóvil que manejaba su amigo se estrelló contra un árbol. Por tanto, aunque pensó en ser cristiano parece que se le hizo tarde pues la muerte lo tomó por sorpresa.¿Qué aprendemos de esto? Que en cuanto a salvación se refiere mañana puede ser muy tarde y como no sabemos cuando y cómo vamos a morir quizas no podamos arrepentirnos a tiempo. Esto me recuerda a el teólogo y apologista cristiano, C.S. Lewis quien así lo ilustra en su libro, “Cartas del diablo a su sobrino” (The Screwtape Letters).

Este libro de Lewis es una serie de cartas de un demonio más viejo y experto, llamado Screwtape, aconsejando a su sobrino inexperto, llamado Wormwood. Wormwood es responsable de asegurar la condenación de un hombre que se llama simplemente «el paciente». En las palabras de Screwtape, Wormwood debe llevar al paciente a «Nuestro Padre Abajo», que por supuesto es Satanás. Screwtape y Wormwood viven en un mundo moralmente invertido que considera la preocupación egocéntrica y la codicia de ser el mayor bien. Tratando ser más sutil, Wormwood escribe que tentará al paciente creer que no hay ningún Dios.

Screwtape le contesta que esta estrategia quizás no funcione porque el ateísmo no convence a mucha gente y este joven puede mirar alrededor de él en la belleza y las maravillas de la naturaleza. No podía tener éxito porque tiene sus pies en el suelo. Wormwood sugiere otra estrategia: él tentará al paciente de creer que no hay ningún diablo. Aunque Screwtape cree que esa estrategia es más prometedora, le dice a Wormwood que el paciente seguramente sabrá que el diablo existe si está al tanto de las noticias. Entonces Screwtape le dice a este demonio joven y inexperto que olvide tratar de convencer al paciente que no hay ningún Dios o que no hay ningún diablo. Sólo convénzale que no hay ninguna prisa y que tiene tiempo de sobra.

Y, ay, muchos de nosotros parecemos vivir por ese principio de “Nunca hagas hoy lo que puede hacer mañana.” Pero la vida de Camus nos recuerda que este tipo de pensamiento puede tener consecuencias desastrosas. Por tanto, acepta a Cristo hoy, mañana puede ser muy tarde. “Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.” (2 Corintios 6:2), saludos.

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