¿No existen pruebas de la existencia del Infierno?

“Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.” – Mateo 10:28

           Bueno en realidad lo que no hay son pruebas de la inexistencia del infierno. Pero bueno, suerte para los ateos con esa afirmación gratuita. El tema del infierno siempre ha sido un tema caliente. Antes era muy común escuchar sermones acerca de un infierno donde el injusto sufriría el tormento, la angustia, el lloro, el remordimiento y la vergüenza eterna. Sin embargo, a finales del siglo XIX algunas personas empezaron a enseñar que el infierno no era un lugar de tormento y mucho menos caliente. Así que examinemos sobre este lugar y las objeciones que usan los ateos y algunos teístas en contra del lugar al cual la Biblia llama Infierno. 
               La Biblia continuamente advierte de un lugar llamado Infierno. Hay más de 162 referencias sólo en el Nuevo Testamento que advierten del infierno. Y más de 70 de estas referencias fueron pronunciadas por el Señor Jesucristo quien habló más del infierno que del cielo. Por ejemplo, en Lucas 16:19-31, Jesucristo da una imagen escalofriante de un hombre en el infierno diciendo: “…falleció también el rico, y fué sepultado; Y en el infierno alzó sus ojos estando en los tormentos…” (Lucas 16:22-23 RV1909). El hombre en Lucas 16:24 gritó: “…estoy atormentado en esta LLAMA” y describió el infierno como un “lugar de tormento” (Lucas 16:28) no como un “lugar de inactividad” como dicen los teístas liberales, “testigos” de Jehová y otros sectarios. 

¿Pero no es Lucas 16 solo una parábola?

               Las personas que creen que el infierno es nada más que una tumba y no un lugar de tormento ardiente declaran que Lucas 16 es solamente una parábola figurativa o espiritual. ¡Pero Jesucristo no dijo que era una parábola! Cuando Jesucristo contaba una parábola, Él empezaba diciendo, “El reino es semejante a…” sin embargo aquí Jesús no habla de semejanzas o parecidos sino que afirma que “Había un hombre rico…y había un mendigo llamado Lázaro…” Jesucristo cuenta esto como una historia real, no como una parábola. Además de que Jesús nunca usa nombres propios en sus parábolas. En cambio, aca usa nombres como Lazaro, Abraham y Moíses lo cual parece indicar que se trata de una historia verdadera. Y si aún lo fuera hay que recordar que las parábolas se basan en la verdad o ¿acaso Jesucristo tuvo que usar una mentira para ilustrar una verdad? ¡No!, Jesucristo nunca enseñó falsedades y este relato demuestra gráficamente que las almas sufren un castigo espiritual.       
               Todos los que entran al infierno - ¡abandonan toda esperanza! Nada sobre la faz de la tierra se puede comparar con esto. Ninguna pesadilla puede producir un terror semejante al del infierno. Ninguna película de horror describiría su terror. ¡Esto sobrepasa toda imaginación humana! La Biblia lo describe como “el llanto y el crujir de dientes” (Lucas 13:28), “tinieblas” (Judas 13), “infierno de fuego” (Mateo 5:22;18:9), “fuego eterno” (Mateo18:8), “horno de fuego” (Mateo13:42), “donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga” (Marcos 9:44-46,48). En Apocalipsis 14:11 también nos dice “…y el humo de su TORMENTO sube por LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS. Y no tienen reposo de día ni de noche...” ¿Suena esto como una aniquilación eterna o como un sufrimiento eterno? Cuando una persona es aniquilada eso sería un castigo terminado y no un “castigo eterno” (Mateo 25:46) y mucho menos un “tormento… por los siglos de los siglos.”  

¿Pero no dice que la Biblia que el infierno es un lugar de tinieblas y sin embargo habrá fuego lo cual da luz? ¿Cómo un lugar donde hay llamas ser un lugar de oscuridad? ¿No es eso una contradicción?

        Hay dos posibles explicaciones para esto, una natural y otra sobrenatural.  La natural es que existe una posible explicación científica por la cual no hay luz en el infierno a pesar de que hay llamas. El fuego cambia de color debido a sus distintas intensidades de calor. De hecho, se dice que el Sol también tiene llamas negras debido a su gran intensidad de calor y según científicos el centro de la tierra donde muchos de nosotros creemos que se encuentra el infierno es más caliente que la misma superficie del Sol. Por tanto, es posible que este lugar de tormento y tinieblas sea un infierno de llamas negras. La segunda cuya es sobrenatural es que al ser un Dios omnipotente también puede crear llamas sin luz puesto que no está sujeto o limitado por las leyes de la física que El mismo creó. 

¿Dónde está ubicado el infierno?

        La palabra infierno viene del latín inférnum o ínferus (por debajo de, lugar inferior, subterráneo) lo cual nos puede dar una idea sobre su posible ubicación. Después de todo, aunque no se sabe con seguridad dónde se encuentra el infierno parece que el centro de la tierra es un buen lugar para ponerlo ahí por las siguientes razones: La Biblia parece inferir que se encuentra en el corazón de la tierra donde ningún hombre ha podido llegar (Vea Isaías 14:9,15; 2 Pedro 2:4; Lucas 8:30,30, Apocalipsis 20:103 y compare Hechos 2:31 con Mateo 12:40 y Efesios 4:9). The Birmingham News, 10 de abril del 1987 también tuvo un artículo titulado "El Centro de la Tierra es Más Caliente que la Superficie del Sol, Dicen los Científicos". El artículo decía que los científicos han descubierto, "EL NUCLEO INTERIOR DE LA TIERRA, ¡TIENE UNA TEMPERATURA DE 12,000 GRADOS FAHRENHEIT!". ¿Ha visto imágenes de un volcán en erupción, arrojando un lago de fuego del interior de la Tierra— consumiendo todo lo que se encuentra en el camino sólo por su calor? Cuando el Monte St. Helens eruptó en Mayo 18, 1980, fue descrito por los reporteros, "cuando el INFIERNO salió a la superficie." El libro, Volcanes, Despertar de la Tierra (p.91) describe a un volcán en erupción como "un descenso al INFIERNO". Hace miles de años, la Biblia describió un lugar llamado infierno en el corazón de la Tierra que coincide exactamente con lo que la ciencia está descubriendo.
        Por otro lado, el Dr. Rawlings, un especialista en Medicina Interna y Enfermedades Cardiovasculares resucitó a mucha gente que habían sido clínicamente muertas. El Dr. Rawlings, un ateo devoto "consideró a toda religión 'hocus-pocus' y la muerte nada más que una extinción del dolor". Sin embargo, las experiencias cercanas a la muerte de sus pacientes lo hicieron cambiar de parecer. En la página 85 de su libro, "Beyond Death’s Door", el Dr. Rawlings dice: los pacientes que han descrito el infierno dicen, ". . . este lugar parece estar SUBTERRANEO o DENTRO DE LA TIERRA de algún modo."
        En cuanto a la leyenda urbana de los gritos de una supuesta puerta del infierno que grabaron unos científicos rusos en Siberia al perforar la corteza terrestre no la creemos no solo por falta de evidencias sino porque tenemos "la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día amanezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones." (1 Pedro 1:19).

¿Cómo sufriremos en el infierno (fuego eterno) si no tendremos cerebro ni sistema nervioso?

          El primer problema de esta pregunta es que parte de una falacia de petición de principio (razonamiento circular) al asumir que solo somos materia sin demostrarlo. El otro problema de este argumento naturalista es que ignora que si el materialismo es cierto entonces sólo somos una máquina de carne sin libre albedrio que no razona sino que solo reacciona químicamente y que tampoco piensa libremente sino que su forma de “pensar” es controlada y ya pre determinada por las leyes de la naturaleza. De hecho, ni siquiera tendrían consciencia ya que según el materialismo la consciencia es solo una ilusión en un mundo naturalista. 
           Esto es algo que hasta científicos ateos como Hawkings, Daniel Dannett, Sam Harris, Francis Crick, David Berlinski, William Provine y otros reconocen. Por tanto, ¿por qué confiar en lo que dice un ateo si según su propia postura el afirmar que no hay Dios, ni alma como una verdad absoluta y asumir que llegan a esas conclusiones libremente es contradecirse? Incluso ateos como Thomas Nagel han reconocido este problema en su libro “Mind & Cosmos” donde sostiene que el postulado materialista elimina todas las bases para confiar en la razon. 

La realidad es que somos mucho más que un cerebro y una combinación de sustancia químicas. En otras palabras, no tenemos un alma, somos un alma inmaterial en un cuerpo físico con consciencia, libre albedrio y la cual transciende el mundo natural. El neurólogo y ganador de Premio Nobel de Fisiología y Medicina, Sir John Eccles, lo llamó “dualismo interaccionalista” y usó una analogía para describir esta relación diciendo que, así como un pianista usa un piano para tocar música así también el alma usa el cerebro como un instrumento para pensar y si el instrumento está dañado entonces el pianista no puede hace música, sin embargo eso no significa que el pianista deja de existir. De igual manera, si el cerebro esta dañado o deja de funcionar entonces el alma será incapaz de hacerlo pensar, pero eso no significa que la mente o conciencia ha dejado de existir.  

        Algunos creyentes dudan que el infierno sea un lugar literal donde pasaremos hambre y dolor en un fuego eterno porque no tendremos cuerpos físicos allí o que el alma y el cuerpo son la misma sustancia (hilomorfismo). Este tipo de creencia filosófica viene de Aristóteles sin embargo no es compatible con las Sagradas Escrituras las cuales enseñan que un espíritu puede existir independientemente del cuerpo. Dios y los ángeles por ejemplo son espíritus sin cuerpos que pueden ver, escuchar y sentir por ende ambas sustancias son distintos. En Apocalipsis 6:9-10 también vemos las almas de los mártires quienes aunque no tenían sus cuerpos pero hablaban con el Señor como adultos y con inteligencia. En otras palabras, sus almas no estaban inactivas, durmiendo o muertas. Lo mismo vemos con Pablo en 2 Corintios 12:3-5. Por tanto, recordemos que no tenemos un alma sino que somos un alma en un cuerpo físico (sustancia de dualismo).
          Esto también queda comprobado con las llamadas Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM) las cuales han sido estudiado científicamente por médicos, psicólogos y especialistas en neurología como el Dr. Rawlings quien resucitó a mucha gente que había sido clínicamente muertas. El Dr. Rawlings, un ateo devoto "consideró a toda religión 'hocus-pocus' y la muerte nada más que una extinción del dolor". Sin embargo, las experiencias cercanas a la muerte de sus pacientes lo hicieron cambiar de parecer (Beyond Death’s Door, Maurice Rawlings). Otro científico exateo y profesor de la universidad de Harvard, el Dr. Eben Alexander, afirma, "Yo fui el peor escéptico por mucho tiempo y creía que no hay consciencia al morir y/o en un estado de muerte cerebral" hasta que tuve la oportunidad de tener una experiencia profunda, para después escribir un libro sobre la ECM.
          Los científicos de la Universidad de Southampton también investigado sobre el tema y pasaron cuatro años examinando a más de 2.000 personas que sufrieron paradas cardíacas en 15 hospitales del Reino Unido, Estados Unidos y Austria. Ellos descubrieron que casi el 40 por ciento de las personas que sobrevivieron describieron algún tipo de consciencia durante el tiempo en que habían sido declarados clínicamente muertos, antes de que sus corazones fueran reiniciados. 
       Otro misterio es el llamado "miembro fantasma" la cual también prueba que se puede sentir dolor donde no hay parte física pues los que han padecido ese síndrome han sufrido dolor en una pierna, brazo o hasta en un ojo que ya no está ahí. Entre el 50 y 80% de las personas amputadas experimentan estas sensaciones fantasmas en su miembro amputado, y la mayoría de estas personas dice que las sensaciones son dolorosas. Las sensaciones fantasmas también puede ocurrir después de quitarse otras partes del cuerpo y no necesariamente un miembro, por ejemplo después de quitarse un seno, un diente (dolor del diente fantasma), o un ojo (síndrome del ojo fantasma). Los síntomas se perciben en un miembro que no existe, e incluyen los síntomas siguientes:
  • Dolor.
  • Sensación de que el miembro aún está unido y funcionando normalmente.
  • Entumecimiento del miembro amputado
  • Hormigueo
  • Sensación de deformidad
  • Sensación de frío y calor.
         Se desconoce la causa exacta del síndrome del miembro fantasma y no hay prueba médica para diagnosticar el dolor fantasma. Algunos presumen que el fenómeno solo se debe a los nervios donde está la amputación. Sin embargo, si se investiga más encontrara que aun sin estos nervios se puede sentir. Otros como Webmd.com dicen que es las sensaciones se deben al intento de la mente por reorganizar la información sensorial que sigue a la amputación. Si esto es así entonces sin el cuerpo nuestra mente siente y actúa como si tuviéramos un cuerpo. Por tanto, si nuestra mente (o alma) es removida del cuerpo a través de la muerte entonces no solo tendremos un miembro removido sino el cuerpo entero. ¿Cómo la mente (o alma) va interpretar esto? De la misma manera que haría con una pierna amputada. El cerebro se podrá convertir en polvo pero el alma es la verdadera mente inmaterial y conciencia todavía podrá sentir por lo que el dolor en el infierno será real.    
          Sin olvidar la teoría de la inmortalidad cuántica donde se muestra bajo el estudio de la física que la conciencia sigue viva en un estado cuántico después de que se detiene el corazón y el cerebro deja de ser funcionar.  Por tanto, ¿cómo sufriremos en el infierno sin un cerebro y sin sistema nervioso? Sobrenaturalmente. Satanas y los angeles caídos tampoco tienen cuerpo físico sino espirituales y sin embargo también sufrirán el castigo eterno. El ateo simplemente ignora que el infierno y el cielo no son lugares físicos por lo que no están limitados por las leyes de la naturaleza y obviamente un Dios omnipotente puede crear un lugar para demonios y malas personas para tener dolor sin un cerebro, ni nervios y sin o con un cuerpo que se quema sin consumirse tal como ocurrió con el milagro de la zarza que ardía en fuego y no se consumía en Éxodo 3. 

¿Acaso no es contradictorio o una paradoja que Dios llame “malo” al diablo cuando está castigando a los pecadores en el infierno por no creer en Él?

            Asumir tal cosa es demostrar ignorancia teológica o una falacia de hombre de paja. En ninguna parte de la Biblia enseña que Satanás y sus ángeles torturan gente en el infierno. Al contrario, declara que el infierno fue creado para el diablo y sus ángeles como un lugar de castigo para ellos, no para que tuvieran un lugar donde reinar o para estar a cargo (Lea Mateo 25:41; 2 Pedro 2:4 y Apocalipsis 9:1-5).

            El diablo no está gobernando o habitando en el infierno y los demonios que operan libremente con él no tienen planes de ir a este lugar de tormento (Lucas 8:30-31). Mientras que los ángeles caídos que hay en el infierno no están “castigando eternamente” a los condenados sino que están encerrados y encadenados allí (2 Pedro 2:4; Apocalipsis 9:1-5 y Ezequiel 28:12-19). Y aunque Satanás todavía no está en ese lugar será encadenado y enviado al infierno no para ser rey sino como prisionero «para que no engañe más a las naciones» y no pueda acceder más al Cielo ni la Tierra. Luego será lanzado al lago de fuego por la eternidad en el día del juicio (Apocalipsis 20:10).

¿Amenaza o advertencia?

        En primer lugar, no tenemos que condenar o amenazar a los incrédulos porque ya todos están condenados por sus pecados y tampoco enviamos a nadie al infierno. Ellos mismo se mandan al infierno al no querer estar con Dios en el cielo. De hecho, muchos misoteístas (o teofóbicos) como el difunto Christopher Hitchens han dicho que el cielo es el infierno para ellos por tanto ¿para qué Dios los va a forzar a estar en un lugar donde no quiere estar? Al contrario, Dios respetará tu decisión y el libre albedrio que El mismo te dio. Por tanto, Dios no obliga a nadie sino que solo trata de advertir a la gente sobre la condenación del infierno porque no quiere que nadie se pierda y muera sin salvación. 
      Segundo, enojarse con un cristiano por evangelizarte y hablarte del infierno es como enojarse con un bombero por tocar a tu puerta y decirte que necesitas salvarte o te quemarás.  Como cristianos creemos que el infierno es real y por ende el cristiano que no advierte sobre estas terribles consecuencias por miedo de perder amigos demuestra que no es un verdadero amigo pues como dice Ray Comfort, "Soy ambos, un cobarde y un hipócrita al creer que el mundo va a ir al infierno. Pero no le advierto verbalmente." El cristiano que muestra este tipo de actitud indiferente o que no le importa la vida espiritual del pecador está en desobediencia pues eso sería falta de amor y compasión. 
     Otra analogía de porque advertimos sobre el infierno es porque si vieramos a una persona en su carro y en dirección a un precipicio o en un edificio en llamas sin saberlo, le advertiriamos y tratariamos de rescatarlo de ese peligro de muerte. Tal acción sería una advertencia, no una amenaza y la persona sería considerado un héroe, no un villano, aun si la persona no se hubiese dado cuenta o no quería que lo salvara. Como dice J.C. Ryle, "Advertir a los hombres de la ira de Dios, y del peligro del infierno no es severidad, es verdadero amor. Muchos irán a infierno, porque sus ministros jamás hablaron de él". Algunos ateos más honestos como Penn Jilette entienden y admiten esto y así lo han expresado.

“Tu solo eres cristiano por miedo de ir al infierno”

     Esto es una típica falacia genética y de hombre de paja puesto que un cristiano que conoce su Biblia no tiene por qué temer el infierno porque ha sido salvo de ella. Por eso Romanos 8:1 dice “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús”. Por tanto, "El cielo no es un lugar para aquellos que le tienen miedo al infierno. Es un lugar para aquellos que aman a Dios." (Matt Chandler, pastor, escritor y teólogo). Entonces ¿para qué seguir sus mandamientos? Porque hacemos buenas obras precisamente porque amamos a Dios y porque queremos agradarle (Vea Efesios 2:8-10 y Filipenses 2:13). De hecho, el miedo lo siente o sentirá el ateo en el infierno si no se arrepiente a tiempo  y muere sin Cristo. 

“En el infierno tendré buena compañía de muchos artistas e intelectuales”

       Decir que una persona no debe temer ir al infierno de fuego porque allí también estará alguien popular es tan estúpido como decir que no deberíamos temer morir en un edificio en fuego si allí también hay gente popular quemándose. Además, muchos de los famosos que aparecen en las imágenes que ellos publican en su páginas, grupos o videos ni siquiera son ateos sino agnósticos, deístas y hasta cristianos. Sin olvidar que siempre se les olvidar poner a todos los violadores, pedófilos, asesinos, criminales, terroristas (sean ateos o creyentes) y el mismo diablo quienes también les harán “buena” compañía. Después de todo, "Muchos dicen: Mejor es estar en el infierno con amigos que en el cielo con hipócritas. Pero olvidan que no habrá amigos en el infierno ni hipócritas en el cielo." (John Piper)

¿Que un Dios de amor envíe gente al infierno es contradictorio?

             Algunos argumentan que si Dios es tan bueno y amoroso entonces no podría permitir que ninguna de sus criaturas sufra un castigo de tormento. Sabemos que Dios no es ningún torturador cósmico o un monstruo cruel y sin sentimientos que se deleita en atormentar a la gente (Ezequiel 18:23). Si en verdad lo conocemos, nos damos cuenta de que Él es más amoroso de lo que somos, pero el carácter de Dios no solamente envuelve la benignidad y el amor sino también la santidad, la justicia y la ira (Salmo 2:12; 5:4-6; 89:14). Dios es amor pero también es “fuego consumidor” (Hebreos 12:29). 
       ¿Por qué? Solo mira imágenes del Holocausto Nazi y enseguida llegarás a la conclusión, "Si Dios es bueno, ¿cómo puede no haber infierno?" ¿Dónde quedaría la justicia divina para los malos como Adolfo Hitler que lograron escapar la justicia del hombre? El mismo hecho de que Dios los castigará por sus pecados demuestra que es un Dios justo y necesario. Si Dios y el infierno no existieran no habría forma de saber de los muchos crimenes sexuales u otros tipos de pecados ocultos que han cometido los que nunca fueron castigados por la justicia humana y por ende no podría haber justicia. 
     Sin embargo, si el Dios que lo sabe todo y el infierno existen entonces aunque logren escaparse de la justicia terrenal no podrán escaparse de la justicia divina pues “Dios no puede ser burlado” y juzgará sus malas acciones (incluyendo sus pecados secretos) las cuales se encuentran registradas y saldrán a la luz en el día del juicio final (Vea Gálatas 6:7 y Apocalipsis 20:11,12). Además, la idea de que los malos serán aniquilados y no castigados por sus pecados suena bien atractivo para aquellos que quieran vivir su vida a su manera sin tomar en cuenta a Dios. 
         Por tanto, el infierno es logicamente necesario y moralmente apropiado porque un Dios santo demanda pago por el pecado. De otra forma Dios no sería justo y santo o ¿acaso una juez sería amoroso si suelta a la calle a un criminal en vez de juzgarlo y castigarlo por sus crímenes? No, Dios tampoco. Sin embargo, Dios no lo quiere en el infierno “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16 y Deuteronomio 30:19).

¿Me gusta la filosofía de ese tal dios, me amas o te torturo eternamente?

      Este argumento emocional y repetitivo que usan muchos ateos falla de varias maneras. En primera, nadie va al infierno porque no quiere amar a Dios. Para eso nos dio libre albedrío. De hecho, muchos creyentes dicen “amar” a Dios y aun así irán al infierno (Juan 14:21-24 y Romanos 6:23). Entonces, ¿por qué la gente va al infierno? Porque el infierno es “la cárcel” de Dios y así como usted es castigado con prisión por sus crímenes y no porque ama o no ama al juez, de esa misma manera usted será castigado con el infierno por sus pecados y no porque ama o no ama a Dios (Apocalipsis 20:11-13 y Hebreos 9:27).
      Después de todo, solo hay dos lugares eternos para escoger: el cielo con Dios y el infierno separado de Dios. Muchos ateos admiten que si le probaran que Dios existiera aun así no querrían estar en el Cielo con Él. Por tanto, Dios no te va obligar a estar con Él por toda la eternidad ya que el cielo sería como el infierno para el que vive blasfemando y odiándolo. Dios simplemente no envía nadie al infierno. Él solo cumple con tu deseo y honra tu decisión.       

¿Y por qué un castigo por toda la eternidad?

         Porque Dios es un Dios eterno. Así como un acto criminal se puede llevar a cabo en cuestión de segundos pero es castigado por la ley humana con varios años de prisión, cadena perpetua o pena de muerte, lo mismo se puede decir con Dios, el juicio y el infierno. Recordemos que pecar contra la autoridad de Dios es una violación más grande que cualquier autoridad del hombre. Por tanto, Dios no manda a nadie al infierno. Usted escoge ir al infierno cuando rechaza el amoroso regalo de Dios de la Vida Eterna en Jesucristo (Juan 3:36 y Deuteronomio 30:19). De hecho, muchos ateos militantes admiten que si Dios existe entonces prefieren ir al infierno que estar en el cielo por lo que si son enviados allí es porque Dios nos lo va obligar estar con El si no lo desean. En otras palabras, Dios honrará su decisión al cumplir con lo que ellos desean. 

Refutando el vídeo del pastor adventista pastor Daniel Bosqued títulado, “El Infierno – La verdad en dos minutos”

        Dicho video empieza usando un argumento emocional contra la doctrina bíblica del infierno lo cual es falaz. Además de que el adventista ignora que Dios causó dolor y muerte a muchos de sus enemigos en la Biblia como cuando destruyó a Sodoma y Gomorra con fuego y azufre o cuando un opositor de la iglesia (Herodes) fue comido por gusanos como castigo de Dios. ¿Por qué un castigo eterno? El castigo del infierno es eterno porque pecamos contra un Dios que es eterno y el que se tenga miedo de ir al infierno no prueba su inexistencia (falacia genética) así como el miedo de ir a prisión tampoco demuestra que las cárceles no son reales. Por algo, la Biblia dice que el principio de la sabiduría es el temor a Jehová. 
       Decir que el infierno no resuelve el problema del mal es como decir que las cárceles tampoco resuelven el problema de la criminalidad y que por ende no lo necesitamos. Además de que dicho pastor ignora que llegará el día en que todos los malos serán lanzados al lago de fuego (incluyendo Satanás y sus ángeles). Negar esta realidad es llamar mentiroso a Dios pues en Lucas 16 y en otros pasajes de la Biblia hablan de un tormento que sufrirá el no creyente en el juicio final por los siglos de los siglos. De hecho, los ateos le encantarán este video pues la idea de que nadie será castigado por sus pecados suena muy atractivo para aquellos que quieren vivir su vida sin tomar en cuenta a Dios. 
        ¿La palabra “infierno” no aparece en la Biblia sino sepulcro? La palabra “infierno” sí aparece en la Biblia, excepto en algunas (per)versiones modernas de la Biblia como de los falsos testigos de Jehová y los adventistas quienes hacen cambios en la Biblia para ajustarlas a su conveniencia. Lo del Gehena fue solo un símbolo usado por los judíos para representar la realidad del infierno de fuego. Lo del rico y Lázaro no es una parábola puesto que Jesús usó nombres propios y la contó como si fuera una historia verdadera. Nunca dijo que fue una parábola, ni empezó la historia con "El reino de los cielos es semejante a...". De hecho, aun si fuera una parábola hay que recordar que las parábolas se basan en la verdad. 
         Por tanto, el video hace mal uso de la hermenéutica al comparar algo literal con pasajes simbólicos (falsa analogía) y lo de "no serán recordados" o que "no habrá más dolor" se refieren al nuevo cielo y la nueva tierra. El adventista simplemente comete la falacia de supresión de pruebas (cherry picking) al ignora otros pasajes donde se describe el infierno como un "lugar de tormento". Por último, no apelamos a lo que dice la mayoría de los cristianos (eso sería falacia ad populum) sino a la Biblia y muchas veces la minoría (como el caso del señor del video) también puede estar equivocados y en esta ocasión, lo está.  En fin, el infierno no está lleno de personas que Dios rechazó, el infierno está lleno de personas que rechazaron a Dios (Mateo 12:37), saludos