¿DON DE LENGUAS?

 “pero en la iglesia  prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida” – 1 Cor. 14:19.        

            Muchos ateos no visitan iglesias por las extrañas y emocionales manifestaciones que ven en muchas iglesias pentecostales por lo que prefieren alejarse de Dios y burlarse de los cristianos en general como hace el comediante Bill Maher en su documental “Religulous” y otros en las redes sociales como Facebook o Youtube. Tales experiencias incluyen caídas al suelo, convulsiones, balbucear y tener síntomas similares de la epilepsia. Sin embargo, no todas las iglesias son de esta forma por lo que generalizar es cometer una falacia de culpabilidad por asociación y tales movimientos no son prueba de que Dios no existe. Al contrario, los mismos cristianos bíblicos siempre han sido los primeros en criticar estas manifestaciones las cuales no tienen nada que ver con el Espíritu Santo. Así que seamos específico. A los pentecostales por ejemplo se les llama “carismáticos” que viene de la palabra griega “carisma” que significa “don” o “dones”. Sin embargo la Iglesia Pentecostal pone más énfasis al don de lenguas en vez de los otros dones que se mencionan en 1 Corintios capítulo 12. Al igual que la Iglesia Pentecostal creemos que todo cristiano debería buscar y tener la llenura del Espíritu Santo pero no creemos que estos hermanos están correctos en cuanto al don de lenguas. Ellos creen que el don de lenguas es la señal de que una persona ha sido lleno o bautizado por el Espíritu Santo y que también es un idioma celestial que se puede usar en la oración, citando como apoyo Hechos capítulo 2 y 1 Corintios 14:2,4.

La Biblia nos da muchas instrucciones de cómo orar pero nunca nos exhorta a orar en una lengua angelical que nadie, ni nosotros mismos podemos entender. Además ¿por qué hablar a Dios en una lengua desconocida si Dios entiende español? ¿Cómo van a ser edificados de esta forma si ni siquiera entienden lo que dicen? La palabra “lenguas” en la Biblia que en el griego es “glossa” significa idiomas extranjeras como se puede ver en Génesis 11:1-9 al igual que las “lenguas” que menciona Pablo en 1 Corintios capítulo 14 como lo demuestra los versículos 10 al 11. De hecho las “lenguas” que se mencionan en este capítulo necesitaba ser corregidos y reprendidos porque los inconversos en la iglesia de Corinto creían que esos miembros estaban locos porque no entendían las lenguas confusas que ellos estaban diciendo (1 Corintios 14:20,23). Por eso el apóstol Pablo no quería que se hablara en una lengua que nadie podía entender sino que se hablara en “palabra bien comprensible”(1 Corintios 14:9,16-19,33).

Por tanto, si Pablo se topara con estos hermanos pentecostales o carismáticos orando o hablando cosas que no se pueden entender y uno de ellos dice que ese es el don de lenguas,  Pablo no diría “el Amén”, pues él mismo nos dice que “el que ocupa lugar de simple oyente, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias? Pues no sabe lo que has dicho” (1 Corintios 14:16).  Tenga en mente que Pablo estaba corrigiendo las herejías de esta iglesia carnal y tratando de hacer que estos “niños” cristianos dejaran sus juguetes religiosos y se pusieran a crecer. En Hechos 2:4-11 podemos ver que las lenguas que hablaron los discípulos en Pentecostés no necesitaban corrección porque eran idiomas extranjeras que le fueron dadas “según el Espíritu les daba que hablasen” y por eso los inconversos que estaban allí no tuvieron ningún problema para comprender lo que ellos estaban diciendo porque como dice 1 Timoteo 4:1, cuando el Espíritu Santo habla, habla “claramente” y no necesita ningún intérprete porque “Dios no es Dios de confusión” (1 Corintios 14:33) sino que hace todas las cosas “decentemente y con orden” (v 40).

Ahora ¿cómo podríamos describir las lenguas que se habla en las iglesias carismáticas? Fácil, son una mezcla de palabras y sílabas que se repiten en una forma rápida una y otra vez. Jesús mismo condenó esa forma de balbucear y de usar “vanas repeticiones” similar a la de las religiones paganas (Mateo 6:7). Además de esto,  en el día de Pentecostés la verdadera evidencia o señal de una vida llena del Espíritu Santo no fueron las lenguas, sino la promesa de que los discípulos  iban a ser “investidos de poder desde lo alto” para testificar y ganar almas para el Señor (Lucas 24:46-49;Hechos 1:4-5,8). Ellos hablaron en las lenguas “de todas las naciones bajo el cielo” con el único propósito de testificar o “profetizar” para que “todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo” y así mismo lo explica Pedro en Hechos 2:5,16-21,40,41. Eso fue lo que pasó en Pentecostés, donde todos sabemos que el resultado de ese poder fue la salvación de 3 mil almas.

No es como creen muchas iglesias carismáticas que lo que hacen es hablar de las experiencias que ellos tuvieron o sintieron y luego dicen que eso es Pentecostés, pero si eso es Pentecostés entonces ¿dónde están las miles de almas que se convirtieron al Señor? Hay veces que en muchos de estos cultos ni siquiera se hace la invitación para saber si alguien quiere ser salvo, sino que más bien le dan más énfasis a las lenguas y a sus experiencias emocionales que a la salvación de un alma. Por lo tanto la clase de lenguas que se habla en las iglesias carismáticas no son una verdadera manifestación del Espíritu Santo porque esas lenguas que ellos hablan no son idiomas como las que ocurrieron en Pentecostés que no salva a la gente porque nadie las entiende. Alguien posiblemente diga que si queremos evangelizar y ganar a las almas perdidas debemos hablar en lenguas porque es la señal de una vida llena del Espíritu Santo. Han habido grandes evangelistas y misioneros cristianos como Billy Sunday, Spurgeon, Charles G. Finney, Moody, A.B. Earle y muchos más que han vivido una vida entregada a la obra de Dios y que han ganado cientos y miles de almas para el Señor. ¿Acaso estos hombres no estaban llenos del Espíritu Santo sólo por el hecho de que no hablaron en lenguas? Sin embargo si se trae un carismático que no tiene buenos frutos y que nunca se ha ganado un alma en su vida pero habla supuestamente en lenguas a ese sí lo consideran lleno del Espíritu Santo. Eso no lo creemos.

Si hablar en lenguas es señal de una vida llena del Espíritu Santo entonces ¿por qué  Jesucristo, Juan el Bautista, María, Elizabeth, Zacarías y otros que fueron  llenos del Espíritu Santo nunca hablaron en lenguas? Si el don de lenguas es una experiencia tan importante que demuestra buena fe  entonces ¿por qué se menciona solamente en Marcos y no en los demás evangelios? Las lenguas ni siquiera se mencionan en ninguna de las cartas de las iglesias del Nuevo Testamento excepto la de Corinto la cual era una iglesia que Pablo decía que tenía que hablarles como a niños y carnales (1 Corintios 3:1-3). De hecho en 1 Corintios 12:31 nos manda a buscar “los dones mejores”, sin embargo el don de lenguas se menciona como el más mínimo en importancia y el último en la lista de los dones del Espíritu Santo en 1 Corintios 12. Mientras que en Efesios 4:8-12 y Romanos 12:4-8 el don de lenguas está fuera de la lista de los dones del Espíritu Santo.

A continuación, presentamos un análisis conciso de las contradicciones entre la enseñanza pentecostal y la doctrina bíblica referente al don de lenguas.

1) El Espíritu Santo enseña que el don de lenguas (idiomas) era un don relativamente poco importante (el último en la lista en 1 Corintios 12:28). ¿Qué hacen los pentecostales? Le es dada gran importancia al don de lenguas como evidencia del bautismo del Espíritu. Algunos hasta creen que la persona que no habla en lenguas NO es salva.

2) El Espíritu Santo enseña que “no más de tres” hablen lenguas en la iglesia sino “por turno” (1 Corintios 14.27). ¿Qué hacen los pentecostales? Muchos (más de tres) hablan “lenguas” a la vez. No hablan “por turno”.

3) El Espíritu Santo enseña que se calle si no hay intérprete (1 Corintios 14:28). ¿Qué hacen los pentecostales? No se callan si no hay intérprete.

4) El Espíritu Santo enseña “Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?(1 Corintios 14:23, 27-28).  ¿Qué hacen los pentecostales?  Todos balbucean y gritan cosas ininteligibles para nada. Y ocurre lo que dice 1 Corintios 14:23, que cuando hacen alboroto con sus lenguas, parecen locos.

5) El Espíritu Santo enseña que el cristiano siempre debe hablar  “palabra bien comprensible” (1 Corintios 14:9). ¿Qué hacen los pentecostales?  No hablan palabras bien comprensibles sino que repiten sonidos extraños y sin sentido hasta perder el control de su habla y soltar disparates.

6) El Espíritu Santo enseña que no todo cristiano recibe el don de lenguas (1 Corintios 12:8-11, 30). ¿Qué hacen los pentecostales?  Obligan a todos a hablar “lenguas.”

7) El Espíritu Santo enseña que las manifestaciones de los dones deben ser controlados. Todo debe ser hecho decentemente y con orden (1 Corintios 14:40). ¿Qué hacen los pentecostales?  Las extravagancias emocionales y fuera de control no son refrenadas pues, según ellos creen son la obra del Espíritu.

8) El Espíritu Santo enseña que era una señal para el incrédulo no para el creyente (1 Corintios 14:22). ¿Qué hacen los pentecostales? Es una señal para el creyente.

9) El Espíritu Santo enseña que las mujeres no deben hablar en lenguas en la congregación (1 Corintios 14:34-35). ¿Qué hacen los pentecostales? Esta norma prácticamente pondría fin a todo culto de lenguas pues la mayoría de los que lo participan son mujeres.

10) El Espíritu Santo enseña claramente que las lenguas se acabaría (1 Corintios 13:8). ¿Qué hacen los pentecostales?  Enseñan que las lenguas no han cesado o que en estos últimos días, el don de lenguas ha reaparecido y Dios está dando nuevamente este don.

En conclusión, asista a casi cualquier reunión carismática y verá que estas reglas son violadas. Lo que el Espíritu Santo censura y condena es, justamente, lo que ellos practican. Así que, recordemos que es posible que una persona tenga dones pero no espiritualidad, como lo era la iglesia de Corinto, la cual no le faltaba ningún don (1 Corintios 1:7) pero era una iglesia inmadura y carnal. Por tanto, la vida espiritual que todos deberíamos de buscar y desear, es una vida controlada no por los dones del Espíritu Santo sino por los frutos del Espíritu Santo (1 Corintios 13:1-3; Gálatas 5:22,23). En fin, cuidado con el bla, bla, bla.

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