¿Quién fue Voltaire?
         Algunos ateos creen que el filósofo, historiador y escritor francés, François-Marie Arouet, más conocido como Voltaire (1694-1778), no era creyente debido a muchos de sus escritos anticristianos. Pero la realidad es que Voltaire era deísta, no ateo. El deísmo postula que con el uso de la razón y otras facultades innatas el hombre puede descubrir la verdad y a Dios. El deísmo fue divulgada principalmente en Francia por Voltaire y otros deístas como Montesquieu y Rousseau. Los deístas como Voltaire comparan a Dios con un relojero que hace un reloj solo para luego dejarlo funcionando por sí solo. En otras palabras, creen que Dios o una fuerza creó el universo y sus leyes naturales para luego dejarlo corriendo por sí solo y libre de cualquier interferencia o interacción divina. Tampoco creen en ningún libro sagrado como la Biblia. Aunque algunos famosos deístas como Benjamin Franklin han sido simpatizantes con el cristianismo, otros como Voltaire la odiaban. Sin embargo, Voltaire despreciaba más el ateísmo que la religión organizada (Bill Messler, H. James Cleaves). Al punto que dijo que “El ateísmo es el vicio de unas pocas personas inteligentes” y que “una verdadera ciencia conduce a la divinidad y una falsa ciencia al ateísmo.” Sin embargo, esto no cambia el hecho de que Voltaire se consideraba enemigo y crítico de la Biblia. Al extremo que dijo: “Después de mi muerte, la Biblia pasará a la historia y nadie la volverá a publicar”. Pero como dice un viejo dicho, el tiempo es el peor enemigo de un falso profeta pues después de la muerte de Voltaire, su vieja imprenta y la casa misma donde vivía, fueron compradas por la Sociedad Bíblica de Ginebra y actualmente una de las Imprentas más grandes de Biblias de Europa, se encuentra precisamente en la casa donde murió Voltaire.
 
        Además, hoy la Palabra de Dios se encuentra encabezando la lista de los libros más leídos, vendidos y traducidos del mundo. Observe estas estadísticas asombrosas: En el año 1966 ya había más de 1 400 idiomas a los cuales toda la Biblia o porciones de ella había sido traducida. La Santa Biblia completa se ha traducido hoy a más de 2,018 idiomas. Voltaire estaba equivocado y hoy casi nadie lo conoce; pero el Cristo que él rechazaba, sigue ganando adoradores por millares cada día, en todos los términos de la tierra. Con respecto a cómo falleció existen dos teorías, algunos historiadores indican que su muerte fue un espectáculo horroroso y que una vez producida su rostro producía espanto. Su sobrino trajo un sacerdote a su habitación, quien Voltaire no quiso recibir y negándose a recibir el sacramento. Posteriormente solicitó uno, pero sus seguidores, obedeciendo sus instrucciones previas, se pusieron de guardia en la puerta de su casa, para impedir que le llevaran un sacerdote. La otra versión indica una conversión de Voltaire antes de su existencia, supuestamente Voltaire realizó una declaración por escrito que habiendo padecido un vómito de sangre y al poder ir a la iglesia católica que en vida tanto había combatido, el párroco de San Sulpicio envió a el sacerdote M. Gautier y él se confesó. Sin embargo, se dice que ninguno de las dos versiones se ha podido comprobar. Sus restos descansan en el Panteón en Francia.

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