¿Es el cristianismo una religión anti-artística?

          ¿No será al revés? De hecho, una de las grandes aportaciones, huellas e influencias del cristianismo ha sido en el arte. Como dice el economista, historiador y teórico político judío estadounidense, Murray N. Rothbard, “Todo lo bueno de la civilización occidental, desde la libertad individual hasta las artes, se debe al cristianismo” . El filósofo,jurista y economista, F.A, Hayek, también agrega que es a la religión a la que “debemos nuestra moral y la tradición que provisto no solo nuestra civilización sino nuestras mismas vidas”. El cristianismo no sólo le ha dado al mundo los mejores científicos de la historia humana sino también miles de grandes obras artísticas, literarias y arquitectónicas. Varias compañías de turismo hasta usan los monumentos, galerías, museos y otras riquezas de arte religiosa para atraer turistas a sus países pues es una de las modalidades turísticas de mayor crecimiento a nivel mundial.

          ¿Y qué tiene que decir la Biblia acerca de las artes? Felizmente, la Biblia no pide a los cristianos que ridiculicen o desprecien las artes. Al contrario, es un don de Dios y tenemos el privilegio, como ninguna otra criatura, de hacer arte y disfrutar del arte conscientemente. De hecho, toda la Biblia es no solo revelación, sino que es una obra de arte en sí misma pues contiene varias obras de arte y una verdadera biblioteca de gran literatura. El Antiguo Testamento está lleno de ejemplos que confirman la dimensión estética. A Dios por ejemplo le interesa la arquitectura la cual vemos en Éxodo 20:4, 5; Levítico 26:1 y Éxodo 25.

           En palabras del teólogo, filósofo y pastor cristiano, Francis Schaeffer: “Dios simplemente quería belleza en su templo. Dios está interesado en la belleza”. Y, en Éxodo 31, Dios llega a nombrar los artistas que Él quiere que creen esta belleza, invistiéndolos de su artesanía para la gloria de Él. La poesía es otra evidencia del amor de Dios por la belleza y que encontramos en gran parte de la Biblia tales como Salmos, Proverbios, Eclesiastés y Cantar de los Cantares. El teatro fue usado también en la Biblia por orden de Dios (Vea Ezequiel 4:1-6). La música y la danza se encuentran a menudo en la Biblia en el contexto del regocijo ante Dios (Éxodo 15; 1 Crónicas 23:5 y 2 Crónicas 29:25, 26). Sin olvidar que toda la poesía lírica de los salmos fue hecha inicialmente para ser cantada.

           Además, se nos dice en Apocalipsis 15:2, 3 que habrá expresiones artísticas en el cielo. ¡Así que las artes tienen un lugar tanto en la esfera terrenal como en la celestial! Como dice el escritor, José Antonio Piñero, “La Biblia es el soporte de nuestra cultura literaria y artística. Somos cristianos culturales y no, por ejemplo, budistas. La historia cultural y fáctica de Occidente no se entiende sin la Biblia. Hay que tener esto en cuenta.” José Antonio Piñero, Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo.

        La Biblia también deja muy en claro que otro volumen compañero, el Libro de la Naturaleza, tiene una distintiva dimensión estética. La brillante fotografía del siglo XX ha revelado las profundidades ilimitadas de la belleza y grandiosidad majestuosa en la naturaleza. A través del telescopio o el microscopio, uno puede dedicar una vida al estudio de alguna parte del universo, sea la piel, el ojo, el mar, la flora y fauna, las estrellas o el clima (Vea Salmo 19:1 y Génesis 1:31). De hecho, la naturaleza ha sido llamada “la estética del Infinito”. Como dicen los grandes poetas, Dante Alighieri y Philip James Bailey, “El arte es la naturaleza del hombre; la naturaleza es el arte de Dios.”

            En cambio, los países de ateísmo de estado solo han dejado ruinas desde la revolución francesa anticlerical hasta los regímenes comunistas de la izquierda donde dinamitaban grandes catedrales como “La Iglesia Cristo el Salvador” en Rusia, quemaban libros y destruían grandes obras de arte solo porque venían de gente religiosa o capitalista. En 1931 por ejemplo ocurrió la llamada “quema de conventos” en España donde un grupo violento anticlerical destruyó más de 100 edificios religiosos con valiosos objetos del patrimonio artístico y varias muertes. En la China comunista, el dictador ateo Mao, su esposa Qing y sus Guardias Rojos, destruyeron varios museos, bibliotecas, obras de arte e instrumentos de música clásica las cuales consideraban “instrumento burgués”. En una parte de la película “El Violín Rojo” se ilustra esa represión de la libertad intelectual y artística que existía en ese país de ateísmo de estado. Sin olvidarnos tampoco que según el historiador Gonzalo Verbal Stockmeyer de la Universidad de los Andes, Chile y el historiador francés, Pierre Chaunu, el reino de terror de la revolución anticlerical francesa (1789-94) causó más muertes en un mes en el nombre del ateísmo que la Inquisición en el nombre de Dios a lo largo de la Edad Media en Europa y las cuales también arrasaron con gran cantidad de edificios y grandes obras de arte religioso de enorme valor cultural.

           Actualmente, el único “arte” que conocemos de los ateos militantes con mente milenial son los vandalismos que cometen para expresar su anti religión con grafitti y mala ortografía en propiedades ajenas. Al cristiano Miguel Ángel por ejemplo le tomó 3 años para esculpir la icónica de David de una piedra, pero le toma menos tiempo y habilidad a un fanático ateo hacer un meme blasfemo en Facebook la cual en su mente imaginaria es más artística, importante y valiosa que cualquier arte religioso. Lo mismo se puede decir de las notas, composiciones y acordes musicales de genios musicales como los creyentes Mozart, Beethoven y Sebastian Bach. Pero que ahora no se requiere de mucha inteligencia o habilidad especial como vemos en el rapero ateo Green A.

            Como si fuera poco, el posmodernismo y la política de izquierda ha arruinado las artes puesto que consideran la belleza como algo subjetivo y de relativismo estético. Como dice el compositor, cantante, productor discográfico y director de cine estadounidense, Frank Zappa, “El socialismo produce mala música, mal arte, estancamiento social y gente realmente infeliz”. Esto es contrario a lo que sostenía el cristianismo con sus estándares objetivos en la calidad, belleza y talento en el arte. Lo peor de todo es que usan nuestros impuestos para pagar este exceso de arte mediocre. Son como el emperador sin ropa y aquellos que saben de verdaderos artistas como Ivan Massow, Robert Floczak y el filósofo Roger Scruton que se atreven hablar sobre la falta de contenido del arte moderno son humillados públicamente o despedidos por estos payasos regresistas. Pero por suerte, cada vez son menos las personas que se interesan por este nuevo tipo de “arte” moderno pues no enriquece nuestra cultura o educación. Solo degrada y empobrece la sociedad tanto material como espiritualmente al exaltar lo vulgar, blasfemo, grosero e inmoral.

            En otras palabras, el llamado “arte” moderno o arte conceptual no es arte sino literalmente basura. Por eso los cristianos deberían seguir siendo alentados a involucrarse en las artes pues la fealdad y la decadencia abundan en cada cultura y generación. De esta manera, podríamos abrir una puerta para compartir el Evangelio tanto con profesionales y personas de formación académica interesados en el arte como con personas que no saben realmente de arte, sino que solo pretenden saberlo. Gini Andrews, una aclamada concertista de piano y autora, escribe de la gran necesidad de que los cristianos se destaquen en todos los campos artísticos, y hace sonar un desafío para que desarrollen sus dones: “Todas las disciplinas -la música, la pintura, la escultura, el teatro, la escritura- están necesitadas de pioneros que busquen una forma de ejecutar propia del siglo XX; que muestren con una obra de calidad que hay una respuesta a lo absurdo de la vida, a la amenaza de aniquilamiento, a la mecanización del hombre -el mensaje que es proclamado fuerte y claro por el artista no cristiano…”

           En fin, los artistas religiosos como Leonardo Da Vinci, Michelangelo Buonarroti, Antonio Lucio Vivaldi, Dante Alighieri y muchos otros deben estar revolcándose en la tumba de la risa por el comentario ignorante de que la religión es anti-artística y el llamado “arte” posmoderno, saludos.

Fuentes:

http://www.ministeriosprobe.org/docs/artes.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Arte_cristiano

https://www.youtube.com/watch?v=lNI07egoefc&t=52s

https://www.youtube.com/watch?v=6mYarzltPAk

https://www.youtube.com/watch?v=ZYhnxdCl62Y

https://www.youtube.com/watch?v=bHw4MMEnmpc

https://www.youtube.com/watch?v=LOoZLIgnauw

http://www.cristianismoparaateos.com/index.php/2017/05/29/el-argumento-de-la-estetica-belleza/

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