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“Si de verdad crees en la Biblia y el Cielo entonces ¿por qué no te tiras de un precipicio? De esa manera nos convencerás de que tu Dios existe si te salva milagrosamente y si no lo hace entonces te irás más rápido al cielo.”

Aunque no lo crean estos son solo algunos de los típicos comentarios que algunos ateos llenos de “amor” les sugieren a los cristianos. A veces hasta citan Marcos 16 y usan el personaje del Jigsaw de la película “El juego del miedo” para invitarnos a tomar bebidas venenosas o serpientes en nuestras manos como prueba de nuestra fe en Dios. Obviamente, el cristiano que conoce su Biblia le diría “no gracias” al fanático anticristiano que le desea la muerte por las siguientes razones:

  1. Problema. Al igual que los atheus el mismo Satanás también desafió a Jesucristo diciéndole que si era el Hijo de Dios que se echara de un edifico para ver si Dios hiciera algún milagro para impedir su muerte. Sin embargo, Jesús no lo complació porque arriesgar nuestras vidas para buscar la atención y aceptación de los hombres mediante lo espectacular es tentar a Dios (Deuteronomio 6:16). Con esta actitud, Jesús nos enseñó que querer y creer que podemos ordenar a Dios a que haga los milagros que a nosotros se nos ocurran no es correcto porque ignora la soberanía de Dios quien no puede ser manipulado sino confiado.

Otro detalle interesante de esta tentación es que así como Satanás cita de manera distorsionada la Biblia y sacándola fuera de contexto para inducir a Jesucristo a demostrar su deidad a través de un milagro, varios ateos (como el Antiheroe) también hacen lo mismo cuando apelan a pasajes bíblicos tales como Juan 14:12 lo que demuestra que una persona puede tener en su cabeza conceptos bíblicos mientras que su corazón está en plena enemistad con Dios y con todo lo divino (2 Pedro 3:16; Santiago 2:19)

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Dios promete protección en el peligro, pero eso no significa que debemos crear el peligro y colocarnos en una situación amenazante para ponerlo a prueba con escepticismo pues eso no sería fe sino desconfianza. Además, Jesús mismo hizo muchos milagros durante su vida terrenal y aun así lo crucificaron. Por tanto, el cristiano no tiene que demostrar nada porque el que no quiere creer, nada le convencerá y siempre buscará toda clase de excusas para negar cualquier milagro de Dios (Vea Lucas 11:29 y Lucas 16:27-31).

  1. Problema. La construcción del versículo en el griego original de Marcos 16:15-18 utiliza “cláusulas condicionales” y la palabra “SI” les pasara estas cosas indica que no se está hablando de cometerlas en forma intencionada sino de manera forzada o por accidente. Por tanto, según el contexto, Marcos 16 no provee ninguna justificación para que los cristianos voluntariamente tomen porciones venenosas o manejen serpientes.

De hecho, el mismo Pablo no anduvo poniendo sus manos en canastas de serpientes para demostrar su espiritualidad, sino que sin darse cuenta fue mordido por una serpiente venenosa y Dios lo protegió de manera sobrenatural (Hechos 28:3-5). Lo mismo se puede decir con relación a los demás milagros mencionado en el pasaje.

  1. Problema. Aunque tomáramos una bebida venenosa por accidente o voluntariamente eso no significa que no vamos a sufrir daño alguno porque Jesucristo no prometió en Marcos 16 que todos los que creyeren harían milagros como echar fuera demonios, hablar en lenguas o que no serían dañados por serpientes o por ningún veneno mortífero. Los apóstoles por ejemplo hicieron estas señales (milagros) como el libro de Hechos lo informa en varios lugares, pero eso no significa que debía ser la norma para todos los cristianos y en todos los tiempos (Vea 1 Corintios 12:27-31; 2 Corintios 12:12 y Hebreos 2:2-4).

Tampoco debemos buscar la muerte para ir al cielo más rápidamente. Primero porque hacerle daño a nuestro cuerpo físico que es templo de Espíritu Santo es pecado (Éxodo 20:13 y 1 Corintios 3:16-18) y segundo porque Dios es el dueño de la vida y la muerte de las personas por lo que solo Él puede decidir cuándo vamos al cielo. En otras palabras, así como no decidimos cuando llegaríamos a este mundo tampoco nos corresponde elegir cuando partir. Todo es en el tiempo de Dios, no en el nuestro. Dios escoge el día de nuestra muerte, no tú.

En conclusión, tanto el atheus como los falsos cristianos de grupos heréticos y extremistas parecen ignorar que los milagros están sujetos a la voluntad de Dios, no del hombre. Por tanto, es absurdo retar a los cristianos a realizar tales señales ya que el hombre no puede usar a Dios, sino que es Dios el que puede usar el hombre (Hechos 2:4 y 1 Corintios 12:11), saludos.


-Sherlock-