¿Violan los milagros las leyes de la ciencia?

Uno de los típicos argumentos o falacias que usan los nuevos ateos contra los creyentes es que si crees en milagros entonces no puedes creer en la ciencia. Sin embargo, esto es una falsa dicotomía (conocido también como falso dilema, dilema falsificado, falacia del tercero excluido, falsa oposición, falsa dualidad, falso correlativo o bifurcación al limitar las opciones a sólo dos, cuando hay otras posibles opciones). En otras palabras, una persona puede creer tanto en la ciencia como en milagros. De hecho, la gran mayoría de los grandes científicos y ganadores de Premio Nobel eran también muy religiosos.

Además, esta creencia antireligiosa no es solo falaz sino que también demuestra que no saben lo que es un milagro y cómo trabaja la ciencia en su campo limitado de la naturaleza. En otras palabras, la ciencia y la religión son diferentes pero eso no significa que sean opuestas. De hecho, si Dios es real y ni siquiera tenemos que probar su existencia sino simplemente decir que si existe un Dios sobrenatural que creó el universo y sus leyes de la naturaleza (física, biológica y química) y está fuera de su universo entonces ¿por qué estaría sujeto o confinado por las mismas leyes que Él mismo creó? Eso no tendria sentido. En otras palabras, si existe un Dios que actúa por encima o más allá de las leyes de la naturaleza entonces no está violando la ciencia porque no está limitado por su propia creación y por ende puede hacer milagros.

Después de todo, los milagros solo son posibles si el mundo tiene orden, complejidad, uniformidad y regularidad del universo la cual es necesario para poder hacer ciencia. Por tanto, si seres sobrenaturales como Dios y los ángeles existen entonces es lógico pensar que actos sobrenaturales como los milagros pueden ocurrir. De hecho, la idea de que la vida vino de materia muerta y el universo de la nada sin una mente inteligente son un milagro mucho más grandes que las que están registradas en toda la Biblia.

¿Pero si Dios hace milagros entonces no se puede hacer ciencia?

La persona que crea esto demuestra que no sabe diferenciar entre ciencia y religión pues basta con mirar a grandes científicos de la historia como Newton, Kepler, Pascal, Boyle, Faraday y otros que creen que Dios interfiere con su universo y han podido hacer más ciencia que muchos ateos. Sin olvidar que si hay milagros entonces eso demuestra que nuestro universo tiene orden, regularidad y uniformidad lo cual también demuestra que hay una mente inteligente detrás del universo.

Refutando a David Hume

Saber la verdadera definición de “milagro” es importante ya que muchos ateos repiten la misma redefinición del filósofo escocés, David Hume, quien fue agnóstico (otros sostienen que fue deísta) contra la existencia de Dios y la cual afirma que un milagro es una violación a las leyes de la naturaleza cuando eso no es lo que significa sino un evento sobrenatural que es extraordinario o como diría C.S. Lewis, “Una interferencia en la naturaleza por una fuerza sobrenatural”. Eso es todo. No es una violación a las leyes de la naturaleza. Por ejemplo, las leyes naturales operan de forma regular pero si yo dejo caer una pelota y la agarro, yo como agente, he operado por medio de estas leyes pero no las violé sino que actué por encima de ellos para demostrar que hay algo más que la ciencia puede explicar o describir en términos de comportamiento natural.

Hume también escribió: “Si tomamos en nuestras manos cualquier volumen: de divinidades o de la escuela de metafísica, por ejemplo, preguntémonos, ¿Contiene un razonamiento abstracto acerca de la cantidad o los números? No. ¿Contiene cualquier razonamiento acerca de hecho y existencia? No. Échalo al fuego; porque contiene solamente sofismas e ilusión” Algunos ateos piensan que con esto Hume dio un duro golpe demoledor y que ha dejado fuera de combate a los creyentes, por lo que ahora están inconscientes en el suelo delante de la estupenda estatura de la ciencia. En otras palabras, si no se puede sostener a Dios en la mano, dice Hume, entonces no se tienen hechos a los cuales aferrarse. Si una declaración no se adapta a las matemáticas («cantidad o números») o la ciencia («hecho y existencia»), entonces debe echarse «al fuego». El único problema con esta prueba de la verdad es que la misma prueba de Hume no pasa la prueba. La gran declaración de David Hume no es científica, ni tampoco matemática. Si una declaración debe ser producida por la matemática o verificada por la ciencia para que sea verdadera, entonces la misma afirmación de Hume debe ser falsa. Es como aquella historia que usted debe haber leído de niño: El emperador no llevaba ropa, al mismo tiempo que se gloriaba de llevar puesta la mejor tela.

Otro popular argumento de Hume contra los milagros sostiene lo siguiente:

1) Los milagros no ocurren
2) ¿Cómo sabemos eso?
3) Porque todos los milagros reportados son falsos
4) ¿Cómo sabemos eso?
5) Porque existe una experiencia uniforme contra los milagros
6) ¿Cómo sabemos eso? Porque… (Vaya a la afirmación 1)

Este es un resumen del argumento (o razonamiento circular) planteado por el filósofo David Hume contra los milagros. Para él, “experiencia” se refiere al conocimiento adquirido por medio de los 5 sentidos (la vista, tacto, olfato, etc.), y “uniforme” se refiere a lo que experimentamos normalmente (o lo que se repite una y otra vez.). En realidad, Hume está diciendo que la única prueba o evidencia para saber si un evento ha ocurrido es si lo experimentamos una y otra vez. Por ejemplo, ¿cómo sabemos que el agua se evapora a los 100 grados centígrados? Hume diría porque todas las veces que calentamos agua, vemos que el agua se evapora exactamente a los 100 grados.

Pero este argumento apela a la falacia de evidencia incompleta (supresión de pruebas) pues ¿y qué hay de los eventos o hechos únicos? ¿Qué hay de los eventos que no se repiten una y otra vez? Para Hume, cualquier hecho o evento único nunca puede tener bastante evidencia para ser creído (en otras palabras, debe ser rechazado.) Pero si Hume está en lo correcto, no solamente tendríamos que rechazar la existencia de milagros sino también la existencia de hechos únicos.

Un buen ejemplo sería la lotería. Las probabilidades de que alguien gane la lotería son extremadamente bajas. Es más, nuestra experiencia nos dice que si compramos un boleto de lotería lo más probable es que no vamos a ganar. Sin embargo, se han dado casos en que una persona gana el premio mayor (a pesar de que todas las probabilidades y su experiencia estaban en contra de ella.) Pero si seguimos con el razonamiento de Hume, ¡no deberíamos de creer que esta persona ganó la lotería!

Lo mismo podemos decir acerca de hechos únicos en la historia. Aunque estos eventos históricos no se repiten en la actualidad, todos sabemos que ocurrieron. ¿Cómo lo sabemos? Lo sabemos porque al examinar las evidencias históricas nos damos cuenta de que estos eventos en realidad ocurrieron.

¿Pero hay muchos ejemplos de falsas sanidades? Por tanto, ¿no prueba eso que no hay tal cosa como un “milagro”?

El problema con este argumento es que apela a una falacia de generalización apresurada. Reconocemos que hay casos particulares que son fraudes pero asumir que todos los milagros registrados en la historia humana son falsos es obviamente cometer la falacia por asociación.

En fin, “Cuando la gente dice, “No creo en los milagros” Yo les digo, “Mira alrededor, vives en uno.” -Frank Turek

Referencias:

{1} David Hume, Sobre la Naturaleza Humana y el Entendimiento, ed. Antony Flew (Nueva York: Collier Books, 1962), 163

{2} Ravi Zacarías, (Jesús entre otros dioses, pag. 40)

¿Y qué tal su argumento en contra de los milagros?