¿Es Dios un invento que no es distinto al hombre y que por ende no existe?

La afirmación gratuita de que Dios no existe porque es parte de nuestra imaginación sin demostrarlo es un razonamiento circular, es decir, una falacia de petición de principio. Aun si el ateo dijera que se puede usar la historia para demostrar que la creencia en dioses es una creación del hombre para explicar la realidad de las cosas que no entiende o por miedo de afrontar la vida o la muerte estaría también cayendo en otra falacia llamada la falacia genética pues tratar de invalidar una posición o creencia de una persona mostrando cómo se originó, cómo llego a creerlo, es lógicamente falaz.

Como dice el reconocido filósofo, el Dr. William Lane Craig, yo puedo llegar a creer que la Tierra es redonda leyéndola de un cómic lo cual no seria una buena justificación, pero ¿demostraria eso que la creencia es falsa? No. Además, el Dios bíblico no es como nosotros. Eso podria ser un buen argumento contra el politeísmo y los filósofos griegos usaron tal argumento contra sus propios dioses paganos y falsos. Pero no se puede usar en contra del concepto tradicional en Dios la cual es la creencia en un Ser eterno, metafísico, necesario, sin principio, atemporal, omnipotente, omnisciente, omnipresente, moralmente perfecto, aespacial, la primera causa incausada y otras características que lo hacen muy diferente a nosotros.

Es por eso que el apologista cristiano y ex ateo, C.S. Lewis, una vez dijo “ Dios no puede ser producto de mi imaginación, porque, para nada, Él es lo que yo pude imaginar de Él”. De hecho, es al revés. El hombre no creó a Dios sino el ateísmo el cual es el peor de los inventos del hombre. Argumentos teístas como el Kalam, la moral objetiva, ontológico, contingencia, del diseño y muchos otros demuestran que la creencia en Dios no está basada en la imaginación sino “en la intuición, la observación, la lógica y también el conocimiento científico.” – Charles Hard Towes, físico, inventor y profesor estadounidense, laureado con el premio Nobel de Física

Por cierto, la frase de Nietzsche que dice que, “El hombre, en su orgullo, creó a Dios” es contradictorio ya que el orgullo es un estado de anti-Dios. Un hombre orgullloso no es Cristocéntrico sino egocéntrico o como diria el gran filósofo Agustín de Hipona, “Fue el orgullo lo que transformó a los ángeles en demonios; es la humildad lo que hace ángeles de los hombres.” Por tanto, el hombre, en su orgullo, no crearía o aceptaría a Dios. Al contrario, preferiría el ateísmo y la auto-adoración, saludos.

-Sherlock-