Después de la muerte de sus dos primeros esposos, que eran hijos de Iehuda, Tamar se disfrazó de prostituta y Iehuda tuvo relaciones con ella sin saber que era su nuera. Como pago por sus servicios, Iehuda le dejó en garantía su cordoncillo, su sello y su bastón, con la promesa de pagarle más tarde. Pero nunca volvió a saber de la supuesta prostituta y ella se quedó con esos objetos. Cuando después Iehuda se enteró de que Tamar estaba embarazada, ordenó que se le aplicara la pena de muerte y fuera quemada.

Cuando Judá se enteró (chismes, rumores, embrollo etc) de que Tamar su nuera había quedado embarazada, es acusada de prostitución, así contaron los chismosos.

Judá ordena sacarla para ejecutarla con la pena de muerte bajo incineración [1]

Hi mutset vehi shaljah el-jamiha lemor le’ish asher-eleh lo anoji harah vatomer haker-na lemi hajotemet vehaptilim vehamateh ha’eleh.
Y al ser ella sacada, envió a decir a su suegro: Del varón a quien pertenecen estas cosas, yo estoy preñada. Y dijo más: Te ruego que reconozcas y veas de quién son este sello, los cordoncillos y el bastón”

Que Tamar le haya dicho a Judá “reconoce por favor estoy en cinta de aquel a quien pertenecen estos objetos” y jamás le dijo, “éste embarazo es tuyo”, aprendemos una lección muy importante de la Torah y que lo mencionan los textos judíos, “es mejor para una persona arrojarse a un horno de fuego que avergonzar al prójimo” T.B. berakot 43b. Este es un principio fundamental que se aprende de la Torah y es repetido en diferentes partes de los textos judíos.

Cuál es el significado entonces de no avergonzar al prójimo, a lo largo de la lectura de la Torah, nos damos cuenta que avergonzar al prójimo es un pecado tan terrible que es preferible para la persona lanzarse a un horno de fuego antes que cometerlo.

Cuando leemos lo que Tamar dice en el versículo 25 del capítulo 38 “hajotemet – reconoce”, ella en su sabiduría en lugar de acusar a Judá y avergonzarlo en público por su falta, le obliga a tomar conciencia por sí mismo – “de la persona a quien pertenecen estos objetos (sello, los cordoncillos y el bastón), de él estoy embarazada” [2]

Pues bien en Deuteronomio leemos la ley, “cuando han cometido una falta grave hay pena de muerte” La Torah penaliza con muerte tres pecados graves, la idolatría, conducta sexual prohibida y asesinato.

¿Pero porque es tan importante el principio de no avergonzar al prójimo?

Vemos en el post anterior el siguiente ejemplo.

La mujer en este caso, comete fornicación o prostitución en casa de sus padres, es llevada a juicio y en dado caso que se encuentre culpable recibe pena de muerte por lapidación.

Sin embargo, cuando a la mujer se ruboriza o manifiesta vergüenza de otra forma antes o después del juicio, la pena de muerte se anula, porque en la tradición hebrea se considera que la vergüenza es un pago mayor que la muerte. En el Tratado Baba Metzia 58:2 leemos “Avergonzar públicamente al prójimo es lo mismo que derramar sangre”. Por lo tanto, como en el caso de Tamar quien evito avergonzar públicamente a Judah, el pueblo hebreo se guarda mucho de avergonzar al prójimo, más aun en público, pues la paga al que avergüenza a otro es terrible en los cielos.

Lo mismo sucede con la pena de malkut, cuando los que acusan falsamente reciben pena de malkut (39 palos), el que recibe la paga si antes o durante la condena se avergüenza o se acobarda y sale corriendo, la pena se anula, pues es peor recibir vergüenza sobre sí que la pena de malkut.

Te preguntaras, ¿porque a pesar de que la ley de la biblia es explicita, muchas veces se anula?, esto es porque toda la Torah, toda la ley (halaja) y toda la biblia es PROVIDA, tanto así que el mandamiento más solemne de guardar shabbat puede ser anulado si la persona se encuentra bajo riesgo de muerte, aun dicen los sabios que si alguien no tiene que comer más que cerdo, entonces que coma con tal de preservar la vida.

En toda la historia judía, los casos por pena de muerte son registrados y pueden ser contados con una sola mano.

La historia de Tamar termina narrando que Judá reconoció a Tamar como justa, aún más que él, se le perdonó la vida y los chismosos fueron castigados con malkot

Breve historia que trata sobre avergonzar al prójimo
http://shuvacostarica.blogspot.mx/2009/01/el-castigo-por-avergonzar-nuestro.html

[1] Tamar, quien fue acusada de prostitución recibió pena de hoguera en lugar de lapidación por el hecho de que este castigo está reservado solo para las hijas de sacerdotes según Vayikrá/Levíticos 21.9

[2] Acudir a los servicios de una prostituta o prostituto es una inmoralidad mas no una ilegalidad.

Mas información:
Sefer Talmud, Berajot, folio 43b.

http://www.mesilot.org/esp/parasha/bo2_imprimir.htm

Cortesía de Mr Cat (de la página de Facebook ateísmo al descubierto)